Buena suerte, señor Peseiro

Tony Cittadino (Mallorca).- Este miércoles fue presentado oficialmente José Peseiro como director técnico de la Vinotinto. Un acto que, finalmente, sirvió para conocer sus primeras impresiones y que puso fin a una fastidiosa y enredada novela para la designación del estratega que estaba en manos de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF).

Todo el mes de enero transcurrió con la incógnita de saber cuándo y quién sería el encargado de llevar adelante el proceso de la selección de cara a las eliminatorias al Mundial Qatar 2022. Los colegas, informaron durante semanas las posibles negociaciones con algunos candidatos, que más adelante, la propia FVF se encargó de aclarar en un comunicado en el que decían que seguían trabajando.

Los nombres iniciales eran José Pekerman y Juan Antonio Pizzi. Hablaban de conversaciones con dos técnicos europeos y tres suramericanos, pero sin mucho detalle. Aunque no se llegó a un acuerdo con los dirigentes, la prensa coló el nombre de Jorge Sampaoli. El argentino parecía listo para firmar el contrato con el despacho de Sabana Grande, pero todo cambió el fin de semana cuando los medios portugueses anunciaron el acuerdo de Peseiro con la FVF.

Sinceramente, no recordamos oír anteriormente algo del técnico portugués de 59 años, que estuvo en 2002 como asistente de Carlos Queiroz en el Real Madrid. Además dirigió al Sporting Braga y el Porto en su país y también estuvo al frente de la selección de Arabia Saudita.

A pesar de la distancia, pudimos seguir la rueda de prensa por una radio en internet y por el twitter, en especial por la cobertura que realizó nuestro periodista Guillermo Liñares. Creemos que Peseiro respondió de forma educada y, a veces básica, a las preguntas de los colegas, pero quedan algunas dudas de acuerdo al sistema de juego que pueda tener y a las ideas que pueda traer.

El estratega de 59 años dijo que estuvo dos semanas viendo los partidos de la Copa América 2019 y de los últimos amistosos. También de que quiere un estilo de juego ofensivo y que contará con la base que dejó Rafael Dudamel. Por ese lado, es obvio porque no hay tiempo para improvisar. El debut de las eliminatorias está encima. Venezuela se estrenará ante Colombia el 27 de marzo en Barranquilla y cuatro días más tarde, recibirá a Paraguay en Mérida.

Indicó que quiere hablar con la mayoría de los jugadores que están en Europa y dijo que las puertas de la selección están abiertas para todos, sin ahondar en el tema de Josef Martínez. El delantero renunció a la selección durante el ciclo de Dudamel, estratega que también se marchó a Brasil en condiciones que dejan clara una crisis dentro de la FVF y de la propia selección.

El entorno de la FVF no genera confianza y, mucho menos, el tema país. Todo está tan convulsionado, que parecía difícil que un estratega extranjero quisiera asumir las riendas con semejante desastre que vivimos. Sin embargo, Peseiro aceptó.

Además no queda del todo claro como fue el contacto con Peseiro. El presidente de la FVF Laureano González, aseguró que la contratación del técnico portugués se hizo de acuerdo al presupuesto del organismo y que es el de mejor currículum que han tenido. Pero, a su vez, dijo que no lo conocía.

Recordó que hubo una comisión integrada por Jesús Berardinelli y el segundo vicepresidente y Ministro del Deporte, Pedro Infante, encargada de contactar a varios técnicos y negó que Diego Armando Maradona estuviera entre los aspirantes. Pensamos que, dentro de todo, lo más sensato fue descartar al argentino. Gracias a Dios.

Aunque no se dio a conocer el monto del acuerdo, lo único que aseguró González es que será en dólares (obvio que no en el devaluado bolívar) y que será el mejor pagado de la historia. El último estratega extranjero fue el argentino José Omar Pastoriza (1998-2000).

Por años, los fanáticos y la prensa de la Vinotinto pedimos un técnico foráneo. En especial, luego del fracaso de Noel “Chita” Sanvicente, el técnico más ganador del fútbol nacional y que tenía todos los pergaminos para sentarse en el banquillo. Ahora, la FVF dio el paso de contratar a un extranjero, aunque pareciera no ser el esperado por muchos.

Las formas dejan más sombras que luces y la presentación, algo escueta. Desde el anuncio en la cuenta de twitter del IND y no de la FVF, hasta la foto desenfocada y poco seria en el despacho de Sabana Grande.

Aunque Venezuela no ha ganado nada como selección, los clubes en competiciones internacionales siguen quedando en deuda y el torneo local no levanta, al menos la selección puede contar con un nutrido grupo de jugadores que juegan en el exterior. Unos con más presencia que otros y en ligas más competitivas que otras, pero al menos es algo que antes no sucedía y hay que tomar en cuenta.

Preocupa no sólo el hecho de tener el tiempo en contra, sino también cómo conformara el cuerpo técnico y el conocimiento de las eliminatorias sudamericanas. De momento, lo único que dijo Peseiro fue que lo acompañarán cuatro venezolanos, un técnico asistente, un preparador físico, un entrenador de porteros y un analista.

De nuestra parte, es temprano para decir si será un acierto o un fracaso, aunque no pinte bien. Primero hay que ver la convocatoria, los entrenamientos y los partidos. Es muy probable que el proceso no dé frutos de la noche a la mañana, pero también tiene que estar consciente de que los resultados no pueden esperar. Cada punto cuenta. Sin embargo, le damos el beneficio de la duda aunque tenga todo en contra.

A fin de cuentas, a todos nos conviene que este ciclo sea un éxito y logremos la tan ansiada clasificación al Mundial, aunque hoy todo parezca más oscuro que ayer.

Buena suerte, señor Peseiro.

Foto: Twitter Peseiro.

Una cobertura especial de la Serie del Caribe Margarita 2010

Tony Cittadino (Mallorca).- Diez años han pasado desde que tuve la oportunidad de asistir a la Serie del Caribe Margarita 2010, como enviado especial del Diario TalCual. Una oportunidad fascinante, que me permitió crecer como periodista y de la que siempre estaré agradecido con todas las personas que lo hicieron posible. Pero, en especial, con Teodoro Petkoff.

Desde que comenzó el round robin de la temporada 2009-2010 de la LVBP, se perfilaba la posibilidad de que se realizara la tercera final entre los “Eternos Rivales”. Caracas y Magallanes venían de una ronda regular espectacular, en la que finalizaron igualados en el primer lugar, con marca de 41-22. Fueron los dos equipos más dominantes y con el mejor material disponible. Tenían un trabuco.

Para entonces, recuerdo las charlas diarias con mi jefe y gran amigo, el coordinador de deportes, Héctor Becerra. A medida que se acercaba la Gran Final,  la tesis tomaba fuerza y eso, además, emocionaba a Teodoro. Un fiebrúo de la pelota, que también se atrevía a soñar. “Una final Caracas-Magallanes y, de paso, el campeón estará en Margarita. Tenemos que ir. Vamos a ver”, opinaba al final de la tarde, cuando el cierre del periódico estaba hecho.

TalCual es un diario pequeño, hoy reducido a página web por la dictadura venezolana, que no ha podido silenciarlos. Y tampoco podrá. Sin embargo, para entonces, todavía se podían buscar recursos, a pesar de las limitaciones financieras existentes. Era algo en lo que no se escatimaban recursos. Se trabajaba con las uñas, pero uno era feliz.

Minutos después de que cayó el out 27 del séptimo juego de la Gran Final, que le dio al Caracas al título 20 de su historia (17 como Leones, 3 como Cervecería), me llamó Becerra para saludarme y hablar de la final. Una serie que disfrutamos hasta en el Universitario, con los jonrones de Grégor Blanco y Jackson Melián. “Bueno, Tony, prepara las maletas porque te vas a Margarita con los Leones”, me soltó con gran entusiasmo. “Conseguimos alguito para que te puedas ir. Teodoro y Freddy Núñez  hicieron unas gestiones, pero prepárate”, me reafirmó.

Mi alegría no podía ser mayor. Esa llamada jamás se me olvidará. Cinco meses antes había asistido a Puerto La Cruz como enviado especial para cubrir a la Vinotinto en el juego del Premundial ante Perú. Esto representaba un reto, porque además era una semana entera. Pero, como sarna con gusto no pica, me lo tomé como un premio. Tenía 23 años y estaba por graduarme. Quería comerme el mundo. Siempre he pensado que es una fortuna que te paguen por hacer lo que te gusta. Eso lo reafirmo 10 años después, que estoy fuera del país, trabajando en un supermercado, pero metiéndole el pecho a mi proyecto de la página web.

Comienza la aventura

El lunes 1 de febrero estábamos con el fotógrafo Saúl Uzcátegui en el terminal de autobuses en Bello Campo, ubicado en Chacao, para salir por tierra rumbo a Puerto La Cruz. El viaje duró unas seis horas, pero fue tranquilo. Ya en el estado Anzoátegui, tomamos el ferry Carmen Ernestina para llegar en unas cuatro horas a Margarita.

El ferry tenía capacidad para 800 pasajeros y 200 vehículos. Esto fue un año antes de que la revolución bolivariana expropiara la empresa y, como todo lo que toca, acabara con ella. El ferry se hundió parcialmente a mediados del 2016 y otros de la reconocida flota en 2018.

En la embarcación se encontraba el ex pelotero y coach de bateo de los Leones, Antonio Armas, quien no viajó con el equipo en avión en horas de la mañana de ese lunes desde la capital, porque se encontraba en su natal Puerto Píritu disfrutando de dos días libres con su familia.

Armas fue reconocido por los pasajeros y, como era de esperarse, más de uno aprovecho la ocasión para tomarse fotos y pedirle autógrafos. “Las dos Series del Caribe que ganó el Caracas fueron importantísimas y recordadas con gran cariño”, dijo quien participó como jugador en Hermosillo 1982 y como coach de bateo en Maracay-Valencia 2006.

“Del 82 recuerdo un juego que ganamos con una carrera mía en 11 entradas contra Leones del Escogido. La de 2006 fue especial porque fue de forma invicta y ante nuestro público, pero creo que siempre ganar es emocionante porque uno representa al país con orgullo”, comentó mientras estaba sentado en una mesa.

A las 9:00 de la noche estábamos ya instalados en el Hotel Margabella, donde nos atendieron de maravilla y donde habían turistas italianos, dominicanos y boricuas, todos interesados en el evento que comenzaría un día después.

La rutina diaria era salir a las 9:00 de la mañana para desayunar empanadas y  conocer la isla, luego regresar a almorzar y salir al estadio a las 3:00 de la tarde, para cubrir las prácticas y conseguir información antes del juego nocturno. No llegamos a asistir al primer juego de cada día, que era en la tarde. El regreso al hotel dependía de la hora en la que terminara el juego, pero por lo general era entre la 1:00 y 2:00 de la madrugada.

Tenía asignada una página fija, en la que debía tener una noticia principal, una secundaria y una columna, que llamé Pelota Caribe. Además enviaba información extra para otra página, en la que por general se informaba de la previa del partido del día de Leones en la Serie del Caribe.

Fue una semana intensa e interesante. De mucho aprendizaje y en la que además tuve tiempo de hacer un trabajo especial de la Casa de la Cultura en Porlamar y otro de dos entregas del Centro Nacional de Alto Rendimiento de la FVF, con una entrevista exclusiva con el otrora presidente, Rafael Esquivel.

Además de la posibilidad de conocer a periodistas de talla internacional, como el dominicano Enrique Rojas de ESPN. También a peloteros como el para entonces prospecto dominicano de los Mets de Nueva York, Fernando Martínez, que jugó con Leones del Escogido y terminó siendo el Jugador Más Valioso del torneo. El pelotero también se había uniformado con Leones en el round robin de la 2008-2009.

Igualmente estaba el manager de los dominicanos, el ex pelotero estadounidense Ken Oberkfell, quien fue campeón en ese torneo y también en 2012 con Escogido. Otros jugadores eran el mexicano Carlos Gastelum, el americano Kevin Barker, el dominicano Ramón Santiago y el experimentado manager Max “Mako” Oliveras, que estuvo dirigiendo a los Indios de Mayagüez. El estratega fue campeón con los Cangrejeros de Santurce en las ediciones de Mazatlán 1993 y Santo Domingo 2000 (invicto).

En ese viaje, tuve al mejor compañero posible. Saúl, que siempre está de buen humor, era un bromista natural. Pero, al mismo tiempo, una persona muy seria en su trabajo y gran profesional. Con él, puedes hablar de lo que sea.

Siempre daba un consejo personal y laboral. Creo que de mis casi cinco años en el periódico como redactor fijo, fue el mejor fotógrafo con el que trabajé, con el permiso del resto de los colegas que también hicieron muy bien su trabajo. Nos entendíamos a la perfección y era gracias, además, a la infinidad de pautas de deportes a las que asistimos. En especial, la LVBP.

Pero también, Saúl era una persona con la que había que tener cuidado. De repente ibas al Sambil en Margarita y te decía: “Párate aquí, para tomarte una foto y mandársela a los panas de redacción y a tus viejos. Ya va. No te muevas. Un poco más a tu derecha. Ahí”. Cuando veía la foto, estaba debajo de una puerta de acceso al centro comercial y de un letrero que decía “Parguito”. Obviamente tomó la foto y cortó el nombre completo, que era Playa Parguito.

Pero, el momento más memorable, fue una noche en la que no fuimos al estadio porque ya teníamos el material completo para el día domingo. Salí de la ducha con una toalla rosada, que me llevé de mi casa a última hora y cuando me percaté, él estaba muerto de la risa con el teléfono en la mano. La foto recorrió toda redacción, con la complicidad de Alejandro Chacón. Al final, reímos los dos y es una anécdota que hasta hoy seguimos recordando con mucha risa y aprecio.

El regreso a Caracas fue igual por ferry y vía terrestre el lunes 8 de enero, con la satisfacción de haber hecho un gran trabajo. En el autobús íbamos contando anécdotas y soñando con la posibilidad de asistir un día al Spring Trainning en Grandes Ligas.

Diez años después, mantengo el contacto con Saúl, con mi gran amigo Héctor y también los buenos amigos y colegas del periódico. También continúo con las ganas intactas de seguir creciendo profesionalmente, aunque esté lejos de mi país. Nunca será tarde, para volver a intentarlo con mi casa, el Diario TalCual. Dios mediante, será en una Venezuela próspera y en libertad.

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«Querido Kobe», carta de despedida

Yelimar Requena (Caracas).- El legendario jugador de la NBA, Kobe Bryant, hizo historia dentro y fuera de los tabloncillos, presumiendo alma de campeón. En 2016 cuando anunció su retiro, después de 20 años de historia con los Lakers, escribió una sentida carta que fue plasmada en un cortometraje y le valió un Oscar.

Este domingo, tras su inesperada partida, otras líneas de despedida se hacen necesarias.

«Querido Kobe…

La intensidad de tu juego, tu amor y respeto por el deporte y tu sonrisa explosiva después de cada victoria es algo que quedará grabado eternamente en la mente de quienes aman al deporte en general, si, en general, porque tu grandeza es propia de los tabloncillos, pero se admira y respeta en todos los escenarios.

Tus números, jugadas y récords estarán siempre dejando en evidencia la clase de jugador que eras, pero tus palabras –tan sentidas siempre-, tu ideología y esa manera tan humana de ver la vida, es lo que realmente te hará inolvidable.

Ágil, veloz, intrépido, competitivo, calculador y preciso, con buen tino, risueño y amable, soñador… Así has de ser recordado en el mundo entero.

Quizás este dolor y enorme vacío no desaparezca nunca, pero ten por seguro que haremos un esfuerzo por replicar tu historia con esa mism sonrisa tierna y honesta que durante más de 20 años nos regalaste.

Siempre hablaste de lo importante que era inspirar a la gente, de cómo los desafíos se pueden convertir en oportunidades de triunfo, insististe en que solo el trabajo duro deja grandes satisfacciones y dejaste claro que no querías ser nadie más, solo querías ser Kobe Bryant.

Ojalá, en donde quiera que estés, puedas ver como tu inesperada partida paralizó al mundo, millones de personas te aclaman como su más grande héroe, reviven anécdotas de tu carrera que de seguro ni tú mismo alcanzarías a recordar y te presumen como su motivación más grande.

Deportistas, de todas las disciplinas, periodistas y afionados miles, hoy te despiden.

Vaya que lo lograste Kobe… conseguiste inspirar a millones y te ganaste incluso el amor de personas que no alcanzan a entender bien el baloncesto, pero saben quién eras.

Me quedó con la satisfacción de saber que el baloncesto te dio todo lo que esperabas de la vida, cinco anillos de campeón, dos MVP de series finales, 18 apariciones en el All Star y un OSCAR, ese que te ganaste con una carta de despedida dedicada a tu gran amor, ese que nos robo tantas lágrimas y que hoy me obliga escribirte también.

Gracias Kobe, por todo…

Nosotros, quienes necesitamos del deporte tanto como del oxígeno, también te amamos».

Tiburones: La debacle interna que acabó con el favoritismo soñado

Yelimar Requena (Caracas).- Es 19 de enero y el silencio en las adyacencias del parque de la UCV es triste, no suena la samba a todo pulmón, como muchos esperábamos, porque es que este tampoco era el año.

La siempre alegre afición de los Tiburones de La Guaira deberá esperar al menos un año más para intentar reencontrarse con la gloria que les ha sido esquiva desde la temporada 1985-1986. Algunos podrían pensar que este escenario se ha repetido tanto que ya no importa, pero están equivocados. Nunca antes una eliminación fue tan dolorosa.

Y es que, esta vez, el juego no se perdió en el terreno. Hubo errores garrafales que se cometieron sin siquiera tener un guante en la mano y eso les costó el pase a la final.

Hace exactamente siete días, Tiburones se preparaba para disputar en casa el primer juego de la semifinal ante Caribes de Anzoátegui. Su contundente victoria en la primera serie de playoffs frente a los Leones del Caracas los distinguía como favoritos, y además su rival, que era el clasificado del comodín, arrastraba un cansancio considerable pues había recorrido tres estadios entre la tarde del viernes y la mañana de aquel domingo.

Los equipos eran completamente antagónicos.

Desde el tres de enero hasta ese domingo, los escualos bateaban para .319, sumaban 14 extrabases, habían recibido 25 boletos y anotado 33 carreras. Nadie más que ellos bateó sobre .300 en esa ronda de playoffs. Y en cuanto sus lanzadores, la efectividad era de 2.67.

Caribes, en cambio, ligaba apenas para .220, únicamente los Leones bateaban menos. Apenas habían despachado 49 inatrapables y fabricado 16 rayitas. El promedio de carreras limpias permitidas por sus brazos era de 3.39, el más alto entre los clasificados.

Todo parecía estar muy claro… pero en la intimidad de los salados se escribió otro desenlace.

La debacle del favorito

Los orientales picaron adelante con una estrepitosa victoria de 11-2. Guillermo Moscoso fue vapuleado y en cinco innings y un tercio permitió seis carreras, mientras que Logan Darnell dejó a los locales en solo dos rayitas. Un baño de agua helada cayó sobre la afición guairista y todos quienes se habían atrevido a pronosticar la superioridad de La Guaira.

Al día siguiente, Víctor Díaz –por los escualos- y Wilfredo Ledezma –por la tribu- se enfrascaron en un impresionante duelo de pitcheo, y al cabo de seis innings continuó con el dominio. Sí tuvo Tiburones más de una oportunidad para anotar, pero estaban completamente dispersos.

En el noveno inning quedó claro que la química ya no era la misma. Con tres hombres en base, el manager Renny Osuna trajo de emergente a Miguel Rojas por Edgar Durán y aquello desató la furia de algunos peloteros que incluso estaban en base como Alberto González y Héctor Sánchez. El inning como si no hubiese pasado nada, pero pasó de todo.

Los de Jackson Melián ganaron en el inning 12 al lograr capitalizar dos errores cometidos justamente por los peloteros que estando en base rechazaron el ingreso de Rojas. Ahí fue evidente que la química ya no era la misma. El favoritismo de La Guaira se diluyó, y no porque la serie estuviese 2-0, sino más bien los conflictos internos se hicieron evidentes.

En los dos juegos en el «Chico» Carrasquel, Tiburones estuvo muy cerca de conseguir la victoria, pero las diferencias internas fueron más fuertes. La afición quizás guardó para el cuarto juego una pequeña esperanza de que el equipo mostrará su mejor versión, lamentablemente eso no fue así.

Y fue tal el descalabro de Tiburones, que la clasificación de Caribes pasó a segundo plano.

Escenas inaceptables

Renny Osuna, distinguido como Manager del Año por la mayoría de los periodistas que cubren la pelota, no logró siquiera terminar el juego. Fue expulsado luego de que un reclamo en el conteo de bolas y strikes se saliera de control.

Terminó escupiendo en la cara al árbitro principal Carlos Leal y aquello causó estragos en la opinión pública, especialmente en esa que se ha dedicado a satanizar la liga.

Osuna estaba iracundo e irreconocible. La frustración era evidente y, obviamente, pagó con Leal la molestia que tenía con sus peloteros, quienes inicialmente lo presionaron para que reclamase con más fuerza algunos fallos arbitrales, y luego lo dejaron por su cuenta. Se vino a menos y con él murió cualquier esperanza que pudiese existir en la afición guairista, pero lo peor vino después.

Nadie se va a olvidar de como el receptor Luis Villegas se le lanzó encima como si tratara de un pelotero más, solo porque Renny le reclamó un actitud previa.  Varios peloteros se sumaron a la pelea que duró apenas unos segundos, pero fue suficiente para arruinar todo lo que el equipo hizo en el año.

Es imposible que los fanáticos de La Guaira puedan reponerse rápido de este fracaso, porque fueron sus peloteros, por razones ajenas al juego, los que sentenciaron su eliminación.

Se les olvidó que el manager es la autoridad del equipo y solo él decide a quién trae como emergente y cuando lo trae, eso no se discute. Se les olvidó que ellos no deciden con que intensidad reclama el manager, no tienen licencia para eso. Pero, más grave aún, se les olvidó que a su manager no se le trata como a un pelotero más del equipo.

A título personal me cuesta imaginar una escena tal si fuese Oswaldo Guillen o Buddy Bailey quien estuviese al mando. Por ello, asumo que la imprudencia de esos peloteros se incrementó ante la inexperiencia de Renny. Como quiera que sea es inaceptable y va a pasar mucho para que la afición en general los perdone.

La fiel fanaticada guairista requerirá tiempo para olvidar y se necesitarán más que resultados positivos para resarcir este daño y el camino va a ser largo.

Ellos mismos destruyeron sus posibilidades, porque olvidaron que eran un equipo..

Convirtieron al Barça en el Fútbol Club Meme

Guillermo Liñares (Caracas)-. 

Sean ustedes bienvenidos a presenciar los enésimos ridículos suscitados en el Fútbol Club Barcelona, convertido en los últimos años en el Fútbol Club Meme por obra y gracia de la directiva que preside Josep María Bartomeu. El último capítulo tiene como tema principal a Ernesto Valverde, destituido a finales de la tarde de este lunes, una decisión que lleva consigo una serie de bochornosos episodios, impropios de un club que se autoproclame como Més que Un Club, tirando de valores que no demuestra y actuando en función de bandazos, propios de la mejor escuela de improvisación, santo y seña de una junta directiva que no tiene ni plan ni orden.

Ernesto Valverde debía salir del Barcelona desde hace tiempo. La eliminación culé en las semifinales de la Champions del año pasado, donde fueron goleados en Anfield por el Liverpool, debía ser el momento para que el presidente y sus directivos tomasen decisiones conformes a lo que se había visto aquel día. Desde entonces, la afición perdió por completo la confianza en el proceso que comandaba el extremeño, y los futbolistas, cada vez más instalados en la autocomplacencia, tomaron la iniciativa de respaldar a su entrenador cada vez que tenían la oportunidad de hacerlo, aduciendo que la responsabilidad de la debacle era suya, y que con Valverde se sentían cómodos. Allí fue cuando Bartomeu dudó y prefirió mantenerlo en el cargo, a merced de unos jugadores que cada vez más presumen de lujos y vicios, contando con días en la semana de descanso que perjudican su rendimiento en el campo. Así como entrenas, así jugarás. Si a un servidor le brindasen numerosos días de descanso, en vez de trabajar, también me sentiría agradecido con mi jefe.

Actualmente tiene al equipo líder en la Liga, clasificado a los octavos de la Champions y con opciones en la Copa del Rey, pero la eliminación del pasado jueves en las semifinales de la Supercopa de España contra el Atlético de Madrid colmaron el vaso que tenía rato rebasado, sentenciando a un «Txingurri» que en ningún momento mostró síntomas de estar desesperado por su situación. Se va después de ganar cuatro títulos (dos Ligas, una Copa y una Supercopa) pero con la imagen desgastada y vapuleada, típico de un trasatlántico de la magnitud del Barcelona.

Bartomeu, que cada vez más se parece a Joan Gaspart, mandó a Eric Abidal y al CEO del club Oscar Grau a Doha a negociar  con Xavi Hernández, tratando de convencerle de asumir las riendas del banquillo, apelando a su barcelonismo y su sueño de ser algún día el técnico de la institución en la que jugó durante la mayor parte de su carrera futbolística. La respuesta negativa de Xavi dejó a los directivos expuestos, con un Valverde que se iba enterando de los acontecimientos por los medios de comunicación atónito con lo que ocurría, sin tener en ningún momento un mensaje o llamada de alguien que le explicase lo que sucedía. Después fue Ronald Koeman el que declinó la oferta, comprometido con la selección holandesa a pocos meses de la Eurocopa, y finalmente también salió a la palestra el nombre de Mauricio Pochettino, el mismo que mencionó alguna vez que antes de ser entrenador del Barcelona prefería irse a su granja en Argentina. Numerosos bochornos que dejan la imagen del club tocada, sumada al fracaso con Neymar en el verano pasado, donde también fuentes del equipo filtraban a la prensa los movimientos de la negociación, marcando la hoja de ruta a la opinión pública para al final no hacer nada. Momentos que se desarrollan en el club de meme, aquí no pasa nada, hay barra libre.

Finalmente lograron convencer a Quique Setién de tomar la responsabilidad de dirigir a un club a la deriva hasta junio de 2022, en donde la improvisación es ley, y que para última añadidura del club de meme primero cerraron la llegada del cántabro que la liquidación del contrato de Valverde. Todo al revés, todo mal, surrealista pero finalmente verdadero.

Si a Setién le irá bien, no se sabe – es un hombre honesto y de filosofía cruyffista, esa que tanto presume la directiva y que tan poco demuestra -, lo único cierto es que los que toman decisiones han convertido a un club de la magnitud del FC Barcelona en carne de memes.

Que tenga suerte Quique Setién y los culés, menos mal que en sus filas está Messi y es el único que sostiene el circo. Sin él no se sabe qué sería del Barça con esa gente comandando el barco.

Foto: Mister Chip

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En la jugada: Sampablera en Puerto La Cruz

Luis Alvarado De Sousa (Caracas).- Los aficionados y periodistas que seguimos el beisbol venezolano vimos estupefactos como el experimentado pelotero de las Águilas del Zulia, Alex Romero, impactaba con un bate la espalda del receptor de los Caribes de Anzoátegui, Gabriel Lino. Más allá del análisis en caliente de la terrible acción de Romero, queremos ahondar un poco más en la situación desde la neutralidad.

Los antecedentes son importantes para entender lo que llevaría a propiciar la situación lamentable. El juego venía cerrado hasta el quinto episodio cuando Anzoátegui destapó todo su poderío ofensivo con un ramillete de trece carreras que se consumó en la parte baja del séptimo episodio. Es en este punto donde comienza la reyerta, ya que Rómulo Sánchez golpea a César Valera. Sólo podemos hacer conjeturas para tratar de entender la decisión de Sánchez: Frustración, pedido desde la cueva o un pase de factura.

El quiebre

Lo cierto del caso es que cuándo comenzó la revuelta, pensamos que el rol de manager en estas ocasiones debe ser el de llamar a la calma y la cordura, cosa que nunca ocurrió con Jackson Melián. El estratega de Caribes caldeó los ánimos, pateando cual balón de fútbol a Yasmani Guerra. Aquí el primero de muchos errores, esta vez por parte de un estratega tan experimentado como Melián. Pero esta situación nos hizo ver que la experiencia no vale de nada cuando se calienta el ambiente.

Luego de las expulsiones de Melián, Phipps, Guerra y Pérez, el umpire Leonardo Nieves olvidó expulsar al lanzador Rómulo Sánchez, que fue artífice del bolazo. Una concesión al lanzador, que tendría repercusiones más adelante. En la siguiente entrada y con el juego en warning, volverían a vaciarse las bancas, esta vez por un incidente aún más grave. Ángel Nesbitt intentó golpear la humanidad de Alex Romero con un pitcheo que pasó cerca de su espalda.

Cuatro errores

Aquí surge un error colosal por parte de los árbitros y principalmente el chief umpire Leonardo Nieves al no expulsar inmediatamente a Nesbitt. La intención del lanzador fue clara y la permisividad del árbitro llevó a que Nesbitt lograra impactar a Romero. Aquí viene otra decisión decisiva y lamentable.

Romero tomó su bate y golpeó con fuerza al receptor, Gabriel Lino en la espalda. Sólo podemos imaginar lo que pasó por la mente del experimentado jardinero de las Águilas, pero lo que si podemos establecer es que esta acción no puede ser aplaudida y mucho menos justificada a pesar de cualquier fanatismo. Un hombre de la experiencia y trayectoria de Romero, tiene la jerarquía para ser un ejemplo y no un bochorno. Si bien es cierto que un bolazo a noventa millas no es poca cosa, la profesionalidad debe privar.

Aquí también recae la responsabilidad en Nesbitt y Lino. Fue alevosa la intención de golpear a Romero, la culpa de los dos últimos no debe ser limpiada. De nuevo, vendrían las expulsiones, este caso de Astudillo, Romero, Nesbitt, Lino y Valera. Un último conato fue atajado, al fin de manera correcta por el principal del encuentro al expulsar inmediatamente a Luis Rengel, que golpeó a Engelb Vielma.

Queremos apuntar ciertas conclusiones que nos deja este evento. Este no es el primer caso de una pelea violenta en el beisbol, pasa en los Estados Unidos, México, Cuba y ello no implica que sea un reflejo de la decadencia en la cultura de dicho país. Alex Romero debe ser el jugador con la suspensión más alta, partiendo en quince juegos de acuerdo con el artículo 21 del Código de Ética de la liga. Finalmente, es necesario un llamado de atención a los árbitros que impartieron justicia en este compromiso. Con acciones más oportunas, se pudo haber evitado semejante situación.

Foto: IVC/TC.

El Estadio Fórum de La Guaira abrió sus puertas, en medio de la incertidumbre y el temor

Yelimar Requena (Caracas).- El sentir venezolano ha traspasado fronteras desde hace mucho, presumiendo playas y mujeres hermosas, además del mejor beisbol del Caribe. Imaginar un lugar donde pudiesen convivir esos tres elementos era pensar en el paraíso y por muchos años se dijo que serían los Tiburones de La Guaira los encargados de hacer realidad aquella utopía. Sin embargo, el Estadio Fórum de La Guaira que se levantó en Macuto está muy lejos de aquellas añoranzas de perfección.

Este domingo 5 de enero de 2020 fue inaugurada la plaza que por más de siete años estuvieron esperando los guaireños, pero no estuvieron ahí los Tiburones. En lugar de llamarse Carlos “Café” Martínez, como tantos esperaban, se le bautizó Fórum de La Guaira en medio de una ceremonia gris que nada tuvo ver con la promesa de enaltecer el beisbol venezolano.

Un amistoso de softbol entre un equipo del gabinete ejecutivo y otro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), fue lo que inauguró el tan esperado parque. Y en medio del encuentro por supuesto surgieron muchos cuestionamientos sobre la posibilidad de ver beisbol profesional en esa plaza, pero ninguno recibió respuesta. Se rumoró mucho, pero nada se dijo en concreto.

Aquella incertidumbre impidió que los amantes del beisbol vieran con buenos ojos al nuevo estadio, por lo menos en este primer encuentro.

Y no es que le falte belleza a la estructura que promete dar cobijo a 15 mil fanáticos. La verdad ese estadio a los pies de la costa venezolana es capaz de dejar sin aliento a cualquiera, gráficamente es una postal perfecta, aun cuando no está listo, porque es bien sabido que la política de Estado sugiere entregar obras a medio hacer y prometer mejoras que se tardan años en llegar.

Dicen que tendrá un estacionamiento para más de tres mil vehículos, una feria de comida y hasta un centro comercial, pero para constatarlo habrá que esperar. Por ahora, sólo se puede hablar del diamante a la orilla de la playa, que muchos temen no sobreviva al salitre que arropa con agresividad a toda la costa. El proyecto es ambicioso para cualquiera, pero más para un país en el que la desidia se hace costumbre y grandes estructuras se han perdido.

El estadio Olímpico José Antonio Anzoátegui, el estadio de softbol Las Mayas –rebautizado estadio Bicentenario- el Cachamay y el Metropolitano de Cabudare, evidencian como la negligencia y falta de inversión socaban cualquier esperanza deportiva. Es así con todo.

No hay que ir demasiado lejos para que esos miedos tengan fundamento.

La gente de Macuto sabe bien de obras olvidadas. Los fantasmas de grandes hoteles afectados por el deslave del 99, como el Miramar y El Colonial, aún permanecen en el horizonte y huelen a falsas promesas como la recuperación del bulevar y la inauguración del famoso teleférico, que esperan desde hace más de una década para conectar La Guaira con El Ávila.

No hay como esa tierra para hacer referencia a los muchos patrimonios culturales que han quedado en el olvido, en medio de crisis socio-económica que vive el país. Por eso quizás muchos tratan de no encariñarse con ese estadio o con las muchas otras obras que se han levantado con premura para disimular las carencias de la entidad.

Es temprano para vaticinar un fracaso, pero es difícil imaginar un escenario diferente si la estructura no se emplea para algo que genere ingresos propios y pueda costear el mantenimiento. De momento, pareciera que ver ahí a los Tiburones no es una opción, porque justamente ahora los equipos de la LVBP intentan desligarse de los patrocinios políticos.

Sin duda, esclarecer cuál será su uso es necesario antes de seguir alabándolo. Porque sí, es sublime, pero ahora la cosa no es tenerlo, sino mantenerlo.

Foto: AVN.

Inmessi6nante

Guillermo Liñares (Caracas)-. 

Quien esto escribe, nunca pudo disfrutar en directo de Alfredo Di Stéfano y sus «sprints» antológicos que dejaban defensas regados como conos en el camino. Tampoco pudo disfrutar de la inteligencia y magnificencia de Johan Cruyff, mucho menos  pudo celebrar los goles de Pelé y sus Mundiales, ni de la magia de Maradona y la conquista de Las Malvinas en un día soleado de México o de la potencia de Ronaldo Nazario.

Todos fueron únicos, todos gobernadores del fútbol mundial en sus épocas, pues el legado que dejaron es tan grande que en los libros de historia se cuentan sus hazañas. Hay registros de sus jugadas, anécdotas de quienes lo vivieron y nostalgia por tiempos lejanos que recuerdan la alegría de lo que fue . Una era especial sin dudas, pero como todo en el destino, benevolente para quien esto escribe y para sus contemporáneos.

Y es que ya van 10 años increíbles, 10 años en los cuales un sujeto nacido en Rosario, Argentina, ha gobernado con puño de hierro este deporte con una absoluta diferencia sobre el resto que impresiona, que produce que los adjetivos más rebuscados ya hace rato hayan quedado cortos.

Son 10 años en los cuales Lionel Messi ha reinventado la manera de entender el juego, 10 años en los cuales ha sintetizado la definición de excelencia, pues en sus casi 1.70 metros de altura resume perfectamente esa palabra.

Nadie juega mejor que Messi, nadie marca más goles que Messi, nadie da más asistencias que Messi, nadie tiene la calidad que tiene Messi.

En el año 2019 el genio argentino ha liderado todos los registros individuales que se pueden ostentar para ganar su sexto Balón de Oro, entregado por la revista francesa France Football: fue pichichi de la Liga que ganó el Barcelona, fue el máximo goleador de Europa y ganador de su sexta Bota de Oro, ganó el premio The Best y fue el máximo goleador de la Champions que perdió su equipo en semifinales con el Liverpool, y que, a pesar de lo que digan los agoreros del desastre, fue la eliminatoria en donde una exhibición suya en el Camp Nou dejó a los culés a las puertas de una final europea que tiraron por la borda en la vuelta en Anfield.

Con semejantes argumentos y números,¿quién puede negar que no se lo mereciera? si hasta el propio Luka Modric al entregarle el galardón, así se lo expresó. Algunos pretenden querer saber más que quienes están dentro del mundo futbolístico, y la verdad, quedan muy mal parados.

Messi expresó en la gala celebrada en París que se va acercando la hora del retiro. Un día que debe ser el más temido por quienes le admiramos y para quienes no quieren dejar de disfrutar de su talento infinito.

Entendible por demás, porque ninguno en la historia ha estado durante tanto tiempo teniendo la magia y regates de Maradona, la zancada de Di Stéfano, la inteligencia y magnificencia de Cruyff, los goles de Pelé y la potencia de Ronaldo. Ahí radica el legado de Messi, el que tiene de todos ellos una parte, para ser el jugador total, el tipo que se retirará siendo el mejor porque hasta que él quiera así lo será.

Es simplemente inmessi6nante. Gracias por tanto en este tiempo, Leo.

 

Foto: France Football

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Alejandro Chacón, el periodista irreverente

Tony Cittadino (Mallorca).- Parece mentira que tenga que escribir de ti, Alejandro Chacón. Pero, hacerlo, es el mejor homenaje que puedo hacerte. Mi amigo y colega, te marchaste sorpresivamente este domingo 24 de noviembre y tu pérdida no puede más que dejarme un gran vacío y mucha tristeza, porque sabes que te debo mucho y te quiero mucho.

Te conocí en el año 2007, cuando ingresé como pasante de prensa en nuestra casa, el Diario TalCual. Desde entonces, nos unió una gran amistad, que perdurará por siempre. Con sus aprendizajes, sus consejos, sus alegrías y sus rabietas, pero que siempre fueron para bien.

Durante cinco años, compartí contigo en la redacción del periódico y fue una experiencia que siempre te voy a agradecer. Lo mejor es que siempre lo supiste, porque cada vez que pude te lo dejé saber y para ti era gratificante. Lo recibías con mucha humildad, porque sabías que habías aportado un grano de arena.

Esa manía que querer pulirme, me ayudó a forjar el carácter en el medio. Fuiste el periodista más terco, agudo e irreverente que he conocido. Pero a su vez, una persona muy noble, pícara y hasta burlona. “Gordo” Chacón, eras una mezcla rara, pero te queríamos.

Tu manera de ver la noticia, muchas veces nos hacía discrepar y entrábamos en esos largos debates. Manejabas no solamente el fútbol, al que le entregaste toda tu vida. Especialmente el venezolano. Siempre contabas con orgullo cuando fuiste jefe de prensa de la FVF, en la época en la que la Vinotinto era de vacas flacas. Te gustaba evocar que viviste el “Centenariazo” y la época en la que fuiste redactor de Luis Manuel Fernández en Noticiero Venevisión.

Eras magallanero y culé de corazón, pero recalcabas la importancia de escribir sin la camiseta. Eras muy delicado con eso. Sabías de todos los deportes, pero qué difícil era llevarte la contraria. Contigo se podía hablar de cualquier tema, porque insistías que el periodista debe ser integral: deporte, política, cultura, religión o música. Tenías una capacidad de análisis, que pocas veces he visto. Como siempre decías, te gustaba “buscarle la quinta pata al gato” y que la fuente se pusiera nerviosa al saber de ti. No a la inversa.

Todavía recuerdo esos días en los que te encerrabas en la sala de reuniones del periódico y se te escuchaba alzar la voz al realizar una entrevista, en la que alguna fuente se quería ir por otro lado. No tenías medias tintas. Contigo no valía ser “blandengue”. Era blanco o negro. Siempre querías más. Hacer algo diferente. Marcar pauta, pero sin buscar fama. No te gustaba el show.

Recuerdo que llegabas a la redacción y me saludabas cantando: “Antonini Cittadini Bambini”, mientras yo te llamaba “Alessandro Chiaccone”. Reíamos recordando la vez que fui de traje y corbata a la primera pauta del periódico, porque decías que me parecía a un vendedor del Atalaya en el Metro de Caracas. También gozabas con mis discursos de agradecimiento en las reuniones del periódico y ni hablar del “clásico” de la toalla rosada en la Serie del Caribe 2010 en Margarita, que planeaste con Saúl Uzcátegui. Cuando los dos se juntaban, había que correr. Eran un peligro, porque les gustaba chalequear. Nuestro amigo David Ludovic, puede dar crédito de eso.

Un aprendizaje constante

La primera vez que estuve a tu cargo fue en agosto de 2009. Para entonces, nuestro coordinador de deportes, Héctor Becerra, se tomaba unas vacaciones y asumías el puesto mientras tanto. Creo que los tres, formamos un gran equipo de trabajo. Los primeros días fueron una guerra, al punto de tener discusiones airadas. Querías cambiarme el estilo de redactar y darle un vuelco total a las pautas. No querías tanto beisbol y no te gustaba la página de las tablas.

De ahí nació el apodo de “El Cabito” que en broma te colocó nuestro también querido Héctor Landaeta. Cada vez que entrabas a la oficina, el “Gordo” decía que eras una especie de Cipriano Castro, porque te gustaba mandar y susurraba: “A pararse firmes, viene ‘El Cabito’”, mientras reíamos y bajaba la tensión.

Sin embargo, las cosas fueron mejorando y comenzamos a sacar trabajos interesantes. Teníamos dos reuniones diarias. Una en la mañana, para dar un bosquejo del día y, otra, al final de la tarde, para pensar en trabajos fríos, mientras te gustaba escuchar a Los Amigos Invisibles, porque “sus letras son una nota y el ritmo de la música era diferente”.

Había que rezar para convencerte, porque eras terco, pero honesto. Tanto, que provocaba darte un coquito. Así nació la idea meternos con el Mundial de Natación de Roma, por los polémicos trajes de poliuretano. Hicimos una serie de trabajos sobre los estadios deportivos de la capital, la visita de Iker Casillas a Venezuela y una entrevista al delantero del Caracas FC, Fernando Aristeguieta. Tu orgullo por saber que el jugador era del colegio San Ignacio de Loyola era inmenso. Siempre sacabas tu chapa por haber estudiado allí.

También recuerdo las pautas con el ex presidente de la FVF, Rafael Esquivel, buscando sacar información acerca de si el defensa Fernando Amorebieta jugaría o no con Venezuela. Tanta fue la insistencia, que el propio Esquivel lo llamaba por teléfono en mi presencia para ver que no mentía y se hacían los contactos necesarios. Una vez me enseñó su celular y me dijo: “Mira los mensajes que le mando, no es mentira. Dile a Chacón que se quede tranquilo”.

Al año siguiente, se repitió la dupla. Héctor se fue de vacaciones, volviste al mando y recuerdo la mejor pauta que hayamos hecho juntos. Siempre la cuento, porque fue muy especial. Por esos días, el ex presidente Hugo Chávez en otro de sus delirios de poder, argumentaba que el golf era un deporte de ricos y burgueses. Esa tarde, mientras tomábamos un café en “El Comején” y pensábamos en las pautas, decías que a eso había que darle la vuelta, porque Fidel Castro y el “Ché” Guevara jugaron golf en los años 60.

“¿Sabes qué? Vamos a llamar al Hotel Meliá Las Américas en Cuba. Ahí la ex atleta y golfista Ana Guevara impartirá una clínica en octubre. Vamos a ver qué piensan ellos”, me dijo con su característico tono de voz ronco y la vez cansado y con un cantadito, que Max Cordaro sabe imitar a la perfección.

Yo te miraba incrédulo: “Chacón, tú estás loco. Quién nos va a atender y, de paso, diciendo que somos de TalCual, menos”, te dije entre risas. Pero tú, insistías y me aupabas a hacerlo. Cuando se te metía una idea en la cabeza, no había quién te la sacara.

Hicimos una apuesta. Si lográbamos hacer la pauta, te tenía que brindar una “sfogliatella” que vendían en la Pastelería Doris, que quedaba muy cerca del periódico. La  nota la sacamos en la contraportada y la titulamos: “En Cuba sí le paran al golf”. Fue un éxito y, al día siguiente, me dijiste que César Miguel Rondón le leyó en su programa de radio.

Fueron tantos los momentos buenos, que hoy me vuelves a sacar lágrimas, pero de nostalgia y tristeza. Cuántas veces fuimos a pautas en tu camioneta Samurai, en la que, además, celebramos que me gané un televisor en un evento de la Big Cola durante la histórica goleada del Barsa de Pep al Real Madrid de Mourinho de 5-0 en 2010.

Las últimas dos veces que te vi, hablamos largo y tendido, por más de dos horas. Una fue en la fiesta del Día del Periodista de la Gobernación de Miranda en 2013 y, la última, en la presentación de Noel “Chita” Sanvicente como director técnico de la Vinotinto en 2014.

Este año retomamos el contacto en enero, porque querías comprar unos pantalones en la fábrica Lois. Nos pusimos al día y me contabas sobre la difícil situación en Venezuela, que te llevaba a vivir algunos meses en Colombia, con tu familia. Me diste consejos para adaptarme a España como inmigrante y me animaste a seguir adelante.

Te sentí preocupado por la salud, en especial por conseguir las medicinas para la hipertensión y el colesterol. Durante el año volvimos a hablar, hasta que lo hicimos por última vez en chat privado en septiembre por los amistosos de la Vinotinto.

Hasta hace nada, compartiste con nosotros en el grupo de WhatsApp de TalCual. El sábado en la noche leía tus tuits de la final de la Copa Libertadores antes de dormir y. este lunes por la madrugada, despierto con la triste noticia de que ya no estás.

Aunque es muy difícil de digerir, estoy seguro que allá arriba te recibieron con mucho cariño Teodoro Petkoff, Héctor Landaeta, Kees, “la negra” Alicia, Pedrito Febles y Carlos Horacio Moreno.

Vuela alto, Gordo!

Dios te bendiga siempre.

 

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En la jugada: El león enjaulado

Luis Alvarado De Sousa (Caracas).-

Las dos primeras semanas del campeonato han sido duras para los Leones del Caracas. Derrotas abultadas, bateo insuficiente, pitcheo ineficaz y una cueva plagada de lesiones, no han hecho las cosas fáciles para el equipo de la capital en este inicio de campaña. En estas líneas analizaremos el escabroso inicio de los melenudos en la temporada 2019-2020.

Hay dos área en las que los Leones están teniendo serios problemas: el pitcheo abridor y relevista. Para la fecha, el pitcheo abridor caraquista adolece de una efectividad colectiva de 6.22, según las estadísticas que maneja la LVBP. Es decir, el Caracas debería fabricar más de siete carreras para lograr la victoria en caso de que su bullpen tenga una actuación limpia. Esto dista de ser así, porque en varios compromisos el relevo ha sido responsable de las remontadas rivales en los innings finales. En general, la inefectividad de los brazos emergentes del bullpen melenudo es la regla, ya que ostentan efectividad de 5.54 en colectivo.

Si promediamos estas dos cifras de efectividad (5.84) podemos ver que la clave de las derrotas abultadas en estos últimos partidos están en la combinación de la ineficacia de los brazos en cualquiera de sus roles, más la producción moderada de los bates. Moderada porque según estas cifras, deberían fabricar más de seis carreras en promedio para lograr la victoria. Partido a partido, el bateo capitalino maneja un average colectivo de .271 y un OPS que casi llega a los 700 puntos.

En promedio, el bateo ha fabricado un total de 58 carreras en 13 partidos disputados hasta hoy. Si dividimos esa cifra, el Caracas en promedio realiza cinco carreras por partido, una cifra que con un trabajo modesto desde el pitcheo, debería bastar para conseguir la victoria en un compromiso. Sin embargo, al revisar los marcadores de todos los compromisos de la temporada hasta el momento, a los Leones siempre le hacen más de cinco rayitas en cada encuentro. Esto complica muchísimo la labor de la ofensiva y si el pitcheo abridor no comienza con buen pie, el relevo viene con poca confianza y esto se traduce en pizarras llenas de anotaciones.

El manager capitalino Harry Guánchez y el coach de pitcheo, Lino Urdaneta, tienen una ardua labor por delante. Recuperar la confianza de los brazos del conjunto melenudo si quieren que la campaña llegue a buen puerto. También será crucial que los importados del equipo salgan del slump, la ofensiva produzca con la oportunidad de las situaciones del juego, así como contar con la fortuna de mantener sanas a sus piezas para que los capitalinos puedan luchar por un lugar en la postemporada.

Foto: LADS

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