Los Rams se proclamaron campeones en casa

Rams

Jaime Dávila | AS.com.- Cuando en póker se hace un ‘all in’, el jugador lo hace sabiendo que no hay margen de error. Si sale bien, toca la gloria. Si sale mal, se acabó lo que se daba. Este movimiento del juego de cartas es lo que hicieron Los Angeles Rams en la NFL. Apostaron todo lo que tenían para ganar una Super Bowl a corto plazo. Y les ha salido bien. En la pasada madrugada, los angelinos se han proclamado campeones de la liga al vencer en la final por el título a los Cincinnati Bengals por 23-20 en un apretado y emocionante final, decantado por la rocosa defensa de los Rams y un sobresaliente Cooper Kupp, elegido MVP del partido.

Con un futuro hipotecado, esta era la oportunidad de oro para los Rams. Llevaban tiempo dejando claro que querían ganar la Super Bowl, haciéndolo además lo antes posible. Para ello, comenzaron a juntar a varias de las estrellas de la liga: llegaron Jalen Ramsey, Von Miller, Matthew Stafford, Odell Beckham Jr, y mantuvieron a otras como Aaron Donald o Cooper Kupp. A cambio, en los traspasos tuvieron que sacrificar muchas elecciones de Draft. Desde 2017 hasta 2024, los Rams no poseen ninguna selección de primera ronda. De hecho, en el próximo Draft solo tienen una elección en las primeras cuatro rondas. Con el futuro siendo incierto, sólo valía el triunfo para que todos los movimientos cobrasen sentido.

Conscientes de ello, los Rams salieron a la Super Bowl a por todas. Con más de 100.000 espectadores en la grada, el SoFi Stadium de Los Angeles acogía la final. Es la casa habitual de los Rams, aunque en el partido fueron visitantes. De hecho, es tan solo la segunda vez en la historia en la que un equipo juega la Super Bowl en su estadio, y en ambas se hizo valer ese “factor campo”.

El encuentro arrancó bronco, con ambos equipos tomándose las medidas. El primer golpe lo asestó Los Angeles, con un gran pase de touchdown de Stafford para Odell Beckham Jr. Pronto se quitaron los nervios Burrow y sus Bengals con un gran drive, aunque tuvieron que conformarse con tres puntos ante la sólida defensa angelina. Pero los Rams estaban siendo superiores en el tramo inicial, y lo confirmaron con el segundo touchdown de la noche, esta vez con otro buen pase de Stafford hacia Cooper Kupp, fiel a su cita con los puntos. El partido cogía un feo color para los Bengals, pero su creatividad tuvo premio. En una jugada de engaño, Burrow le entregó el balón a Mixon en lo que parecía una jugada de carrera, pero el corredor sorprendió lanzando un pase de touchdown para Tee Higgins.

Los Bengals volvían a estar en el partido, y llegaba una terrible noticia para los Rams. En una sencilla recepción, Odell Beckham Jr. apoyó mal su rodilla, dejando al receptor fuera para el resto del encuentro. Desde ahí, el ataque de Rams no volvió a ser el mismo. Stafford fue interceptado cuando buscaba su tercera anotación en la primera parte. Solo la discreta actuación ofensiva de los Bengals, marcada por el gran aislamiento al que fue sometido Chase, permitió que los Rams se fueran con ventaja de 13-10 al descanso. Era turno para la actuación de Dr. Dre, Mary J. Blige, Snoop Dogg, Kendrick Lamar y Eminem, en un gran homenaje al hip-hop de la costa oeste de hace ya tres décadas.

Cincinnati había demostrado en estos playoffs que sus ajustes en el descanso surtían efecto, y esta vez no fue menos. En la primera jugada tras volver de vestuarios, Burrow conectó con Higgins, quien se deshizo de Jalen Ramsey para anotar un touchdown de 75 yardas, el segundo para el receptor en esta Super Bowl. Cincinnati tomaba ventaja por primera vez en el encuentro, y el nerviosismo en los Rams aumentaba cuando, en la siguiente jugada, Stafford era interceptado por segunda vez. Hasta entonces, la línea ofensiva de Cincinnati estaba aguantando, algo que no se preveía. Pero fue en este momento cuando se cumplieron las previsiones y Donald, Miller y compañía comenzaron a masacras a Burrow.

El joven quarterback recibió hasta siete sacks, igualando el récord histórico en una Super Bowl. En lo que ambos equipos intercambiaban field goals, Burrow recibió un nuevo impacto que lo dejó cojeando tras agarrarse la rodilla. En su siguiente drive, los Bengals protegieron a su quarterback usando únicamente jugadas de carrera, algo que no funcionó. Los Rams tenían una nueva oportunidad, seguramente la última del partido. Y ahí apareció la conexión que lleva luciendo toda la temporada.

A falta de Odell Beckham, Stafford confió plenamente en Kupp. Y el receptor, elegido Jugador Ofensivo del Año, no falló. Consiguió primeros down clave, y acabó recibiendo el touchdown que ponía a su equipo tres puntos por encima y que, finalmente, entregaría la histórica victoria a su franquicia. La última palabra la tuvo la ofensiva de Cincinnati, pero de nuevo Burrow no tuvo suficiente tiempo por parte de su línea ofensiva, y la defensa de Rams, gran enseña de este equipo, certificó el triunfo final por 23-20.

Este anillo supone mucho para la plantilla de los Rams. Matthew Stafford, después de 13 temporadas en la liga y en su primer año fuera del desastre que son los Detroit Lions, demuestra que siempre ha tenido lo necesario para ganar si se le rodea adecuadamente. Odell Beckham Jr. consigue por fin su primer anillo, pese a no poder jugar todo el partido, dejando atrás la mala experiencia en los Cleveland Brown en la que se decía que jamás volvería a ser el mismo.

Cooper Kupp ya está en la lista de mejores receptores de la liga, y con este año ha silenciado a todos los que dudaban de él por su físico. Con sus dos touchdown esta noche, ha sido elegido MVP de la Super Bowl. Jalen Ramsey, uno de los chicos malos de la NFL, ha mostrado que es capaz de frenar en seco para cualquier receptor. Segundo anillo en su carrera para Von Miller, que salió de Denver buscando precisamente esto. Y primer anillo en su trayectoria para Aaron Donald, uno de los mejores jugadores de toda la NFL, independientemente de la posición, que lleva dominando más de un lustro.

Muy especial también para dos veteranos. Eric Weddle, de 37 años, se retiró en 2019 tras 13 años en la NFL. Pero al defensor le entró el gusanillo otra vez, y decidió volver a jugar en estos playoffs para conseguir el anillo que nunca había logrado. Y curioso es lo de Andrew Whitworth, el línea ofensiva de 40 años que pasó sus primeras 10 temporadas en los Cincinnati Bengals, equipo al que ahora ha privado de una Super Bowl.

Con esta victoria, Whitworth pone fin a una sensacional carrera. Y no se puede olvidar lo que significa para Sean McVay, que a sus 36 años se convierte en el entrenador más joven en ganar una Super Bowl. A la segunda fue la vencida para él, ya que no salió muy bien parado tras la derrota ante Patriots hace tres años. Pero ahora es indudablemente uno de los mejores entrenadores de la NFL, con infinitos recursos y una toma de decisiones al alcance de muy pocos.

Una Super Bowl no menos importante para la ciudad de Los Angeles, que por primera vez ve a sus Rams levantar el Trofeo Vince Lombardi. El único título que tenía el equipo había sido logrado cuando estaba ubicado en St. Louis, mientras que en Los Angeles habían visto a su equipo perder tres finales. La ciudad angelina sólo había visto a un equipo suyo ganar la Super Bowl una única vez, cuando los Raiders lo hicieron en 1983. Rota la sequía, ya son dos anillos para los Rams, en un título muy especial para muchos nombres propios y para toda una ciudad. La jugada del ‘all in’ les ha salido bien a los angelinos, que sin duda alguna se han llevado el premio gordo.

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Mahomes y los Chiefs apuntan al fin de la sequía en el Super Bowl

AFP.- Han pasado 50 años desde que los Kansas City Chiefs aparecieron por última vez en el Super Bowl, y su mariscal de campo Patrick Mahomes está decidido a asegurarse que valió la pena la espera.

El ‘quarterback’ de los Chiefs buscará su primer título de la final de la Liga Nacional de Football americano (NFL) el domingo contra los San Francisco 49ers en el Hard Rock Stadium, en Miami.

El evento más grande en el calendario deportivo de Estados Unidos promete ser una batalla clásica de estilos, con Mahomes y los Chiefs tratando de superar la defensa de los 49ers cuando cae el telón de la temporada de la NFL.

Por otro lado, los Chiefs tendrán una ardua tarea intentando contener una ofensiva multifacética de los 49ers, que es sumamente efectiva si ataca por el aire o si lo hace por tierra.

Para el mariscal de campo de los 49ers, Jimmy Garoppolo, es una oportunidad de jugar y ganar un título en su tercer viaje al Super Bowl.

Garoppolo fue el respaldo de Tom Brady en los Super Bowls de 2015 y 2017, ambos ganados por los New England Patriots, antes de ser intercambiado a San Francisco.

Pero las esperanzas de Garoppolo pueden depender de cuán exitosamente la defensa de los 49ers, liderada por el novato Nick Bosa, pueda frustrar a Mahomes.

Es un enigma que el coordinador defensivo de San Francisco, Robert Saleh, ha pasado las últimas dos semanas tratando de desentrañar.

Superestrella en todos los sentidos

«Es una superestrella en todos los sentidos que puedas imaginar y será difícil lidiar con él», dijo Saleh esta semana cuando se le preguntó sobre lo que significa Mahomes.

El mariscal de campo de Kansas City ha electrificado la Liga en las últimas tres temporadas con su movilidad, potencia de brazo y gran variedad de pases.

Pero también tiene diversas armas receptoras a su disposición, con el ritmo vertiginoso de Tyreek Hill y Sammy Watkins complementado por la presencia dinámica del ala cerrada Travis Kelce.

En ninguna parte fue más evidente la capacidad de los Chiefs para producir explosiones ofensivas como en su ronda divisional contra Houston.

Con el marcador adverso 24-0 en el segundo cuarto, Mahomes lideró una remontada que terminó en una victoria 51-31.

Mahomes, de 24 años, sería el segundo mariscal de campo más joven en ganar un Super Bowl de obtener la victoria el domingo en la casa de los Miami Dolphins.

«Voy a salir y tratar de divertirme y jugar como he jugado durante toda la temporada», dijo el joven texano a los periodistas. «Es una oportunidad única en la vida que espero tener muchas veces más. Es temprano en mi carrera y estoy emocionado de salir con mis hermanos y tratar de ganar».

¿Uno para ‘Big Red’?

Una victoria para Kansas City también sería la gloria suprema de la larga carrera del entrenador en jefe del equipo, Andy Reid.

Una figura popular conocida cariñosamente entre sus jugadores como «Big Red», Reid, de 61 años, nunca ha ganado un Super Bowl.

«Ha tenido una carrera increíble», dijo Mahomes esta semana. «Obviamente, queremos ganar este juego, el grande, para que lo ponga en su palmarés».

«En este momento estoy concentrado en darles la mejor oportunidad de ganar un Super Bowl», dijo Reid.

Sin embargo, el entrenador en jefe de los 49ers, Kyle Shanahan, es más que capaz de alterar ese cuento de hadas.

Shanahan, de 40 años, es una de las mentes ofensivas más creativas de la NFL, capaz de deshacer cualquier defensa con un libro de jugadas rebosante de inventos.

Y el entrenador en jefe de los 49ers puede sentir que tiene un punto que demostrar después de la pesadilla del Super Bowl de 2017.

Shanahan fue el coordinador ofensivo de los Atlanta Hawks cuando desperdiciaron una ventaja de 28-3 en el tercer cuarto para perder en tiempo extra contra los Patriots.

Sin embargo, su talento como entrenador es innegable. Esta temporada, Shanahan ha supervisado un renacimiento de los 49ers que transformó al equipo de un récord de 4-12 en 2018 a una imponente potencia de 13-3.

Shanahan dice que ha usado el amargo recuerdo de la derrota del Super Bowl de 2017 como un grito de guerra para su joven equipo.

«Estoy como, chicos, no se preocupen, he estado allí ¿Y adivinen qué? Todavía estaba vivo al día siguiente, y mi vida siguió adelante, y las cosas todavía están bien», dijo Shanahan. «Pero ya sea que ganes o pierdas, la clave es que no dudes en nada para que el resto de tu vida puedas mirarte al espejo y no te arrepientas».

Foto: PrimeroyDiez.

Los Patriots ganaron el Super Bowl y sigue creciendo la leyenda de Brady

AS | Foto: AS.-


Los Patriots son de otra Galaxia. De otro tiempo. De un mundo épico en el que hay animales mitológicos e infinitas dimensiones. Y así ganaron su Sexta Super Bowl. Jugando a su manera. De esa forma distinta que solo saben hacerlo ellos. Aburridos, meticulosos. Diseccionando almas mientras al resto del universo el corazón le salta incontrolado por el cuerpo. En un estadio de Atlanta convertido en sala de tortura desmembraron a unos Rams que nunca fueron ellos mismos porque no les dejaron serlo. Ni un segundo. Ni un instante. Un guiñapo en manos de la dinastía. Un partido en el que el espectáculo fue que no había espectáculo. Solo masacre. Solo New England. Solo los Patriots de Bill Belichick. El equipo más grande que nunca ha pisado un emparrillado.

Pero en los primeros minutos de partido nada de lo anterior estaba en la mente de los que contemplábamos la final. En la primera serie de New England la carrera funciona, los Rams reculan, los Pats avanzan impasibles hacia la zona roja rival… y Tom Brady es interceptado en su primer intento de pase. Tres y fuera de los Rams. Nuevo drive de New England, dos tiempos muertos gastados por un Brady desconcertado con la defensa de Wade Phillips, otra vez llegan a trancas y barrancas hasta la zona roja… y Gostkowski falla el field goal en lo que empieza a ser un hábito del kicker año tras año en la Super Bowl. Los Patriots dominaban pero no anotaban y les daban vida a unos Rams impresionados por la responsabilidad del partido y con un terrible miedo escénico.

Y así siguió la Super Bowl hasta mediado el segundo cuarto. Con el ataque de los Rams colapsado sin Gurley, el ataque de los Patriots muriendo en la orilla y Brady viendo pasar a los defensas rivales cada vez más cerca, con fumble sin consecuencias incluido. Por fin, Gostkowski anotó un field goal de 42 yardas (0-3), pero la batalla táctica y psicológica no decayó. Los Patriots seguían empeñados en controlar el reloj y mantener a la defensa rival sobre el campo para que su propia defensa no tuviera que bajar la intensidad de sus embestidas, que estaban colapsando el ataque de McVay. Los Rams acabaron la primera mitad con 77 yardas totales, 52 de pase y 25 de carrera, dos primeros downs, sí, dos, seis punts, 10,08 minutos de posesión por 19,52 de sus rivales… Visto así parecería una paliza, pero dominar sin anotar puntos no suma y los de Belichick incluso se agobiaron por su incompetencia de cara al marcador y se jugaron en los últimos segundos un cuarto down en vez de un field goal, desesperados por abrir diferencias. Al final, ni cuarto down ni historias. 0-3 en el medio tiempo, la segunda marca de puntos más baja de la historia en el descanso, y un partido nuevo en la segunda mitad.

Después de, quizá, el peor show del descanso de los últimos tiempos, el partido se reanudó sin novedad. Cada vez era más evidente que los Patriots solo tienen un receptor de verdad: Julian Edelman, que fue elegido MVP después de un partido portentoso. Llegó al descanso con más yardas (93) que todo el ataque de los Rams (acabó el partido con 141). Pero cuando solo tienes un objetivo fiable es muy difícil sorprender. Brady le buscaba sin parar, sabiendo que lanzar la pelota a cualquier otro de sus receptores era como jugar a la ruleta rusa. Hogan no atrapó uno solo de los seis pases que le lanzaron y James White estaba siendo completamente anulado por la defensa de los Rams. Además, los intentos de los Patriots por dominar la batalla territorial les salían rana con los maravillosos punts de Johnny Hekker.

Por fin, después de dos cuartos, 12 minutos y 45 segundos, los Rams consiguieron una serie de 42 yardas, 10 jugadas y tres primeros downs que terminó con un field goal de 53 yardas de Zuerlein (3-3). El partido empezaba de nuevo y tendría que decidirse en poco más de un cuarto.

Seguía sin pasar nada. Los Patriots no avanzaban y los Rams se atascaban. Pero en el momento de la verdad, cuando los partidos se calientan, el público no puede sentarse por los nervios y las uñas se acaban, emergió el de siempre, Tom Brady, para conectar con los de siempre, Edelman y Gronkowski, y para que Sony Michel diera la puntilla con una carrera de dos yardas que le llevó hasta lo más profundo de la end zone. 3-10 en el marcador y los Rams ya no podían permitirse dudas. Era el todo o nada a falta de siete minutos y después de nueve punts. Pero murieron en la orilla. Llegaron hasta la yarda 27 de New England y ahí Goff lanzó un pase largo flotadito, previsible y anunciado, que fue interceptado por Gilmore. El quarterback de los Rams pasó por el partido como un alma en pena. Completó 19 de 38 lanzamientos para 229 yardas y esa intercepción y siempre dio la sensación de que el traje le quedaba grande y el escenario le superaba.

Quedaban poco más de cuatro minutos y New England tiró de experiencia y sangre fría para atravesarse el campo a base de carreras y llegar hasta la yarda 24 rival con un minuto y 16 segundos en el marcador. Ahí Gostkowski se hizo perdonar el fallo del field goal anterior con una patada de 41 yardas que le dio a los Patriots una ventaja inalcanzable para los Rams (3-13). El equipo de Los Ángeles había llegado a la Super Bowl después de una temporada magnífica, pero aún no tiene ni tablas ni experiencia para sobrevivir a una batalla contra Bill Belichick, que ganó su sexta Super Bowl como más le gusta: torturando a sus rivales. Haciéndoles creer que tocaban la gloria con la punta de los dedos cuando en realidad estaban a una galaxia de distancia. Jugando una final como si estuvieran en un partido de septiembre. Anotando cuando de verdad importa y no dejando anotar nunca.

Quizá no haya sido la Super Bowl más bonita. Pero sí ha sido la obra maestra de Bill Belichick. Probablemente el partido del que siempre se sentirá más orgulloso. La cima de una forma de jugar al football tan práctica, tan sencilla, que parece imposible.

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¡Resumen del año: el 2017 dejó emociones a granel!

Tony Cittadino.- El 2017 regaló hazañas deportivas importantes que van desde el título de las Águilas del Zulia a comienzos de año, hasta el Mundial de Clubes ganado recientemente por el Real Madrid. A continuación, presentamos la noticia más importante por mes que dejó un año inolvidable.

Pirela impulsa al Zulia a conquistar el título (Enero): Las Águilas del Zulia ganaron su sexto título y primero desde el año 2000, al batir en cinco juegos a los Cardenales de Lara para proclamarse campeones de la temporada 2016-2017 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.  El equipo dirigido por Lipso Nava venció a los crepusculares cinco carreras por dos en el último juego celebrado en el estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo y  contó con el importante aporte ofensivo de José Pirela, quien fue electo como Jugador Más Valioso.  El “Águila Negra” logró 25 de los 35 votos de los periodistas, al finalizar con un explosivo promedio de .450 (20-9), con un jonrón, cinco carreras impulsadas y ocho anotadas.

Milagro de Tom Brady (Febrero): Los Patriots de Nueva Inglaterra se coronaron campeones al vencer en tiempo extra por 34-28 a los Falcons de Atlanta después de completar una remontada de 25 puntos en el tercer periodo que estuvieron abajo en el marcador y consiguieron el quinto título de su historia, la mejor marca de todos los tiempos. Brady fue electo como Jugador Más Valioso por cuarta vez en los siete partidos de Super Bowl que ha disputado. Completó 43 de 62 envíos para 466 yardas, dos fueron de anotación le interceptaron un balón, fue derribado cinco veces de las 24 que creó la defensa de los Falcons y concluyó con 85,2 el índice de pasador.

Fracaso venezolano en el CMB (Marzo): Venezuela sumó otro fracaso en el Clásico Mundial de Beisbol. Dirigidos por Omar Vizquel, accedieron a segunda ronda luego de un polémico juego extra en el que vencieron a Italia cuatro carreras por tres. Ya en la siguiente fase, perdieron los tres encuentros ante Estados Unidos, República Dominicana y Puerto Rico. Los boricuas le propinaron un nocaut en al juego inaugural (11-0) y una paliza en el último (13-2). Sin embargo, cayeron por blanqueo de 8-0 en la final ante Estados Unidos, equipo que se consagró campeón por primera vez en el certamen.

El inicio explosivo de Aaron Judge (Abril): Aaron Judge sorprendió a todos en el inicio de la temporada 2017 de las Grandes Ligas. El outfielder de los Yanquis de Nueva York finalizó el mes con 10 jonrones, igualando a Trevor Story (2016) y José Abreu (2014), como los novatos con más vuelacercas en abril. Además empató a Mike Trout y Gary Sánchez como uno de los 10 novatos que en su primer mes suman al menos 10 cuadrangulares, 10 bases por bolas y batean para .300 de average. Judge terminó la temporada ganando por unanimidad el premio Novato del Año, tras conectar 52 bambinazos, una marca para novatos en una campaña. Así dejó atrás los 49 palazos sonados por Mark McGwire con Atléticos de Oakland en 1987. También ganó del Derby de Jonrones y el Bate de Plata.

Juventus legendaria (Mayo): La Juventus logró el título 35 de su historia y el sexto consecutivo en la Serie A de Italia. Massimiliano Allegri se consagró campeón por tercera ocasión como director técnico de la Vecchia Signora, mientras que Gianluigi Buffon, Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini, Andrea Barzagli, Claudio Marchisio y Stephan Lichtsteiner, son los únicos en haber alzado todos los títulos en esta racha gloriosa, que incluyó además ser el monarca de la Copa Italia por segundo año en fila y, así, ser el primer equipo italiano con doblete en temporadas consecutivas.

Vinotinto histórica (Junio): La Vinotinto Sub-20 logró la mejor participación en su historia, al culminar subcampeón del Mundial disputado en Corea del Sur. Los dirigidos por Rafael Dudamel cayeron en la final ante Inglaterra un gol por cero, pero dejaron un buen sabor de boca. En la semifinal jugador un partido épico ante Uruguay al imponerse en penales, luego del empate a un gol en 120 minutos. En ese encuentro, Samuel Sosa igualó las acciones con un golazo de tiro libre en el tiempo de descuento.

El eterno dominio teutón (Julio): Alemania volvió a demostrar su poder, al ganar derrotar a Chile un gol por cero y consagrarse campeón de la Copa Confederaciones Rusia 2017. El actual campeón del mundo llevó a una selección joven, liderada por Julian Draxler,  y vaya que supo implantar autoridad para añadir un trofeo que le faltaba en sus valiosas vitrinas.

Yulimar Rojas se baña en oro (Agosto): Yulimar Rojas volvió a subirse a lo más alto del podio, logrando una hazaña única para Venezuela al lograr la medalla de oro en el Mundial de Atletismo. La triple saltadora criolla consiguió un salto de 14.91 en la gran final y superó a la colombiana Caterine Ibargüen (14.89). Así la criolla continúa mejorando su palmarés, tras colgarse el oro en el Mundial bajo techo de 2016 en Portland y sumar la presea de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016. En enero también ganó el oro en la Copa del Rey con el FC Barcelona.

Tribu inspirada (Septiembre): Los Indios de Cleveland implantaron una marca de 22 victorias consecutivas en la Liga Americana de las Grandes Ligas. La tribu inició su camino a la gloria el 24 de agosto (victoria ante Boston 13-6) y finalizó el 15 de septiembre (derrota contra Kansas City 4-3). Quedaron a cuatro juegos de la marca de los Gigantes de Nueva York (1916). El equipo de Terry Francona ganó el banderín de la División Central de la Americana y finalizó como el equipo más ganador de la ronda regular del nuevo circuito con 102 victorias, una marca para la franquicia.

Altuve lleva a Houston a las mieles del triunfo (Octubre): José Altuve coronó un año perfecto, al quedar campeón con los Astros de Houston, en una emocionante final que se decidió en siete juegos ante los Dodgers de Los Ángeles. El maracayero también ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana y logró su tercera corona de bateo en el nuevo circuito y segunda en fila, al finalizar con average de .346. El camarero también llegó a cuatro campañas seguidas con 200 o más hits (204).

Italia llora sin Mundial (Noviembre): Italia se quedó fuera del Mundial por primera vez en 60 años y tercera en su historia, al caer en el repechaje ante Suecia. La Azzurra perdió en la ida un gol por cero y fue incapaz de remontar el marcador, al empatar sin goles en el Stadio San Siro de Milano. El legendario portero Gianluigi Buffon se despidió entre lágrimas, cerrando un ciclo en el que ganó la Copa del Mundo en 2006. Días después de éste rotundo fracaso, renuncio el director técnico Gian Piero Ventura y el presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Carlo Tavecchio.

Cristiano Ronaldo y Real Madrid dueños del mundo (Diciembre): Doble celebración en un mes. Cristiano Ronaldo igualó a Lionel Messi al ganar su quinto Balón de Oro y diez días después se proclamó campeón del Mundial de Clubes con el Real Madrid. El conjunto merengue sumó su sexto título y segundo en fila, tras batir al Gremio de Porto Alegre un gol por cero, con un gol del portugués. Así la oncena de Zinedine Zidane cerró un año memorable, al ganar cinco títulos.

Foto: AFP.