Rincón en la élite mundial

Tony Cittadino (Caracas).- Tomás Rincón está frente al reto más grande de su carrera como futbolista profesional. El tachirense firmó con la Juventus hasta el 30 de junio de 2020, lo que representa llegar a un club de élite mundial.

El mediocampista, capitán de la Vinotinto, parece estar listo para dar el gran salto de calidad.  A sus 28 años, pensamos que se encuentra el pleno proceso de madurez y en su mejor momento.

Sus características de juego llamaron la atención del director técnico Massimiliano Allegri, quien tendrá a un jugador completo en el medio sector. Rincón es un futbolista clave, porque puede aportar en el ataque y también puede hacerlo en la contención. Además suele rotar bien el balón, salir con inteligencia en las jugadas y responder cuando se le exige el juego físico.

«En Alemania crecí mucho. Y aquí, gracias a Gasperini, he aprendido a jugar de una manera distinta. Aquí hay grandes campeones y tengo la humildad para saber que cada día debo aprender y trabaja», comentó Rincón en la rueda de prensa de su presentación.

Si bien la Juve tiene jugadores como Sturaro, Hernanes y Lemina, que pueden aportar desde el banquillo, Rincón deberá demostrar el buen juego que tuvo con el Genoa, para no quedar rezagado. Al equipo rossoblu llegó en 2014 y en total “El General”, disputó 65 juegos y anotó tres goles en la liga y la Copa Italia.

El futbolista venezolano, que  también fue pretendido por equipos como el Milan y la Roma, es el primer refuerzo de invierno del campeón italiano, que el próximo domingo jugará ante el Bologna en el Juventus Stadium. Este será su tercer equipo europeo, tras jugar también con el Hamburgo en la Bundesliga, desde la campaña 2008-2009 hasta la 2013-2014, disputando 127 partidos.

«Para Venezuela es maravilloso que yo esté aquí, porque demuestra cuánto está creciendo nuestro fútbol. Las primeras sensaciones han sido muy positivas. Este club es una gran familia, lleno de grandes campeones. En cuanto escuché el nombre de la Juve no tuve dudas, porque aquí se juega para ganar», indicó el criollo que llevará el dorsal 28.

Pensamos que la llegada de Rincón a la Vecchia Signora, representa el paso más grande del fútbol venezolano, más allá de lo logrado por el mítico Juan Arango. El maracayero, que también fue capitán de Venezuela y jugó en Alemania, le abrió las puertas en el exterior al talento criollo, con su llegada al Mallorca en 2004.

Claro, todavía está por ver el rendimiento de Rincón y la trascendencia que pueda tener en la Juve, pero, al menos por nombre, está a nuestro juicio en uno de los equipos actuales del top 5 de Europa, luego de Barcelona, Real Madrid, Bayern Múnich y Atlético de Madrid.

Y pensar que veíamos lejano que un venezolano estuviera en un gran club europeo o en la Juve, algo que podíamos hacer realidad sólo en los mercados de fichajes de FIFA en el Play Station.

Ahora es realidad y Rincón deberá tener consistencia y aportar en un club busca su sexto título de liga consecutivo, lo que sería un récord absoluto en Italia, y trascender en la Liga de Campeones. Suerte, Tomás.

Foto: Juventus.

La crisis descose a la pelota

Tony Cittadino (Caracas).- Érase una vez que el beisbol profesional era la prioridad del venezolano entre octubre y enero. Los estadios lucían casi llenos, sin importar la ciudad del país. Las cosas han cambiado para esta temporada 2016-2017 de la LVBP y el ciudadano común piensa dos veces en gastar el dinero de la comida o medicinas en una entrada para el estadio.

Ya en la temporada pasada hubo un descenso en la asistencia del 26.54% y todo parece indicar que en esta campaña la cifra se podría duplicar. Los estadios de beisbol se van quedando vacíos y el promedio de asistencia hasta el viernes 3 de diciembre es de 5 mil 266 personas. El pasatiempo preferido ha pasado a otra etapa, en la que pareciera más seguro y accesible disfrutarlo por la televisión.

El problema para el fanático no es solo acudir al estadio, sino también consumir mientras disfruta del juego. En promedio, una persona debe asistir con 15 mil bolívares, lo que representa poco más de la mitad del sueldo mínimo (Bs. 27.091), sin contar el bono de alimentación (Bs. 63.720).

En el estadio Universitario una arepa cuesta 2 mil 500 bolívares y los pepitos van desde 3 mil 800 hasta los 6 mil. Además por cinco tequeños debe cancelar 2 mil 500 bolívares, 4 mil 500 por una hamburguesa y 3 mil 800 por unos burritos.

Los precios de alimentos, se suman a las entradas y cuesta ir al estadio.

En la temporada pasada, Leones vendió un total de 383 mil 221 entradas y tuvo un promedio de asistencia de 11 mil 613 boletos por juego. Fue el más alto de los ocho equipos. Este año suman 122 mil 733 entradas y el promedio es de 6 mil 819. En tanto, los Tiburones de La Guaira tuvieron el año pasado una media por juego de 7 mil 617 y ahora es de 5 mil 416.

Hasta el momento, el equipo que más boletos ha vendido es Navegantes del Magallanes: 185 mil 741, ante 300 mil 49 de la zafra pasada. El promedio de asistencia al José Bernardo Pérez de Valencia es de 8 mil 443 fanáticos y en la contienda anterior culminó en 9 mil 693. El club que este año ha llevado menor cantidad de aficionados es Bravos de Margarita con 77 mil 448 personas y un promedio de 3 mil 367 por juego.

Todo esto sin contar que vestirse con los productos oficiales de los equipos es otro lujo. Una camisa se consigue en 49 mil bolívares, cuando el año pasado costaba 23 mil, mientras que el valor de una gorra es de 25 mil bolívares, 15 mil más que la temporada anterior.

Algunos circuitos radiales también han tenido que recortar presupuesto, porque viajan con un solo grupo de narradores, comentaristas y locutores comerciales, cuando por lo general se hace con dos.

La logística también se ha visto afectada, con la reservación de hoteles y los viajes en avión. Incluso la publicidad se ha hecho por intercambio.

IR O NO IR
Uno de los fanáticos de los Leones fijos en el estadio Universitario es Rafael Acosta, quien considera que hoy en día es un lujo asistir a un juego de beisbol: «La entrada más económica para sillas vale 3 mil bolívares, la cerveza cuesta 600 bolívares y un shawarma de 4 mil 500 en adelante.

Si no tienes carro, debes pagar taxi y la carrera mínima está alrededor de los 2 mil 500 bolívares. Es decir, necesitas cerca de 15 mil bolívares para ir a un juego solo, algo que, por lo general, es inusual. Casi siempre vas acompañado», Rafael, quien recordó que el promedio es una cerveza por inning.

En los últimos años, Caracas siempre fue uno de los equipos que primero vendía los abonos y se agotaban. Por lo general, entre mayo y julio estaban con el proceso. Para esta campaña, iniciaron la venta en septiembre, en parte porque no se había llegado a un acuerdo por el arrendamiento del estadio con la Fundación UCV. Sin embargo, los precios pusieron al fanático en 3 y 2, a pesar de ofrecer combos y facilidades de pago. En campañas anteriores, el promedio de abonos vendidos fue de 9 mil, pero se comenta que este año no llegó ni a la mitad.

«Un duro golpe al bolsillo. En mi caso, varió de 13 mil bolívares que costaba el año pasado, a 120 mil bolívares para esta temporada. Tenía dos y sólo pude renovar uno, porque no me puedo quedar sin mi beisbol. Los precios están afectando fuertemente la asistencia al estadio este año. Yo que no falló un juego, te puedo decir, con propiedad, que la gran mayoría de veces está vacío», explicó Acosta.

No hace falta sacar muchas cuentas. Basta con ir a un juego en el Universitario o en cualquier estadio del país. Están tan vacíos, que parece la postal de un domingo del fútbol nacional. El promedio de asistencia bajó de forma alarmante, incluso en los Caracas-Magallanes.

Hasta hubo promociones de 2×1 en sillas verdes, algo impensable en la historia de estos clásicos. Parecía un chiste del «Día de los Inocentes». Más bien el estadio siempre se queda pequeño y los revendedores hacían de las suyas.

Esa oferta para los fanáticos, también las aplicaron en juegos contra Tiburones de La Guaira y en otros estadios.

Pues bien, para ese juego de los «Eternos Rivales» se vendieron 15 mil 796 entradas, que si bien es una buena cifra, está por debajo del promedio de 20 mil personas que solían asistir en años anteriores. En Valencia, la mejor asistencia fue 13 mil 507 y fue el domingo 27 de noviembre, en el último juego de la ronda regular en ese recinto frente a Leones.

«Eso es una consecuencia de lo que está pasando y me sorprendió. Era algo inimaginable y es complicado, porque está tocando con fuerza nuestra cultura, que es el beisbol.

Aparte de ser nuestro gran pasatiempo nacional, sirve de bálsamo a esta durísima situación país que estamos viviendo. Es muy triste. Yo iba a todos los juegos con mi papá el año pasado y este año fuimos juntos a uno. Pero así estamos y es un fiel reflejo de nuestra Venezuela y de lo que la han convertido», indicó Rafael Acosta.

ESTADIO SIN AGUA
Pero eso no es todo. La crisis del país también llegó por otro lado a los CaracasMagallanes y es que el pasado 1 de diciembre, el juego no se pudo disputar porque no había agua en el estadio Universitario. Una situación que no debería «extrañar» en un país donde los racionamientos de agua y luz se han convertido en algo «cotidiano». Para entonces, la causa fue un tubo roto cerca del estadio que Hidrocapital no pudo solventar ése día.

«Ciertamente era difícil e incómodo jugar. El estadio no contaba con agua en los baños, no solo para los peloteros, sino también para los fanáticos. Esto complicaba todo e imposibilitaba que se diera el juego», indicó el presidente del Magallanes, Roberto Ferrari, en un comunicado de prensa.

Pero el problema de asistencia no es solo en la capital. Por ejemplo, el pasado viernes 2 de diciembre, se vendieron 2 mil 632 entradas para el juego Caracas-Zulia en el estadio Luis aparicio «El Grande» de Maracaibo, el más grande del país en capacidad. El recinto tiene un aforo de 25 mil personas y llamó la atención porque los rapaces han sido líderes del campeonato en buena parte de la temporada. Esa fue la asistencia más baja en la serie de tres encuentros. Los otros dos días no aumentó mucho: 3 mil 391 el sábado y 3 mil 441 el domingo.

«Me parece un abuso que las entradas aumentaran casi mil por ciento con respecto al año pasado. La crisis económica del país hace que la familia no pueda disponer de ese dinero para gastar en entretenimiento, con el costo tan alto de la vida», sentenció alejandro Rodríguez, quien también es fanático de Leones y tiene 13 años como abonado.

Rodríguez considera que el aumento no se ve reflejado en el servicio y cree que también la seguridad es un factor clave, porque uno de los accesos al Universitario está cerrado por la ampliación de la autopista Valle-Coche, considerada por el ex ministro de transporte y obras Públicas, Haiman El troudi, como «la obra más importante de los últimos 40 años».

«Lo hemos hablado varios fanáticos, porque al tener cerrada la entrada por la parroquia (frente a la Universidad Bolivariana de Venezuela), hay que entrar por el estacionamiento estructural y es incómodo.

La plaza está muy sola y llegar a pie se dificulta. La gente prefiere ver el juego por televisión, además de que el Caracas no ha jugado bien esta temporada».

Con este panorama, luce difícil que la asistencia pueda tener un alza en la recta final de la temporada regular. Quizás algunos puedan darse un regalo con los aguinaldos, que no alcanzan para las hallacas, pero lo cierto es que la crisis también llegó al beisbol profesional venezolano..

El reto de la LVBP en un país en crisis

Tony Cittadino (Caracas).- Este jueves 6 de octubre arranca la temporada 71 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, con el gran reto de esquivar los malos pitcheos de la situación económica y la inseguridad. Los ocho equipos ya están listos para saltar al terreno y luchar por el título de la campaña que se jugará en honor de Doña Lilia Silva de Machado.

Pero, ¿quiénes son los dueños que están detrás de todo este negocio? Sí, porque al final el beisbol es un negocio. Dejando a un lado las pasiones y el fanatismo, del juego del bate y la pelota se desprenden miles de personas en nómina de forma directa o indirecta, que va desde el pelotero hasta el encargado de la limpieza en el estadio.

Desde que la LVBP se fundó en 1946 ha sido un negocio familiar, pero que ha ido creciendo con mayor fuerza y organización en este siglo. Parte de su éxito es que es una liga privada, que ha sabido tener éxito en los buenos momentos y temple en los difíciles. Además tiene un gran arraigo en la población, porque en nuestro país el beisbol es un fenómeno deportivo, social y cultural.

El gran vuelco en este negocio lo iniciaron los Leones del Caracas. Los melenudos, que desde el 8 de agosto de 1952 fueron manejados por las familias Morales y Prieto, pasaron el 18 de abril de 2001 a manos de la Organización Cisneros.

La venta generó un cambio organizacional que no sólo se vio reflejado en el terreno, con los títulos en las zafras 2005-2006 y 2009-2010 y la Serie del Caribe 2006, sino en la creación y reforzamiento de sistema de ligas menores, trabajo social y mercadeo. Eso sí, mucho mercadeo. El Caracas pasó a tener un conjunto de tiendas propias con ropa oficial del equipo, que se fue extendiendo con el pasar de los años por el resto de las franquicias.

Un modelo similar lo adoptaron los Bravos de Margarita. Los insulares aparecieron en la Liga en la temporada 2006-2007, luego de mudarse a Margarita y tomar el lugar de Pastora de Los Llanos, que jugaba en Araure. Tobías Carrero, dueño de Multinacional de Seguros, llevó adelante este proyecto que se ha ido asentado en la isla y buscando la identidad propia de los margariteños. No ha sido un trabajo fácil, pero han armado una organización profesional.

Por su parte, las Águilas del Zulia se mantienen como una empresa familiar, dirigida por décadas por la familia Machado. Igualmente sucede con Cardenales de Lara y la familia Oropeza, al igual que en su momento lo fueron los Tiburones de La Guaira con Pedro Padrón Panza.

Hay equipos que se manejan a través de la figura fundaciones y cuentan con el apoyo estadal. Los Tigres de Aragua, recientes campeones, son una muestra. Los felinos vivieron su época dorada del 2003 al 2011 con seis títulos y una Serie del Caribe en 2009. En su momento, eran presididos por Rafael Rodríguez Rendón y tenían el espaldarazo del gobernador de Aragua, Didalco Bolívar.

Sin embargo, problemas legales llevaron al ex pelotero Carlos Guillén al frente de los Tigres como presidente y la reestructuración organizacional, sumando, por ejemplo, al estelar David Concepción como vicepresidente. Los recursos otorgados por el gobernador Tareck ElAissami son parte fundamental del crecimiento de los felinos.

Los Navegantes del Magallanes también se manejan a través de una fundación y suelen contar el apoyo del gobierno regional. Si bien los turcos son un poco más independientes que sus vecinos, recordemos que años atrás el ex presidente Hugo Chávez pidió al entonces gobernador Luis Felipe Acosta Carles la expropiación del equipo. Por fortuna de todos, no sucedió.

Caribes de Anzoátegui es otro de los equipos que ha sabido manejarse y ha crecido como organización. Parte de sus ingresos también llegan por la gobernación y por el apoyo del ex grandeliga Magglio Ordóñez. La tribu se unió a los campeones de la Liga en las temporadas 2010-2011 y 2014-2015.

A ponchar la inseguridad

Uno de los puntos claves de esta contienda, es que todos los juegos en día de semana comenzarán a las 7:00 de la noche. La medida fue adoptada por todos los equipos de la Liga, luego de que en la zafra pasada aplicaran este experimento Caracas, La Guaira y Bravos. Los resultados fueron buenos, porque se redujo la hora de salida del estadio, factor que beneficia a los peloteros, los periodistas, los fanáticos y los trabajadores.

La grave situación con la inseguridad no le permite al venezolano ponérsela “bombita” al malandro. Por el contrario, como si se tratase de un bateador experimentado, el fanático intenta no hacer swing a pitcheos malos. Usa todas sus habilidades para resguardarse y que no lo ponchen parado.

El ministro de Justicia, Néstor Reverol y el ministro del Deporte, Mervin Maldonado, se reunieron hace dos semanas con los directivos de la Liga y de los equipos y quedaron en garantizar la seguridad, tanto fuera del estadio, como en las rutas en donde se dirijan los fanáticos y los equipos.

El secuestro y robo hace tres semanas por vía terrestre al equipo de fútbol nacional Trujillanos, prendió, nuevamente las alarmas. La mayoría de los equipos y circuitos de radio van de “rolling” a los estadios. Se trasladan en carretera y se viaja en avión cuando se va a los extremos del país: Zulia y Nueva Esparta, sede de Águilas y Bravos, por ejemplo. Claro, tampoco es que ir en avión es un lujo, porque actualmente hay menos vuelos y más retrasos que de costumbre. Ya en la temporada pasada hubo juegos que empezaron un poco más tarde porque los equipos o la cuarteta de árbitros llegaron tarde o el equipaje no llegó a tiempo.

Reto económico

La logística de los clubes también ha debido reorganizarse por los costos, tanto de viajes, como de alojamiento y comida. Varios directivos expresaron su preocupación durante los meses de julio y agosto, pues los hoteles ya no suelen ofrecer un presupuesto con antelación debido a la inflación.

De hecho, uno de los métodos de acuerdo es el intercambio por publicidad y negociar para cancelar los gastos. Esta fue una de las causas por las que se eliminó jugar el Round Robin en enero y se pasó a disputar series directas desde la temporada 2014-2015. Para los equipos era más sencillo cuadrar la logística semanal en dos ciudades, que hacerlo en tres o cuatro.

Y es que de la crisis económica del país no se salvó ni la pelota. El bajón del poder adquisitivo y la inseguridad, alejaron a los venezolanos de los estadios. La asistencia total a los siete parques durante la ronda regular fue de 1 millón 870 mil 698 personas, lo que representa una disminución de 26.54% con respecto a la campaña 2014-2015. Para entonces, asistieron 2 millones 235 mil 106 personas.

El equipo que menos entradas vendió fue Águilas del Zulia. Los números en el estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo reflejan que asistieron en ronda regular 173 mil 692 personas, es decir 55.87% menos que el año pasado.

El club que tuvo una menor disminución fue Leones del Caracas, con 9.57% menos boletos que en la zafra pasada. En la 2015-2016 la venta bajó a 397 mil 339 boletos. Las otras divisas que cerraron en rojo fueron: Caribes (-42,01%), Aragua (-37,98%), La Guaira (-35,12%), Lara (-15,03%) y Magallanes (-12,57%). El único equipo que pudo celebrar en medio de todo fue Bravos. Sus números se incrementaron en 24.86% y la asistencia mejoró a 163 mil 745 personas.

Como es costumbre, al menos en las últimas temporadas y por la limitación del control de cambio, el gobierno nacional entrega dólares preferenciales a los equipos para poder cubrir parte de los gastos que genera una temporada. El monto solicitado se ha mantenido cercano a los 12 millones de los verdes, que son aprobados muchas veces sobre la hora, pero siempre se liquida, a pesar de la molestia de otros sectores en espera de divisas, como la salud y alimentación.

Si bien el panorama para esta temporada no es muy alentado, los equipos deberán reinventarse para llevar a más venezolanos al estadio. Incluso el presidente de la Liga, Oscar Prieto Párraga, pidió a los equipos reinventarse para que los venezolanos vuelvan a los estadios.

En la campaña pasada, una persona debía llevar en promedio cerca de 12 mil bolívares, casi un sueldo mínimo de entonces, para disfrutar un juego e ir con lo justo: entrada, comida, bebida y transporte. El aumento de las entradas y los alimentos fue una de las quejas más comunes durante toda la contienda. Eso sin contar, que el precio de la mercancía original de los equipos también se disparó. Una camisa pasó de 3 mil 500 bolívares a 23 mil 500 y una gorra de mil 500 a 10 mil 500.

Este año no se conocen los precios completos de los productos, pero por ejemplo los abonos también se incrementaron. El más caro del Caracas (Palco de Terreno) está en 351 mil 536  bolívares, cuando en la 2014-2015 era de 92 mil 586. El más barato era las sillas verdes de estudiantes y pasó de 7 mil 160 bolívares a 61 mil 701 bolívares.

Lo que le espera al fanático y a los equipos no será fácil, porque las prioridades son otras. Pero, al final de todo, el beisbol profesional venezolano es la gran válvula de escape de tensión en nuestro país y la Liga es una de las instituciones más sólidas y con credibilidad de la nación. Algo que a estas alturas del juego, no todos pueden decir.

Así que desde esta noche comienza la fiesta nacional del país. Con un ojo se verá la pelota y, con el otro, el venezolano seguirá atento a los acontecimientos políticos y económicos diarios que quedan por delante.

Foto. Saúl Uzcátegui

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Importados pondrán sabor a la temporada

La temporada 2016-2017 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional contará con jugadores importados de gran cartel. La mayoría tiene experiencia en la pelota nacional y será un plus para los equipos. Caras conocidas como Austin Bibbens, Félix Pérez, Hassan Pena, Giovanny Urshela, Tiago Da Silva, Rangel Ravelo y Paulo Orlando, resaltan dentro del grupo.

Como de costumbre, los peloteros vendrán en dos avanzadas para jugar en la campaña. El cupo por cada divisa es de máximo nueve jugadores

A continuación, detallamos el listado de jugadores confirmados por cada organización.

Leones del Caracas:

Ruben Alaniz (L)

Henry Urrutia (OF)

Seth Frankoff (L)

Yandy Díaz (OF/INF)

Mark Montgomery (L)

Paul Voelker (L)

Félix Pérez (OF)

Joe Gardner (L)

Aharon Eggleston (OF)

Nyjer Morgan (OF)

Deunte Heath (L)

Navegantes del Magallanes:

Chris Leroux (L)

Hassan Pena (L)

Mitch Lively (L)

Matt Zielinski (L)

Gerardo Concepción (L)

Dustin Antolin (L)

Toru Murata (L)

Ariel Jurado (L)

Dayron Varona (OF)

Tommy Pham (OF)

Tiburones de La Guaira:

Greg Ross (L)

Pedro Echemendía (L)

Ryan Searle (L)

Wander Pérez (L)

Caribes de Anzoátegui:

José Julio-Ruiz (INF/OF)

Evan Reed (L)

Shane Youman (L)

Matt Tomshaw (L)

Emerson Landoni (INF)

David Kubiak (L)

Dennis Phipps (OF)

Patrick Johnson (L)

Kyler Newby (L)

Cardenales de Lara:

Paulo Orlando (OF)

Rangel Ravelo (IF)

Cedric Hunter (OF)

Tiago Da Silva (L)

Yoanner Negrín (L)

Dayan Díaz (L)

Hoby Milner (L)

Jorge Martínez (L)

Darren Ford (INF)

John Kuchno (L)

Mike Demark (L)

Águilas del Zulia:

Keith Couch (L)

Carlos Hernández (L)

Carlos Teller (L)

Julio DePaula (L)

Ernesto Frieri (L)

Tayron Guerrero (L)

Giovanny Urshela (IF)

Reynaldo Rodríguez (IF)

Shairon Martis (L)

Jason Leblebijian (INF)

Tigres de Aragua:

Austin Bibens-Dirkx (L)

Armando Rivero (L)

Tim Dillard (L)

Matt Sergey (L)

Scott Shuman (L)

Marcus Walden (L)

Dariel Álvarez (OF)

Bravos de Margarita:

Casey Lawrence (L)

Manny Corpas (L)

José Arredondo (L)

Matt Tracy (L)

Nick Greenwood (L)

Cody Decker (U)

Edwin Vassel (OF-INF)

Cade Gotta (OF)

Rudy Flores (OF)

Foto: César Quintero – Prensa Magallanes BBC

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