José Luis López (Prensa LVBP).- El torrencial aguacero caído esta tarde sobre Maracay, impidió a Caribes de Anzoátegui y Tigres de Aragua, llevar adelante el Juego Inaugural que tenían programado para disputar en el parque José Pérez Colmenares, cuyo terreno quedó anegado y en condiciones poco apropiadas para jugar.
Ambos clubes decidieron reprogramar el encuentro de este viernes para mañana sábado, cuando se jugará una doble jornada a partir de las 2:00 de la tarde en el mismo escenario.
Los lanzadores abridores se mantendrán en esta doble cartelera. Guillermo Moscoso y Logan Durán irán por los Tigres, mientras Caribes dependerá de Mayckol Guaipe y Liarvis Breto.
Tony Cittadino (Mallorca).- Finalmente, se cantará la voz de playball en Venezuela. Luego de meses de incertidumbre, la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) está lista para la edición 76 que se jugará en honor a Remigio Hermoso. A la grave crisis del país, se le suma el COVID-19 que ha azotado al mundo entero y que obligó a tomar medidas excepcionales para sacar adelante al campeonato.
Esta temporada se disputará con un calendario extraordinario de 40 juegos por equipo, sin público en los estadios y con dos divisiones: la Occidental está integrada por Águilas del Zulia, Cardenales de Lara, Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua, mientras que en la Central están Leones del Caracas, Bravos de Margarita, Caribes de Anzoátegui y Tiburones de La Guaira.
Los estadios que recibirán la voz de playball serán el Universitario de Caracas (Caracas y La Guaira), el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto (Zulia y Lara), el José Bernardo Pérez de Valencia (Magallanes y Bravos), el José Pérez Colmenares de Maracay (Aragua y Caribes) y el nuevo Estadio Fórum de La Guaira en Macuto.
A la postemporada avanzarán cuatro equipos, siendo los dos mejores de cada división. La semifinal y final se jugará de forma directa a un máximo de siete juegos. Se estima que la ronda regular finalice el 10 de enero de 2021, el 11 quede libre para un posible juego extra y el 12 arrancan las semifinales.
Cada equipo tendrá a tres importados, menos Magallanes y Tigres, que podrán contratar hasta seis foráneos por no contar con jugadores de MLB por la sanción de la OFAC.
Todos los juegos de este viernes serán a las 6:00 de la tarde. La inauguración oficial será entre el actual bicampeón, Lara (Néstor Molina) ante Zulia (Frank Duncan). Además Caribes (Mayckol Guaipe) recibirá a Aragua (Guillermo Moscoso) y La Guaira (Víctor Díaz) a Caracas (Carlos Quevedo).
El encuentro entre Magallanes y Bravos fue pospuesto, a petición del conjunto insular y se jugará el miércoles 2 de diciembre, como parte de una doble cartelera en Valencia.
LVBP.- Todo está listo para el regreso de la pelota rentada el próximo 27 de noviembre. La Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) presentó de manera oficial la temporada 2020-2021, en el Estadio José Bernardo Pérez.
Giuseppe Palmisano, presidente de la LVBP, junto a Mervin Maldonado, Ministro del Poder Popular para la Juventud y Deporte, encabezaron el podio, al lado de Juan Carlos Amarante, Presidente del Instituto Nacional de Deporte y viceministro de Alto Rendimiento. Los tres jerarcas estuvieron acompañados por Maximiliano Branger, Presidente del Magallanes, Rafael Gruszka, Presidente de Caribes de Anzoátegui, y Robert Pérez, coach de bateo del Magallanes.
Los ejecutivos dieron detalles de la campaña que se jugará bajo circunstancias extraordinarias, debido a la pandemia de la Covid-19.
“No pensamos que había un compromiso tan grande del IND y Mindeporte para realizar esta temporada. Debemos resaltar que el Estado no titubeó en darnos el apoyo en bioseguridad sanitaria, destacó Palmisano.
“Le deseamos éxito a todos los equipos de la LVBP. Esperamos se actúe con mucha responsabilidad en el tema de salud para que todo salga bien en este campeonato”, apuntó Maldonado. “Todos los equipos entrarán a la burbuja con las pruebas PCR para descartar cualquier contagio. Se harán todas las pruebas necesarias y en todos los espacios de los estadios habrá desinfección continua”.
El protocolo de bioseguridad se aplicará en el marco de las exigencias de Major League Baseball, como parte del Acuerdo Suplementario del Winter League Agreement, en el que los jugadores deberán estar confinados, lejos de cualquier contacto con personas que no estén relacionadas con el terreno, y con las medidas de protección previstas. Ese mismo tratamiento lo tendrán coaches, trainers, médicos, trabajadores del clubhouse y los árbitros.
“Los equipos pasarán sus reportes de bioseguridad a la liga y nosotros haremos la gestión con el Ministerio del Deporte para cumplir con todos los requerimientos en la burbuja”, abundó Palmisano.
“Con los organismos de seguridad hemos preparado una comisión especial en cada una de las cinco sedes de la temporada para dar garantía de cumplimiento de los protocolos de salud”, puntualizó Maldonado.
Pérez, un futuro miembro del Salón de la Fama del Beisbol Venezolano, aseguró que le entusiasma vestir el uniforme de los bucaneros y que será el primero en velar por protocolos establecidos.
“Gracias a Dios, se va a poder dar el beisbol, con todas las medidas de seguridad, para todos los que estamos involucrados en el estadio. Tengo dos días aquí en Valencia y he visto que todos están tratando de hacer lo mejor posible con los protocolos establecidos”, afirmó el ex jardinero.
Formato temporada 2020-2021
El Día inaugural tendrá como escenario el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, con el partido entre Águilas del Zulia y Cardenales de Lara, actual campeón, un encuentro de la División Occidental. Ese día sólo se realizarán un par de juegos. El restante enfrentará a equipos de la División Central. Al día siguiente se llevarán a cabo los otros dos juegos con los equipos que no participaron el 27 de noviembre. Luego, el 29 de noviembre, se llevará a cabo la primera jornada de cuatro desafíos.
La División Occidental agrupará a Zulia, Lara, Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua; en tanto que la División Central reunirá a Bravos de Margarita, Caribes de Anzoátegui, Leones del Caracas y Tiburones de La Guaira.
Se disputarán 40 juegos de ronda regular por equipo en las sedes de Caracas, Maracay, Valencia y Barquisimeto, con la alternativa de Macuto, en el Forum La Guaira, que espera la última visita de los evaluadores de MLB.
Clasificarán cuatro equipos, los dos mejores en cada división. El 12 de enero es la posible fecha de inicio de postemporada, con semifinales y final a un máximo de siete juegos. El calendario regular terminará el 10 de enero de 2021, con el 11 de enero libre para un posible careo de desempate.
Cada equipo contará con tres importados, a excepción de Magallanes y Tigres, que podrán contratar hasta seis, al no contar con jugadores de MLB, pues la exclusión del WLA para estos equipos no ha cambiado.
Público y entradas
La LVBP está sopesando la idea de permitir público en las tribunas de los estadios durante el mes de diciembre.
“El beisbol es el deporte número uno del país, por ello debemos reiterar que en un principio se jugará sin público en los estadios de manera preventiva, pero se plantea que en diciembre se permita acceso del 30% al 70% del aforo. Vamos a ir probando. Es un compromiso de todos los equipos controlar a su fanaticada y educarla”, señaló Bragner.
“Nuestra intención es que todos los venezolanos que quieran y cuando se pueda, vayan al estadio y adquirieran la boletería de acuerdo a sus capacidades adquisitivas”, adelantó Gruzka.
Luis Alvarado De Sousa (Caracas).- El presidente de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), Giuseppe Palmisano aseguró que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) aprobó el financiamiento de los equipos por parte del Estado para los costos de los protocolos de seguridad sanitaria. Luego de recibir esta aprobación, es un hecho la temporada 2020-2021 de la LVBP.
Los periodistas Carlos Valmore e Ignacio Serrano informaron a través de la red social Twitter, los detalles de la próxima campaña. El torneo daría inicio entre el 31 de noviembre y el 1 de diciembre en dos grupos con formato eliminatoria. Seis equipos podrían incorporar a tres importados, Magallanes y Aragua se mantendrían con seis importados en su roster debido a que aun no está resuelto el reingreso de ambos equipos al acuerdo invernal.
Está planteado que el torneo se lleve a cabo en dos burbujas, con la posibilidad de incluir a una tercera con el estadio La Guaira en Macuto.
Hubo respuesta favorable de la OFAC y habrá temporada de LVBP con ocho equipos en igualdad de condiciones, aseguran dos fuentes
Alexander Mendoza (Prensa LVBP).- Tiburones de La Guaira envió al jardinero Odúbel Herrera a Tigres de Aragua por el infielder Franklin Barreto, en una transacción que se hizo oficial ante las oficinas de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, el martes por la noche.
Herrera, de 28 años de edad, protagonizó un impactante debut en la LVBP durante la campaña 2014-2015, cuando se llevó los premios Novato del Año y Jugador Más Valioso, además de ganar el título de bateo, con .372 de promedio.
La última vez que jugó en el país fue en la zafra 2015-2016, cuando actuó en 11 partidos de la ronda regular y participó en la postemporada. De por vida, exhibe una línea ofensiva de .382/.434/.539, con 16 dobles, tres triples, seis jonrones, 12 bases robadas en 13 intentos y un OPS de .973, en 254 turnos repartidos en 69 compromisos.
Barreto, de 24 años de edad, vestirá su tercer uniforme en el circuito, después jugar con Águilas del Zulia (2015-2016) y Tigres (2018-2019). Su mejor campaña fue con los felinos, tras terminar segundo en la lucha por la corona de bateo y ligar para .352/.417/.528, mientras golpeaba siete jonrones, batazos que le ayudaron a remolcar 38 carreras. Sus promedios vitalicios son .298/.364/.449, con 15 dobles, un triple, nueve estacazos de vuelta completa, 52 remolques, .813 de OPS y 12 estafas en 15 intentos.
Herrera tiene cinco años de experiencia en las Grandes Ligas, los primeros cuatro como titular con los Filis de Filadelfia. En 2019 apareció apenas en 39 juegos, luego suspendido durante más de la mitad de la campaña por violar la política de MLB contra la violencia doméstica. En este instante, el paleador zurdo está fuera del roster de 40.
Barreto debutó en las Mayores en 2017, como uno de los prospectos más cotizados de los Atléticos de Oakland. Desde entonces ha estado tratando de establecerse arriba y en 2020 recibirá la oportunidad de jugar a diario en la segunda base, luego que los Atléticos cambiaran al curazoleño Jurickson Profar a los Padres de San Diego.
Es el quinto canje que se realiza en la LVBP durante el receso de campaña, el segundo en el que está involucrado La Guaira y el cuarto en el que aparece un pelotero de Aragua. Los Tiburones adquirieron del Zulia a Jairo Pérez, en tanto que los Tigres han conseguido al veterano Alberto González, el zurdo Dedgar Jiménez, así como al pitcher David Martínez, el inicialista Wilson García y el jardinero Anthony Jiménez.
Tony Cittadino (Mallorca).- “Jugué muchos juegos en Grandes Ligas y con los Yankees de Nueva York, pero cuando me puse la camisa de los Navegantes del Magallanes frente a mi familia, fue lo más grande. Cuando estoy por aquí lejos y veo que el equipo pierde, uno se molesta porque he sido magallanero toda mi vida. La camisa duele y mucho”. Así definió Álvaro Espinoza el amor por la divisa de la que fue uno de los referentes que dominó buena parte de la década de los 90 en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).
El campocorto solo disputó cinco temporadas con el conjunto turco de las 18 en la pelota venezolana, pero fueron suficientes para ganarse un lugar entre los históricos jugadores de la franquicia. Ganó tres títulos con la divisa. Uno en la campaña 1993-1994 contra los Leones del Caracas, otro en la zafra 1995-1996 ante Cardenales de Lara y, el último, en la contienda 1996-1997, otra vez, frente a Leones.
Espinoza sufrió una lesión en la rodilla y se perdió dos temporadas en la LVBP (1991-1992 y 1992-1993). En ese proceso, fue contactado por el entonces presidente del Magallanes, Alfredo Guadarrama, para llevarlo a jugar en una etapa gloriosa con el Magallanes, club del que era fanático.
“Me llamó y no sabía que era el presidente del equipo y me preguntó si estaba dispuesto a jugar con los Navegantes. Le dije que sí, pero que tenía que esperar por la operación. Además que quería vestir la camiseta que siempre he adorado”, recordó desde su casa en Estados Unidos el ex pelotero que debutó con los Tigres de Aragua en la LVBP en la temporada 1979-1980.
Con los felinos estuvo hasta la campaña 1990-1991. En 12 temporadas, disputó 497 juegos y bateó para .255 (1.546-394), con 149 carreras impulsadas, 162 anotadas y siete jonrones. Disputó tres finales, pero las perdió todas: en la zafra 1984-1985 ante Tiburones de La Guaira (4-0), en la contienda 1987-1988 contra Caracas (4-2) y temporada en 1988-1989 frente a Zulia (4-3).
“Lo que hizo Guadarrama fue algo histórico, porque se concentró en llenar los espacios. Hizo el cambio conmigo, con Juan Carlos Pulido, con Luis Raven y así sucesivamente. Hay gente que hice que fui fundamental, pero fui un muchacho más del grupo”, dijo quién con los turcos de por vida bateó para promedio de .298 (705-210) en 191 compromisos, con 71 carreras impulsadas y 79 anotadas.
En su primera temporada con los eléctricos, pudo jugar la primera final entre los “Eternos Rivales”, ganada por Magallanes en siete emocionantes juegos. El carabobeño recordó que los jugadores de más experiencia del equipo realizaron un meeting antes del tercer juego de la final ante los melenudos. Caracas estaba arriba dos juegos por cero y no podían permitirse otra derrota.
“Nos reunimos todos y todos tomaron la palabra. Nos animamos mutuamente y decíamos que éramos mejor equipo, pero nos estaban saliendo las cosas mal. Teníamos que concentrarnos cada uno en su trabajo”, explicó el jugador que confesó que antes de los juegos de la gran final llegaban temprano al estadio y veían las novelas.
El último out de esa final, fue un rolling por predios de García que terminó en su guante. Por casualidad, era algo que habían hablado antes del encuentro. Querían realizar el out 27 del partido. “Si llega la oportunidad en el noveno inning y estamos ganando por dos outs y el rolling va para ti, me la pasas para hacer el out forzado y vicevecersa. Y así fue. Dios nos alumbró y fue un regalo”, contó el entonces que pelotero en esa final dejó promedio de .241 (29-7), con cuatro impulsadas y la misma cantidad de anotadas.
Un grupo especial
El ex bateador derecho indicó que fue especial ser parte de un grupo tan exitoso como el Magallanes de los 90’, entre quienes estaban Carlos García, Edgar Naveda, Clemente Álvarez, Edgardo Alfonzo, Carlos Hernández, Eddy Díaz, Luis Raven, Juan Carlos Pulido, Melvin Mora y Richard Hidalgo.
Magallanes disputó su segunda final en tres años, al medirse a Lara en la 95-96. Fue una serie en la que los turcos vinieron de atrás, luego de estar abajo tres juegos por uno. El batazo clave de esa final, fue el grand slam de José Francisco Malavé en el quinto juego, para voltear la pizarra. Espinoza recordó que el equipo sacó el pecho, porque sintieron que el rival estaba confiado y se burlaba.
“Esa final fue grandiosa, porque estábamos abajo tres juegos por uno y ellos se estaban burlando de nosotros. Ellos estaban en Valencia en el quinto juego y creían que nos iban a matar. Tenían las botellas de champaña. Ese día hicimos un meeting y recuerdo que Eddy Díaz contó que Robert Pérez le preguntó si estaba listo para reforzarlos en la Serie del Caribe. Eso le dolió mucho”, recordó quien bateó en esa serie para .304 (23-7), con cinco impulsadas y una anotada.
Los turcos volvieron a pelear por el título al año siguiente, retando nuevamente al Caracas en la zafra 96-97. Esta vez sólo necesitaron de cinco juegos para quedarse con la corona y ganarle la segunda final a su “Eterno Rival”.
“Estábamos mucho más controlados y con más experiencia. Ya no nos pegaba tanto la presión de una final Caracas-Magallanes, porque jugar la primera final no era nada fácil”, dijo el campocorto que realizó una llave de lujo entorno a la segunda base, junto al camarero García.“A nosotros se nos olvidaba que veníamos de jugar en las Grandes Ligas. Nos entregábamos el 100% y cuando pisábamos el diamante, se nos olvidaba todo, hasta quiénes eran nuestros amigos. Nosotros íbamos a tratar de ganar todos los juegos. Los jóvenes veían ese entusiasmo y dedicación y fue lo que nos hizo exitosos. Íbamos a la playa o a hacer carne asada juntos”.
En tanto, el infielder consideró que un Caracas-Magallanes se vive más sabroso en el estadio Universitario de Caracas. “En Valencia es diferente. Estábamos en casa, pero como pelotero sentías que había más fanáticos en Caracas que en tu casa. En el Universitario uno se sentía con más ganas. Era una cosa increíble. Uno ve la diferencia”, recordó quien tuvo a Omar Daal, Urbano Lugo y Julio Machado como los lanzadores más difíciles que enfrentó en la LVBP.
Respeto por Machado
Durante su estadía en el Magallanes, fue dirigido por managers de jerarquía como Tim Tolman, John Tamargo y Machado. Sin embargo, no tiene a un favorito. “Todos fueron especiales. Tolman no nos metía presión y jugábamos tranquilo. Tamargo era diferente, porque tenía un poco más de carácter. Si las cosas salían mal, no lo decían. Cuando Tolman se fue a Estados Unidos, Machado tomó las riendas y en un meeting le dijimos que contara con nosotros y que moviera las piezas como quisiera”.
Espinoza, al igual que varios ex jugadores de peso del Magallanes, mostró su rechazo por la decisión que tomó el Magallanes de dejar libre a Machado en la temporada 2019-2020 de la LVBP. “Eso no fue una falta de respeto para Gregorio nada más, fue una falta de respeto para todos nosotros. No pienso así yo solo. A Gregorio tienen que hacerle una estatua en la entrada del José Bernardo Pérez. No vemos el por qué, por cuestión de tres lochas, vamos a decirlo así. Eso no tiene perdón de Dios”.
Fue exaltado al Salón de la Fama del Magallanes en 2015, junto a García, quien para entonces era manager. Recordó el acto como un momento muy especial. “Nunca lo esperé, porque solamente jugué cinco años con Magallanes, pero en esos años di todo por la camiseta. Arriesgaba mi carrera de Grandes Ligas, porque jugué la final contra Lara con un dedo partido del pie y creo que es bien merecido”.
Nuevos horizontes
Espinoza tenía la ilusión de disputar su última temporada en Venezuela con el Magallanes y poder retirarse, pero no fue posible porque los turcos lo dejaron libre y tuvo que firmar, para entonces, con Caribes de Oriente (hoy Caribes de Anzoátegui). En su única campaña con la tribu, ligó para .222 (144-32), con 15 impulsadas y 15 anotadas.
“Eso me dolió mucho, porque me quería retirar formalmente con Magallanes. Me dolió y todavía me sigue doliendo. No estaba en los planes. Nunca pensé que me iban a dejar libre y menos de la forma como lo hicieron”, dijo con nostalgia el ex pelotero que cree que no colgar los spikes con el club puede catalogarse como un asterisco en su carrera, porque era su deseo.
“Me dejaron libre mandándome una carta por correo y nunca me dieron la cara, después de todo lo que hice y di por los Navegantes. Fue un error de parte de ellos y una falta de respeto hacia mi persona”.
Una vez retirado, comenzó su camino como coach en las ligas menores con equipos como los Expos de Montreal, Dodgers de Los Ángeles, Piratas de Pittsburgh, Yankees de Nueva York y Gigantes de San Francisco.
Su primera gran experiencia como manager en la LVBP fue con Caribes, en la temporada 2008-2009. Sin embargo, fue despedido por la gerencia, tras dejar marca de 18 victorias y 21 derrotas, apenas a un juego del quinto lugar que daba el último boleto de clasificación a la postemporada.
“Fue una experiencia bonita y amarga. Aprendí mucho a madurar en mi etapa de coach y manager. Pasaron muchas cosas. Se lesionaron Eliezer Alfonzo y Luis González y a los importados se fueron a Estados Unidos porque no le habían pagado. Me quedé sin nadie y estábamos a un juego de la clasificación. No sé si me error fue hablar con la verdad y no lo supieron tomar”.
Espinoza estuvo a punto de regresar como manager de los Tigres en la campaña 2014-2015. Había sido anunciado en marzo por la nueva directiva, encabezada por el presidente y ex jugador del Magallanes, Carlos Guillén. Sin embargo, luego hubo un cambio y en abril designaron a Luis Sojo. Inicialmente, el directivo lo había contactado una noche por teléfono, para que al día siguiente fuera a Tampa Bay a conocer al gerente y conocer unos peloteros.
“Manejé dos horas hasta Miami y me fui con él hasta Tampa Bay. Me presentó como el manager con el gerente. Me preguntó si podía recorrer el campo de entrenamiento buscando peloteros y así lo hice. Dejé de hacer mi trabajo en Florida. A la semana siguiente me llamó y me dijo que había cambiado de opinión, pero no me dijo el por qué. Hasta el sol de hoy, todavía estoy esperando el por qué. Lo único que le dije, es que me iba a botar sin perder un juego. Me colgó y más nunca he hablado con él”, recordó.
Dos años después sí pudo volver a Venezuela, pero ahora como coach de tercera base del Magallanes. Regresaba al equipo de sus amores, con García como manager. “Les dije que era un orgullo vestir esa camisa de nuevo y que ojalá fuera por mucho rato. Pero nos eliminaron, pasaron muchas cosas ese año y no hubo una llamada para saber si iba a volver. Todavía sigo esperando esa llamada, para ver si vuelvo a vestir la camisa”.
Su última experiencia en la LVBP fue con el Zulia, cuando fue coach de banca en la temporada 2018-2019. “Otra vez hubo una buena experiencia y una mala experiencia a la misma vez. El equipo empezó bien, pero después decaímos un poco. Se lesionaron los caballos del equipo y cerca del 8 de diciembre dejaron libre a la leyenda Wilson Álvarez (instructor de pitcheo), al manager Lipso Nava y a mí”.
A pesar del momento que atraviesa Venezuela, confesó que le gustaría dirigir en la LVBP. “Nunca he perdido la esperanza de que alguien me dé la oportunidad. El país está pasando por una mala situación, pero no es excusa para no ir. Ojalá se acomode la situación, para que todos los que están fuera del país puedan regresar a vivir buenos momentos. Siempre soñando y siendo positivo”.
Todo un grandeliga
Espinoza fue el venezolano número 36 al debutar en las Grandes Ligas. Fue el 14 de septiembre de 1984 con los Mellizos de Minnesota. En esa franquicia se mantuvo hasta la zafra 1986. En 1988 regresó a las mayores, defendiendo los colores de los Yankees hasta 1991. Ese año fue lanzador en un juego con dos tercios de labor.
Desde 1993 a 1996 jugó con los Indios de Cleveland y luego retornó a Nueva York, pero para jugar con los Mets. En 1997 se retiró con los Marineros de Seattle. De por vida ligó para .254 (2.478-630).
“Cuando llegué a los Yankees fue algo increíble. Puedo decir que me di el lujo de vestir los dos uniformes que pesan más: el de Magallanes y el de los Yankees. Cada vez que me ponía el uniforme de los Yankees, me temblaba el cuerpo. Siempre había nervios, porque la directiva y los fanáticos eran muy exigentes”, dijo el pelotero que con los “Mulos del Bronx” dejó promedio de .255 (1.528-363) en 447 juegos.
“Mi corazón se queda con Yankees y Cleveland, pero en Cleveland tuvimos otra familia. Éramos como 11 latinos y lástima que no pudimos ganar la Serie Mundial”, recordó el infielder que en 1995 participó con la tribu en la final ante los Bravos de Atlanta. Los dirigidos por Bobby Cox ganaron en seis juegos. En esa serie, conectó para .182 (11-2).
“Fue algo grandioso, porque todos soñamos con jugar una Serie Mundial y Cleveland me dio la oportunidad. Jugarla es lo máximo, pero no como una final Caracas-Magallanes. Atlanta tenía un pitcheo increíble, John Smoltz, Tom Glavine, Greg Maddux, Steve Avery y de cátcher, Eddie Pérez. Tenían mucha experiencia y creo que fue el factor para ganar”, recordó Espinoza, quien quiere que sea recordado como “un jugador que amaba el beisbol, que respetaba el juego, tenía disciplina y le daba un buen espectáculo al público”..
Tony Cittadino (Caracas).- Los Tigres de Aragua y los Cardenales de Lara fueron los equipos protagonistas de la primera expansión de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y dirimieron el título de la temporada 1975-1976. Los felinos se quedaron con la tercera corona de diez que suman en la pelota criolla.
¿Qué pasaba en esos días en Venezuela? Era un año bisiesto, el presidente de la República era Carlos Andrés Pérez y “El Puma” José Luis Rodríguez declaraba a viva voz que sí había engañado a su esposa Lila Morillo. Además otro acontecimiento nacional por esos días previos a la final, fue la primera boda del animador Gilberto Correa.
Los primeros dos choques de la final se realizaron en Barquisimeto (24 y 25 de enero) en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez y el conjunto crepuscular picó adelante con par de victorias (6-3 y 6-1). En ambos choques el cubano-venezolano Aurelio Monteagudo se apuntó los rescates.
En el juego uno, Orlando González anotó la primera carrera del juego por balk de Bill Campbell. El pitcher ganador fue Dave Pagan (8.1 IP, 36VB, 3CP, 3CL, 10H, 4K, 3BB). La venta de todos los boletos dejó la cantidad de 90.600 bolívares en taquilla. Una fortuna para entonces. El mejor a la ofensiva por Lara fue Mike Adams al ligar de 4-2, con jonrón y tres impulsadas .Por Aragua destacaron Duaine Kuiper de 5-2 y Faustino Zabala de 4-2.
En el segundo juego, las actuaciones de José Herrera (HR, 3 CI) y del receptor Vic Correll (2B, 2CI) fueron determinantes para el triunfo. El brazo zurdo Scott McGregor (7.1 IP, 1CP, 1CL, 1K, 1BB) se apuntó el triunfo. El perdedor fue Mark Wiley (5.0 IP, 6CP, 6CL, 3K, 3BB).
En ese segundo duelo la novena de Aragua realizó un triple play en el séptimo tramo. Fue el único del campeonato. Jim Masson dio hit a la izquierda y Correll lo movió a la intermedia por boleto. Con dos en base, Adams Jones bateó un duro rolling por la tercera base que tomó Richad Dunn de un bote, pisó la almohadilla para retirar a Masson y lanzó a segunda base, donde Octavio Rojas dobló al corredor y su pívot perfecto a la inicial liquidó en primera a Jones.
Barrida felina en Maracay
El martes 27, la serie se mudó al José Pérez Colmenares de Maracay y allí los Tigres barrieron en los tres duelos que disputaron en su casa, con victorias 5-2, 6-1 y 7-6. En el juego 3, Willie Prall lanzó pelota de siete hits en ocho innings completos y Manuel Sarmiento se llevó el rescate para darle la primera victoria a Aragua. Por los felinos Tim Hosley y Terry Whitfield sacaron la bola del parque. El abridor y perdedor por los visitantes fue Clarence Metzger (8.0 IP, 32VB, 5CP, 5CL, 8H, 2K, 2BB).
Los felinos igualaron la serie a dos en el cuarto juego de la gran final. El lauro fue para Campbell (6.0 IP, 20VB, 1CP, 1CL, 5H, 2K, 4BB), Sarmiento rescató otro cotejo (3.0 IP, 11 VB, 2H, 2K, 1BB) y la derrota fue para el zurdo Mike Mahler (5.2 IP, 24VB, 6CP, 6CL, 6H, 1K, 3BB). A la ofensiva destacaron vuelacercas de Zabala y Hosley.
En el quinto compromiso un error de Masson en el octavo inning hundió a Lara con la rayita de la diferencia. Con dos hombres en base, un elevado de sacrificio de Zabala movió a los corredores, para que una rolata de Teolindo Acosta provocara la pifia y con ella la anotación que a la postre le dio el triunfo a Aragua para liderar la serie 3-2. Antes de ello, los felinos lograron una poderosa reacción ante Pagan, quien había lanzado juego sin hits ni carreras hasta el quinto capítulo, cuando le pisaron el plato en cuatro ocasiones para igualar las acciones.
Desenlace en siete juegos
Las serie regresó a Barquisimeto y el sábado 30 de jugó el sexto choque. Un gran relevo de parte de Monteagudo se combinó con cinco doble matanzas para la victoria de Lara de cuatro por dos, para igualar la serie y forzar el séptimo duelo. En el octavo inning le voltearon el marcador a Lavelle con dos carreras. Correll pegó hit y Adams lo llevó a segunda con boleto, para anotar más tarde con sencillo de Masson al centro. Luego Dave Bergman (3-3, 2CI) remolcó otra con doble por la derecha. Ganó Monteagudo y perdió Lavelle.
El último juego se realizó el domingo 1 de febrero. Los visitantes picaron adelante con tres rayitas en el tercer tramo. Cabell recibió boleto y Adrian Garrett lo llevó a la segunda con hit a la derecha y llegó a la antesala por error del inicialista. Con hombres en las esquinas, doble de “Cookie” Rojas impulsó una y luego ambos anotaron con sencillo de Zabala.
En el quinto tramo aumentaron la ventaja con hit de Kuiper y dobles consecutivos de Concepción y Whitfield. En el octavo volvieron a la carga, cuando Zabala abrió con jonrón y, tras dos outs, doble de Concepción lo llevó a segunda y más tarde anotó con sencillo de Cabell.
Cerrando el noveno inning, con dos outs y bateando Andre Dawson en cuenta de 2-2, el árbitro principal Armando Rodríguez se vio obligado a confiscar el choque a favor de los Tigres, pues los fanáticos de Lara, ofuscados por una inminente derrota, comenzaron a lanzar botellas al terreno, para darle el triunfo a su rival siete por tres.
Lo que dijeron los managers
Oswaldo Virgil (Aragua): “A pesar de las dos derrotas sufridas en este mismo parque al comenzar, confiaba en el título final porque ninguno de mis hombres decayó en momento alguno. Tenía a Concepción y Cabell lesionados, pero respondieron como quería. Es indiscutible que Fausto Zabala fue el pelotero más útil, tanto a la defensiva como a la ofensiva. Cuando salimos de Maracay con un triunfo arriba, les hablé a todos y manifesté que en Barquisimeto teníamos que dividir para titularnos. Es indudable que los Tigres son un gran equipo. De nada me puedo quejar”. El Universal, lunes 2 de febrero de 1976.
Robert “Bobby” Cox (Lara): “No hay duda, Aragua jugó mejor beisbol, nuestra defensiva se desplomó y por allí se colaron muchas carreras. Al caerse la defensa nuestros pitchers fueron perjudicados, pues tampoco hay duda de que lanzaron bien, pero no tuvieron respaldo. Allí estuvo la diferencia. Nosotros estuvimos mal en la defensa, tanto en Maracay como aquí. Además, no hubo productividad en el bateo. Los Tigres ganaron merecidamente”. El Nacional, lunes 2 de febrero de 1976.
Tony Cittadino (Mallorca).- Navegantes del Magallanes, Leones del Caracas, Águilas del Zulia y Tigres de Aragua, son los equipos venezolanos que han tenido la fortuna de titularse en la Serie del Caribe. Siete títulos que han dejado en alto a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional y que recordamos en este trabajo especial.
Magallanes, (Caracas 1970)
Los Navegantes ganaron la primera Serie del Caribe para Venezuela con el cubano Carlos “Patato” Pascual como estratega. Este torneo se disputó en el estadio Universitario y marcó el inicio de la segunda etapa del clásico, que se jugó con tres equipos, porque no participó el campeón de México.
Los turcos alcanzaron el campeonato en el último y séptimo juego ante los Leones de Ponce. El antesalista Dámaso Blanco abrió el noveno tramo con hit a la izquierda y llegó a la segunda base por error en tiro del jardinero. Avanzó a tercera con sacrificio del pitcher cubano-venezolano Aurelio Monteagudo y anotó la histórica rayita de la victoria con roletazo del “Maestro” Gustavo Gil por los lados del campocorto que se coló a los jardines.
La victoria venezolana no se hubiese podido concretar sin una magistral jugada defensiva de Blanco. En la parte alta del noveno y con hombre en la esquina caliente, se produjo un squeeze play que frustró el antesalista al tomar la bola con la mano limpia y tirar perfecto al plato para reventar al corredor boricua.
Magallanes, (San Juan 1979)
El segundo título para el país también fue cortesía del Magallanes, en una competición en la que jugaron los equipos campeones de República Dominicana, Puerto Rico, México y Venezuela. El elenco criollo estuvo dirigido por el manager-jugador estadounidense Willie Horton, el “Brujo”, así llamado por su manera poco convencional de dirigir pero que casi siempre le daba resultado.
Los eléctricos comenzaron justa disputada en el estadio “Hiram Bithorn” perdiendo ante el club dominicano Águilas del Cibao 1-0 en un duelo de lanzadores entre Allan Wirth y el quisqueyano Nino Espinoza, pero luego ganaron cinco en fila para alzarse con el trofeo.
En el sexto y decisivo choque frente a los Mayos de Navojoa, titular mexicano, un jonrón del jardinero Mitchell Page en la apertura del noveno ante Enrique Romo, con dos en hombres en base, decretó el triunfo por 9-6. El pitcher ganador fue Manuel Sarmiento, quien en total se anotó dos victorias en la Serie.
Caracas, (Hermosillo 1982)
Los Leones asistieron al estadio “Héctor Espino” de Hermosillo como campeones de Venezuela por tercer año consecutivo y se titularon de la mano de Alfonso “Chico” Carrasquel, primer estratega criollo en lograr una corona caribeña.
Los melenudos presentaron un equipo balanceado, con una toletería de poder encabezada por el jardinero Antonio Armas, el desaparecido receptor mirandino Baudilio Díaz y el utility Luis Salazar, refuerzo de los Tiburones de La Guaira, y un cuerpo de pitcheo dominante que les permitió ganar cinco de sus seis desafíos, liderado por el grandeliga larense Luis Leal.
Los serpentineros del equipo nacional implantaron un récord de 25 ceros consecutivos, dejando atrás los 24 logrados por los tiradores del Cienfuegos de Cuba en Panamá 1956.
La única derrota caraquista concluyó con marcador de 7-1, propinada por el conjunto de Ponce en el tercer juego. El sexto duelo lo ganaron 2-1 con soberbia actuación de Leal, tomado como refuerzo de los Cardenales de Lara, y un oportuno cuadrangular de Díaz.
Zulia, (San Juan 1984)
Bajo la tutela del manager mexicano Rubén Amaro, el Zulia logró su primera Serie del Caribe en su primera presentación en el torneo, jugado en el estadio “Hiram Bithorn”. Los rapaces ganaron en fila los cinco primeros cotejos y sólo perdieron el sexto, cuando ya habían asegurado el campeonato.
Su primera victoria fue ante Tigres del Licey (República Dominicana) con pizarra de 4×2, gracias a la actuación de Leonel Carrión (3-3, HR, 2CA, CI) y Jerry White (5-3). La victoria fue para Derek Botelho.
En su segunda aparición Zulia dio cuenta de los Indios de Mayagüez (Puerto Rico) 4×3. Luis Leal, otra vez de refuerzo, lanzó completo y abanicó a 13 rivales. El mejor al bate fue José Leiva (4-1, 2CA, CI).
En el quinto choque doblegaron a Mayagüez por 3-2. Manuel Luna lanzó siete entradas y el cerrador panameño Porfirio Altamirano salvó su tercer juego del certamen. En ese partido los mejores con el bate fueron Leonel Carrión (3-2, CA) y Johnny Paredes (3-3, CI).
El ahora manager de los Indios de Cleveland, Terry Francona, fue clave en el tercer triunfo ante los Cañeros de Los Mochis (México) al conectar de 4-3 y remolcar dos rayitas.
Zulia, (Mazatlán 1989)
Las Águilas fueron a su segunda Serie en México y no defraudaron dirigidos por el estadounidense Pete Mackanin. Comenzaron su ruta triunfal en el estadio “Teodoro Mariscal”, ganando frente a las Águilas de Mexicali por 5-4 en un choque que marcó, para ese momento, récord de duración con 4 horas y 20 minutos.
El duelo se decidió en el octavo tramo con imparable de Norman Carrasco que envió al plato a Gustavo Polidor, dos refuerzos de los Tiburones de La Guaira.
En el segundo cotejo, el elenco venezolano debió disputar 16 entradas para derrotar 3×2 a los Leones del Escogido (República Dominicana). En ese partido se implantaron marcas de innings jugados y de tiempo de duración (5 horas y 14 minutos). Carlos Quintana acabó con el maratón al conectar doble que impulsó desde la primera base al otrora estratega de los Yanquis de Nueva York, Joe Girardi.
El relevista Manuel Sarmiento se adjudicó la victoria. Tres de las victorias zulianas se decidieron en entradas extras, incluyendo la del quinto juego que les dio el título. Polidor fue el héroe al sonar jonrón solitario en el capítulo 13 que sentenció el desafío. Girardi despachó de 6-3 en el choque definitorio del evento.
Caracas, (Maracay-Valencia 2006)
El Caracas, dirigido por el piloto interino Carlos Subero, volvió a la Serie tras 11 años de ausencia. Esta versión del clásico fue la primera que se jugó en dos sedes alternas (Maracay, estadio “José Pérez Colmenares”, y Valencia, “José Bernardo Pérez”) y también la única hasta ahora que vio titularse invicto a un club venezolano.
Los melenudos ganaron su primer juego por paliza a los Venados de Mazatlán (México) con pizarra de 17×1 en el “José Bernardo Pérez”. La victoria se la anotó el zuliano Géremi González y el receptor cumanés Ramón Hernández se convirtió en el primer toletero que bateaba la escalera en la historia del evento, ligando de 6-4 con tres anotadas y cinco impulsadas.
El último y crucial encuentro ante los Tigres del Licey, el campeón dominicano que buscaba ganar para forzar un juego extra, se decidió dramáticamente por 5-4 en el cierre del noveno.
Caracas llegó a ese capítulo perdiendo por dos carreras, pero tras igualar a cuatro y con Álex González en la inicial, el veterano Henry Blanco dio fácil elevado detrás del campocorto Erick Aybar, a quien la bola inexplicablemente le cayó en la cabeza y rodó hasta el jardín izquierdo, permitiendo la anotación de González en medio de la total algarabía.
Aragua, (Mexicali 2009)
El conjunto de Buddy Bailey, que para ése entonces, llegó a Mexicali para representar a Venezuela en la Serie por quinta vez en los últimos seis años, ganó sus primeros cinco choques para alzarse con el trofeo.
En el primer encuentro Aragua derrotó a los dominicanos Tigres del Licey con pizarra de tres carreras por dos, sobresaliendo con el madero Luis Maza, quien se fue de 5-4 con dos dobles y dos impulsadas. El juego lo ganó Ronald Belisario (tomado de los Tiburones) en relevo y el salvado se lo acreditó Francisco Buttó, quien abanicó a los tres bateadores que enfrentó.
Los campeones venezolanos superaron a los Venados de Mazatlán (México) por blanqueo de una por cero en el segundo cotejo, que se decidió en la undécima entrada con jonrón de Héctor Giménez para dejar en el terreno a los locales. Jackson Melián, refuerzo de los Leones del Caracas, y Wilson Ramos, conectaron de 4-2.
En el quinto choque, Aragua volvió a superar a los anfitriones con marcador final de cinco por tres para alcanzar la corona. En la séptima entrada de ese juego decisivo, los Tigres anotaron tres carreras que marcarían la diferencia. Maza, Selwyn Langaigne (Cardenales de Lara) y Raúl Chávez, fueron claves con el bate y Buttó se acreditó su cuarto juego salvado para establecer un nuevo récord de rescates en el torneo.
Prensa LVBP.- La postemporada de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional llegó a su fin el lunes, con el triunfo de Cardenales de Lara en la Serie Final, contra Caribes de Anzoátegui, que le valió su segundo título consecutivo, en cuatro finales desde la campaña 2016-2017. Ese séptimo juego fue el colofón a un mes de enero en el que los aficionados se volcaron a apoyar a los seis equipos clasificados.
De acuerdo con cifras extraoficiales, se registró un promedio de 7.497 personas que asistieron a los 35 encuentros, para un total de 262.403 boletos vendidos.
Los siete desafíos de la Gran Final convocaron a 78.341 personas, a razón de 11.192 por juego. En Barquisimeto se registraron taquillas de 15.276 y 14.814 en los partidos uno y dos, mientras que cerró con 16.972 y 17.971, en los encuentros seis y siete. La última cifra se tradujo en un récord para la zafra 2019-2020, en cualquier instancia.
Hugo Guerrero (Prensa LVBP).- En un juego con altas emociones, en el que los Navegantes del Magallanes defendían el sexto lugar de la clasificación, con apenas medio juego de diferencia ante Tigres de Aragua, los turcos se impusieron 5 carreras por 2, en el Estadio José Bernardo Pérez.
Las conmociones se vivieron desde el inicio del desafío, en el que la adrenalina por estar dentro de la clasificación, a falta sólo de tres encuentros para terminar la ronda regular, se evidenciaron en el segundo capítulo, cuando Yohan Pino y Anthony Concepción, protagonizaron una reyerta que vació las bancas y dejó a ambos peloteros fuera del juego.
“Yo creo que este era el juego más importante de la temporada, porque esto nos alejaba (de la clasificación) y ellos (Tigres de Aragua) iban a quedar medio juego arriba y tenemos que enfrentarlos en su casa. Entonces era muy importante este juego”, consideró el manager naviero, Enrique Reyes, luego de la conquista de sus dirigidos.
Antes de ese episodio, Adonis García fue el protagonista, al dar su cuadrangular 31 de por vida en la LVBP, con Cade Gotta y Raúl Navarro en circulación.
“Salí a buscar una buena conexión y gracias a Dios salió el batazo”, expresó García, quien se colocó a dos cuadrangulares de William Magallanes, en el sexto lugar de todos los tiempos de los turcos. “Siempre que el equipo gane y salgan las victorias, yo voy a estar contento. Estoy agradecido con Dios por darme la oportunidad de volver aquí, siempre estoy tratando de aportar, lo números van llegando solos, no estoy pendiente de eso, quiero es ayudar al equipo a clasificar y a ganar el campeonato”.
La ofensiva naviera se hizo presente una vez más en el tercer tramo, luego de que Ronny Cedeño diera rodado con las bases llenas, remolcando a Alberth Martínez, y Arturo Nieto sonara línea al jardín derecho, lo que le permitió a Wuilmer Becerra pisar el home desde la antesala.
Los bucaneros siguieron navegando por aguas tranquilas con la ventaja en el score durante buena parte del compromiso, en gran medida, gracias al extraordinario relevo de Ryan Kussmaul, quien, por la expulsión de Pino en el segundo tramo, tomó la bola para actuar por espacio de 3.2 entradas y sólo admitir dos hits.
“Yo lo había visto en México (a Ryan Kussmaul) y él estaba de abridor y sabía que podía tirar dos o tres innings. Sabemos la calidad de pitcher que es”, dijo el piloto filibustero, sobre la buena actuación del estadounidense.
No obstante, los bengalíes no permitirían ser blanqueados por los brazos navieros, por ende, pisaron el plato en par de ocasiones en la parte alta del séptimo inning, producto de un imparable de Ezequiel Carrera, que fletó a Alex Monsalve y a Rehiner Córdova. En ese momento, fue vital el relevo de Jorge Rondón, quien detuvo a la ofensiva bengalí haciendo fallar para dobleplay a Edwin García y ponchando a Henry Rodríguez.
Rondón también se encargó del octavo episodio, retirándolo sin problemas y, para el noveno, el manager Enrique Reyes le dio la bola a Manny Acosta, sacara los últimos tres outs y se acreditara su sexto salvado de la contienda.
Con este triunfo, Magallanes colocó su marca en 18-20 e igualó a los Leones del Caracas en el quinto puesto; además, sacó un juego y medio de ventaja a los aragüeños, quienes quedaron con 17-22, aún en el séptimo lugar de la clasificación y sin margen de error en los tres compromisos que les restan.