Volando alto: los Cardenales están en la final

Yelimar Requena – Prensa Líder en Deportes

Cardenales de Lara se sacó la espinita y venció 1-0 a Tomateros de Culiacán para avanzar a la final de la Serie del Caribe, San Juan, 2020.

Con una joya monticular de Logan Darnell, los crepusculares quedaron a un paso de su primer cetro caribeño, el octavo para un club venezolano.

El derecho silenció a la ofensiva azteca durante 6.0 innings, en los que permitió siete hits, no concedió boletos y ponchó a dos. Fue tan magistral su actuación y la del bullpen que los criollos solo necesitaron par de hits para amarrar la victoria.

Cardenales anotó su única rayita en la baja del tercer episodio con un doble de Wellington Dottel que remolcó a Gorkys Hernández.

José Ascanio, Francisley Bueno y Ricardo Gómez se combinaron para preservar la ventaja hasta el noveno inning, cuando asumió «El amolador» Pedro Rodríguez.

El apaga fuegos recibió un hit empezando el episodio, pero se afianzó en la defensa para sacar el cero. Un dobleplay y un rodado al campocorto sellaron la eliminación de los mexicanos.

Dulce venganza

Cardenales de Lara es el segundo equipo que avanza a una final, desde que ésta se comenzó a disputar en 2013 con el cambio de formato.

Los otros fueron los Tigres de Aragua en 2016, pero perdieron la corona, justamente frente a un equipo mexicano.

Por eso, y por la única derrota que sufrieron los larenses en el Todos contra Todos, el triunfo de este jueves sabe a gloria.

Cardenales está a un paso de hacer historia.

Foto: Líder en Deportes.

Cuba pagó caro su confrontación con la Confederación del Caribe

Yelimar Requena (Caracas).- El presidente de la  Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (CBCP), Juan Francisco Puello Herrera, aseguró que Cuba “no está invitado” a la próxima edición de la serie que se realizará en Mazatlán.

“En el 2021, van dos equipos, dos ligas invitadas, Colombia y Panamá, Cuba no está invitado”, sentenció el directivo sin ofrecer detalles del porqué de esta nueva ausencia.

Cuba no asistió a San Juan, Puerto Rico, por problemas de visado, pero eso nada tiene que ver con su presencia en México.

En ese sentido, es posible que la decisión responda al enfrentamiento que se dio entre la Confederación y la Federación Cubana de Beisbol, cuando estos últimos aseguraron que no se les facilitó el acceso a las visas. y por ello se les hizo imposible asistir al torneo.

En aquella oportunidad Puello Herrera se defendió, asegurando que el consulado norteamericano en República Dominicana ofreció todas las facilidades para que los equipos de Cuba y Venezuela tramitaran el documento.

Sostuvo, además, que la ausencia del equipo se debía a la negligencia de la federación cubana.

No se habló más del tema sino hasta este lunes cuando la Confederación confirmó la presencia de Panamá y Colombia en la serie de 2021, dejando claro que Cuba no está en sus planes futuros.

Malestar en la afición

Cuba, país fundador del Clásico Caribeño en su Primera Etapa (1949-1960), se perdió el evento en las primeras 44 ediciones de la Segunda Etapa (1970-presente), debido a la dictadura que arropa al país desde 1959.

Sin embargo, desde el 2014 los equipos cubanos participan en condición de invitados e incluso fueron campeones en 2015 con los Vegueros del Pinar del Río, precisamente en San Juan.

La posibilidad de que su ausencia sea definitiva preocupa a los amantes del buen beisbol, quienes habían recibido con buenos ojos su retorno al clásico caribeño.

Muchos cuestionan que su lugar lo tome Colombia, cuyo actual representante se despidió de la San Juan con récord de 0-5.

No obstante, la última palabra la tiene la Confederación, que ya dijo estar satisfecho con la actuación de ambos invitados (Colombia y Panamá) e incluso manifestó su intención de sumar a como miembros oficiales.

 

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Cangrejeros venció a Vaqueros y avanzó a semifinales

Cangrejeros

Yelimar Requena (Caracas).- Los Cangrejeros de Santurce hicieron respetar su casa y vencieron este martes 3-2 a los Vaqueros de Monteria (Colombia) para apuntarse a las semifinales de la Serie del Caribe, San Juan 2020.

Cangrejeros picó adelante en el segundo episodio con un rodado a primera base de Ozzie Martínez, pero los colombianos consiguieron empatar e irse arriba con una rayita el quinto y otra en el sexto episodio, gracias a un jonrón de Andy Vasquez y un sencillo de Jordan Díaz.

Martínez reapareció en la baja del sexto y empató las acciones con una línea al jardín central. Al inning siguiente, con las bases llenas y un out, Jonathan Morales fue golpeado y forzó la carrera del gane.

La victoria fue para Joshua Torres que sacó un importante cero en el octavo inning al retirar sin problemas a los dos batedores que enfrentó.

Por su parte, Anthony Vizcaya, cargó con la derrota al permitir la tercera anotación boricua en su relevo de dos innings y un tercio.

Con una jornada por disputar, los puertoriqueños completan el cuadro de semifinalistas junto a Cardenales de Lara, Toros del Este y Tomateros de Culiacán.

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¡Rumbo a semifinales!: Cardenales dejó en el terreno a Cangrejeros

Gorkys

Yelimar Requena (Caracas).- «Lo que es del cura va pa la iglesia», dicen siempre sonrientes quienes creen en el destino y la justicia divina. Muchos pensarán en aquel refrán al entender la victoria que obtuvo este lunes Cardenales de Lara 3-2 ante los Cangrejeros de Santurce en su tercer compromiso de la Serie del Caribe San Juan 2020.

Aprovechando la regla panamericana, que en caso de extrainning ordena empezar el episodio con corredor en segunda, Cardenales dejó en el terreno a los locales y se metió en semifinales.

Puerto Rico había conseguido irse arriba en la alta del décimo, aprovechando la mencionada regla y las pifias del arbitro principal que le perdonó el ponche a Jack López, que terminó remolcando a Rey Fuentes.

Pero tal y como lo han hecho toda la temporada, Cardenales siguió batallando.

En la baja del décimo, con las bases llenas sin outs, Juan Apodaca la rodó por tercera, dandole a los puertoriqueños la posibilidad de hacer el dobleplay soñado, pero la presión les jugó en contra.

René Reyes fue retirado en home, pero el out en primera no se completó porque el careta Jonathan Morales golpeó a Apodaca y desvió la pelota a los jardines, permitiendo que Adonis García anotara la carrera del empate.

Gorkys Hernández se metió hasta la tercera y, en un intento por ponerlo out, nuevamente la defensa boricua falló el tiro. El criollo se encaminó al home y, aunque no pudo llegar por interferencia, las reglas le otorgaron la base que sentenció el encuentro.

La victoria fue para el relevista Jesús Sánchez (1-0), que lanzó el décimo en relevo de Pedro Rodríguez, y el revés para Fernando Cruz (1-1).

Ya con la clasificación en el bolsillo, Cardenales jugará este martes su cuarto compromiso ante los Tomateros de Culiacán, representantes de México.

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Oswaldo Guillén disfruta ver a su hijo como manager en la Serie del Caribe

David Venn (LasMayores.com).- En nueve temporadas como manager de Grandes Ligas, Oswaldo Guillén ganó 747 partidos y, por supuesto, conquistó al Serie Mundial del 2005 con los Medias Blancas.

Desde sus tiempos en cuevas de las Mayores, el venezolano ha dirigido en su país con Tiburones de la Guaira, además de otras tantas funciones en el béisbol profesional. Sin embargo, afirma el también ex torpedero de Grandes Ligas que la primera vez que le salieron las lágrimas en un ambiente de juego fue el momento de ver a su hijo Ozney coronarse campeón el mes pasado como capataz de los Vaqueros de Montería en la liga de Colombia.

“Para mí, eso es más importante que la Serie Mundial”, dijo Ozzie, quien se encuentra con sus familiares en el Estadio Bithorn esta semana para presenciar la 62 Serie del Caribe, en la que Ozney dirige a los Vaqueros. “Yo nunca había llorado en un terreno de juego, para nada”.

Reveló el mayor de los Guillén que estuvo presente para los últimos partidos de los Vaqueros en la serie final en Colombia, donde el equipo de su hijo derrotó a los Gigantes de Barranquilla para titularse.

“Para mí, eso fue mundial”, comentó Ozzie, quien también afirmó que pocas veces le ha dado consejos técnicos a su hijo en torno a estrategia de juego. “Fue muy emocionante, porque sabía que el equipo de Montería venía peleando, nadando contra la corriente. En nuestras ligas hay que hacer tantos ajustes tan rápido. Para mí, lo de Ozney fue maravilloso, especialmente para mi familia. Siempre tú quieres que las cosas a tus hijos les salgan bien”.

Ozney viene de dirigir a nivel de Clase-A con la organización de los Astros en el 2019. Y en San Juan esta semana, se ha convertido en el manager más joven en dirigir en la Serie del Caribe, además de hacer historia al ser el primer piloto de un equipo colombiano en un Clásico Caribeño. Se ve claro su compromiso con el progreso del béisbol colombiano, que dio de qué hablar en el Clásico Mundial del 2017 al darles mucha lucha a las fuertes selecciones de la República Dominicana y los Estados Unidos.

El papá de Ozney comparte esa misión.

“Yo creo que Colombia está ahorita en un momento dando pasos fuertes y firmes”, dijo Ozzie. “Eso es muy importante para nuestro beisbol. Yo creo que el Clásico abrió las puertas. Vimos a Colombia compitiendo con estos monstruos dominicanos, (estadounidenses). Fue un abreboca para las cosas buenas que pueden pasar en ese país”.

Foto: Las Mayores.

Tomateros dominó a Cangrejeros y sumó su primera victoria

Yelimar Requena (Caracas).– Los Tomateros de Culiacán (México) vencieron este domingo 4-2 a los Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico) para sumar su primera victoria en la Serie del Caribe San Juan 2020.

Los puertorriqueños picaron adelante en el segundo inning con jonrón solitario de Jan Hernández, pero Tomateros montó una emboscada en la parte baja del tercer episodio y logró empatar con una rayita anotada por Juan Carlos Gamboa.

Dos innings más tarde, el jardinero Sebastián Elizalde sentenció la victoria azteca con cuadrangular de tres carreras.

Cangrejeros descontó en el sexto con una rayita, pero fueron controlados por el relevo y no volvieron a pisar la registradora.

La victoria fue para el abridor Manny Barreda (1.80), que en 5.0 innings completos permitió tan solo una carrera a pesar de tolerar cinco inatrapables y repartir hasta tres boletos.

Por su parte, el boricua Giovanni Soto (6.23) cargó con el revés tras aceptar cuatro carreras en apenas cuatro entradas y un tercio.

Tanto Tomateros como Cangrejeros quedaron con récord de 1-1, al igual que los Astronautas de Chiriqui (Panamá) que a primera hora vencieron a los Vaqueros de Montería (Colombia).

Este lunes, Tomateros reta a Astronautas y Cangrejeros recibe a los Vaqueros..

Una cobertura especial de la Serie del Caribe Margarita 2010

Tony Cittadino (Mallorca).- Diez años han pasado desde que tuve la oportunidad de asistir a la Serie del Caribe Margarita 2010, como enviado especial del Diario TalCual. Una oportunidad fascinante, que me permitió crecer como periodista y de la que siempre estaré agradecido con todas las personas que lo hicieron posible. Pero, en especial, con Teodoro Petkoff.

Desde que comenzó el round robin de la temporada 2009-2010 de la LVBP, se perfilaba la posibilidad de que se realizara la tercera final entre los “Eternos Rivales”. Caracas y Magallanes venían de una ronda regular espectacular, en la que finalizaron igualados en el primer lugar, con marca de 41-22. Fueron los dos equipos más dominantes y con el mejor material disponible. Tenían un trabuco.

Para entonces, recuerdo las charlas diarias con mi jefe y gran amigo, el coordinador de deportes, Héctor Becerra. A medida que se acercaba la Gran Final,  la tesis tomaba fuerza y eso, además, emocionaba a Teodoro. Un fiebrúo de la pelota, que también se atrevía a soñar. “Una final Caracas-Magallanes y, de paso, el campeón estará en Margarita. Tenemos que ir. Vamos a ver”, opinaba al final de la tarde, cuando el cierre del periódico estaba hecho.

TalCual es un diario pequeño, hoy reducido a página web por la dictadura venezolana, que no ha podido silenciarlos. Y tampoco podrá. Sin embargo, para entonces, todavía se podían buscar recursos, a pesar de las limitaciones financieras existentes. Era algo en lo que no se escatimaban recursos. Se trabajaba con las uñas, pero uno era feliz.

Minutos después de que cayó el out 27 del séptimo juego de la Gran Final, que le dio al Caracas al título 20 de su historia (17 como Leones, 3 como Cervecería), me llamó Becerra para saludarme y hablar de la final. Una serie que disfrutamos hasta en el Universitario, con los jonrones de Grégor Blanco y Jackson Melián. “Bueno, Tony, prepara las maletas porque te vas a Margarita con los Leones”, me soltó con gran entusiasmo. “Conseguimos alguito para que te puedas ir. Teodoro y Freddy Núñez  hicieron unas gestiones, pero prepárate”, me reafirmó.

Mi alegría no podía ser mayor. Esa llamada jamás se me olvidará. Cinco meses antes había asistido a Puerto La Cruz como enviado especial para cubrir a la Vinotinto en el juego del Premundial ante Perú. Esto representaba un reto, porque además era una semana entera. Pero, como sarna con gusto no pica, me lo tomé como un premio. Tenía 23 años y estaba por graduarme. Quería comerme el mundo. Siempre he pensado que es una fortuna que te paguen por hacer lo que te gusta. Eso lo reafirmo 10 años después, que estoy fuera del país, trabajando en un supermercado, pero metiéndole el pecho a mi proyecto de la página web.

Comienza la aventura

El lunes 1 de febrero estábamos con el fotógrafo Saúl Uzcátegui en el terminal de autobuses en Bello Campo, ubicado en Chacao, para salir por tierra rumbo a Puerto La Cruz. El viaje duró unas seis horas, pero fue tranquilo. Ya en el estado Anzoátegui, tomamos el ferry Carmen Ernestina para llegar en unas cuatro horas a Margarita.

El ferry tenía capacidad para 800 pasajeros y 200 vehículos. Esto fue un año antes de que la revolución bolivariana expropiara la empresa y, como todo lo que toca, acabara con ella. El ferry se hundió parcialmente a mediados del 2016 y otros de la reconocida flota en 2018.

En la embarcación se encontraba el ex pelotero y coach de bateo de los Leones, Antonio Armas, quien no viajó con el equipo en avión en horas de la mañana de ese lunes desde la capital, porque se encontraba en su natal Puerto Píritu disfrutando de dos días libres con su familia.

Armas fue reconocido por los pasajeros y, como era de esperarse, más de uno aprovecho la ocasión para tomarse fotos y pedirle autógrafos. “Las dos Series del Caribe que ganó el Caracas fueron importantísimas y recordadas con gran cariño”, dijo quien participó como jugador en Hermosillo 1982 y como coach de bateo en Maracay-Valencia 2006.

“Del 82 recuerdo un juego que ganamos con una carrera mía en 11 entradas contra Leones del Escogido. La de 2006 fue especial porque fue de forma invicta y ante nuestro público, pero creo que siempre ganar es emocionante porque uno representa al país con orgullo”, comentó mientras estaba sentado en una mesa.

A las 9:00 de la noche estábamos ya instalados en el Hotel Margabella, donde nos atendieron de maravilla y donde habían turistas italianos, dominicanos y boricuas, todos interesados en el evento que comenzaría un día después.

La rutina diaria era salir a las 9:00 de la mañana para desayunar empanadas y  conocer la isla, luego regresar a almorzar y salir al estadio a las 3:00 de la tarde, para cubrir las prácticas y conseguir información antes del juego nocturno. No llegamos a asistir al primer juego de cada día, que era en la tarde. El regreso al hotel dependía de la hora en la que terminara el juego, pero por lo general era entre la 1:00 y 2:00 de la madrugada.

Tenía asignada una página fija, en la que debía tener una noticia principal, una secundaria y una columna, que llamé Pelota Caribe. Además enviaba información extra para otra página, en la que por general se informaba de la previa del partido del día de Leones en la Serie del Caribe.

Fue una semana intensa e interesante. De mucho aprendizaje y en la que además tuve tiempo de hacer un trabajo especial de la Casa de la Cultura en Porlamar y otro de dos entregas del Centro Nacional de Alto Rendimiento de la FVF, con una entrevista exclusiva con el otrora presidente, Rafael Esquivel.

Además de la posibilidad de conocer a periodistas de talla internacional, como el dominicano Enrique Rojas de ESPN. También a peloteros como el para entonces prospecto dominicano de los Mets de Nueva York, Fernando Martínez, que jugó con Leones del Escogido y terminó siendo el Jugador Más Valioso del torneo. El pelotero también se había uniformado con Leones en el round robin de la 2008-2009.

Igualmente estaba el manager de los dominicanos, el ex pelotero estadounidense Ken Oberkfell, quien fue campeón en ese torneo y también en 2012 con Escogido. Otros jugadores eran el mexicano Carlos Gastelum, el americano Kevin Barker, el dominicano Ramón Santiago y el experimentado manager Max “Mako” Oliveras, que estuvo dirigiendo a los Indios de Mayagüez. El estratega fue campeón con los Cangrejeros de Santurce en las ediciones de Mazatlán 1993 y Santo Domingo 2000 (invicto).

En ese viaje, tuve al mejor compañero posible. Saúl, que siempre está de buen humor, era un bromista natural. Pero, al mismo tiempo, una persona muy seria en su trabajo y gran profesional. Con él, puedes hablar de lo que sea.

Siempre daba un consejo personal y laboral. Creo que de mis casi cinco años en el periódico como redactor fijo, fue el mejor fotógrafo con el que trabajé, con el permiso del resto de los colegas que también hicieron muy bien su trabajo. Nos entendíamos a la perfección y era gracias, además, a la infinidad de pautas de deportes a las que asistimos. En especial, la LVBP.

Pero también, Saúl era una persona con la que había que tener cuidado. De repente ibas al Sambil en Margarita y te decía: “Párate aquí, para tomarte una foto y mandársela a los panas de redacción y a tus viejos. Ya va. No te muevas. Un poco más a tu derecha. Ahí”. Cuando veía la foto, estaba debajo de una puerta de acceso al centro comercial y de un letrero que decía “Parguito”. Obviamente tomó la foto y cortó el nombre completo, que era Playa Parguito.

Pero, el momento más memorable, fue una noche en la que no fuimos al estadio porque ya teníamos el material completo para el día domingo. Salí de la ducha con una toalla rosada, que me llevé de mi casa a última hora y cuando me percaté, él estaba muerto de la risa con el teléfono en la mano. La foto recorrió toda redacción, con la complicidad de Alejandro Chacón. Al final, reímos los dos y es una anécdota que hasta hoy seguimos recordando con mucha risa y aprecio.

El regreso a Caracas fue igual por ferry y vía terrestre el lunes 8 de enero, con la satisfacción de haber hecho un gran trabajo. En el autobús íbamos contando anécdotas y soñando con la posibilidad de asistir un día al Spring Trainning en Grandes Ligas.

Diez años después, mantengo el contacto con Saúl, con mi gran amigo Héctor y también los buenos amigos y colegas del periódico. También continúo con las ganas intactas de seguir creciendo profesionalmente, aunque esté lejos de mi país. Nunca será tarde, para volver a intentarlo con mi casa, el Diario TalCual. Dios mediante, será en una Venezuela próspera y en libertad.

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Toros del Este doblegó a Tomateros de Culiacán en duelo de pitcheo

Yelimar Requena (Caracas).- Si hay un equipo que desde diciembre ya se veía en San Juan, Puerto Rico, disputando la Serie del Caribe, ese es Toros del Este. Los dominicanos, que el año pasado perdieron la final ante Estrellas Orientales, prometieron sacarse la espinita en esta 2019-2020 y vaya que han cumplido.

En su liga fueron los primeros clasificados a enero y una vez ahí nadie los detuvo. Son unos temibles competidores y hoy demostraron su superioridad en El Caribe al imponerse en su debut 2-1 ante los Tomateros de Culiacán representantes de México.

El cubano Yunesky Maya (1-0) lanzó cinco entradas en blanco, en las que apenas permitió dos imparables y abanicó a cinco para encaminar la primera victoria de los azucareros.

Abraham Almonte, con doble, y Diego Goris, con sencillo, se combinaron para remolcar en el tercer inning las únicas dos carreras que los dominicanos pudieron fabricar pese al descontrol de Manny Bañuelos (0-1) , que terminó cargando con el revés.

En la baja del noveno, los mexicanos descontaron con una rayita, pero el bullpen de Toros respondió y pudo preservar la victoria.

Este domingo, Toros recibe a los venezolanos Cardenales de Lara en el último juego de la jornada.

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Siete títulos criollos en la historia de la Serie del Caribe

Tony Cittadino (Mallorca).- Navegantes del Magallanes, Leones del Caracas, Águilas del Zulia y Tigres de Aragua, son los equipos venezolanos que han tenido la fortuna de titularse en la Serie del Caribe. Siete títulos que han dejado en alto a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional y que recordamos en este trabajo especial.

Magallanes, (Caracas 1970)

Los Navegantes ganaron la primera Serie del Caribe para Venezuela con el cubano Carlos “Patato” Pascual como estratega. Este torneo se disputó en el estadio Universitario y marcó el inicio de la segunda etapa del clásico, que se jugó con tres equipos, porque no participó el campeón de México.

Los turcos alcanzaron el campeonato en el último y séptimo juego ante los Leones de Ponce. El antesalista Dámaso Blanco abrió el noveno tramo con hit a la izquierda y llegó a la segunda base por error en tiro del jardinero. Avanzó a tercera con sacrificio del pitcher cubano-venezolano Aurelio Monteagudo y anotó la histórica rayita de la victoria con roletazo del “Maestro” Gustavo Gil por los lados del campocorto que se coló a los jardines.

La victoria venezolana no se hubiese podido concretar sin una magistral jugada defensiva de Blanco. En la parte alta del noveno y con hombre en la esquina caliente, se produjo un squeeze play que frustró el antesalista al tomar la bola con la mano limpia y tirar perfecto al plato para reventar al corredor boricua.

Magallanes, (San Juan 1979)

El segundo título para el país también fue cortesía del Magallanes, en una competición en la que jugaron los equipos campeones de República Dominicana, Puerto Rico, México y Venezuela. El elenco criollo estuvo dirigido por el manager-jugador estadounidense Willie Horton, el “Brujo”, así llamado por su manera poco convencional de dirigir pero que casi siempre le daba resultado.

Los eléctricos comenzaron justa disputada en el estadio “Hiram Bithorn” perdiendo ante el club dominicano Águilas del Cibao 1-0 en un duelo de lanzadores entre Allan Wirth y el quisqueyano Nino Espinoza, pero luego ganaron cinco en fila para alzarse con el trofeo.

En el sexto y decisivo choque frente a los Mayos de Navojoa, titular mexicano, un jonrón del jardinero Mitchell Page en la apertura del noveno ante Enrique Romo, con dos en hombres en base, decretó el triunfo por 9-6. El pitcher ganador fue Manuel Sarmiento, quien en total se anotó dos victorias en la Serie.

Caracas, (Hermosillo 1982)

Los Leones asistieron al estadio “Héctor Espino” de Hermosillo como campeones de Venezuela por tercer año consecutivo y se titularon de la mano de Alfonso “Chico” Carrasquel, primer estratega criollo en lograr una corona caribeña.

Los melenudos presentaron un equipo balanceado, con una toletería de poder encabezada por el jardinero Antonio Armas, el desaparecido receptor mirandino Baudilio Díaz y el utility Luis Salazar, refuerzo de los Tiburones de La Guaira, y un cuerpo de pitcheo dominante que les permitió ganar cinco de sus seis desafíos, liderado por el grandeliga larense Luis Leal.

Los serpentineros del equipo nacional implantaron un récord de 25 ceros consecutivos, dejando atrás los 24 logrados por los tiradores del Cienfuegos de Cuba en Panamá 1956.

La única derrota caraquista concluyó con marcador de 7-1, propinada por el conjunto de Ponce en el tercer juego. El sexto duelo lo ganaron 2-1 con soberbia actuación de Leal, tomado como refuerzo de los Cardenales de Lara, y un oportuno cuadrangular de Díaz.

Zulia, (San Juan 1984)

Bajo la tutela del manager mexicano Rubén Amaro, el Zulia logró su primera Serie del Caribe en su primera presentación en el torneo, jugado en el estadio “Hiram Bithorn”. Los rapaces ganaron en fila los cinco primeros cotejos y sólo perdieron el sexto, cuando ya habían asegurado el campeonato.

Su primera victoria fue ante Tigres del Licey (República Dominicana) con pizarra de 4×2, gracias a la actuación de Leonel Carrión (3-3, HR, 2CA, CI) y Jerry White (5-3). La victoria fue para Derek Botelho.

En su segunda aparición Zulia dio cuenta de los Indios de Mayagüez (Puerto Rico) 4×3. Luis Leal, otra vez de refuerzo, lanzó completo y abanicó a 13 rivales. El mejor al bate fue José Leiva (4-1, 2CA, CI).

En el quinto choque doblegaron a Mayagüez por 3-2. Manuel Luna lanzó siete entradas y el cerrador panameño Porfirio Altamirano salvó su tercer juego del certamen. En ese partido los mejores con el bate fueron Leonel Carrión (3-2, CA) y Johnny Paredes (3-3, CI).

El ahora manager de los Indios de Cleveland, Terry Francona, fue clave en el tercer triunfo ante los Cañeros de Los Mochis (México) al conectar de 4-3 y remolcar dos rayitas.

Zulia, (Mazatlán 1989)

Las Águilas fueron a su segunda Serie en México y no defraudaron dirigidos por el estadounidense Pete Mackanin. Comenzaron su ruta triunfal en el estadio “Teodoro Mariscal”, ganando frente a las Águilas de Mexicali por 5-4 en un choque que marcó, para ese momento, récord de duración con 4 horas y 20 minutos.

El duelo se decidió en el octavo tramo con imparable de Norman Carrasco que envió al plato a Gustavo Polidor, dos refuerzos de los Tiburones de La Guaira.

En el segundo cotejo, el elenco venezolano debió disputar 16 entradas para derrotar 3×2 a los Leones del Escogido (República Dominicana). En ese partido se implantaron marcas de innings jugados y de tiempo de duración (5 horas y 14 minutos). Carlos Quintana acabó con el maratón al conectar doble que impulsó desde la primera base al otrora estratega de los Yanquis de Nueva York, Joe Girardi.

El relevista Manuel Sarmiento se adjudicó la victoria. Tres de las victorias zulianas se decidieron en entradas extras, incluyendo la del quinto juego que les dio el título. Polidor fue el héroe al sonar jonrón solitario en el capítulo 13 que sentenció el desafío. Girardi despachó de 6-3 en el choque definitorio del evento.

Caracas, (Maracay-Valencia 2006)

El Caracas, dirigido por el piloto interino Carlos Subero, volvió a la Serie tras 11 años de ausencia. Esta versión del clásico fue la primera que se jugó en dos sedes alternas (Maracay, estadio “José Pérez Colmenares”, y Valencia, “José Bernardo Pérez”) y también la única hasta ahora que vio titularse invicto a un club venezolano.

Los melenudos ganaron su primer juego por paliza a los Venados de Mazatlán (México) con pizarra de 17×1 en el “José Bernardo Pérez”. La victoria se la anotó el zuliano Géremi González y el receptor cumanés Ramón Hernández se convirtió en el primer toletero que bateaba la escalera en la historia del evento, ligando de 6-4 con tres anotadas y cinco impulsadas.

El último y crucial encuentro ante los Tigres del Licey, el campeón dominicano que buscaba ganar para forzar un juego extra, se decidió dramáticamente por 5-4 en el cierre del noveno.

Caracas llegó a ese capítulo perdiendo por dos carreras, pero tras igualar a cuatro y con Álex González en la inicial, el veterano Henry Blanco dio fácil elevado detrás del campocorto Erick Aybar, a quien la bola inexplicablemente le cayó en la cabeza y rodó hasta el jardín izquierdo, permitiendo la anotación de González en medio de la total algarabía.

Aragua, (Mexicali 2009)

El conjunto de Buddy Bailey, que para ése entonces, llegó a Mexicali para representar a Venezuela en la Serie por quinta vez en los últimos seis años, ganó sus primeros cinco choques para alzarse con el trofeo.

En el primer encuentro Aragua derrotó a los dominicanos Tigres del Licey con pizarra de tres carreras por dos, sobresaliendo con el madero Luis Maza, quien se fue de 5-4 con dos dobles y dos impulsadas. El juego lo ganó Ronald Belisario (tomado de los Tiburones) en relevo y el salvado se lo acreditó Francisco Buttó, quien abanicó a los tres bateadores que enfrentó.

Los campeones venezolanos superaron a los Venados de Mazatlán (México) por blanqueo de una por cero en el segundo cotejo, que se decidió en la undécima entrada con jonrón de Héctor Giménez para dejar en el terreno a los locales. Jackson Melián, refuerzo de los Leones del Caracas, y Wilson Ramos, conectaron de 4-2.

En el quinto choque, Aragua volvió a superar a los anfitriones con marcador final de cinco por tres para alcanzar la corona. En la séptima entrada de ese juego decisivo, los Tigres anotaron tres carreras que marcarían la diferencia. Maza, Selwyn Langaigne (Cardenales de Lara) y Raúl Chávez, fueron claves con el bate y Buttó se acreditó su cuarto juego salvado para establecer un nuevo récord de rescates en el torneo.

 

Foto: AFP.

La Serie del Caribe, un torneo que se reinventa para no morir

Tony Cittadino (Mallorca).- La Serie del Caribe es uno de las competiciones más antiguas y de tradición del deporte latinoamericano. Por sus torneos han pasado infinidad de peloteros, managers, directivos y periodistas, que han hecho de este certamen un clásico que, a pesar de los percances, es esperado año tras año a comienzos de febrero.

Si hay dos personas que la conocen casi a fondo son Rubén Mijares y Óscar Prieto Párraga. Ambos fueron entrevistados para un trabajo especial del Diario TalCual en 2010 y aseguraban que las cosas han cambiado para bien. Los motivos van desde la organización del torneo, hasta los lazos que unen a las diferentes ligas del Caribe.

“Luego de una temporada tan larga, la Serie del Caribe siempre ha sido como un premio. Es el postre después de la cena. La época perfecta para reencontrarse con viejos amigos y hacer nuevos. Es una fiesta. Su aporte ha sido de gran significación para la pelota”, dijo Prieto, quien fue, para entonces, asesor deportivo de los Leones del  Caracas y, en su momento, un importante dueño de los melenudos.

Prieto es una de las personas que más puede hablar con conocimiento de causa. Su padre, Óscar Prieto, fue uno de los promotores, junto con Pablo Morales, del clásico caribeño que nació en 1949 con el espíritu de integrar a las naciones beisboleras del área anualmente.

“La Serie del Caribe no es tan mala como la pintan. Fíjate, se está jugando desde 1949 y sigue ahí. A pesar de la pausa que hubo en los años 60, se celebra aún con el mismo formato”, expresó el odontólogo de profesión y agregó: “Mi papá vivía por el beisbol y el mejor ejemplo que podía dar era trabajando. Cuando no se jugó, no descansó hasta que se reanudara. No podía estar tranquilo”.

Mijares fue un reconocido cronista que falleció en 2018 y ocupó diversos cargos en equipos de la LVBP. Para entonces, decía que los directivos y equipos tienen fuera del terreno otra visión de la competición, adaptada además a las nuevas generaciones y a las facilidades que ofrece el siglo XXI.

“La Serie reúne a todos los amigos y directivos de las diferentes ligas y todo transcurre en un clima bastante agradable. Ya no es como antes, cuando los clubes iban a pelear por el pago de las comisiones. Ahora se preocupan por tener comodidades y estar en un buen hotel”, comentó con la sobriedad que le caracterizaba.

Otro punto en el que hacía hincapié, es que la Serie del Caribe podría ser mejor y recuperar su época dorada, si los jugadores de jerarquía aceptaran participar más a menudo y si cesa la presión que ejercen sobre ellos las organizaciones de las Grandes Ligas a las que pertenecen.

En constante evolución

El origen de la Serie del Caribe se remonta a 1948 con la creación de la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (CBPC), conformada por las ligas de Cuba, Panamá, Puerto Rico y Venezuela. Sus promotores en el país fueron los publicistas y locutores Pablo Morales y Oscar “Negro” Prieto, futuros propietarios de los Leones del Caracas.

Según el libro Serie del Caribe 1988, del general José Antero Núñez, el 21 de agosto de 1948 se firmó en Miami el acuerdo que dio pie a la justa, suscrito por Cuba (Miguel González, Florentino Pardo y Emilio Armas), Panamá (Eric Del Valle), Puerto Rico (Jorge Córdova y Eduardo Santiago) y Venezuela (Sebastián Ardiles y Felipe Huizi). La primera edición se disputó en La Habana 1949, ganada por los anfitriones Alacranes del Almendares con Fermín Guerra como manager.

La última con los países originales se jugó en 1960, ya que de 1961 a 1969 no hubo torneo por la desaparición de la pelota profesional en Cuba y el declive de la liga panameña. En 1970 se reanudó el evento en la llamada segunda etapa, que vio a Venezuela alcanzar su primer título ese mismo año (Navegantes del Magallanes) y la adición de  República Dominicana y México en 1971.

La sede se la alternaba un país cada cuatro años e, incluso, se disputó en Miami en las ediciones de 1990 y 1991. Por primera vez salía del Caribe, para jugarse en Estados Unidos. Toda una novedad. Se jugó en el Orange Bowl, un estadio de fútbol americano que fue adaptado al beisbol. En ese momento, no se había dado la expansión en las Grandes Ligas, que llevó al nacimiento en 1993 de los Marlins de Florida, club que en 2012 se pasó a llamar Marlins de Miami. El reciento fue demolido y fue construido el Marlins Park, la casa de los Marlins.

En el año 2013 se comenzó a jugar con un nuevo formato. Al tradicional “todos contra todos”, se le agregó un juego final entre los dos mejores clasificados y participaron: Leones del Escogido (República Dominicana), Yaquis de Ciudad Obregón (México), Navegantes del Magallanes (Venezuela) y Criollos de Caguas (Puerto Rico).

En esa edición, Escogido finalizó en el primer lugar con marca de 5-1 y Obregón en el segundo, con balance de 3-3. En la final, los mexicanos se impusieron cuatro carreras por tres, en un histórico juego que se extendió por 18 innings.

Un año más tarde, se volvió a cambiar el sistema de juego. La pelota cubana volvió como invitada al torneo para la edición de 2014, realizada en la Isla de Margarita. Para entonces, se mantuvo el “todos contra todos” con cinco equipos y seis juegos para cada uno. El último equipo de la tabla quedaría eliminado.

Los participantes fueron: Navegantes del Magallanes (Venezuela), Indios de Mayagüez (Puerto Rico), Naranjeros de Hermosillo (México), Tigres del Licey (República Dominicana) y Naranjas de Villa Clara (Cuba).

Se pasó a disputar una semifinal entre el primer clasificado (Magallanes) contra el cuarto (Mayagüez) y el segundo (Hermosillo) ante el tercero (Licey). Los ganadores fueron los boricuas y mexicanos y el campeón en la final resultó ser Hermosillo.

Llegan Panamá y Colombia

El formato de juego y con cinco equipos se mantuvo hasta 2019, cuando la Confederación se vio obligada a realizar cambios a última hora. La crisis política y social que vive Venezuela, obligó a los organizadores a cambiar la sede, que originalmente era Barquisimeto.

El torneo se disputó en Panamá, por primera vez desde 1956, aunque la idea era incluir al país en 2020. Los equipos participantes fueron: Leñadores de Las Tunas (Cuba), Charros de Jalisco (México), Toros de Herrera (Panamá),  Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico), Estrellas Orientales (República Dominicana) y Cardenales de Lara (Venezuela).

Las novenas fueron divididas en dos grupos de tres equipos cada uno. Cada club disputó par de juegos ante su rival. Leñadores comandó el grupo A con marca de 2-2 y un diferencial de carreras de +3 y Toros el grupo B con balance de 3-1. Ambos se enfrentaron en la final y la ganaron los Toros, siendo el primer equipo panameño campeón desde que se disputa la segunda etapa. El último monarca de ese país fue Carta Vieja Yankees en 1950, un año después del estreno del certamen.

Ahora en 2020 se vuelve a cambiar el formato, regresando al “todos contra todos” de un juego contra cada rival. Los cuatro mejores pasarán a la semifinal, midiéndose el primero de la tabla ante el cuarto y el segundo versus el tercero. Además será la primera vez en la que se realicen tres encuentros diarios, en lugar de los dos habituales.

Al disputarse la serie en San Juan de Puerto Rico, los clubes necesitan visado de Estados Unidos, por ser éste un estado libre asociado. Por esa razón, se excluyó a Cuba y se le extendió la invitación a Colombia, liga a la que desde hace años estaba en los planes incorporar.

Los participantes en esta edición serán: Cardenales de Lara (Venezuela), Vaqueros de Montería (Colombia, casualmente dirigido por Ozney Guillén, hijo de Oswaldo Guillén), Astronautas de Chiriquí (Panamá), Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico), Toros del Este (República Dominicana) y Tomateros de Culiacán (México).

Así las cosas, todo está listo para otra edición de la Serie del Caribe, el tradicional torneo de pelota caribeña que se vuelve a reinventar para no morir..