Opinión: Los mejores recuerdos se quedan en el Universitario

Tony Cittadino (Madrid).- En realidad, esta despedida comenzó de manera forzada cinco años atrás. Sabía que al irme del país en 2018, se cerraría un ciclo en el que el estadio Universitario fue una parte importante de mi vida. Este miércoles los Leones del Caracas anunciaron en una rueda de prensa que, desde la próxima temporada de la LVBP, jugarán como home club en el Estadio Monumental Simón Bolívar, dejando atrás una época que inició en 1952 y que tuvo momentos memorables.

Muchas son las historias que se pueden contar y que fueron escritas en el «Coso de Los Chaguaramos». Desde vivencias personales, hasta hazañas deportivas, acompañaron a millones de personas, entre jugadores, personal de mantenimiento, periodistas, fanáticos y todos aquellos, que, así sea por una sola vez, tuvieron el honor y el privilegio de visitar sus instalaciones.

Lo cierto del caso, es que es innegable que, en este momento, la nostalgia se apodere de los que amamos el Universitario. Sonará a cliché, pero es como si una película te pasara por la mente. Para mí, el Universitario tiene un encanto especial. Podía pasar un día entero allí y no aburrirme. Era feliz. Pero, como todo en la vida, todo tiene fecha de caducidad y hay que mirar hacia adelante para poder progresar.

Literalmente, el Universitario me vio crecer. Fue un emocionante recorrido desde niño. Primero, soñando con asistir al primer juego. Luego, pasando por la adolescencia e ir con los amigos del colegio a un Caracas-Magallanes y, más tarde, como periodista, al contar con el privilegio de estar en el palco de prensa y recorrer cada rincón del estadio con libertad.

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Todavía recuerdo la primera vez que fui al estadio con mi papá. Creo que es un momento que ningún fanático olvida. Fue el 27 de diciembre de 1996 y, todos los años, recordábamos esa fecha como algo sublime. Fue un juego Caracas-La Guaira, en el que Tiburones fue home club. No sé por qué, pero las entradas no tenían las sillas enumeradas y las tribunas estaban casi llenas. No conseguimos puesto del lado de Leones, así que tuvimos que ir a la zona derecha y disfrutar de la samba, mientras nos emocionamos porque Lezama se sentó a nuestro lado y nos dio la mano.

La emoción de estar en el estadio, siempre fue indescriptible. Era un lugar sagrado para mi papá y para mí. Allí tuve la alegría de ver jugar a mi ídolo Bob Abreu y también de conocerlo y entrevistarlo. Bendiciones de la vida y del periodismo. Pude pisar el terreno por primera vez como estudiante de comunicación social en 2005 y, luego, como pasante de prensa del Caracas en 2006. Más tarde, pude recorrerlo como periodista gracias a TalCual, Venevisión y Unión Radio Deportes.

Pero, aunque ahora los Leones no jugarán más allí, los mejores recuerdos se quedan en el Universitario. Y, esos recuerdos, son los que hoy atesoro más, justo cuatro meses después de la partida de mi papá: el león mayor. Durante la llamada «temporada muerta», moríamos de nostalgia al pasar con el carro por las afueras del Universitario. Contábamos los días para que llegara la temporada y, una vez que se escuchaba la voz de playball, era una tradición ir a los juegos.

Sinceramente, lo disfrutaba muchísimo porque mi papá, además, era italiano y se integró bastante bien a Venezuela y al beisbol. Era caraquista y fui yo el que le tuvo que explicar los fundamentos de la pelota. Era una ocasión perfecta hacerlo allí, porque, además, podía enseñarle detalles y cosas que no se ven por televisión.

Le llamaba la atención el sonido de la pelota al llegar al guante, la velocidad con la que la bola salía disparada a las gradas en cuestión de segundos y gozaba cuando los managers se encaraban con el umpire Musulungo Herrera y éste los expulsaba.

Allí logré saludar desde la tribuna, por primera y única vez, a uno de mis referentes en el periodismo, Luis Manuel Fernández. Celebramos jonrones y carreras chocando las manos y abrazándonos. Gritamos «leo, leo, leo» y nos paramos de la silla para pedir un ponche. Me tomé mi primera cerveza y, también, aprendí a silbar para llamar a los vendedores. Disfrutábamos comiendo papita, maní y tostón, las arepas del morocho, comprando souvenirs y deleitándonos con la vista del cerro El Ávila y el frío decembrino. No había vista, ni mejor momento. Era perfecto.

Allí nació una amistad tremenda con mi papá, porque era nuestro templo. Nuestro momento de compartir, de hablar, de debatir, de contarnos secretos y de hacer equipo. Fue, también, el lugar en el que le hice una promesa de la que siempre estaré orgulloso de cumplir.

Fue una noche de la temporada 2001-2002 en un juego ante los Tigres de Aragua, en el que Michael Ryan bateó la escalera (hit, doble, triple y jonrón). Luego lo hizo con los Navegantes del Magallanes, siendo el único en lograrlo dos veces. Estábamos sentados del lado de la tribuna izquierda y yo solía siempre acercarme al palco de prensa para saludar a Humberto Acosta, Fernando Arreaza, Reyes Medina, Adolfo Prieto o «El Chema» José Jiménez Torrealba.

Me gustaba estar en el estadio y mirar con admiración el palco de prensa. Le decía a mi papá con mucha ilusión: «Ojalá algún día pudiera ver un juego desde allá arriba, como periodista. Debe ser demasiado fino».  Me respondió, «¿y por qué no? si te lo propones, lo logras», a lo que le respondí: «te prometo que algún día voy a estar allá arriba, narrando o haciendo una noticia de un juego del Caracas».

El tiempo pasó y no me equivoqué. A fin de cuentas, su terquedad siciliana la heredé a la perfección. No hay palabras para explicar el privilegio de ver el estadio y un juego desde lo más alto y, de paso, poder estar en la cabina del circuito del Caracas y escuchar narrar en vivo a Fernando Arreaza o Reyes Medina. Ahora lo escribo y me parece mentira.

Pero, más nunca fue igual, porque el fanatismo muere cuando eres periodista. Sin embargo, lo disfruté y lo extraño todos los días de mi vida. Cuando iba a los juegos, disfrutaba estar sentado en el palco y contemplar a los hijos que iban con sus padres, mientras recordaba todas las veces que recorrí con el mío los desgastados escalones del Universitario. Le mandaba una foto con cierta nostalgia y le decía: «mira ahora cómo se ve la tribuna desde aquí».

Pero, así es la vida. El tiempo fue pasando y, sin darnos cuenta, ahora era yo el que compraba las entradas, la camisa y lo llevaba al estadio. Cuando se acercaba la temporada, era fijo que me dijera: «Revisa que fin de semana no tienes guardia y si juega el Caracas, nos vamos a un juego» Era la gloria y si el partido se iba a extrainning, mejor. Estábamos más tiempo juntos, aunque después había que salir corriendo y apurar el paso por la bendita inseguridad.

Sin embargo, como dijo Gianluigi Buffon cuando eliminaron a Italia en el repechaje rumbo al Mundial Rusia 2018: «El tiempo pasa y es tirano». El año pasado estuve cerca de volver a Venezuela para trabajar cubriendo la LVBP, mi gran pasión. Tenía una rara desesperación por hacerlo, porque sentía la necesidad de volver a ver un juego con mi viejo y compartir con la familia.

No fue posible, pero pude seguir la temporada desde España y alegrarme al leer como celebraba mi papá el último título del Caracas, pasadas las 6:00 de la mañana en Madrid. Fue una semana de trasnocho y con apenas dos o tres horas para dormir antes de ir a trabajar, pero de la que no me arrepiento. Valió la pena.

Sin saberlo, fue nuestra última temporada y no pude cumplir la promesa de volvernos a ver. Aunque me quedé con las ganas de regresar al estadio con él y de algún día llevar a mi futuro hijo, para estar los tres, los mejores recuerdos se quedan en el Universitario.

Siempre será el templo que me vio crecer y donde viví, sin duda alguna, los momentos más felices de mi vida. Desde octubre, los Leones tendrán una nueva casa, pero mi mente y mi corazón permanecerán allí, recordando con felicidad esa tarde de diciembre en el Universitario y en la que, en las noches al dormir, reencuentro con alegría a mi papá.

La lluvia no pudo evitar el primer Caracas-Magallanes del Round Robin

Con el clima en contra se disputó el primer Caracas Magallanes del Round Robin

Carlos Colón (Caracas).- Los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes volvieron a disputar un choque entre los Eternos Rivales de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), pero esta vez en la instancia de Round Robin y con la madre naturaleza en contra del encuentro.

Estaba programado inicialmente para dar inicio a las seis de la tarde, pero la lluvia diría que no al presentarse justo cuando las prácticas de bateo del equipo local terminaban. Con un vaivén de incertidumbres en cuanto a la hora de cantar el play ball, los trabajadores del terreno tuvieron que colocar y quitar la lona cuatro veces, hasta que la lluvia cesó de manera definitiva.

Con todo en su contra, la voz de play se escuchó a las 8:20 de la noche con el primer lanzamiento de Yoimer Camacho. El primer Caracas contra Magallanes del Round Robin dio inicio ante una cantidad de fanáticos sorpresiva en todos los sentidos.


Por un lado está la situación país y el gran impacto que tiene en la realidad venezolana, donde ir a un juego es cada vez más y más costoso y que, sumado a la pandemia mundial que se está viviendo, ha alejado al fanático de los estadios. Hoy día, es imposible ver un llenazo como en los juegos de antaño, aunque estemos hablando del clásico de la pelota venezolana en un contexto de postemporada.

Por el otro lado está el factor del clima, que el día del juego fue importante. La lluvia fuerte y constante retrasó el inicio, además del frío navideño que aún arropa Caracas.

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Ya de por sí, el aforo es limitado con el 40% de la capacidad total del estadio, es decir que de las 25.690 personas que caben en el coliseo de la UCV, solo unas 10.000 podrían tener acceso al estadio.

Sin embargo, un total de 5.025 personas acudieron ayer a ver la lucha entre los dos equipos más grandes del país. Un número que ha sido la media en la taquilla del estadio capitalino cuando se enfrentan ambas novenas y que llenó de emoción el choque.

Un ambiente eléctrico y gratificante, que ensordecía a muchos cuando una jugada ameritaba el grito de aliento por su equipo. Y que a pesar de que los locales sufrieron en el terreno, desde afuera se vivió distinto.


Ya tras ocho entradas y la medianoche acercándose, los fanáticos se empezaban a retirar. Los caraquistas salían del estadio con la pizarra en contra del equipo de cinco por cero y los cánticos de los magallaneros al son «no se vayan, no se vayan», quienes celebraban otra victoria de la nave y el liderato del Round Robin.

Así el Magallanes igualó el historial de por vida en el «todos contra todos» ante su Eterno Rival con 31 victorias por bando. En cuanto a las series, cada uno cuenta con cinco series ganadas y cinco empates.

Ante viento y marea, el choque entre Caracas y Magallanes trajo una emoción más a la pelota venezolana y está vez de vuelta en la instancia del Round Robin. Aunque sin el público ni el llenazo que solía tener, pero sí con el ambiente y la electricidad que más de 5.000 personas podían traer.

Foto: Magallanes BBC.

LVBP: Leones del Caracas disputará su primer encuentro de pretemporada

leones del caracas primer encuentro

Carlos Colón (Caracas).- Los Leones del Caracas preparan todo para una nueva temporada en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) y como proceso de esta previa, el equipo melenudo disputará su primer encuentro de pretemporada cuando visite a los Tigres de Aragua en el José Pérez Colmenares de Maracay el próximo domingo 17 de octubre.

La novena caraquista se encuentra entrenando desde el pasado viernes, y a menos de una semana del arranque del campeonato serán capaces de enfrentarse entre si para probar y poner a tonos a sus jugadores. Por parte de los Tigres de Aragua, apenas iniciaron actividades el día miércoles 13 de octubre.

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Los Leones del Caracas, no podrán contar con sus importados durante el primer encuentro de la pretemporada. Todos tienen previsto llegar al país el 19 de octubre e incorporarse luego de esa fecha.

Entre los nombres importantes que verán acción, se encuentran Alexander Palma, Ronny Cedeño, Jesús Guzmán y Jhonny Pereda por los Leones. Por parte de los Tigres aún no se conoce la lista que estará presente para la fecha del juego.

Los equipos arrancan su temporada chocando entre ellos en la misma ciudad de Maracay el próximo 23 de octubre.

Foto: Leones del Caracas.

Danry Vásquez guió el octavo triunfo consecutivo de Tiburones

Pedro Felipe Hernández | Prensa LVBP

Caracas-. Un batazo de cuatro esquinas de Danry Vásquez fue la fórmula perfecta, para que Tiburones de La Guaira lograra su octavo triunfo de manera consecutiva, al despachar 4 a 2 a los Tigres de Aragua en el Estadio Universitario.

Por segundo día seguido los escualos cazaron bengalíes con una ofensiva férrea y un pitcheo a la altura, que mantuvo a raya al contrario. Lo que le permitió a los litoralenses ascender al segundo lugar de la clasificación.

Los aragüeños abrieron el marcador en la parte alta del segundo episodio. Alex Monsalve se embasó por error del segunda base Edgar Durán y anotó Daniel Carbonell desde tercera, amparado en la pifia.

Todo parecía indicar que los visitantes habían conseguido la manera de frenar el ímpetu de los salados, pero los locales empataron inmediatamente el resultado con rodado de Durán a la parte izquierda, con la que el brasilero Leonardo Reginatto logró engomarse.

Una entrada más tarde, los litoralenses en su búsqueda de romper la paridad, aprovecharon el dantesco batazo a las gradas de Vásquez, en manera solitaria, para colocar arriba 2 a 1 en el resultado al equipo.

“Lo menos que estaba buscando era un jonrón, pero gracias a Dios salió el batazo y pude colocar arriba al equipo», contó Vásquez, después del juego.

El ataque de La Guaira no había terminado, así que Junior Sosa disparó inatrapable al centro, lo suficientemente lejos para que Heiker Meneses anotara desde la intermedia, en la parte baja del quinto episodio.

En el séptimo de la suerte, Vásquez hizo acto de presencia nuevamente en el cotejo y, con indiscutible a la pradera derecha mandó a Meneses al plato, para así cerrar la fábrica de carreras del equipo guairista.

Los felinos lograron reducir la ventaja del rival en la parte alta del octavo capítulo, cuando el estadounidense Jay Austin soltó triple impulsor, de una anotación en las piernas de Edwin García.

Los dirigidos por Renny Osuna tenían todo listo para celebrar un nuevo triunfo. Gregory Infante salió a colocar el candado, pero el rival colocó tensión en el noveno inning al montar amenaza con corredores en las esquinas. Sin embargo, el taponero resolvió los tres outs y se adjudicó el undécimo rescate de la temporada.

“Todo el crédito se lo llevan los muchachos. Todo lo que estamos haciendo es gracias a ellos”, destacó el manager de los escualos.

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Los Tiburones ganaron el sexto juego consecutivo y hundieron un poco más al Caracas

Guillermo Liñares (estadio Universitario / Caracas) -.

Comandados por una gran salida del brasileño Murilo Gouvea, los Tiburones de La Guaira derrotaron este miércoles cuatro carreras por una a los Leones del Caracas, sus rivales modernos, en el estadio Universitario. Con ese lauro, los escualos hunden un poco más a los melenudos en la tabla de clasificación y obtienen su sexto triunfo consecutivo, afianzándose en el tercer lugar.

La Guaira picaría adelante en el primer inning, después de un doblete de Junior Sosa y roletazo por la segunda base de Alberto González. En esa jugada, Carlos Quevedo se quedó a centímetros de cortar el avance de la bola, pero lo máximo que llegó a hacer fue a desviarla.

El derecho Gouvea transitó la ruta por espacio de cinco entradas, tolerando apenas cinco hits, no permitiendo carreras y ponchando a seis bateadores. El amazónico solo se metió en problemas en la baja del cuarto inning, cuando Caracas llegó a tener par de hombres en circulación, pero después obligó a Alfredo González a batear para dobleplay para mantener su dominio y la pizarra inmaculada.

Tiburones haría una más en la alta del tercer tramo, después de un rolling de Danry Vásquez, y ampliaría su ventaja en el quinto cuando Danry Vásquez la elevó al RF y Alberto González sonó sencillo para registrar dos carreras que se le harían cuesta arriba a la ofensiva capitalina.

El Caracas descontó en la baja del séptimo con un wild pitch de Kendy Batista, pero dejó a par de hombres en posición anotadora, ya que Jesús Solórzano fue dominado con elevado profundo al left-field, haciendo lucir a Omar Carrizales con un gran engarce. Eso fue todo, ya que después en el octavo Rafael Cova y en el noveno Gregory Infante le pondrían el candado al juego y sellar el triunfo tiburón, ante los cánticos de sus parciales quienes se regodearon por el mal momento melenudo al grito de «Somos guairistas, anti caraquistas» y «Eliminados».

El punto negro del quinto juego entre La Guaira y Caracas llegó en la alta del noveno inning, cuando algunos fanáticos lanzaron objetos al terreno de juego desde la tribuna de la derecha. La seguridad del estadio inmediatamente acudió al lugar para evitar que la situación pasara a males mayores.

La victoria fue para Gouvea, la derrota para Quevedo y el salvado para Gregory Infante. Tiburones queda con récord de 14-9, y Leones cae hasta el séptimo lugar, ahora exhibiendo foja de 9-15.

Desde el terreno:

Richard Gómez, gerente deportivo de Leones del Caracas, manifestó que no podían variar el equipo que ya tenían, ya que si bien la OFAC otorgó licencia a la LVBP de poder manejarse con los grandeligas, aún no tienen la autorización formal de la MLB para realizar movimientos con grandeligas.

Por su parte, Iván Medina Molina, gerente de los Tiburones, dijo que hoy estaba pautada una reunión entre los ocho equipos de la Liga para decidir el rumbo de la misma una vez tomada la decisión de la OFAC, y que cuando MLB autorice a que se incorpore la LVBP al Winter League Agreement, la presidencia de Tiburones decidirá sobre sus peloteros pertenecientes al sistema liga mayorista.

El mánager de Leones, Harry Guánchez, admitió que varios peloteros grandeligas han llamado para jugar con Caracas. Según fuentes del periodista Guillermo Liñares, el receptor Juan Graterol es uno de ellos.

Guánchez también confirmó que los lanzadores dominicanos Yeudy y Elniery García llegan este jueves a Venezuela y que espera contar con ellos en la rotación. Serán incluidos a finales de semana o a más tardar, el lunes.

Este jueves es esperada una inspección por parte de una comisión de MLB en el estadio Universitario, información que fue dada a conocer por el portal Béisbol Play y el periodista Carlos Valmore Rodríguez. Iván Medina había declarado antes del juego que esa visita la esperaban antes, pero finalmente se concretará el jueves.

En Cifras:

Tiburones ha ganado nueve de sus últimos diez juegos, y Leones ha perdido dos consecutivos.

Gregory Infante consiguió el salvado 58 de por vida en la LVBP, lo que lo ubica en la casilla 10 de todos los tiempos en ese renglón.

La asistencia oficial del encuentro fue de 3610 personas.

 

Foto: Diario Meridiano.

De la mano de Leonardo Ferrini el Caracas dejó en el terreno a los Tigres

Guillermo Liñares (Estadio Universitario / Caracas)-.

El béisbol es mágico, caprichoso e impredecible por jornadas como la vivida este viernes en el Estadio Universitario. Los Leones del Caracas, quienes ganaban 5-0 en la alta del cuarto inning y después tuvieron una debacle en ese mismo acto producto de ocho carreras permitidas ante los Tigres de Aragua, obtuvieron el triunfo 9-8 gracias a un sencillo remolcador de Leonardo Ferrini en la baja del noveno. Y se dice que es impredecible y mágico porque después de ese episodio terrible para los melenudos, el béisbol suele castigar a largo plazo. Sin embargo, esta vez volvió a ser juguetón y caprichoso, para el beneplácito de los capitalinos y decepción de los aragueños.

Los Leones picarían adelante en el segundo inning ante los envíos del abridor tigrero, Luillyn Guillén, gracias a un doble por regla de Gabriel Bracamonte y un wild pitch, para posteriormente ampliar la pizarra en la baja del tercero con triple de Wilfredo Tovar que remolcó a Leonardo Ferrini, hit de Jesús Solórzano e imparable de Juan Silverio, ayudado por un error en el left field de Ezequiel Carrera. Semejante ventaja parecía cómoda para el iniciador caraquista Francisco Carrillo, sin embargo, en la alta del cuarto tramo se le vendría el mundo abajo. El derecho vio como un batazo de Edwin García hacia los predios del dominicano Juan Kelly cayó en territorio de nadie y supuso una barrida de bases que puso el juego 5-3 de una sola tacada. No conforme con eso, un doblete de Wilfredo Giménez, sencillo de Rehiner Córdova y de Ezequiel Carrera provocarían su salida definitiva del juego, dando paso al zurdo Manuel Flores quien no pudo contener a la toletería rayada después de que Henry Rodríguez le diese la bienvenida con doblete.

Un boleto a Edwin García con las bases llenas traería la octava del inning y la desesperación de la poca fanaticada caraquista que dijo presente en el recinto de Los Chaguaramos, pues una vez que el mánager Harry Guánchez decidió sacar a Flores recibió una sonora pitada de los fanáticos selváticos, muestra de la impotencia y frustración de los seguidores melenudos por el presente que vive su equipo.

El Caracas a pesar de ese episodio eterno y el «shock» que pudo sufrir, decidió no darse por vencido y ampararse en el bate del hombre que tiene el mejor promedio de su lineup: Jesús Solórzano. En la parte baja de ese mismo cuarto acto, descontó con un hit del anzoatiguense que remolcó a Gabriel Bracamonte, y después en el sexto con rodado por el campocorto empujaría la séptima, en lo que fue una noche muy productiva para él, pues al final también produjo la del empate en la baja del octavo con doblete ante el cerrador de los Tigres de Aragua:  Tiago Da Silva. En total fueron cuatro las anotaciones que remolcó, siendo nuevamente la bujía de Leones y quitándose la espinita del turno fallado en Valencia con tres en bases el jueves ante el Magallanes. El béisbol y sus ironías, el béisbol y sus segundas oportunidades.

La mesa quedaría servida en el noveno, cuando con las bases llenas y un out, Leonardo Ferrini desató la algarabía de las 2081 almas que asistieron al feudo avileño para dejar en el terreno a Aragua nueve carreras por ocho, gracias a su tercer hit de la noche. El infielder de 30 años coronó una reacción caraquista que los deja con récord de 8-12, saliendo del frío sótano en el que se hallaba y dándole el paso a los Navegantes del Magallanes, quienes cayeron este viernes ante Cardenales de Lara en Valencia para dejar su registro en 8-13. Los Tigres, por su parte, llegaron a cuatro derrotas en fila y tienen su casillero de victorias y derrotas igualado a diez.  El ganador del juego fue Miguel Socolovich y el perdedor Tiago Da Silva.

 

Desde el terreno:

El mánager Harry Guánchez confirmó antes del juego ante los Tigres que Eduard Pinto sufrió una lesión en su dedo medio (una pequeña fractura) que lo mantendrá en la lista de siete días. Así mismo, el jardinero Jesús Galindo sigue con sus problemas de contracturas musculares y será evaluado día a día por los trainers del equipo.

En Cifras:

2881 fue la asistencia oficial del juego entre Tigres y Leones.

Wilfredo Tovar ligó de 5-4 con triple, doble y par de hits, solo le faltó el jonrón para la escalera. Jesús Solórzano se fue de 5-3, remolcando cuatro para la causa caraquista.

Tiago Da Silva no perdía en la LVBP desde el 20 de diciembre del 2016, en un dato compartido por el periodista Marcos Grunfeld en su cuenta de Twitter. Además, hoy permitió par de rayitas y en todo el año (11 entradas lanzadas) solo había tolerado una.

 

Foto: AVS Photo Report.

Caribes apaleó al Caracas y lo mandó al sótano

Guillermo Liñares (Caracas).-

Con un ataque de 13 imparables y 11 carreras, los Caribes de Anzoátegui apalearon 11-2 a los Leones del Caracas en el estadio Universitario para llegar a cinco triunfos, salir del último lugar y de paso, mandar a Leones al frío sótano.

La fiesta oriental comenzó en el primer inning cuando un doble de Alexi Amarista iniciaría el ataque de tres carreras ante el abridor dominicano Wanel Vásquez Mesa. Niuman Romero, Denis Phipps y el recién llegado Gabriel Lino empujarían las tres carreras de ese primer episodio, atacando temprano al golpeado pítcheo melenudo en los últimos dos juegos, y dejando la mesa servida para todo el castigo que vendría después.

La primera carrera del Caracas llegaría del bate de Ericson Leonora, quien en la baja del tercer episodio sacudió su primer jonrón de la campaña para descontar. Fue un episodio que pintaba para más, ya que Leones llegó a tener dos corredores en circulación, pero Maikol González, Isaías Tejeda y Wilfredo Tovar fallaron, dejando ese inning en una sola carrera que a la postre pasaría factura. Hasta el noveno no volverían a pisar la goma, cuando Isaías Tejeda con sencillo remolcó la segunda.

Caribes retomó su ataque despiadado en la alta del cuarto inning, en una ristra de cinco rayitas coronado por un Grand Slam del dominicano Denis Phipps ante Yoimer Camacho, ampliando la pizarra y abriendo el juego, en una distancia de la cual los melenudos no pudieron recuperarse.

La tribu haría dos más en la alta del séptimo con cuadrangular de dos carreras de Eduardo Sosa ante el vapuleado Alejandro Chacín, y es que el relevista ex grandeliga no ha podido sacar outs en lo que llevamos de temporada, siendo duramente castigado por la ofensiva rival. La undécima y última rayita aborígen llegó ante los envíos de Loiger Padrón, producto de un sencillo impulsor de Denis Phipps, quien culminó de 4-3, con seis impulsadas y Grand Slam.

La victoria fue para el zurdo Porfirio López y la derrota para Wanel Mesa, la primera del año. Leones culmina la segunda semana como la primera: con dos triunfos y cuatro derrotas, en el último lugar de la tabla con récord de 4-8; mientras Caribes culmina con 5-7, saliendo de ese foso en el que estaba desde hace par de días.

Desde el terreno: 

El manager Harry Guánchez declaró no estar preocupado por el presente capitalino, manifestando que «confía en el talento de sus muchachos, y que tarde o temprano saldrán del slump en el que están».

Richard Gómez, gerente deportivo melenudo, confirmó la llegada de un bateador dominicano en los siguientes días, y declaró que no venía a sustituir ni a Tejeda, ni a Silverio: «recuerden que no gastamos el cupo de los seis importados.  Viene a sumar y ojalá nos dé el poder que nos falta».

El importado es Juan Kelly, en una información ofrecida por el periodista Guillermo Liñares en su Twitter. Así mismo, se confirmó el cambio entre Leones y Navegantes: el receptor Juan Carlos Torres llega al Caracas por el también careta Oscar Hernández que pasa al Magallanes, en una información que dio Gómez y confirmada por el periodista Carlos Valmore Rodríguez.

José Ascanio también habló y dijo que: «Leones me dejó libre y sus razones tendrían. Apenas lo hicieron me contacté con todos los equipos para buscar una oportunidad y fue Caribes quien me convenció. Hablé con Melián y fue clave», además agregó que «Siempre voy a estar agradecido con el Caracas, ellos me dieron la oportunidad de comenzar aquí en Venezuela. No voy a decir nada malo de ellos, esto es béisbol y si las cosas no salen tratas de resolver como puedas».

Otra de las cosas que destacó el experimentado relevista es el papel que jugó Juan Carlos Gutiérrez en su firma por la escuadra anzoatiguense: «Bola 8 fue el que me ayudó a ponerme en contacto con Caribes. Yo no tenía ningún número de ellos, él me lo dio y cuando conversamos me dijeron que ahí mismo me llamarían y llegamos rápido a un acuerdo» cerró la popular «roca».

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