MLB: Adrián Beltré, Joe Mauer y Todd Helton son los nuevos inmortales en Cooperstown

Anthony Castrovince (MLB.com).- Tres leyendas llegaron al Salón de la Fama. En resultados anunciados la noche del martes en MLB Network, el dominicano Adrián Beltré, Joe Mauer y Todd Helton fueron elegidos al Salón de la Fama de Cooperstown por la Asociación de Escritores de Béisbol Estados Unidos (BBWAA) como parte del grupo del 2024. Ellos se unirán a Jim Leyland, quien fue escogido por el Comité de la Era del Béisbol Contemporáneo, en una ceremonia de inducción que se llevará a cabo el 21 de julio en el Clark Sports Center en Cooperstown, Nueva York.

“Es algo que nunca soñé”, confesó Beltré, quien bromeó acerca de dejar que la llamada del Salón se fuera directamente al correo de voz cuando estaba recibiendo la noticia. “No puedo creer que vaya a estar en el mismo podio con esos muchachos”.

La elección de Beltré, miembro del Club de 400 Jonrones y uno de los mejores antesalistas defensivos de todos los tiempos, se consideraba un hecho consumado. Pero con varios jugadores que continuaban en ascenso y el destacado receptor de los Mellizos, Joe Mauer, también entre los elegibles por primera vez y desempeñándose bien en el seguimiento de las boletas publicadas, la posibilidad de un aumento en los exaltados estaba latente, añadiendo un flujo de intriga al proceso de votación de los escritores que solo había resultado en un total de dos nuevos elegidos a Cooperstown por los periodistas en los tres años anteriores (el dominicano David Ortiz en 2022 y Scott Rolen en 2023).

“Bien emocionado”, exclamó Mauer acerca de su elección. “Obviamente de cara a este día, uno reflexiona sobre toda la gente que tuvo un impacto en tu carrera y quién eres como persona. Muchas emociones. Ha sido un vendaval, eso es seguro”.

Helton tuvo que esperar un poco más, ya que su debut en la boleta fue en 2019. Chocó sus puños cuando la esperada llamada finalmente llegó.

“Estaba bien nervioso”, dijo Helton. “Realmente no pensé que el teléfono fuera a sonar. Cuando sonó, todavía estaba en shock”.

Beltré, quinto dominicano en Cooperstown

A los 44 años, Beltré, quien se convierte en el quinto jugador nacido en la República Dominicana en llegar a Cooperstown, era ampliamente considerado como el único candidato seguro en esta boleta, incluso teniendo en cuenta la penalización que algunos votantes aplican a los debutantes en ciertos casos.

Beltré construyó un caso impecable para el Salón de la Fama que, inusualmente, se centraba más en lo que hizo en sus 30 que en sus 20. Su potente bate y magnífico guante fueron constantes en una etapa de su carrera en la que muchos otros declinan, y eso lo dejó con números redondos, elogios y la reputación para ingresar fácilmente al Salón. Es el único infielder, aparte de Derek Jeter, en superar los 3,000 hits y ganar cinco Guantes de Oro.

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“Siempre quise ser el mejor en lo que hacía”, destacó Beltré. “Disfrutaba jugar al béisbol y quería jugar duro. Eso me hizo acumular cosas que me pusieron en la posición en la que hoy me encuentro”.

En total, en 21 temporadas con los Dodgers, Marineros, Medias Rojas y Rangers, Beltré sumó 3,166 hits, 477 jonrones y la tercera marca más alta de WAR (93.5), según Baseball-Reference, de cualquier antesalista en la historia. Terminó entre los diez primeros en la votación para el Jugador Más Valioso seis veces, incluido un segundo lugar con los Dodgers en el 2004.

No fue hasta su campaña con 31 años en el 2010, en un contrato a corto plazo en Boston, que su caso para el Salón despegó. Había bajado su rendimiento al final de una estadía de cinco años en Seattle, pero reavivó su carrera con una campaña en la que ganó el Bate de Plata y lideró las Grandes Ligas con 49 dobles. Esto lo llevó a firmar por seis años como agente libre con los Rangers, donde se convirtió en un ícono de la franquicia y una pieza clave del equipo que llegó al Juego 7 de la Serie Mundial del 2011. Tres de sus cuatro apariciones en el Juego de Estrellas y cuatro de sus cinco viajes a la postemporada fueron con Texas.

“En ese entonces, estaba en mi último año de contrato, siempre tratando de encontrar motivación para poder tener un mejor desempeño”, manifestó Beltré. “Agradezco el hecho de que los Rangers me hayan dado la oportunidad de venir a su parque y a su ciudad y ser parte del gran equipo que ya tenían. La manera en que la gerencia y los jugadores me recibieron, fue una gran combinación de parte de ambos. Una vez que llegué ahí, me sentí bien cómo con la fanaticada. Me adapté bastante bien a Texas y a Arlington”.

Helton, poder en Colorado

Helton, de 50 años, jugó toda su carrera de 17 campañas con los Rockies, un hecho que le afectó en sus primeros años de elegibilidad para la boleta debido al entorno ofensivo notoriamente favorable a los bateadores en Coors Field. En su primera vez en la boleta en el 2019, su nombre fue marcado en apenas el 16.5% de las papeletas.

Pero con el tiempo, los votantes reconocieron que aunque Helton tuvo una asombrosa línea de .345/.441/.607 con 227 bambinazos en 4,841 visitas al plato en Coors, tampoco se quedaba atrás en la carretera. En 4,612 apariciones como visitante, dejó una línea de .287/.386/.469 con 142 vuelacercas. El OPS de .855 en la carretera es más alto que el de miembros del Salón de la Fama como Dave Winfield (.841), Eddie Murray (.838) y Tony Gwynn (.835).

“Es un tanto extraño en Colorado”, aseguró Helton. “Los pitchers se lastiman, y ellos dicen que no pueden lanzar en el aire ligero. Los jugadores se ven afectados negativamente por jugar en Colorado. No puedes escoger dónde jugar, y siempre quieres batear mejor en tu propio parque. No me siento avergonzado ni nada de eso acerca de mis números en casa y en gira.

“Batear fuera de casa después de jugar en Colorado es difícil. La bola rompe más, y es un enorme ajuste hacer esos cambios a mitad de temporada. Es un buen lugar para batear, pero existen algunas desventajas y dificultades acerca de ir ahí y jugar ahí”.

Como cinco veces All-Star y cuatro veces ganador del Bate de Plata, Helton también recibió elogios por su habilidad defensiva en la primera base, ganando tres premios Guante de Oro. Lideró las Grandes Ligas con un promedio de .372 en 2000. Tuvo temporadas consecutivas de 100 extrabases o más en 2000 y 2001. Y terminó su carrera con más bases por bolas (1,335) que ponches (1,175).

Helton se unirá a Larry Walker, quien fue elegido al Salón en el 2020 y exaltado en el 2021, como los únicos representantes de los Rockies en la venerada galería de placas de Cooperstown. Juntos, han superado la maldición de Coors en este sistema de votación.

“Creo que Larry Walker despejó el camino para mí”, expresó Helton. “Él hizo que los votantes tomaran más en serio a un jugador de posición en Colorado”.

Mauer, ídolo en Minnesota

Aunque su caso fue más complicado que el del también debutante Beltré, Mauer, de 40 años, logró la entrada al Salón como posiblemente el mejor receptor de su generación. Es apenas el tercer careta en ser exaltado en su primer año en la boleta, uniéndose al puertorriqueño Iván “Pudge” Rodríguez y a Johnny Bench.

“Admiro mucho a esos muchachos”, elogió Mauer. “Le tengo mucho respeto al Salón de la Fama, a los jugadores que ya están ahí y que hicieron grandes cosas. Estoy bien emocionado. No veo la hora de estar ahí y mostrarles a mis hijos algo de la historia de este bello deporte”.

El muchacho de St. Paul, Minnesota, fue tomado con la primera selección general del Draft de MLB del 2001 por los Mellizos de su ciudad natal para terminar siendo convocado seis veces al Juego de Estrellas, cinco veces ganador del Silver Slugger, tres veces campeón de bateo y el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2009. Fue miembro de cuatro equipos de los Mellizos que ganaron su división.

Aunque su carrera como receptor se vio truncada por conmociones cerebrales y tuvo cinco temporadas esencialmente como un inicialista con un rendimiento promedio que complicó su caso para Cooperstown, Mauer tuvo suficiente impacto en su posición principal para estar entre los mejores detrás del plato. Su promedio de bateo de carrera de .306 está empatado en el sexto lugar más alto entre los receptores con al menos 3,000 apariciones en el plato, y su porcentaje de embasarse de .388 está empatado en el tercero. Es el único catcher con tres títulos de bateo, y su bWAR de 44.6 durante sus 10 años como el careta principal de los Mellizos del 2004 al 2013 fue, con mucho, el mejor en esa posición en ese período.

En su año de Jugador Más Valioso, Mauer lideró la Liga Americana en promedio (.365), OBP (.444) y slugging (.587) mientras conectaba una marca personal de 28 jonrones. Finalizó su carrera con 2,123 hits, 143 cuadrangulares, 428 dobles y 923 carreras impulsadas.

“Ser un muchacho originario de St. Paul y unirme a ese grupo de muchachos de St. Paul en el Salón de la Fama con Paul [Molitor] y Dave Winfield y Jack Morris”, resaltó Mauer, “realmente significa mucho para mí”.

Foto: MLB

Nadie logró ser exaltado al Salón de la Fama 2021

Por novena ocasión en la historia y primera desde el 2013, la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) no eligió a ningún nuevo miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, informaron ambos organismos el martes.

El lanzador Curt Schilling fue quien más cerca se quedó de ser electo al sacar el 71.1 por ciento de las boletas emitidas, quedándose corto por apenas 16 votos para entrar al Recinto de los Inmortales del deporte. Schilling fue seguido por el líder de jonrones de todos los tiempos Barry Bonds (61.8 por ciento) y el ganador de 354 juegos Roger Clemens (61.6) en la votación.

Schilling, Bonds, Clemens y el jardinero Sammy Sosa fallaron en alcanzar el 75% de los votos por noveno año consecutivo, lo que significa que regresarán a la boleta en el 2020 para una décima y última oportunidad.

Molesto con el resultado, Schilling declaró que no quiere ver su nombre en la boleta el año entrante para dejar en las manos del Comité de Veteranos su entrada a Coopertown.

«No participaré en el último año de la votación. Solicito que me eliminen de la boleta electoral. Cederé ante el comité de veteranos y los hombres cuyas opiniones realmente importan», escribió en una carta en Facebook.

El apoyo a Bonds y Clemens se ha estancado principalmente en las últimas temporadas, ya que las posiciones de los escritores sobre los jugadores asociados con la Era de los Esteroides se han afianzado en gran medida a un nivel que los deja apenas por debajo del umbral. La temporada pasada, Clemens fue nombrado en el 61 por ciento de los votos, mientras que Bonds obtuvo el 60.7.

Schilling, por otro lado, había visto subir su porcentaje de votos del 45 por ciento en 2017 al 70 por ciento el año pasado. Históricamente, la mayoría de los jugadores que alcanzan el nivel del 70 por ciento eventualmente obtienen suficiente apoyo para aterrizar en Cooperstown. Sin embargo, la reacción violenta contra la presencia pública y en las redes sociales de Schillings parece estar limitando su apoyo.

Entre los momentos más controversiales de Schilling se encuentra un tuit de 2016 en el que parecía respaldar el linchamiento de periodistas, que luego fue eliminado. Más recientemente, Schilling expresó su apoyo al ataque del 6 de enero en el Capitolio de EE.UU., aunque las boletas de los escritores se habían presentado antes de esa fecha.

Los números en el terreno de Bonds y Clemens son incuestionables, ya que ambos jugadores se encuentran entre los jugadores más productivos en la historia del béisbol, aunque sus logros se han visto empantanados por acusaciones de uso de sustancias para mejorar el rendimiento que los han rodeado desde que aún eran jugadores activos. El caso de Schilling basado en el mérito no es tan sólido, pero la trayectoria reciente de su porcentaje de votos había sugerido que se encaminaba a ser exaltado. Que los tres destacados permanezcan en el exterior mirando hacia adentro sugiere que la cláusula de carácter que aparece en los criterios que el Salón da a los escritores se cierne más grande que nunca.

La exclusión en la votación de la BBWAA es solo una parte de la razón por la que el Salón no obtendrá nuevos miembros este año. Los comités de veteranos basados ​​en la era del Salón generalmente se reúnen justo antes de las reuniones de invierno de cada año para considerar a los candidatos cuya elegibilidad en las boletas de los escritores ha expirado. Las reuniones de invierno de 2020 se llevaron a cabo virtualmente debido a la pandemia de COVID-19, por lo que los comités de veteranos no se reunieron y no volverán a considerar candidatos hasta las reuniones de 2021 en diciembre.

Por lo tanto, el anuncio del martes significa que ningún jugador nuevo ganó la entrada a Cooperstown desde la administración Kennedy. Durante el período de 1958 a 1960, solo se seleccionó Zack Wheat (1959).

Desde que el Salón de la Fama fue fundado en 1936 (la primera ceremonia tuvo lugar tres años después), los escritores tampoco eligieron a un nuevo inmortal en los procesos de 1945, 1946, 1950, 1958, 1960, 1971, 1996 y 2013, siendo esta, curiosamente, la última ocasión en que los peloteros fueron blanqueados por los periodista, donde debutaron Bonds, Clemens, Schilling y Sosa en la papeleta.

Que la BBWAA no haya favorecido a ninguno de los candidatos, no significa que la ceremonia de exaltación del 2021 quede desierta.

El domingo 25 de julio en el Complejo Deportivo Clark de Cooperstown se rendirá homenaje a la promoción del año pasado, compuesta por Derek Jeter, Larry Walker, Ted Simmons y el fenecido Marvin Miller, el primer director ejecutivo de la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA).

Además, como parte de las festividades, el sábado 24 serán reconocidos los narradores ganadores del Premio Ford C. Frick del 2020 (Ken Harrelson) y el 2021 (Al Michaels) y los escritores ganadores del Premio J.G. Taylor Spink del 2020 (el fallecido Nick Cafardo) y el 2021 (Dick Kaegel).

Debido a la pandemia del coronavirus, el ceremonial del Salón de la Fama del año pasado fue cancelado, algo que no había ocurrido en seis décadas. Cooperstown no tuvo actos de juramentación en 1950, 1958 y 1960 después de que la votación no resultó en nuevos electos, mientras que no se celebraron comicios en 1940, 1941 y 1943. En 1942 , Rogers Hornsby fue elegido pero no hubo ceremonia debido a las restricciones de viaje en Estados Unidos relacionadas con la II Guerra Mundial.

Foto: Getty Images.

Diez momentos de Luis Aparicio en las Grandes Ligas

Chris Haft  (LasMayores.com).-  Luis Aparicio fue un pionero para algunos y un ganador para otros. El venezolano se estableció como el campocorto por excelencia. Fue hábil con el guante y con una ofensiva más que aceptable, siendo una pieza clave de sus equipos a lo largo de sus 18 temporadas en las Mayores.

Aquí, 10 momentos o eventos que marcaron la carrera de Aparicio.

1- Victoria para Venezuela – 1984

Aparicio abrió las puertas de Cooperstown por primera vez para su país, siendo el primer venezolano en ser exaltado al Salón de la Fama. Lo logró en su sexto año de elegibilidad, gracias a impresionantes credenciales, incluyendo nueve Guantes de Oro y 13 convocaciones al Juego de Estrellas.

2- Convirtió el robo en un arte – 1956-1964

Aparicio se estafó 506 almohadillas, alcanzando un tope personal de 57 en 1964. Ése fue su último de nueve años seguidos liderando la Liga Americana en robos. Fue tan efectivo que cuando daba un sencillo y luego se robaba la segunda, se le conocía como “un doble a lo Aparicio”.

3- Sinónimo del campo corto – 1956-1973

Aparicio participó en 2,583 juegos en el campo corto, líder histórico hasta que fue eclipsado por su compatriota Omar Vizquel en el 2008. El padre de Aparicio y uno de sus tíos lo formaron con dedicación y durabilidad, algo que demostró Luis al disputar más de 150 juegos en ocho temporadas diferentes.

4- Pónganle un anillo – 1959, 1966

Aparicio se quedó corto del título de Serie Mundial en 1959 con los “Go-Go” White Sox, perdiendo en el Clásico de Otoño ante los Dodgers en seis juegos. Pero fue de gran importancia para los Orioles de Baltimore, que lo adquirieron en un canje de seis jugadores antes de la temporada de 1963. En 1966, Aparicio sumó 182 imparables, igualando al ganador de la Triple Corona y compañero de equipo, Frank Robinson, por la segunda mayor cantidad en la Americana. Los Orioles ganaron el banderín del Joven Circuito y luego vencieron a los campeones defensores Dodgers en cuatro juegos para ganar de manera sorpresiva la Serie Mundial.

5- Regreso a casa – 1968

El oriundo de Maracaibo regresó a los Medias Blancas en un cambio de cinco jugadores antes de la temporada de 1968. Aplicando las métricas modernas, Aparicio era un talento que trascendía los tiempos. Fue el líder de los torpederos de la Americana en alcance entre 1968 y 1969.

6- Efectivo en el plato – 1970

Aunque estaba cerca del final de su carrera, nadie hubiese imaginado que Aparicio tendría la producción que tuvo ese año. Quedó en el cuarto lugar de la Liga Americana con un promedio de .313 y tuvo 86 anotadas. Fue lo suficientemente bueno para quedar de 12mo en la votación para Jugador Más Valioso de la Liga Americana, a pesar de que Chicago terminó en el sótano.

7- Cuando todo comenzó – 1956

Aparicio reemplazó a su coterráneo Alfonso “Chico” Carrasquel como el paracorto de los Medias Blancas para la campaña de 1956 y logró impresionar a los espectadores de inmediato. Aparicio terminó con promedio de .266 y fue líder en robos de base en la Americana con 21 y en toques de sacrificio con 14. Fue el primer venezolano en ganar el premio al Novato del Año.

8- Definió la durabilidad – 1956-1971

Aparicio acumuló 16 sólidas temporadas consecutivas con al menos 500 visitas al plato, reflejando su valor en la alineación. Un dato impresionante; nunca defendió otra posición que no fuera la del campo corto.

9- Leyenda viviente – Siglo 21

Aparicio fue parte de un grupo de estrellas internacionales que fue homenajeado en el Juego de Estrellas del 2001. Junto al puertorriqueño Orlando “Peruchín” Cepeda, el dominicano Juan Marichal, el cubano Tany Pérez y el canadiense Ferguson Jenkins, Aparicio realizó uno de los lanzamientos ceremoniales.

10- Nunca olvidar – 2005

Aparicio también hizo el primer lanzamiento previo al Juego 1 de la Serie Mundial del 2005 –el primer Clásico de Otoño para los Medias Blancas desde que el venezolano defendía las paradas cortas.

Foto: MLB

Vizquel coquetea con la inmortalidad e ilusiona a toda Venezuela

Yelimar Requena (Caracas).- En su tercer año de legibilidad al Salón de la Fama de Cooperstown, Omar Vizquel recibió el 52.6% de los votos y dejó una sensacional proyección para 2021.

El ganador de 11 guantes de oro elevó en más de un 10% la cantidad de sufragios del año pasado y se acercó un poco más al Olimpo de la Gran Carpa.

Vizquel obtuvo la sexta votación más alta de la elección correspondiente a la Clase 2020 que terminó por firmar la exaltación de Derek Jeter y Larry Walker.

“Año a año parece ser mejores las posibilidades así que continuamos en la vía hacia el Hall de la fama… muchas gracias a todos quienes votaron por mí”, expresó en un video compartido a través de las redes sociales.

El desempeño del caraqueño en las papeletas hace imposible no soñar con la exaltación. En sus dos apariciones previas había sumado 37 y 42.8%, respectivamente, y ya está por encima del 50%.

Su evolución va incluso más rápido que la de Luis Aparicio, que necesitó cinco apariciones para superar el 50% y finalmente en su sexta oportunidad logró convertirse en el primero y, hasta ahora, único venezolano en el Salón de la Fama.

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Seis nuevos integrantes toman sus puestos en el Salón de la Fama

AP.- Chipper Jones no se doblegó ante la presión del momento. Y eso que ésta era significativa. El exjugador emblemático de los Bravos de Atlanta fue exaltado el domingo al Salón de la Fama y pronunció un discurso conmovedor, bajo la mirada de su esposa Taylor, quien en cuestión de horas dará a luz a un hijo que recibirá el nombre de Cooper, en honor al recinto de Cooperstown, tras este día especial.

Ante el desafío retórico, Jones respondió de maravilla, tal como lo hizo en el terreno durante su carrera de 19 años con los Bravos.

«Ella cambió mi vida para siempre», dijo el pelotero retirado, mientras su esposa se enjugaba las lágrimas. «Hicieron falta 40 años y algunas imperfecciones graves en mí en el camino para encontrar mi verdadera profesión. Ahora, hemos integrado a nuestras dos familias. Esto me ha dado lo que he buscado durante mi vida entera, la felicidad auténtica».

Unos 50.000 espectadores se congregaron en un día soleado para rendir honores a los seis nuevos miembros del Salón de la Fama. Los otros cinco fueron el dominicano Vladimir Guerrero, Jim Thome, Trevor Hoffman, así como los excompañeros de Detroit, Jack Morris y Alan Trammell.

Jones controló sus emociones durante un discurso en que rememoró toda su carrera, comenzando con su campaña de novato, cuando ayudó a que Atlanta ganara la Serie Mundial de 1995. Fue uno de los mejores bateadores ambidextros de la historia, a la imagen de Mickey Mantle, el pelotero a quien idolatraba su padre.

Finalizó con un promedio de bateo de .303, 468 cuadrangulares y 1.623 carreras producidas, credenciales que le valieron la elección al recinto de los inmortales en el primer intento.

Jones tuvo también palabras elogiosas para sus padres.

«Ustedes son la razón por la que yo estoy en este escenario», recalcó.

Concluyó su alocución agradeciendo a los leales fanáticos de Atlanta.

«Ustedes me apoyaron siempre», enfatizó. «son el motivo por el que nunca quise irme a otro lugar. Los amo chicos. Gracias».

Thome, quien se mostró muy emocionado en febrero, durante una visita al museo del Salón de la Fama a fin de prepararse para este día, mantuvo ahora la compostura. Eso sí, se limpió las lágrimas después de que su hija Lila cantó el Himno Nacional.

«Estoy muy honrado de ser parte de algo tan especial», manifestó Thome. «El béisbol es hermoso y yo estoy por siempre a su servicio».

El zurdo bateó 612 vuelacercas, para ubicarse en el octavo sitio de la historia. Impuso un récord de las mayores con 13 jonrones con los que puso fin a un juego, la mayor parte con los Indios de Cleveland. Sumó también 1.699 remolcadas, 1.583 anotadas y 1.747 bases por bolas.

Entre las muchas personas a quienes Thome agradeció figuró el exmanager de Cleveland, Charlie Manuel, quien fungió como coach de bateo de los Indios en las décadas de 1980 y 90.

«Él me dijo que yo podía conectar todos los jonrones que quisiera», rememoró. «Yo sabía que él era una persona con la que yo podía tener una conexión especial».

Ovacionado por cientos de personas que agitaron banderas de República Dominicana, Guerrero habló en español durante unos cinco minutos. Agradeció a su padre y a su madre, quien cocinaba la cena para él y ahora lo hace para su hijo.

Se mostró también agradecido con los fanáticos y con la gente en Don Gregorio, su localidad natal.

Su hijo Vladimir Jr, prospecto de las menores con los Azulejos, estaba presente.

Nueve veces elegido para el Juego de Estrellas, el jardinero bateó para .318 con 449 cuadrangulares y 1.496 impulsadas. Fue el primer pelotero entronizado en Cooperstown con la gorra de los Angelinos, el equipo con el que tuvo sus mayores éxitos.

Tal como lo hizo como relevista implacable, Hoffman no mostró un solo atisbo de nervios al pronunciar su discurso, que cerró con un agradecimiento a su esposa.

«Compartiste conmigo este viaje asombroso de altibajos desde el comienzo, sin permitirme nunca que el éxito se me subiera o que el fracaso me hundiera», dijo Hoffman. «Te amo».

Elegido en su tercer año en la papeleta, Hoffman jugó buena parte de su carrera con los Padres de San Diego, y la finalizó con los Cerveceros de Milwaukee. Durante tres años, no logró impresionar a los ejecutivos como campocorto, por lo que se mudó al bullpen y se convirtió en una estrella.

Morris, quien tiene ahora 63 años, lanzó 18 temporadas para los Tigres, Mellizos, Azulejos e Indios, y ganó cuatro veces la Serie Mundial. En los 80, lideró a todos los lanzadores con 2.444,2 innings de labor y 162 victorias. Encabezó también la Liga Americana en ponches, con 1.629.

Entre las personas a quienes mencionó estuvieron sus padres y el fallecido Sparky Anderson, quien guio a los Tigres al cetro en el Clásico de Otoño de 1984.

«Gracias, mamá y papá, por todo lo que me enseñaron y lo que hicieron por mí», comentó con la voz entecortada, mientras miraba a su progenitor. «Sé que Sparky Anderson está hoy con nosotros… me enseñó muchas cosas, a pelear contra la adversidad».

El momento cumbre en la carrera de Morris fue su victoria por 1-0 con juego completo en el séptimo enfrentamiento de la Serie Mundial de 1991, lanzando por los Mellizos de su ciudad natal contra los Bravos. El manager de Minnesota, Tom Kelly, quería retirarlo después de nueve innings, pero Morris, de 36 años, lo convenció de no hacerlo.

Morris y Trammell fueron elegidos juntos en diciembre por un comité de veteranos, lo que hizo la jornada más especial para ellos.

Trammell jugó durante 20 temporadas como campocorto, siempre con los Tigres. Se le eligió seis veces para el Juego de Estrellas, ganó cuatro Guantes de Oro y tres Bates de Plata. Su porcentaje de fildeo de .977 es sexto entre los torpederos que han jugado al menos 2.000 encuentros.

Foto cortesía: MLB.