Guillermo Liñares (Caracas)-. Foto: Luis Alvarado
La actual temporada 2019/2020 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional ha resultado atípica por diversos motivos: baja asistencia a los estadios, peloteros de ligas independientes y agentes libres que ocupan la plaza que habitualmente era de grandeligas y habitantes del amplio sistema de ligas menores, y ese aire de escepticismo de los amantes de la pelota con respecto a la calidad que se puede tener en el campeonato debido al veto de la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) y la Major League Baseball. Sin embargo, dentro de todo ese maremagnum de circunstancias, resaltan nombres que ya han probado las mieles de jugar en Venezuela, que conocen el circuito, los lanzadores rivales y los estadios en donde les toca ponerse los aperos y guantes para darlo todo en el terreno.
Uno de esos nombres es el del importado Leonardo Reginatto, quien este miércoles bajo el inclemente sol capitalino y sobre la grama del estadio de la ciudad Universitaria, atendió amablemente la solicitud para conversar con él. Nacido en Curitiba, su pasantía por nuestro béisbol se remonta al 2009, cuando pertenecía a los Rays de Tampa Bay y tuvo la oportunidad de jugar en la Venezuelan Summer League, momento en donde declara que se enamoró de la pelota criolla a los 19 años: «cuando firmé con Tampa Bay estuve acá jugando en la Summer League, jugué en la Paralela y siempre veía la Liga Profesional. Mi meta admito que siempre fue jugar en Venezuela, ya en 2017 tuve la oportunidad de hacerlo con Bravos y fue una experiencia muy bonita y quise volver. Yo admiro mucho la calidad que siempre se ha visto en esta pelota. Muchos equipos estuvieron interesados en mi, y finalmente fueron los Tiburones quienes confiaron en mi potencia, me abrieron los brazosl y ahora me toca ayudarlos para poder lograr ese campeonato tan anhelado que se les ha hecho esquivo desde hace tiempo». Y es que Reginatto tiene razón, antes de que firmara con los Tiburones estuvo en conversaciones con los Tigres de Aragua y los Leones del Caracas, con quienes casi llega a un acuerdo económico, pero finalmente eso no sucedió y el conjunto del Litoral se llevó sus servicios.
Su trabajo ahora consiste en ayudar a su nuevo equipo en la LVBP: «Estamos enfocados. Sabemos lo que tenemos que hacer, en cuanto al bateo tengo que seguir en esta línea, esto apenas está empezando y la temporada es larga. Nuestro objetivo es el campeonato» dice Reginatto, quien no pudo jugar en Grandes Ligas, lo máximo a lo que llegó fue jugar en Triple A con el Rochester, sucursal de los Mellizos de Minnesota en 2016, 2017 y 2018; antes, en 2015 con el Durham, también lo consiguió.
Su papel no es cual llanero solitario, pues en la cueva de los predios de la derecha del estadio Universitario comparte con nombres como Heiker Meneses o Teodoro Martínez, de ellos resaltó su importancia y experiencia en este béisbol: «ambos me han ayudado mucho a adaptarme al equipo. Siempre es importante tener la oportunidad de trabajar con peloteros que tengan experiencia, que sepan los secretos de los pitchers rivales. Nosotros tenemos mucha juventud y gente que ya sabe lo que es jugar bajo la presión de la fanaticada, esa mezcla puede ser clave para que consigamos los objetivos».
Un importado con ambición y horizontes claros
Reginatto confiesa que su plan no se limita tampoco solo a cumplir su papel en La Guaira, sino también en cumplir metas personales. «Yo tengo mis metas claras. Mi trabajo es prepararme para cumplir con los números que tengo en mente aunque de esto no me gusta hablar mucho. Tengo un «challenge» que me ayuda a impulsarme todos los días, a salir a hacer mi trabajo y enfocarme en mis metas. Como equipo es otra cosa, porque todos queremos ayudar al equipo a ganar y llegar a la final. Si se logra, será la muestra de que las metas fueron provechosas»
El guairista además no se queda satisfecho solo con la producción que ha mostrado en estas primeras de cambio, pues admite que al equipo le ha faltado bateo oportuno en determinados momentos: «no podemos solo a limitarnos a dejar números destacados a nivel individual porque hemos bateado mucho, pero al equipo le ha faltado bateo oportuno y es lo que estamos buscando. Prefiero que en vez de buscar conectar un hit en todos los innings, sean cinco en uno solo y ahi armar los rallys. Es lo que se quiere».
Actualmente Leonardo Reginatto batea para promedio de .391, con nueve hits en 23 turnos, con un jonrón y tres carreras remolcadas. Los Tiburones esperan llegar a aguas seguras con su aporte y en eso anda este brasileño con apellido italiano, un enamorado confeso de la pelota venezolana que tiene sus ideas claras, y que desprende ambición y ganas de hacer las cosas bien..