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Ronald Acuña Jr.

Prensa Premio Luis Aparicio | Augusto Cárdenas.- Con 62 votos al primer lugar, y un total de 483 puntos, Ronald Acuña Jr. fue elegido como el ganador del Premio Luis Aparicio, galardón que se entrega al mejor jugador venezolano de la
temporada de las Grandes Ligas, presentado por Maltín Polar y patrocinado por Oceánica de Seguros.
El jardinero de los Bravos de Atlanta recibió el favoritismo de los electores gracias a su excelente desempeño como primer bate de su club, cumpliendo a cabalidad su objetivo al presentar un porcentaje de embasado de .406, con 46 anotadas, ocho bases robadas y 38 boletos, máxima cantidad entre los criollos en esas categorías.

El varguense, además, conectó 11 dobles, 14 cuadrangulares y tuvo promedio de slugging de .581 en 46 compromisos, en los que dejó average de .250. “Es un honor para mí ganar el Premio Luis Aparicio al venezolano más destacado de las Grandes
Ligas”, dijo Acuña Jr., luego de recibir la noticia de su distinción a través de Mikel Pérez, presidente de Line Up Internacional. “(Luis Aparicio) es el único venezolano en el Salón de la Fama y es un prestigio para mí ganarme este premio. Una vez más gracias a los periodistas y a todos quienes son parte de este premio”.

Su nombre apareció en 97 de las 100 papeletas de la 17ma edición del galardón, con 17 votos para el segundo puesto, 11 para el tercero, tres para el cuarto y cuatro para el quinto lugar. De esta manera se convierte en apenas el cuarto pelotero en la historia del Premio Luis Aparicio en recibir múltiples distinciones, luego de ser co-ganador en 2018 (junto con Jesús Aguilar), por lo que se une a Johan Santana (2004 y 2006), Miguel Cabrera (2005, 2011, 2012, 2013 y 2015) y José Altuve (2014, 2016 y 2017) en el selecto grupo que ha recibido el honor en más de una ocasión. El receptor de los Reales de Kansas City, Salvador Pérez, escoltó a Acuña Jr. con 317 puntos. Carlos Carrasco (183), Jesús Aguilar (101) y Antonio Senzatela (88) completaron el top 5. De los 40 jugadores elegibles un total de 21 diferentes peloteros recibieron votos. De ellos 11 jugadores se repartieron los 100 sufragios al primer lugar.

Para esta 17ma edición, por tratarse de una temporada atípica de 60 juegos, fueron elegibles todos aquellos jugadores venezolanos de posición que actuaron en un mínimo de 60 por ciento de los partidos calendario de su equipo en Grandes Ligas (36 compromisos), y todos aquellos lanzadores abridores venezolanos que actuaron en un mínimo 40 innings, y los relevistas que participaron en al menos el 30 por ciento de los partidos calendario de su equipo en Grandes Ligas (18 encuentros).
El Premio Luis Aparicio, avalado por Major League Baseball y presentado por Maltín Polar, fue creado en 2004 por Line Up Internacional para honrar a nuestro único representante en Cooperstown y galardonar anualmente al pelotero venezolano más destacado de las Grandes Ligas.

Por decisión de nuestro único representante en el Salón donald e la Fama de Cooperstown, el Premio Luis Aparicio se ha entregado tradicionalmente en Maracaibo en marco del Juego de la Chinita, quedando siempre sujeto a modificaciones dependiendo de la disponibilidad de los ganadores. Este año, ante la incertidumbre reinante con la realización de la temporada en Venezuela, y el actual cierre del tráfico aéreo en el país, se informará en su momento dónde y cuándo le será entregada a Acuña Jr. su segunda estatuilla como mejor jugador venezolano en la temporada de Grandes Ligas.

Foto: Matthew Grimes y Kevin D.Liles/Atlanta Braves.

AS.- De la reacción en caliente le libró el Madrid la pandemia que ha vaciado las gradas. Porque el equipo de Zidane firmó los peores 45 minutos de su historia reciente ante un Shakhtar afeitadísimo que le dio un baño. Fue un episodio vergonzante de consecuencias presuntamente graves: perder ante la maría del grupo el primer día, con Inter y Gladbach en el mismo saco, es entrar en la Champions dando vueltas de campana. Luego llegó la caballería, pero la batalla ya estaba perdida.

La torería de Zidane está fuera de concurso. Vive al margen del qué dirán, incluso en su casa, donde sin tiempo para reponerse de su once ante el Cádiz se encontraron, en el estreno de la Champions, torneo del que el club se siente copropietario, con otra extravagancia: Mendy a la derecha, Jovic de nueve y Benzema y Vinicius en el banquillo. Un once preclásico pero imprudente en medio del temporal y sin Ramos, su futbolista de mejor linaje y que hace que el equipo se sienta seguro. La red, esta vez, debía ser el Shakhtar, un equipo de corto alcance en la competición y devorado por las bajas víricas. Europa le cambia el hábitat de manera radical: en su liga acapara la pelota, en la Champions la persigue. Así empezó en Valdebebas, renunciando a esa transfusión brasileña que dura ya más de una década para protegerse con una zaga adelantada y dos barricadas muy juntas, negándole al Madrid los espacios, hasta que se dio cuenta de que enfrente había un manso subido, un pelele.

El Madrid dio carrete al desplome ante el Cádiz: apagón en tres cuartos de campo ajeno y descuidos groseros en el propio. Antes del primer cuarto de hora, quedó al descubierto en un pase largo hacia Marlos que el brasileño nacionalizado ucraniano dejó escapar. El equipo de Zidane está dramáticamente en las manos y los pies de Courtois, que salvó ese trance estupendamente, pero no la riada que vino después.

Contagiado de este fútbol silente, el Madrid comenzó con una sorprendente frialdad, manoseando la pelota en torno al área, despreciando el juego al espacio. En partidos así el Bernabéu obligaba a despertar al equipo. Ahora nadie hace sonar la campana.

Así que ante otro rival del género chico, como el Cádiz, fue dejándose ir por inapetencia hasta verse muy por detrás en el marcador. El primer gol fotografíó la situación. Kornienko, lateral izquierdo ucraniano, fue cruzando el área perpendicularmente sin que nadie le interrumpiese hasta acabar encontrando al otro lado a Teté, que anotó de tiro cruzado. Un desastre defensivo de este a oeste agravado por un segundo golpe, cuatro minutos después, en tiro del mismo Teté, rechace de Courtois y toque suicida de Varane hacia la red. La Champions se ha derrumbado sobre el francés estrepitosamente. Y antes del descanso, la puntilla, de Solomon.

Ni antes ni después dio el Madrid señales de estar vivo. Un coladero atrás, planísimo en el medio pese a que Zidane metió a sus centrocampistas de gran cilindrada, con dos extremos fantasmas (especialmente Rodrygo, cada vez más invisible) y un Jovic en otro planeta. El peor Madrid en una década, bailado por un equipo que no llegará lejos y con media plantilla en Ucrania. Un sonrojo al cubo de un grupo sin fútbol ni garra.

Ni siquiera hubo la sacudida esperada en el descanso. Entró Benzema y se fue Rodrygo. Parecía tirita para un equipo abierto en canal. Casemiro cerró una defensa de tres, con Mendy y Marcelo de viceextremos, Asensio de mediapunta y Jovic y Benzema arriba para un juego a la tremenda.

Pero no fue el dibujo sino la actitud lo que cambió la situación. Ahí llegó el ataque de vergüenza torera del equipo, que entre atropellada y furiosamente intento remendar la hecatombe. Un todo o nada que le dio un gol pronto, en trallazo espectacular de Modric desde el parking, y también algunos sustos. Teté perdió dos ocasiones tremendas.

Pero el gol de Modric cambió la dinámica del partido. Más tras la entrada de Vinicius, que llegó como un cohete: robar, avanzar y marcar fue su presentación en el partido. Así que la cosa derivó en asedio, con Vinicius y Marcelo doblándose en la izquierda y en Valverde y Mendy en la derecha. Al Shakhtar le pesaban ya las piernas, pero atrás sostenía el resultado por acumulación. La angustia fue quitándole luz al Madrid, que tomó el camino más corto: los centros al área sin que nadie sacase provecho de ellos. En el descuento le anularon a Valverde el empate por fuera de juego de Vinicius, el último del bosque de piernas. Camino del Camp Nou, la Champions se ha convertido en un zarzal. Y no hay mercado que pueda ayudar al Madrid en la fase de grupos.

Foto: AS

Luis Alvarado De Sousa (Caracas).- El Globe Life Field de Arlington se vistió de gala para recibir la Serie Mundial entre Los Ángeles y Tampa Bay. En el primer juego del clásico de octubre, los Dodgers se llevaron la victoria por pizarra final de ocho carreras por tres ante los Rays. Apoyados por una sólida actuación del As, Clayton Kershaw, sumado a los bates encendidos de Mookie Betts y Cody Bellinger, los Dodgers lograron dar el primer golpe en la serie.

El enfrentamiento entre Clayton Kershaw y Tyler Glasnow no decepcionó. pero la mejor parte se la llevó el veterano abridor de los Dodgers. En tres entradas y media, ambos abridores trabajaron sin daño que reflejar en la pizarra. Sin embargo, el abridor de los Rays, Glasnow fue castigado en la parte baja de la cuarta entrada. Cody Bellinger cazó una recta y la envió lejos por el extenso jardín central del parque de los Rangers.

En la siguente entrada, a pesar de permitir un cuadrangular de Kiermaier, Kershaw se mantuvo firme desde el morrito. No pasó lo mismo en el caso de Glasnow, que permitió dos rayitas más de Los Ángeles y salió del compromiso con más trabajo del que debió haberle permitido el manager, Kevin Cash, conocido por su buena gestión de los brazos. Los Dodgers igualaron un récord en este inning, ya que es la primera vez, desde 1912, que un equipo roba tres bases en una misma entrada.

Chris Taylor y Kike Hernández sumaron dos rayitas a la pizarra para Los Ángeles con sendos indiscutibles. Ya la ventaja se hacía más dificil de alcanzar para Tampa Bay. En la sexta entrada, Mookie Betts con cuadrangular y Muncy con tubey ampliarían la ventaja a ocho carreras. Betts hizo historia al ser el primer jugador en el largo recorrido de las Series Mundiales en despachar cuadrangular, robar dos bases y anotar en dos ocasiones en un mismo encuentro.

Tampa Bay hizo un intento de rebelión en la séptima entrada, al sumar dos carreras más para ellos en el marcador, pero el derecho mexicano Víctor González decapitó cualquier intento de regreso de los Rays. De esta forma, se cerraría el juego de pelota. Clayton Kershaw consiguió la victoria 12 de su carrera. Está empatado con Roger Clemens en el quinto lugar de los lanzadores con más victorias en postemporada de todos los tiempos. También se ubica en el segundo puesto en la lista de lanzadores con más abanicados en la postemporada. 

Este miércoles continúa la Serie Mundial a las 8:08 p.m hora venezolana.

Foto: MLB.com

Augusto Cárdenas | Prensa Premio Luis Aparicio.- El inicio de la Serie Mundial marcará el preámbulo para el anuncio del ganador del Premio Luis Aparicio 2020, que galardonará por 17ma ocasión al venezolano más destacado de la temporada de las Grandes Ligas, y cuyo vencedor se dará a conocer este miércoles, antes del segundo compromiso del Clásico de Otoño entre Dodgers de Los Ángeles y Rayas de Tampa Bay.

De los 97 peloteros criollos que vieron acción en la temporada de 2020, un total de 40 cumplieron con los requisitos para ser elegibles entre los 100 comunicadores sociales encargados de la votación, que será muy variada, luego que 20 de esos jugadores aparecieran en las papeletas, entre ellos ganadores de ediciones anteriores como.Miguel Cabrera, José Altuve, Eugenio Suárez, Ronald Acuña Jr. y Jesús Aguilar, así como peloteros que han sido merecedores de menciones honoríficas, como Salvador Pérez y Carlos Carrasco.

Para esta temporada son elegibles todos aquellos jugadores venezolanos de posición que hayan actuado en un mínimo de 60 por ciento de los partidos calendario de su equipo en Grandes Ligas (36 juegos), y todos aquellos lanzadores venezolanos que hayan actuado en un mínimo 40 innings, cuando se trate de pitchers abridores, y de 30 por ciento de los partidos calendario de su equipo en Grandes Ligas (18 juegos), cuando se trate de relevistas. El Premio Luis Aparicio, avalado por Major League Baseball y presentado por Maltín Polar, fue creado en 2004 por Line Up Internacional para honrar a nuestro único representante en Cooperstown y galardonar anualmente al pelotero venezolano más destacado de las Grandes Ligas.

Foto: Archivo

MLB.- Los Dodgers de Los Ángeles empezaron a celebrar cuando Cody Bellinger envió la pelota hacia lo más profundo de la noche en Texas. Bellinger lanzó el bate a un lado y trotó hacia la línea de primera base.

Todo el camino hacia la Serie Mundial.

Bellinger rompió un empate con un jonrón solitario en el séptimo inning y los Dodgers avanzaron al Clásico de Otoño por tercera ocasión en cuatro años, tras derrotar 4-3 el domingo a los Bravos de Atlanta en el séptimo juego de la serie por el campeonato de la Liga Nacional.

«Este es nuestro año», dijo el mánager Dave Roberts.

Bellinger conectó un inning después de que Kiké Hernández se convirtiera en el primer bateador emergente con un cuadrangular que igualara o rompiera un empate en un juego que decidiera la serie. Su jonrón empató la pizarra a 3 y, como el de Bellinger, llegó en el octavo lanzamiento del turno de bateo.

«En defensa, pitcheo, juegos, planificación, todo… Hemos peleado todo el camino en esta serie», dijo el campocorto Corey Seager, nombrado Jugador Más Valioso de la serie tras conectar un récord de cinco vuelacercas. «Estamos encantados de haber ganado».

Los Dodgers disputarán el martes el primer juego de la Serie Mundial contra los Rays de Tampa Bay, campeones de la Liga Americana.

Mookie Betts, que está en su primer año de un contrato de 12 con los Dodgers, hizo otra jugada increíble al privar a Freddie Freeman de un jonrón solitario en el quinto.

El mexicano Julio Urías (2-0), el quinto pitcher de los Dodgers, retiró a los últimos nueve bateadores para llevarse su cuarta victoria en cuatro apariciones de la postemporada. El derecho de 24 años, que ya está en su cuarta postemporada, tiene un promedio de efectividad de 0.75 en estos playoffs.

Foto: @Dodgers

MLB.- Ahora prácticamente todos los fanáticos del béisbol saben quien es el notable novato Randy Arozarena. Y muchos están entusiasmados por estos Rays que se aprestan a disputar la Serie Mundial.

Arozarena logró otro cuadrangular, Charlie Morton brilló frente a su equipo anterior y Tampa Bay liquidó por fin a los Astros de Houston, al imponerse el sábado por 4-2 para avanzar a la Serie Mundial apenas por segunda vez en la historia.

Tras resolver una serie en que llegaron a tener ventaja de 3-0 pero en la que requirieron de disputar el máximo de siete juegos, los Rays se medirán con los Dodgers de Los Ángeles o a los Bravos de Atlanta en el Clásico de Otoño, que se celebrará en Arlington, Texas, a partir del martes por la noche.

También los Bravos y los Dodgers requerirán de disputar un séptimo duelo, este domingo por la noche.

«Si te sientas aquí, puedes ver este grupo de jugadores. Siempre he dicho que no tenemos grandes nombres, pero la gente se gana un nombre por lo que hace», dijo el jardinero Kevin Kiermaier.

La única vez anterior en que los Rays habían aparecido en la Serie Mundial fue en 2008, cuando cayeron ante los Filis de Filadelfia.

Los innovadores Rays lideraron la Liga Americana con una foja de 40-20 en la campaña regular, abreviada por la pandemia. Conocidos por su pitcheo y virtudes defensivas, implementaron el concepto de los encuentros encomendados sólo a relevistas y colocan a veces a cuatro jardineros.

Ahora, han festejado el título de la Americana, en un parque de la Nacional, una de las rarezas en el año de la pandemia.

«Si no sabían nuestros nombres, por ahora ya los conocerán, porque tenemos a unos chicos muy buenos que pueden jugar», añadió Kiermaier, el pelotero que más tiempo lleva en la organización.

Habrá que comenzar con Arozarena, quien fue nombrado el Jugador Más Valioso de la serie.

«Yo no puedo decir que estuviera persiguiendo este premio, pero sí trato de hacer todo por el equipo, cualquier cosa que nos permita ganar», dijo el jardinero izquierdo de 25 años.

Tampa Bay cortó una racha de tres derrotas consecutivas e impidió que los Astros igualaran a los Medias Rojas de Boston como el único equipo de las Grandes Ligas que ha remontado un déficit de 3-0 para ganar una serie en siete compromisos.

Los Astros tampoco pudieron ser el primer equipo en ganar un título de liga tras una foja negativa en la campaña regular (29-31).

La derrota puso fin a la primera temporada de Houston desde que se revelaron sus trampas para robar señales. Los Astros eran considerados por muchos fanáticos como villanos por el escándalo que estalló en receso entre campañas, en relación con un ardid que implementaron en 2017, cuando ganaron la Serie Mundial a los Dodgers de Los Ángeles.

Mike Zunino conectó un jonrón y produjo dos carreras por los Rays, quienes evitaron unirse en la ignominia a los Yanquis de Nueva York, quienes ganaban por 3-0 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana y perdieron cuatro duelos en fila ante los Medias Rojas.

Tras aquella proeza en 2004, Boston terminó coronándose en la Serie Mundial, algo que se le había negado en 86 temporadas.

Arozarena, prácticamente desconocido antes de estos playoffs, impuso un récord de novato con su séptimo cuadrangular en la postemporada. Sus 21 hits se quedaron a uno del récord para un novato en playoffs, establecido por Derek Jeter en 1996.

El «Cohete Cubano» de 25 años encontró un sinker de Lance McCuller Jr., con cuenta de 1-1 y desapareció a pelota entre el jardín derecho y el central del Petco Park, cuando había un out de la primera entrada, para producir dos carreras.

Manuel Margot, quien jugó con los Padres de San Diego desde finales de la temporada de 2016 hasta que fue canjeado a Tampa Bay para la presente campaña, estaba a bordo, tras recibir un pelotazo.

Arozarena desertó de Cuba en México en 2015, firmó con los Cardenales de San Luis un año después y debutó en las mayores el año pasado. Cedido en canje a Tampa Bay antes de esta temporada, dio positivo de COVID-19 previo a los entrenamientos veraniegos y no disputó su primer juego de 2020 sino hasta el 30 de agosto.

Foto: @raysbaseball

MLB.- Corey Seager bateó un nuevo jonrón, Walker Buehler resolvió seis innings en blanco y los Dodgers de Los Ángeles forzaron a un séptimo juego en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, al imponerse el sábado 3-1 sobre los Bravos de Atlanta.

Los Dodgers evitaron la eliminación por segunda vez en menos de 24 horas. Ahora, disputarán un encuentro decisivo, en busca de lo que sería su tercer boleto de Serie Mundial en cuatro años.

La última vez que Los Ángeles conquistó el Clásico de Otoño fue en 1988.

Max Fried sufrió su primera derrota del año por Atlanta, que trataba de festejar el cumpleaños número 65 de su manager Brian Snitker con una victoria que colocara al club en la Serie Mundial por primera vez desde 1999.

El joven zurdo laboró hasta la séptima entrada sin aceptar otra carrera después de las tres que consiguieron los Dodgers en el primer acto.

Este domingo se llevará a cabo el séptimo duelo. El derecho Tony Gonsolin abriría por los Dodgers, enfrentando a Ian Anderson, derecho novato de 22 años, quien ha lanzado 15 innings y dos tercios sin aceptar anotación durante tres aperturas de playoffs.

Justin Turner conectó también un jonrón por los Dodgers, campeones de la División Oeste de la Liga Nacional, mientras que Kenley Jansen resolvió el noveno inning apenas en seis pitcheos y se acreditó su 18vo salvamento de por vida en la postemporada.

Fue apenas la primera oportunidad de rescate de Jansen en cinco apariciones desde que fungió como taponero en el primer triunfo de los Dodgers durante estos playoffs, dentro de la ronda de comodines. El viernes, en la victoria por 7-3, ponchó a sus tres rivales mediante 12 lanzamientos.

Fried toleró sólo dos vuelacercas en sus 11 aperturas y ostentó una foja de 7-0 durante la temporada regular. Sin embargo, los Dodgers le desaparecieron dos pelotas detrás de la cerca en tres pitcheos.

Seager disparó un jonrón monumental por todo el jardín derecho, ante una curva de 73 mph. Turner encontró un sinker a 93 mph y catapultó la esférica a 418 pies del plato, por todo el bosque central.

Max Muncy gestionó un boleto y anotó tras sencillos consecutivos de Will Smith y Cody Bellinger.

Seager, quien había bateado un par de cuadrangulares el viernes, en el cuarto juego, posee ahora los récords de la Serie de Campeonato de la Nacional, con cinco vuelacercas y 11 remolcadas. Y todavía le falta un encuentro por disputar.

Sus seis palos de cuatro esquinas constituyen ya una marca de los Dodgers en postemporada.

Foto: MLB

MLB.- La oleada de críticas tras el escándalo de robo de señales. Un deslucido desempeño en la campaña regular, abreviada por el coronavirus. Una desventaja de 3-0 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Nada parece importarles a Dusty Baker y a estos Astros de Houston.

Detestados por muchos, los Astros están sin embargo a punto de avanzar a una nueva edición del Clásico de Otoño, emulando una remontada que sólo se ha visto una vez en la historia.

George Springer y José Altuve aportaron los batazos cruciales durante un ataque de cuatro carreras en el quinto inning, y Houston derrotó el viernes 7-4 a los Rays de Tampa Bay, para evitar la eliminación por tercera noche consecutiva y forzar a un séptimo juego de la Serie de Campeonato.

El dominicano Framber Valdez lanzó seis entradas de manera brillante, y Houston puso fin a la apertura de Blake Snell en el quinto acto, antes de que Springer conectara un sencillo de dos carreras que significó la ventaja.

Springer anotó con un doble del venezolano Altuve. El boricua Carlos Correa, quien definió el duelo del jueves con un cuadrangular, bateó esta vez un sencillo remolcador.

Los Astros están a una victoria de lo que sería su tercera Serie Mundial en cuatro temporadas.

«Somos infatigables. Cuando dijimos que no queríamos irnos a casa lo decíamos en serio», dijo Correa. «Queremos seguir jugando pelota y no queremos que nuestra temporada acabe aquí. Nos hicimos cargo de estos tres juegos y ahora necesitamos uno más. Si no lo ganamos, todo esto no habrá significado nada. Tenemos que salir mañana y lograr esa victoria».

De conseguirla, se unirían a los Medias Rojas de Boston de 2004 como los únicos equipos que se han recuperado de un déficit de 3-0 para ganar una serie en siete duelos.

Boston lo consiguió frente a los Yanquis de Nueva York para llevarse la Serie de Campeonato de la Liga Americana, antes de conquistar su primer Clásico de Otoño en 86 temporadas.

En total, los clubes de las Grandes Ligas que han tenido una ventaja de 3-0 en una serie a un máximo de siete compromisos ostentan una foja de 37-1.

«No hemos terminado de escribir historia», advirtió el manager Baker. «Esperamos tener un final feliz en una temporada histórica y en un año histórico».

Houston trata también de ser el primer equipo en ganar una Serie de Campeonato tras una foja negativa en la temporada regular (29-31). Y los Astros buscan reivindicación, durante un año en que se les ha criticado incesantemente por el robo de señales que cometieron durante 2017, cuando se coronaron.

Ese ardid fue descubierto en el receso previo a la presente temporada. Los Astros contrataron a Baker en busca de algo de estabilidad en medio de la tormenta.

«Este equipo ha peleado contra muchas cosas», dijo el piloto. «A este equipo lo amas o lo odias, pero al menos hay que tenerle respeto por la forma en que ha trabajado».

El dominicano Manuel Margot disparó dos jonrones y produjo tres carreras por los Rays, que después de dilapidar la ventaja de 3-0 en la serie siguen a una victoria de lo que sería el segundo Clásico de Otoño en la historia de la franquicia. Pero si pierden, se unirán en la ignominia a los Yanquis de 2004.

El séptimo juego está programado para este sábado por la noche, con los lanzadores que abrieron y finalizaron el séptimo juego de la Serie Mundial de 2017 entre Houston y los Dodgers de Los Ángeles.

Lance McCullers Jr., derecho, lanzará por los Astros, mientras que Charlie Morton, de 36 años, iría a la lomita por los Rays.

Foto: MLB

MLB.- El catcher Will Smith conectó un jonrón de tres carreras que significó la ventaja ante un relevista homónimo, Corey Seager añadió dos cuadrangulares y Los Ángeles evitó la eliminación el viernes, al doblegar 7-3 a los Bravos de Atlanta.

Smith logró su jonrón en el sexto episodio, precisamente frente a Will Smith, el cuarto de seis lanzadores de los Bravos, que recurrieron exclusivamente a relevistas durante el encuentro, comenzando con A.J. Minter, en un intento infructuoso por clasificarse a la Serie Mundial, una instancia que no visitan desde 1999.

«Siempre le apostaré a un Will Smith», dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts.

Mookie Betts puso en marcha la entrada decisiva al pegar un sencillo dentro del cuadro. En su primera campaña con los Dodgers, Betts aportó también una buena atrapada en el jardín derecho, que derivó en una doble matanza para poner fin al inning.

Originalmente, se marcó una carrera de Marcell Ozuna en la jugada, pero ésta se invalidó tras revisar la repetición y determinar que el dominicano se despegó de la antesala en el pisa y corre antes de que Betts hiciera la atrapada.

Y luego, Seager aportó su primer jonrón.

«Hay momentos que cambian los encuentros. Ésa es la jugada del año», aseveró Roberts. «Simplemente pensé que no había forma de que él hiciera esa jugada».

El sexto juego se llevará a cabo este sábado por la tarde. Será una revancha entre el abridor del primer encuentro de la serie, el zurdo Max Fried, y el derecho de los Dodgers Walker Buehler.

Ambos permitieron una carrera en el primer duelo, que Atlanta ganó por 5-1 merced a un racimo de cuatro carreras en el noveno capítulo.

«Yo sabía que ésta iba a ser una serie realmente dura, sin importar la situación en que estuviéramos», comentó el manager de Atlanta, Brian Snitker. «Me siento bien mañana, con Max en el montículo… Ojalá que anotemos algunas carreras y le demos apoyo para resolver esto».

Blake Treinen, el tercero de siete lanzadores de los Dodgers, había perdido el primer juego como relevista. Esta vez resolvió dos innings perfectos para obtener el triunfo.

El inconsistente cerrador Kenley Jansen ponchó a sus tres rivales para poner fin al encuentro, sin bien no era elegible para el salvamento.

Betts se robó una base luego de su sencillo en el inicio del sexto inning. Con un out, Justin Turner bateó un potente rodado y Betts fue atrapado en un tira-tira.

Los Bravos enviaron a la lomita a Will Smith para enfrentar al también zurdo Max Muncy, quien gestionó un boleto. Luego, el cátcher Will Smith se fue a la cuenta llena y bateó la pelota a 404 pies del plato entre el jardín izquierdo y el central para poner el encuentro 4-2.

«Él llegó y respondió en ese momento. Me alegra haber visto que se expresara», dijo Betts sobre su compañero, quien rara vez muestra sus emociones, pero se entusiasmó por el batazo.

Es la primera vez al menos desde 1961 que un bateador pega un jonrón contra un pitcher que tiene el mismo nombre en temporada regular o playoffs, de acuerdo con el Elias Sports Bureau.

Foto: MLB 

MLB.- Antes de que Carlos Correa se dirigiera a la caja de bateo en la novena entrada, le vaticinó algo al manager Dusty Baker: conectaría un jonrón que sentenciaría el final del quinto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

«¡Hombre, adelante!», le respondió el piloto de 71 años, antes de recitar una plegaria rápida a su padre y hermano.

Baker temía que si eran necesarios los innings extra, tendría que recurrir al dominicano Framber Valdez, a quien pensaba emplear como abridor del sexto juego.

Pero la oración del manager encontró respuesta, con un batazo sólido.

El boricua Correa disparó un jonrón con un out en la novena entrada y los Astros de Houston superaron el jueves 4-3 a los Rays de Tampa Bay para mantenerse con vida una vez más en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Cinco relevistas novatos brindaron una actuación sensacional por Houston, antes de que Correa encontrara un lanzamiento de Nick Anderson y desapareciera la pelota por todo el jardín central. Dio unos pasos, contemplando el vuelo de la pelota, y luego arrojó su bate.

Fue recibido en el plato por sus compañeros jubilosos, y por Baker, quien lo abrazó. Ha bateado apenas de 18-3 en la serie, pero dos de sus imparables han sido vuelacercas.

«No quiero faltarle el respeto a nadie cuando pronostico un jonrón», dijo Correa, quien añadió que ingresó en la jaula de bateo bajo techo tras su segundo y tercer turno, para trabajar un poco con su coterráneo, el coach Alex Cintrón, a fin de hacer algunos ajustes.

«Sentimos que todo andaba bien y dijimos: ¡Guau! Esto es bueno», relató el campocorto.

Y le transmitió su buen presentimiento a su compañero, el venezolano José Altuve, después de la octava entrada.

«Le dije a Altuve, cuando salíamos del terreno: ‘Voy a terminar con esto'», rememoró Correa. «Podía sentir que mi swing estaba sincronizado, que mi ritmo era bueno, que quería pegarle a la pelota. Cuando me lanzó la recta, hice un buen swing y logré exactamente lo que quería».

Houston ganó por segunda noche consecutiva un juego en el que corría el riesgo de ser eliminado, en parte gracias al abridor venezolano Luis García y a otros cuatro novatos, quienes se combinaron para limitar a los Rays a dos carreras y cuatro hits a lo largo de seis innings y dos tercios, antes de que Baker recurriera finalmente a un veterano, Josh James.

Ryan Pressly, el séptimo pitcher de los Astros, se llevó la victoria.

Los Astros obligaron a que se realice un sexto juego este viernes. Será una revancha de los abridores del primer encuentro, ambos zurdos. Blake Snell lanzará por Tampa Bay y Valdez por Houston.

Houston, que está en la Serie de Campeonato por cuarto año consecutivo, trata de unirse a los Medias Rojas de Boston, que en 2004 se convirtieron en el único equipo en remontar un déficit de 3-0 en una serie de siete compromisos. Los Medias Rojas vencieron a los Yanquis de Nueva York en la Serie de Campeonato de la Liga Americana y conquistaron después su primer título de la Serie Mundial en 86 años.

Los equipos de las mayores que han estado 3-0 en una serie a un máximo de siete juegos tienen una foja histórica de 37-1.

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