Barcelona ante Manchester United es el plato fuerte de los playoff de la Europa League

Tony Cittadino (Madrid).- Cristiano Ronaldo regresará a Barcelona. El Manchester United se medirá al conjunto español en el playoff de la Europa League, luego del sorteo realizado este lunes en Nyon. El duelo reedita las finales ganadas por el equipo azulgrana en las temporadas 2008-2009 y 2010-2011.

El sorteo dejó a los equipos italianos bien parados. La Juventus, ganadora en tres ocasiones del torneo cuando se denominaba Copa UEFA (1977, 1990 y 1993), se enfrentará al Nantes, mientras que la Roma jugará con el Salzburgo.


Por su parte, el Sevilla, máximo ganador de la competición con cinco títulos (2006, 2007, 2014, 2015, 2016 y 2020), retará al PSV. Los otros duelos son Sporting versus Midtjylland, Shakhtar Donetsk ante Rennes, Ajax contra Unión Berlín y Bayer Leverkusen frente a Mónaco.

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La ronda eliminatoria de play-offs se jugará el 16 y 23 de febrero. Los ganadores, pasarán a los octavos de final, que se disputarán el 9 y 16 de marzo. Los cuartos de final están pautados para el 13 y 20 de abril y las semifinales para el 11 y 18 de mayo.

La final se disputará el 31 de mayo en el Puskas Arena de Budapest.

Foto: UEFA

Inter no pasó de la igualdad ante el Shakhtar Donetsk

Inter

Prensa Inter.- El Inter se marcha a casa desde Ucrania con un punto en los bolsillos y con la sensación de haber podido llevarse algo más. El de hoy ha sido un partido igualado que ha acabado en tablas, con un marcador a 0 durante 90 minutos y a pesar del prometedor juego de ataque del Inter. Edin Dzeko lamenta su ocasión perdida, Nicolo Barella lamenta que el travesaño no esté unos centímetros más arriba, y Joaquín Correa y Stefan de Vrij lamentan su mala fortuna por el rechace del veterano Adriy Pyatov, que salvó dos balonazos de milagro para mantener el marcador igualado.

Sencillamente, no había manera de abrir el marcador. Parece que los dioses de los goles no le sonríen al Inter en el Estadio Olímpico de Kiev. Al igual que en la pasada temporada de la Liga de Campeones, el Nerazzurri volverá de Ucrania sin goles en los bolsillos. La historia se repite una vez más, y no es solo en el marcador: el Inter vuelve a golpear el travesaño, frustrando así el hermoso esfuerzo de Barella por marcar; vuelve a toparse contra un muro, esta vez encarnado en un Pyatov con unas manos de herrero.

El guardameta hoy ha interpretado su papel del mismo modo que lo hizo su compañero Anatoliy Trubin, el cual salvó el balón de la misma manera en la pasada temporada. Los hombres de Inzaghi rascan hoy un punto tras dos jornadas europeas sobre las espaldas, pero todavía necesitan encontrar la red. Los próximos cuatro partidos serán clave para la lucha del Inter por seguir en la competición europea de élite. Tendrán que esperarse hasta el 19 de octubre para aprovechar el tercer intento: el partido contra el Sheriff Tiraspol en San Siro.

A la primera parte le faltaba la intensidad que el Inter nos ofreció en su última jornada europea contra el Real Madrid, y también le faltaba la acción y el juego a todo gas del sábado contra el Atalanta. No obstante, la manera en la que hoy se ha desarrollado el partido tampoco es una sorpresa… Roberto De Zerbi se sacó un sistema 4-2-3-1 de la manga, que a veces se convertía en más bien 4-1-4-1. Esta formación bloqueaba los espacios para el Inter y, de este modo, el Shakhtar les presionaba sin cesar en todo el campo, lo que les arrebataba a los delanteros interistas toda su inspiración y creatividad.

Simone Inzaghi, por su parte, optó por un sistema 3-5-2, con cambios notables: Federico Dimarco en la banda izquierda, y Matías Vecino por detrás de la línea ofensiva. El partido requería de un buen planteamiento, de paciencia, de aprovechar las oportunidades, de buscar espacios y de momentos de inspiración.

El juego del Shakhtar se basaba en la elaboración, con movimientos limpios y pases triangulares bien organizados, gracias a los cuales los jugadores ucranianos se encontraban en los espacios y gozaban de cierta superioridad numérica. El primer aviso para la portería de Samir Handanovic fue de Solomon, que disparó desde el área por la izquierda, pero el balón terminó por acabar fuera. La estrategia de De Zerbi se vio frustrada cuando Lassina Traore abandonó el terreno en camilla a los 10 minutos del partido, tras chocarse contra Denzel Dumfries. El Inter aprovechó la oportunidad para disfrutar de más espacios por la banda derecha, pero aún de manera restringida, dada la estricta defensa de los Ucranianos compuesta por un centro del campo con 5 jugadores, lo que no hacía más que generarles quebraderos de cabeza al elenco italiano.

Nicolo Barella intentó aventajar a su equipo, pero su lanzamiento chocó contra el travesaño de la portería, algo que el Nerazzurri ya sufrió la pasada temporada en un intento similar. El Shakhtar atacaba en trombas, lo que obligaba al Inter a arreplegarse. Lautaro Martínez se mostró animado en el ataque, y su compañero, Edin Dzeko, no logró aprovechar bien ninguna de sus ocasiones ante la portería. Ni el local ni el visitante hicieron nada del otro mundo, y así acabó la primera parte, que nos dejó con una sensación de que podía pasar cualquier cosa en cualquier momento.

Tras el descanso, el Shakhtar salió con ganas de matar y durante un tiempo puso al Inter contra las cuerdas. Los jugadores de De Zerbi eran la sombra de los interistas, e incluso generaban ocasiones de peligro con movimientos rápidos de balón y ponían a prueba las debilidades del Nerazzurri. Pero entonces llegó Milan Skriniar para demostrar lo que vale, y con ello, realizó una intervención que le salvó la vida a su equipo en el 49’. El eslovaco también tuvo que gestionar los ataques del Shakhtar, lo que permitió a su equipo adelantarse en el campo y jugar en la otra punta para intentar marcar, hasta llegar a Lautaro y generar una buena ocasión de gol.

El conjunto visitante se hizo con la posesión del balón en gran parte del partido, en un 70%. Su juego se desarrolló de manera gradual, partiendo desde la defensa hasta llegar a la acción en el centro del campo. Pero ahí es donde se topaban con el Hombre del Partido, Skriniar, un guerrero defensivo que no dudaba en rechazar todo lo que se interponía en su camino. Si bien los cambios de Inzaghi fueron una inyección de energía en la línea de ataque Nerazzurri (y siguiendo la misma estrategia que contra Atalanta), finalmente no lograron idear ninguna jugada que cambiara el resultado del partido.

Y así prosiguió el partido hasta el pitido final, y ambos equipos, por el desgaste, perdieron fuelle. No obstante, no podemos pasar por alto las dos sensacionales ocasiones del Inter que asustaron a Pyatov, que se las arregló para mantener al conjunto italiano a raya. El guardameta de 37 años demostró ser todo un campeón en dos ocasiones en la recta final del partido: primero, negándole el intento a Correa; y segundo, rechazando el cabezazo de De Vrij tras el saque de esquina. Dos salvaciones vitales para el Shakhtar, que se ganó a pulso el punto que se lleva hoy. El Inter, por su parte, es la segunda temporada consecutiva que se va de Kiev sin marcar. Este 0-0 se suma al currículum del equipo: ya son 3 empates a 0 de 4 partidos disputados entre ambos equipos.

Ahora el Inter cuenta con un punto tras dos jornadas de Liga de Campeones, con lo cual dispone de 4 intentos más para darle la vuelta a la tabla y de muy poquito margen de error.

Shakhtar Donetsk 0-0 Inter

SHAKHTAR DONETSK (4-2-3-1): 30 Pyatov; 2 Dodo, 5 Marlon, 22 Matviyenko, 31 Ismaily (4 Kryvstov, 78); 7 Maycon, 6 Stepanenko; 38 Pedrinho, 21 Alan Patrick (11 Marlos, 85), 19 Solomon (20 Mudryk, 78); 23 Traore (14 Tete, 11).
Suplentes en banquillo: 81 Trubin, 3 Vitao, 8 Marcos Antonio, 15 Bondarenko, 20 Konoplia, 44 Korniienko, 45 Sikan, 77 Bondar.
Entrenador: Roberto De Zerbi.

INTER (3-5-2): 1 Handanovic; 37 Skriniar, 6 de Vrij, 95 Bastoni; 2 Dumfries, 8 Vecino (5 Gagliardini, 81), 77 Brozovic (20 Calhanoglu, 55), 23 Barella, 32 Dimarco (14 Perisic, 81); 9 Dzeko (19 Correa, 55), 10 Lautaro (7 Sanchez, 72).
Suplentes en banquillo: 21 Cordaz, 97 Radu, 11 Kolarov, 13 Ranocchia, 22 Vidal, 33 D’Ambrosio, 36 Darmian.
Entrenador: Simone Inzaghi.

Amonestados: Dumfries (I)
Otros: Tarjeta amarilla para el entrenador Roberto De Zerbi
Tiempo añadido: 3+2 minutos

Árbitro: Kovacs (ROM).
Asistantes: Marinescu, Artene (ROM).
Cuarto oficial: Chivulete (ROM).
Var: Fritz (GER).
Asistente del VAR: Hategan (ROM)

Foto: Prensa Inter

El Shakhtar Donetsk da un golpe mortal al Real Madrid

ABC.- Un fantasma recorre Europa. Es blanco y bascula entre el ataque y la defensa como un espectro reumático a un tris del gorigori. El Madrid ya no depende de sí mismo (casi que mejor, dirán los que le ven jugar), tras caer dos goles por cero ante el Shakhtar Donetsk.

Todas las alineaciones de Zidane plantean su interrogante, algo en lo que pensar los primeros minutos. ¿Por qué no jugaba en Ucrania Casemiro? Estaba apercibido, pero el partido era eso que se dice una final. Así la tomó el equipo, con una gran actitud. Presión, iniciativa y algo muy refrescante: el riesgo personal en las bandas. «Skin in the game». Primero fue Rodrygo, que hizo alguna buena jugada por la derecha, y luego, con los minutos, un concienciado Asensio, que se salió de su fútbol comodón, burocrático y nini.

Suyas fueron las ocasiones del Madrid en la primera parte: un palo en el minuto 4 y otro tiro después, en el 30, tras una buena combinación con Odegaard, con el que se vislumbró el principio de una inteligencia. El mutuo entendimiento entre esas dos estilosas zurdas hizo recordar el brillo de otros tiempos. Fue, en todo caso, una cosa muy fugaz.

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De todos modos, la pujanza del Madrid decayó un poquito con los minutos. No llegó el Shakhtar a molestar, fragilizado aún más por la presión del Madrid, pero en el minuto 13 hubo un error blanco en defensa, esa rifa de todos los partidos, en un mal pase de Nacho a Varane que acabó en amarilla anaranjada y en la lesión, por el lance, de Moreas, que se tuvo que retirar.


Varane estuvo muy ardoroso y luego le dio un tantarantán casi invalidante al suplente, Dentinho. (Otra estampa para pensar los derroteros que toma el mundo: un montón de brasileños corriendo tras la pelota bajo la aguanieve ucraniana)

El Madrid estuvo atento, mostró una actitud digna, y controló los conatos de contragolpe del Shakhtar. Le faltaba, sin embargo, el peligro arriba, pues juega al ritmo y tiene por límite la particular y un poco caprichosa excelencia de Benzema; Odegaard siguió tímido en ese puesto suyo de la mediapunta y la mayor agresividad y, diríamos, honestidad atacante de los extremos no hizo olvidar a Vinicius, que languidece de espectador, entristecido ya, en las gradas vacías del coronavirus. Ese jugador que animaba el cotarro ha sido puesto en su sitio por el mismo cotarro. Zidane prefire el academicismo fino de Rodrygo o Asensio a su fútbol torrencial pero por desbastar.

Del descanso volvió un Shakhtar más convencido. Courtois se estrenó en el minuto 52 y la fluidez del Madrid se fue haciendo tartamuda. El gol parecía una proeza y era más fácil esperar su error, ya apuntado en la primera parte. Así sucedió. En el 56 hubo un fallo orgánico en la defensa del Madrid, una estupefacción de varios, y Dentinho aprovechó para marcar. La defensa del Madrid se abre como si le echaran un toro en lugar de una pelota.

El Madrid buscaba hacer acopio de agresividad para empezar su fútbol, pero le cuesta. No es una máquina, no es un mecanismo, funciona por arranques, es decir, late o respira como un organismo inconstante, y esos arranques le cuestan cada vez más esfuerzo. Hay un cansancio mental al que luego maquilla el cansancio físico. Pero es falta de ideas lo que se percibe. Es un equipo deslavazado, poco cosido, y sin espíritu. Incapaz de estar concentrado mucho tiempo, como nosotros ante el móvil.

Como suele ser habitual, el entrenador rival, Luis Castro, hizo cambios antes que Zidane, que respondió con el triple cambio, su «limón, cereza, naranja» en la tragaperras táctica: Isco, Mariano y Vinicius.


El equipo quiso mejorar con ellos. Vinicius es un rayo de sol, un poco de vitamina D. No será Garrincha, pero aporta la serotonina necesaria para levantarte de la cama y saber dónde está la portería.

Pero el horror estaba atrás. Avenidas Zidane. Solomon, fresquito, se recorrió todo el frente del ataque y batió a Courtois ante el peor balance defensivo de Europa occidental. Al Madrid le baila ahora mismo cualquier asociación de veteranos que cuide un poco el colesterol. No respondió, no creó peligro. No estaba Odiseo (Ramos) para la épica, así que ni eso. Se le complica Europa al Madrid. Se le acaba una excusa de la que se ha abusado demasiado tiempo.

Foto: Getty

El Shakhtar sorprendió a un penoso Real Madrid

AS.- De la reacción en caliente le libró el Madrid la pandemia que ha vaciado las gradas. Porque el equipo de Zidane firmó los peores 45 minutos de su historia reciente ante un Shakhtar afeitadísimo que le dio un baño. Fue un episodio vergonzante de consecuencias presuntamente graves: perder ante la maría del grupo el primer día, con Inter y Gladbach en el mismo saco, es entrar en la Champions dando vueltas de campana. Luego llegó la caballería, pero la batalla ya estaba perdida.

La torería de Zidane está fuera de concurso. Vive al margen del qué dirán, incluso en su casa, donde sin tiempo para reponerse de su once ante el Cádiz se encontraron, en el estreno de la Champions, torneo del que el club se siente copropietario, con otra extravagancia: Mendy a la derecha, Jovic de nueve y Benzema y Vinicius en el banquillo. Un once preclásico pero imprudente en medio del temporal y sin Ramos, su futbolista de mejor linaje y que hace que el equipo se sienta seguro. La red, esta vez, debía ser el Shakhtar, un equipo de corto alcance en la competición y devorado por las bajas víricas. Europa le cambia el hábitat de manera radical: en su liga acapara la pelota, en la Champions la persigue. Así empezó en Valdebebas, renunciando a esa transfusión brasileña que dura ya más de una década para protegerse con una zaga adelantada y dos barricadas muy juntas, negándole al Madrid los espacios, hasta que se dio cuenta de que enfrente había un manso subido, un pelele.

El Madrid dio carrete al desplome ante el Cádiz: apagón en tres cuartos de campo ajeno y descuidos groseros en el propio. Antes del primer cuarto de hora, quedó al descubierto en un pase largo hacia Marlos que el brasileño nacionalizado ucraniano dejó escapar. El equipo de Zidane está dramáticamente en las manos y los pies de Courtois, que salvó ese trance estupendamente, pero no la riada que vino después.

Contagiado de este fútbol silente, el Madrid comenzó con una sorprendente frialdad, manoseando la pelota en torno al área, despreciando el juego al espacio. En partidos así el Bernabéu obligaba a despertar al equipo. Ahora nadie hace sonar la campana.

Así que ante otro rival del género chico, como el Cádiz, fue dejándose ir por inapetencia hasta verse muy por detrás en el marcador. El primer gol fotografíó la situación. Kornienko, lateral izquierdo ucraniano, fue cruzando el área perpendicularmente sin que nadie le interrumpiese hasta acabar encontrando al otro lado a Teté, que anotó de tiro cruzado. Un desastre defensivo de este a oeste agravado por un segundo golpe, cuatro minutos después, en tiro del mismo Teté, rechace de Courtois y toque suicida de Varane hacia la red. La Champions se ha derrumbado sobre el francés estrepitosamente. Y antes del descanso, la puntilla, de Solomon.

Ni antes ni después dio el Madrid señales de estar vivo. Un coladero atrás, planísimo en el medio pese a que Zidane metió a sus centrocampistas de gran cilindrada, con dos extremos fantasmas (especialmente Rodrygo, cada vez más invisible) y un Jovic en otro planeta. El peor Madrid en una década, bailado por un equipo que no llegará lejos y con media plantilla en Ucrania. Un sonrojo al cubo de un grupo sin fútbol ni garra.

Ni siquiera hubo la sacudida esperada en el descanso. Entró Benzema y se fue Rodrygo. Parecía tirita para un equipo abierto en canal. Casemiro cerró una defensa de tres, con Mendy y Marcelo de viceextremos, Asensio de mediapunta y Jovic y Benzema arriba para un juego a la tremenda.

Pero no fue el dibujo sino la actitud lo que cambió la situación. Ahí llegó el ataque de vergüenza torera del equipo, que entre atropellada y furiosamente intento remendar la hecatombe. Un todo o nada que le dio un gol pronto, en trallazo espectacular de Modric desde el parking, y también algunos sustos. Teté perdió dos ocasiones tremendas.

Pero el gol de Modric cambió la dinámica del partido. Más tras la entrada de Vinicius, que llegó como un cohete: robar, avanzar y marcar fue su presentación en el partido. Así que la cosa derivó en asedio, con Vinicius y Marcelo doblándose en la izquierda y en Valverde y Mendy en la derecha. Al Shakhtar le pesaban ya las piernas, pero atrás sostenía el resultado por acumulación. La angustia fue quitándole luz al Madrid, que tomó el camino más corto: los centros al área sin que nadie sacase provecho de ellos. En el descuento le anularon a Valverde el empate por fuera de juego de Vinicius, el último del bosque de piernas. Camino del Camp Nou, la Champions se ha convertido en un zarzal. Y no hay mercado que pueda ayudar al Madrid en la fase de grupos.

Foto: AS

El Inter arrolló al Shakhtar y jugará la final ante el Sevilla

ESPN.- El Inter de Milán arrolló 5-0 este lunes al Shakhtar Donetsk en las semifinales de la Liga Europa y selló el billete para la final del próximo viernes en Colonia, en la que le espera el Sevilla.

Unos dobletes del argentino Lautaro Martínez y del belga Romelu Lukaku, unidos a un gol de Danilo D’Ambrosio, le dieron un contundente triunfo al equipo del técnico Antonio Conte, que confirmó además su enorme solidez defensiva.

El Inter volvió a plantarse en una final europea diez años después de la última vez, cuando ganó la Liga de Campeones en el estadio Santiago Bernabéu contra el Bayern Múnich, y buscará este viernes poner sus manos en la cuarta Copa UEFA/Liga Europa de su historia.

Foto: EFE