El Aston Villa le propinó una paliza histórica al Liverpool

Marca.- La Premier League 2020-21 está desatada! Si parecía que la cuarta jornada ya lo habíamos visto todo con el set del Tottenham al Manchester United (1-6) llega el último partido de la noche del domingo en el recién renovado nuevo horario inglés… y va el Aston Villa y le marca ¡¡¡7 goles!!! al todopoderoso e intratable Liverpool de Jürgen Klopp, campeón de la Champions en 2019 y último ganador de la Premier League. ¡El football está on fire!

El conjunto de Klopp clausura con la mayor goleada de su historia en Premier League una semana que ya había llenado de nubarrones el cielo de Anfield la eliminación en Copa de la Liga ante el Arsenal en la tanda de penaltis… e incluso la victoria liguera del lunes frente a los gunners no llevó una gran alegría a la ciudad del Mersey: este Liverpool no pasa por encima de sus rivales como lo hacía antaño. Se le ven dudas. Se le ve algo más frágil.

Y ahí ahondó en la herida el Aston Villa, haciéndole encajar un ¡¡7-2!! que además llega en el peor momento posible: antes de una jornada de selecciones y con el Everton, máximo rival histórico y próximo contrincante en Premier con pleno de 4 victorias en 4 jornadas. ¿Habrá reacción red?

Un marcador al descanso inédito

El Liverpool llegaba obligado al partido frente al Aston Villa: el Everton había ganado todo, el Leicester había caído y sólo su victoria ante los villanospodrían hacer que su archirrival no llegara como líder en solitario al derby del Mersey que habrá tras la jornada de selecciones. Nada más lejos de la realidad.

Los goles del Aston Villa fueron cayendo con tal facilidad que los papeles se invirtieron en una noche mágica para los locales. Un equipo llamado a pelear por no sufrir por evitar el descenso arrolló desde el primer momento: a los 22 minutos, Watkins ya llevaba un doblete y Grealish un par de asistencias de gol. 2-0.

Salah puso algo de cordura en el 33′, pero esta jornada la Premier no entiende de cordura: McGinn en el 35′, y el hat-trick de Watkins en el 39′ ya hacían que el marcador al descanso fuera inusual: 4-1 para un equipo cuyo delantero, debutante en Premier esta temporada, le da por estrenarse como goleador en la Primera división con un hat-trick contra el campeón. Lo nunca visto.

Ni rastro de reacción

Lejos de cambiar las tornas tras el descanso (cosas más extraordinarias se han visto en el fútbol que sacar algo positivo de un partido en el que caes 4-1 al descanso), el Aston Villa siguió flotando sobre el césped del Villa Park de la mano de un Grealish magistral.

La manita cayó a los 10 minutos de la segunda parte, con un gol de Barkley y una nueva asistencia de Grealish, y acalló toda posible reacción hablada en el vestuario de un conjunto red que se mostraba tan sorprendido con el resultado como sus rivales, a los que les entraba todo.

Salah en el 60′ insufló algo de esperanza a los suyos pero faltaba que Grealish cerrara su histórica actuación con dos goles para acabar el partido con 3 pases de gol y 2 tantos.

Es la primera vez desde 1953 que el campeón defensor de la Premier encaja 7 goles en un partido de la Primera división inglesa, tras el Arsenal frente al Sunderland.

Foto: MARCA

El Liverpool superó al Chelsea con doblete de Mané

AS.- La imagen que todos querían ver llegó en el descanso. Justo después del paso por vestuarios, la cámara del partido enfocó a Thiago Alcántara, que ya estaba vestido de corto, en rojo, dispuesto a salir a jugar la segunda mitad. La expulsión de Christensen en el 45’ impulsó a Klopp a dar el golpe definitivo: con Thiago, el Liverpool no perdería el balón. El español salió con personalidad, dio ánimos a todos sus compañeros y empezó a pedir el balón una y otra vez. Pases fáciles y pases por encima de la defensa, toques cortos y toques largos. Un poco de todo. Diez minutos más tarde, del 0-0 se había pasado al 0-2, ya insalvable para un Chelsea con diez.

El debut de Thiago fue la principal noticia para el Liverpool, aunque el protagonista en los goles fue Sadio Mané, autor de un doblete una semana después de que Salah metiera tres. Se compensan. En el primero remató una jugada entre líneas entre Salah y Firmino, con éste poniendo un centro medido a la cabeza del senegalés.

Instantes después llegó la segunda de las imágenes del partido. Kepa Arrizabalaga entregó en bandeja un balón a Mané dentro del área, cuando buscaba a Jorginho, y regaló el segundo. Un error más del portero español en el momento más crítico de su estancia en el Chelsea: durante esta semana los ‘blues’ confirmarán el fichaje de Mendy, que se intuye titular desde el primer día y que pone aún más en duda el futuro de Kepa en Stamford Bridge.

La expulsión de Christensen cuando Mané se quedaba delante de Kepa fue el detonante que desniveló el partido. Hasta ese momento, durante todo el primer tiempo, el Liverpool fue superior, pero el Chelsea tenía esperanzas: Timo Werner. El alemán no fue delantero centro, sino que se escoró a la banda izquierda –dejando a Havertz de falso nueve- y desde ahí metió miedo a los visitantes. Suyas fueron las mejores jugadas hasta el intervalo, aunque Fabinho, central ante la ausencia de Joe Gómez y Matip, estuvo pletórico en el duelo.

A pesar de todo, el Chelsea tuvo una última opción de agarrarse al partido… y la tuvo gracias a Werner, por supuesto, quien forzó un penalti de la nada. Lo cometió Thiago. Sin embargo, todo un especialista como Jorginho lo falló. Alisson adivinó el disparo. Y también le sacó una clara a Abraham en el tramo final. Un portero que sí las paró.

Foto: AS

Estos son los equipos más ganadores en competiciones europeas

UEFA.com.- Aprovechamos el título del Bayern en la gran final de la Champions League para repasar qué equipos son los más laureados en la historia de las competiciones UEFA, una clasificación que domina un Real Madrid tras encadenar en los últimos años tres títulos consecutivos en la Champions League, cuatro en las últimas cinco ediciones.

Sumando las cuatro grandes competiciones de clubes de la UEFA (Copa de Europa/UEFA Champions League, Copa de la UEFA/UEFA Europa League, Recopa de la UEFA y Supercopa de la UEFA), el conjunto blanco suma 19 títulos, cinco más que sus más directos perseguidores: Milan y Barcelona.

 

1. REAL MADRID – 19 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 13 (1955/56, 1956/57, 1957/58, 1958/59, 1959/60, 1965/66, 1997/98, 1999/00, 2001/02, 2013/14, 2015/16, 2016/17, 2017/18)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 2 (1984/85, 1985/86)

Recopa de la UEFA: 0

Supercopa de la UEFA: 4 (2002, 2014, 2016, 2017)

 

2. MILAN – 14 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 7 (1962/63, 1968/69, 1988/89, 1989/90, 1993/94, 2002/03, 2006/07)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 0

Recopa de la UEFA: 2 (1967/68, 1972/73)

Supercopa de la UEFA: 5 (1989, 1990, 1994, 2003, 2007)

 

3. BARCELONA – 14 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 5 (1991/92, 2005/06, 2008/09, 2010/11, 2014/15)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 0

Recopa de la UEFA: 4 (1978/79, 1981/82, 1988/89, 1996/97)

Supercopa de la UEFA: 5 (1992, 1997, 2009, 2011, 2015)

 

4. LIVERPOOL – 13 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 6 (1976/77, 1977/78, 1980/81, 1983/84, 2004/05, 2018/19)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 3 (1972/73, 1975/76, 2000/01)

Recopa de la UEFA: 0

Supercopa de la UEFA: 4 (1977, 2001, 2005, 2019)

 

5. BAYERN – 9 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 6 (1973/74, 1974/75, 1975/76, 2000/01, 2012/13, 2019/20)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 1 (1995/96)

Recopa de la UEFA: 1 (1966/67)

Supercopa de la UEFA: 1 (2013)

 

6. AJAX – 8 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 4 (1970/71, 1971/72, 1972/73, 1994/95)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 1 (1991/92)

Recopa de la UEFA: 1 (1986/87)

Supercopa de la UEFA: 2 (1973, 1995)

 

7. JUVENTUS – 8 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 2 (1984/85, 1995/96)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 3 (1976/77, 1989/90, 1992/93)

Recopa de la UEFA: 1 (1983/84)

Supercopa de la UEFA: 2 (1984, 1996)

 

8. ATLÉTICO – 7 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 0

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 3 (2009/10, 2011/12, 2017/18)

Recopa de la UEFA: 1 (1961/62)

Supercopa de la UEFA: 3 (2010, 2012, 2018)

 

9. SEVILLA – 7 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 0

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 6 (2005/06, 2006/07, 2013/14, 2014/15, 2015/16, 2019/20)

Recopa de la UEFA: 0

Supercopa de la UEFA: 1 (2006)

 

10. INTER – 6 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 3 (1963/64, 1964/65, 2009/10)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 3 (1990/91, 1993/94, 1997/98)

Recopa de la UEFA: 0

Supercopa de la UEFA: 0

 

11. MANCHESTER UNITED – 6 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 3 (1967/68, 1998/99, 2007/08)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 1 (2016/17)

Recopa de la UEFA: 1 (1990/91)

Supercopa de la UEFA: 1 (1991)

 

12. CHELSEA – 6 títulos

Copa de Europa/UEFA Champions League: 1 (2011/12)

Copa de la UEFA/UEFA Europa League: 2 (2012/13, 2018/19)

Recopa de la UEFA: 2 (1970/71, 1997/98)

Supercopa de la UEFA: 1 (1998)

 

Nota: Se contabilizan los títulos logrados en la Copa de Europa (UEFA Champions League desde la edición 1992/93), la Copa de la UEFA (UEFA Europa League desde la edición 2009/10), la Recopa de la UEFA (desde la 1960/61 a la 1998/99) y la Supercopa de la UEFA.

Foto: Getty Images

El City goleó al Liverpool campeón

AS.- El Liverpool salió al césped del Etihad Stadium entre aplausos de la plantilla del Manchester City. Era la imagen que se estaba buscando toda la semana. Luego pitó el árbitro, el Liverpool empezó a jugar bien, como casi siempre, hasta Salah estrelló un balón en el palo, y sin embargo se fue perdiendo 3-0 al descanso: la primera vez que los ‘reds’ se iban perdiendo al descanso por tres goles desde mayo de 2015.

Quizás la única explicación fueran los 20 puntos de ventaja, o la celebración de la liga. Fue como si la consecución del título les hubiera secuestrado la puntería, pero la alineación de Klopp no indicaba relajación alguna: once de gala para enfrentarse a su gran rival con el objetivo de alcanzar y superar la cifra de 100 puntos en la Premier.

Sin embargo, el Manchester City tiró tres veces a puerta y marcó las tres. Al volver del descanso, la superioridad local sí que se hizo evidente hasta el 5-0, a modo de carrerilla para lo que le viene a los de Guardiola en un mes entre la pelea por asegurar los puestos de la Champions y para la Champions en sí, donde esperan al Real Madrid.
Quien se encargó de hacer la noche suya fue Raheem Sterling, especialmente motivado por enfrentarse a su ex equipo y por tener delante a Joe Gomez, con quien tuvo su duelo particular en el partido de ida… y en la selección inglesa. Pero Sterling salió vencedor: le provocó un penalti, el del 1-0, y se encargó de marcar otro para el 4-0. También se apuntó De Bruyne, uno que no falta nunca. Marcó el penalti y repartió dos asistencias, siempre tan certero, siempre tan letal.

Pero si a alguien le ha sentado bien el regreso de la Premier es a Phil Foden, cuatro goles y dos asistencias en cuatro partidos, que se ha pasado este mes rellenando solicitudes para la temporada que viene: para ser titular en el Manchester City cuando se vaya Silva y para tener un sitio en el avión de Inglaterra para la Eurocopa 2021.

Foto: EFE.

Klopp le imprimió su sello al título del Liverpool

Reuters.-  El título de la Premier League logrado este jueves por el Liverpool se asociará para siempre con el carisma, el impulso y la pasión de su director técnico, Jurgen Klopp, pero esas cualidades individuales contradicen un estilo de dirigir que evita el control autocrático.

Klopp se hizo cargo de un club que no ganaba un título de liga desde 1990 y el impacto instantáneo del alemán fue inyectar confianza, seguridad y entusiasmo, elementos muy necesarios en el club.

«Debido a que se sentía un poco como una depresión aquí, creo que tenía sentido ser extremadamente animado», dijo en su momento y eso fue ciertamente evidente desde sus primeros meses a cargo.

Sin embargo, mientras que las risas y el pensamiento positivo de Klopp conquistaron a los fanáticos, detrás de escena estaba implementando un enfoque que iba mucho más allá del ‘futbol de heavy metal’, una frase que acuñó en su club anterior, Borussia Dortmund.

“No actúes como si lo supieras todo y prepárate para admitirlo. No es una filosofía real, es solo mi estilo de vida”, dijo Klopp en una entrevista reciente en el club.

«Ten personas fuertes a tu alrededor con mejores conocimientos de los que tú tienes en diferentes áreas».

Éste fue exactamente el enfoque que Klopp tomó desde el principio.

Dejó en claro que no iba a micro gestionar todos los aspectos del club. Cuando un empleado le preguntó a qué hora quería que el autobús saliera con el equipo antes de un juego, su respuesta fue: «¿Por qué me preguntas?»

Es posible que los técnicos anteriores siempre hayan decidido tales asuntos, pero Klopp estaba diciendo dos cosas con esa respuesta: en primer lugar, tenía cosas más importantes de las que preocuparse, pero, lo que es más importante, otras personas sabían mejor la respuesta a esa pregunta.

La gerencia de la Premier League se ha alejado de la idea de la vieja escuela del ‘jefe’ que manejaba transferencias y contratos, horarios de autobuses, rutinas de entrenamiento, así como tácticas y selección.

“Llámame”

Delegar es una opción que Klopp toma más en serio que la mayoría.

Fue un enfoque que utilizó en Dortmund, donde una vez explicó por qué no, a diferencia de algunos entrenadores, viajaba para buscar talento.

«No voy a viajar por toda Alemania y descubrir gemas, eso no tiene sentido. Realmente necesitas decirle a tus scouts, ‘esto es lo que estamos buscando, y si encuentras a alguien, ‘llámame'».

Liverpool, como todos los mejores clubes, tiene un departamento de reclutamiento integrado por especialistas en identificación de talentos, que utilizan datos, así como los ojos y oídos de su personal.

Cuando se trata de transferencias, Klopp trabaja en estrecha colaboración con el director deportivo Michael Edwards, una asociación que ha ayudado a construir piezas clave en el lado ganador del título.

También ha habido un reclutamiento enfocado en la experiencia en los departamentos de análisis y ciencias del deporte, donde nuevamente, Klopp opera en gran medida sobre la base de la «necesidad de saber».

Cuando Klopp obtiene información clave, tiene el don de presentarla a los jugadores de manera concisa y efectiva.

«Su conocimiento de cuándo dar información y cuándo no, qué dar y qué no hacer se encuentra en un nivel diferente», dijo el analista de Liverpool, Mark Leyland.

Klopp, de 52 años, se apresura a abrazar a un jugador y es aclamado por escuchar e instruir, pero ese enfoque relajado o afectuoso puede enmascarar su lado más duro.

Entonces, ¿es un ‘manejador de jugadores’ o un líder exigente?

Klopp no ​​tiene dudas: «Es a la vez: amigo y sargento de instrucción».

Es una combinación ganadora.

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El Liverpool gana su primera Premier League

Marca.- El Liverpool de Jürgen Klopp ya forma parte de la historia de la Premier League. Les ha costado 30 años y una pandemia mundial volver a alzar un título liguero, pero gracias al favor del Chelsea ante el Manchester City, el Liverpool ya tiene en sus vitrinas de Anfield su primera Premier League.

Lo que parecía que nunca iba a llegar lo hicieron posible los pupilos de un Jürgen Klopp que, tras la conquista de la Champions 2019 y la Premier 2020, entra en el Olimpo de los ídolos de la parroquia red. Además, la conquista a siete jornadas para el final de temporada realza la épica de una temporada que quedó empañada por la crisis del coronavirus que impidió la celebración por todo lo alto en las calles de Liverpool y en Anfield.

El camino triunfal de los de Klopp les ha llevado a sacar más de 20 puntos al segundo clasificado y su conquista ya era cuestión de tiempo. De hecho, se ha tenido que aplazar un día a causa del empate que el Pool rascó ante el Everton en su vuelta a la acción liguera y que impidió que el título se lograra en Anfield el miércoles en la goleada ante el Crystal Palace (4-0).

Los hombres de Klopp

Es imposible explicar el título liguero sin nombrar un once inicial que casi se acababa repitiendo de memoria: Alisson | Alexander-Arnold, Joe Gomez, Van Dijk, Robertson | Henderson, Fabinho, Wijnaldum | Salah, Firmino y Mané.  La defensa, liderada por un Van Dijk imperial y un excelente Alisson, ha logrado conquistar la Liga habiendo encajado 21 tantos en 31 jornadas. Entre los 19 equipos de Premier restantes sólo encontramos al Leicester entre los que todavía no han encajado 30 o más goles: suman 29.Esa fortaleza defensiva, unida a la ya clásica producción goleadora de su tridente ofensivo (Salah 17 goles, Mané 15, Firmino 8), les llevó a estar más de un año sin perder en Liga y a soñar con una conquista liguera invicta hasta el 29 de febrero, primera y única jornada en la que cayeron, ante el Watford (3-0).

La promesa que Klopp hizo en 2015 se hace realidad

Pese a perder el citado invicto ante el Watford, los de Klopp han batido varios récords históricos en esta Premier League: lograron ganar 21 de sus primeros 22 partidos para certificar el mejor arranque liguero de la historia, el de más victorias consecutivas en casa en Liga (suman 23) y también dejaron otro récord para la historia: los 25 puntos con los que aventajó al segundo clasificado, la mayor diferencia histórica entre primero y segundo.

Por delante tienen ahora el poder superar los 100 puntos del Manchester City de Guardiola (deben sumar 14 puntos de los 21 restantes) y, además, han logrado el título más tempranero en la historia de la Premier: con siete jornadas de antelación.Ya que han ganado la Liga 30 años después, lo han hecho a lo grande. Por fin, la Premier League va a descansar en las vitrinas de Anfield.

Foto: Marca.

El Liverpool empató ante el Everton y el título debe esperar

EFE.- El Liverpool no pasó del empate a cero en el derbi de Merseyside ante el Everton, en un encuentro que demostró la falta de ritmo de ambos equipos.

En su primer partido desde que fuera eliminado de la Liga de Campeones por el Atlético de Madrid, el Liverpool sufrió para crearle ocasiones al Everton y al final se tuvo que conformar con un empate.

Jürgen Klopp dio la sorpresa al dejar en el banquillo a Mohamed Salah, para dar entrada a Takumi Minamino, y el Liverpool pagó la falta de pegada.

El partido fue muy insulso y con muy pocas ocasiones. De hecho, las más claras las tuvo el Everton, sobre todo en las botas del brasileño Richarlison. El atacante dispuso de un buen disparo cruzado que sacó Alisson Becker en la primera parte y una cabalgada en la que se quedó sin ángulo en la segunda.

Además, Alisson tuvo que sacar un remate de tacón de Dominic Calvert-Lewin a diez minutos del final y Tom Davies se encontró con el palo en el rechace. El Everton llegó más fresco al final del encuentro y estuvo cerca de llevarse su primer triunfo en un derbi de Merseyside desde 2010.

Con el empate, el Liverpool deja su ventaja con el Manchester City en 23 puntos, pero los de Pep Guardiola cuentan con un partido menos que jugarán este lunes ante el Burnley.

Por su parte el Everton sigue duodécimo con 38 unidades, lejos de Europa, que le queda a ocho puntos.

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El Cholismo conquista Anfield y el Atlético está en cuartos

Marca-.

El corazón tiene razones que la razón no entiende. Casi 3.000 personas lloraban en la grada de Anfield después de una prórroga para la historia. En la que se vieron eliminados, tras certificar Firmino el segundo del Liverpool, pero en la que se reafirmaron después: siempre hay que creer. Al menos con el tipo ése en el banquillo. Don Diego Pablo. Y marcó Llorente. Y volvió a marcar Llorente. Y asistió Llorente para que marcara Morata. Así que el Atlético, clasificado para cuartos, aún se dio el gusto de ganar al campeón a domicilio. Sí, era difícil sacarse la impresión de que con la que está cayendo no hubiera debido desarrollarse aquello que se había desarrollado ante tantos ojos, que miles de personas desplazadas desde Madrid eran en ese sentido una bomba de relojería, pero… el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Lo de antes había sido otro ejercicio de resistencia. De los que se recordará, como aquél de Múnich, y con Oblak al quite, como en aquél de Munich. No hay crónica de Liverpool que se precie sin referencias a The Beatles, así que añadan a la del título de esta crónica el ‘Ob-La-Di, Ob-La-Da’ que se entona aquí desde ya mismo. La escuadra de Klopp había hecho dos goles, sí, suficientes para pasar la ronda, también, pero fue cosa del esloveno que no multiplicara esa producción por dos o por tres. Dispararon mucho y casi siempre bien. Jugaron mucho y casi siempre bien. Exhibieron lo que son, en fin. Pero en el otro lado nadie se rinde. Jan sin miedo y sus muchachos.

El Atlético sacó de centro y tocó con precisión hasta que Joao se deshizo de su marcador con una maniobra magnífica y habilitó a Costa en el desmarque. A ese balón le faltó un metro de recorrido para que Diego pudiera pegarlo sin forzar, el caso es que se marchó junto al palo. Habían pasado 15 segundos y el equipo de Simeone presentaba credenciales. Estaba dispuesto a llegar, la cuestión era conseguirlo o no. Y no volvió a conseguirlo. Hasta tres cuartos, sí, por momentos con cierta presencia, pero de ahí en adelante no. El de Lagarto, sorprendente irrupción en el once, no está para sostener la aparición de sus compañeros desde atrás.

El problema es que Anfield es una emboscada permanente. Cuando más tranquilo te sientes es cuando menos deberías estarlo, porque cuanto más cerca andes de la portería del Liverpool más cerca anda el Liverpool de tu portería. Las frases anteriores, que sin contexto puede sonar absurdas, encuentran una explicación en el absoluto vértigo de las transiciones locales. Como se te ocurra perderla, en un par de pases se plantan en tu área. La escuadra ‘red’ tardó unos minutos en meter velocidad de crucero, pero al cuarto de hora ya coleccionaba un cabezazo de Wijnaldum y sendos disparos de Salah y Oxlade, lo primero y lo tercero a mayor gloria de Oblak, lo segundo directamente fuera.

El acoso local era tan constante como insuficiente la solidaridad visitante. No es que fueran ocasiones clarísimas, pero el meta esloveno aún tuvo que aparecer para evitar una de Mané precisamente a la contra y un servicio lateral envenenado que buscó Firmino sin encontrarlo. Se acercaba el entreacto sin goles… pero nunca hay tregua. A Saúl se le vieron las costuras una vez, cuando no molestó la aparición de Oxlade por delante de Salah, y el servicio del inglés encontró la omnipresente cabeza de Wijnaldum, que la picó para hacerla inalcanzable. Tanto remar para naufragar en la orilla: la eliminatoria estaba igualada con 45 minutos por delante.

Mediado el segundo acto, Alexander-Arnold topó con Oblak y la continuación de la jugada dio para que Trippier bloqueara el disparo de Robertson. O sea, el lateral derecho y el lateral izquierdo del Liverpool buscando el gol que desnivelara la ronda. Si lo de antes había sido acoso, lo de entonces rozaba el abuso. Pero el meta visitante podía con todos. Con Salah la primera, con Mané la segunda, con Oxlade la tercera, este párrafo arrancaba con la cuarta… otras tantas se marcharon fuera y aún el larguero echó una mano en el cabezazo de Robertson. Sí, otra vez el carrilero. El Atlético bastante tenía con sobrevivir. El Cholo apenas había hecho un cambio, el de Llorente por Costa, para topar con la ingratitud de un tipo al que siempre ha ofrecido su confianza. Sobraban los gestos, había sobrado casi todo.

El fútbol es tan perro que dio para que la última jugada del partido fuera un gol anulado a Saúl tras cabezazo al saque de una falta lateral. El fuera de juego era evidente y el personal sospechaba que los escasos segundos que tardó la tecnología en ratificar la decisión del línea iban a ser los únicos de alegría que dejaría la noche, pero en todo caso había que jugar 30 minutos más. En ellos llegó la diana de Firmino, enseguida, como nueva prueba de que el temporal de viento y lluvia que azotaba la ciudad podía llevarse por delante la aventura rojiblanca.

Pero nada está escrito, por mal que nos pese a los que escribimos. De repente Adrián pifió al despejar y se la prestó a Joao, que andaba sin fuelle, que tampoco había lucido cuando lo tenía, pero que ahí anduvo listo para ponérsela a Llorente en el borde del área. Marcos la ajustó junto al palo y Anfield contempló boquiabierto (cariacontecido excepto en un fondo) que la pelota entraba y que el Atlético no estaba muerto. Y como sólo fracasa el que se rinde, después llegaron el segundo, con Morata asistiendo a Llorente, y el tercero, con Llorente asistiendo a Morata. Del campeón no había quedado más rastro que el orgullo a la que encajó el primer gol. Sostenido por Oblak, el Atlético lo había hecho. Otra vez lo había hecho. Ahora lo mismo se detiene la Champions, vaya usted a saber, cualquier cosa puede suceder, pero ya no habrá quien olvide la noche de aquel día. En Liverpool. Donde los grandes.

Foto: Marca.

El Liverpool confía en Anfield para remontar la eliminatoria ante el Atlético de Madrid

David Medina (Marca).- Una escultura de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr es de parada obligatoria cuando se ponen los dos pies en Liverpool. Son The Beatles, el símbolo de una ciudad en la que se respira su música y su legado en cualquier rincón por el que se camine. The Cavern, lugar donde se iniciaron, también se convierte en una visita ineludible mientras se ven símbolos de los cuatro genios que marcaron una época que pueden tener compañía esta misma noche por la grandeza de lo que hay en juego.

No será, en todo caso, con las guitarras de John o George, el bajo de Paul o la batería de Ringo. Un único ganador entre Atlético y Liverpool. Entre un aspirante y el monarca de una última Champions conquistada en el mismo Metropolitano que da calor al Atlético para encumbrarse como el mejor equipo de Europa. Al conjunto que ha enlazado dos finales consecutivas y que ha roto todos los récords para acariciar una Premier que le ha sido esquiva durante tres largas décadas. Al ballet que arrasa bajo la batuta de un Jurgen Klopp que llegó al Liverpool dispuesto a demostrar que era el indicado para devolver la grandeza de antaño. No se equivocaron los que apostaron por él.

A eso se enfrenta el Atlético de Simeone entre las históricas paredes de Anfield, uno de los estadios que construyeron la leyenda y que todavía sobreviven ante la plaga de estadios modernos sin alma, en el Viejo Continente. Un lugar que supura fútbol desde que el You’ll never walk alone avisa de que enfrente se presenta también el legado que engrandecieron las figuras de Bill Shankly y Bob Paisley durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Europa conoció a aquel Liverpool mientras cantaba las canciones del otro símbolo de la ciudad, The Beatles, y el primer grupo que cambió la historia de la música universal.

Otro nombre se ha colocado, o está cerca de hacerlo en el corazón de los habitantes de Liverpool, a la altura de los Lennon y compañía en los últimos años en una ciudad marcada por la música… y el fútbol. Hablamos, claro, de Jurgen Klopp, el ingeniero alemán que ha convertido al actual Liverpool en el mejor conjunto de Europa. Lo acarició con el Dortmund y aquella Champions perdida ante el Bayern, pero ha sido ahora donde se ha convertido, en las entrañas del legendario Anfield, en uno de los técnicos más prestigiosos del planeta.

A él deberá derrocar Simeone para que el Atlético siga soñando con la orejona, llamada ‘la puta’ entre los que la han tenido tan cerca que les duele sólo con nombrarla. Un dolor que, saben dentro del Atlético, será la mayor alegría de la historia en caso de terminar levantándola algún día. Para ello no hay duda de que se repetirá el plan defensivo del argentino en la ida que maniató y dejó seco a un Liverpool que fue incapaz de tirar entre los tres palos de Oblak. Y eso, teniendo a Mané, Firmino y Salah enfrente es cuanto menos digno de elogio ahora que El Cholo está en la diana de unos cuantos.

El citado tridente será la gran amenaza para un Atlético que busca hacer bueno el 1-0 de la ida avisado de la debacle de Turín de hace un año. Los rojiblancos también saben resistir ese resultado como demostraron hace casi cuatro años en Múnich ante la máquina engrasada de Guardiola. Estos son los dos puntos antagónicos del Atlético como máquina de defender, en aquellas semifinales de 2016, y del Atlético como conjunto incapaz de mostrar sus señas de identidad, como en los octavos del curso pasado.

El estadio donde el Liverpool ha disputado 21 encuentros con 19 victorias y sólo dos empates. Nadie ha sido capaz de doblegar a este equipo que acumula 54 goles a favor y apenas 22 en contra. Unos números que asustan. Como el escenario. Pero el Atlético sabe a lo que juega y si aprende la lección de Turín y mantiene sus señas de identidad estará más cerca del objetivo. Tampoco hay que olvidar que 17 de las eliminaciones europeas de los reds fueron ante su afición por las 14 que se registraron fuera. Los rojiblancos serían de hecho los primeros en repetir esa hazaña para convertirse en una leyenda… parecida a The Beatles.

Foto: Getty Images.

El Watford acabó con el invicto del Liverpool

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Dos goles del senegalés Ismaila Sarr, al que se sumó uno posterior de Troy Deeney, enterraron la impecable racha del Liverpool, que encajó en el estadio Vicarage Road ante el Watford (3-0) su primera derrota después de cuarenta y cuatro partidos de Premier, la única hasta ahora en el presente curso.

El conjunto de Jurgen Klopp, que el pasado fin de semana igualó al Manchester City de Pep Guardiola el récord de victorias seguidas en la competición inglesa (dieciocho) pero con un puñado de registros históricos pendientes aún por cumplir, se estrelló ante un rival menor que puja por evitar el descenso.

El Watford, que perdió al español Gerard Deulofeu a la media hora tras un choque con el holandés Virgil Van Dijk que dejó dañada, de forma preocupante, su rodilla derecha, supo jugar sus bazas. El Liverpool dominó, pero sin acierto. Las ocasiones más claras, desde el inicio, fueron del equipo de Nigel Pearson.

La autoridad del Liverpool ha decaído en las últimas semanas. Perdió en la ida de octavos de la Liga de Campeones contra el Atlético Madrid (1-0) y después ha sacado sus encuentros adelante con apuros.

El Watford, que llevaba seis partidos sin ganar, cinco en la Premier, sonrojó a los reds. El claro triunfo ante el equipo de Klopp le saca del descenso, al que cae el Borunemouth.

El Liverpool, que sigue a cuatro victorias de cerrar la consecución del título de la Liga inglesa, que no conquista desde 1990, se ha quedado sin poder igualar el registro de partidos sin perder que estableció Arsene Wenger con el Arsenal en 2004 (48).

Klopp no pudo contar para este choque con Jordan Henderson, James Milner y Xherdan Shaqiri, con distintas lesiones.

Fue Deulofeu la primera amenaza para el Liverpool. Pudo marcar tras un centro de Abdoulaye Doucouré, pero no tuvo acierto. También Troy Deenay tuvo una buena ocasión tras un error del meta Alisson Becker.

El conjunto de Klopp alcanzó el intermedio indemne a pesar de todo. Pero no reaccionó y sucumbió a continuación. Ismaila Sarr, que ya había advertido en la primera jugada de la segunda mitad, no falló en el minuto 54. Un gol que dejó en evidencia la actitud defensiva de los reds.

Fue tras un saque de banda. La pelota le llegó a Doucouré, que aprovechó la pasividad de la zaga rival para centrar a Sarr, que batió a Alisson. Seis minutos después, el senegalés anotó el segundo en un contraataque.

Troy Deeney, en un lateral del centro del campo y rodeado de adversarios, filtró el balón a Sarr, que en solitario enfiló una carrera hacia la meta del Liverpool y superó a Alisson en su salida.

El tercero llegó en otro error de bulto del conjunto de Klopp. Trent Alexander Arnold, despistado, le dio la pelota a Doucoure cuando quiso centrar a Alisson. El francés tuvo paciencia y aguantó el balón hasta que llegó Deeney, que solo tuvo que enviarlo a la red.

El Liverpool perdió su condición de invicto después de cuarenta y cuatro jornadas, aunque mantiene los veintidós puntos de ventaja respecto al Manchester City, que aún tiene pendiente su encuentro de la jornada.

Foto: Marca.