Qatar 2022: Francia despachó a Inglaterra y está entre los cuatro mejores del Mundial

René Tovar (ESPN).- Hacer pronósticos y afirmaciones en el Mundial de Qatar 2022 ha sido temerario. Las crónicas de los partidos han tenido que cambiar en los últimos momentos. Esta noche, en el frío escenario del Al Bayt, podría asegurarse que Francia está lista para jugar la final de la Copa del Mundo. La lógica así lo indica, las sorpresas dictan otra historia.

Pregúntenle a Harry Kane; echó a las nubes a Inglaterra del Mundial.

Argumentos convincentes ofrecen los galos. Un ataque letal de cuatro toques congeló a los ingleses. Theo Hernández, Mbappe, Dembele, Griezmann y finalmente Tchouameni dejó descansar el balón en la red, para no andarlo paseando más en el área inglesa. Un botón de poder.

Según la estadística, la posesión del balón fue inglesa, pero la única llegada de Francia la convirtió en la primera mitad. Aquí se gana con goles. Francia los hizo, Inglaterra los desperdició y los primeros avanzan a la semifinal, donde enfrentará a la sorpresiva selección de Marruecos. Si la lógica no le saca la lengua a los pronósticos, debe encaminarse a la Final de la justa de Medio Oriente.

Inglaterra propuso las bases del juego de principio a fin. Los de Kylian Mbappé se diferencian porque son veneno puro en ataque, atingentes, apenas mueven el balón desde el mediocampo, hay peligro, por eso Inglaterra se adueñó del mismo. Le quitó lo que más aprecia Francia: el balón.

Curioso, pero Hugo Lloris, el jugador que menospreció la prensa internacional al devaluarlo como la debilidad gala, respondió en la portería. Si acaso algún perdido periodista piensa que el meta del Tottenham iba a cederles la razón se equivocó, al menos hasta antes del gol inglés que frente a su insistencia fin cedió la defensiva gala y cometió un penalti a Saka, el mejor de los ingleses, para que Harry Kane por fin hiciera gritar gol a sus miles de aficionados desde los once pasos.

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El movimiento de Inglaterra en el tablero fue acertado. Sin duda. El problema es que Francia se había mantenido con un perfil bajo que tras el empate, apenas iniciado el segundo tiempo, inyectó una fuerte dosis al astro Kylian Mbappe. El hambre de ir por más y sepultar de una vez por todas las aspiraciones inglesas, aunque él no lo logró, de eso se encargó Harry Kane.

Por momentos, el juego aparentó que la calidad individual de Francia es petulante. El desgaste sin duda lo hace Inglaterra. Bukayo Saka tomó el liderazgo. Inglaterra peleó, luchó, corrió, metió pierna, pero no acertó. La diferencia es Francia que toca, toca y toca y cuidado si Mbappé la agarra, porque entonces a rezar toda la isla porque con su velocidad a todos dejó a pie.

Sin embargo, no fue Kylian el encargado de enviar a Inglaterra a casa. Dos factores: la combinación de Griezmann y Olivier Giroud dio resultado. Los galos mataron justo con la dosis que Inglaterra gusta: El balón aéreo. Antoine lo puso por izquierda a la cabeza de Giroud que sólo giró y sacudió la red.

La segunda: Lo que sucedió minutos después que sintetizó el réquiem para Inglaterra. Harry Keane ejecutó un penal y el balón lo envió a las nubes, como las esperanzas de una Inglaterra que luchó, luchó y luchó, pero nunca aterrizó su dominio en el marcador.

Francia es semifinalista. Nadie apuesta por la victoria sobre Marruecos ¿o si?

Qatar 2022: Marruecos liquidó a Portugal y es el primer africano en la semifinal de un Mundial

Rafa Ramos (ESPN).- Marruecos sigue desmitificando a los gigantes europeos. Con la zalea humeante aún de España, este sábado colgó en el zoco de Marrakesch la de Portugal. Pisa Semifinales en Qatar 2022, y aguarda a su víctima… ¿o su verdugo?, de entre Francia e Inglaterra.

Marruecos se impone 1-0, en un Estadio Al-Thumama ataviado con ese sedoso, espectacular, estruendoso, vibrante seductor terciopelo rojo de miles de cabezas y gargantas, tan llenas de rabia y de esperanza, como sus emisarios de la cancha.

Una versión distinta de la que humilló a los juglares de Luis Enrique. Sólo en lo táctico, no en ese corazón generoso, espumoso de rabia, de testosterona, de sangre, de genes, dispuesto a la lucha extrema. Y así, sentenció a Portugal, con la versión satelital marroquí de Youssef En Nesyri, gravitando y cabeceando donde se pensaba que sólo podía levitar Cristiano Ronaldo, para el 1-0.

Marruecos le perdió el respeto a Portugal, paenas cuando había terminado su hazaña ante España. Y sorprendió a Fernando Santos y su tropa. Graznido arbitral de por medio, y los africanos salieron con la túnica de la supuesta víctima, para someter al supuesto victimario. Pero todo ocurrió al revés.

Por eso los identifican como los Leones del Atlas, porque son más grandes, más feroces, con más testosterona y más furia, que sus habituales versiones.

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Sin perder el orden natural, de un equipo que hace de la resistencia y la respuesta inmediata su mejor armamento, de inmediato pudo contra la pared a los portugueses. No necesitó de agobios personales, ni de asfixias personales. Mantuvo eficientemente el trabajo de zonas, y de repente, Portugal jugó bajo neblina: ni espacios ni senderos.

Marruecos liquidó

Mientras de la tribuna bajaban los estruendos, los aullidos, los tambores, como si aquello fuera un escenario ritual de una nación, los jugadores marroquís se asentaban, tomaban el control, a veces de manera aseada y a veces de manera atropellada.

Incluso, en esa libertad que encuentra Joao Félix en su selección, en un acto libertador a como le montan grilletes en su equipo, el Atlético de Madrid, Marruecos lo dejó operar, pero los esfuerzos por acercarse con Bruno Fernandes, no eran abortados por una idea específica, sino por la rabiosa persecución zonal de los marroquíes.

Apenas un par de acercamientos de Portugal, mientras su adversario pasaba del control a la confianza absoluta, consiguiendo alianzas en espacios cortos, para después profundizar. Es así como llega el 1-0, con la capacidad de poblar costados y despoblar de marcas el área.

Es así que al ’42, en embestida por izquierda, se genera la ventaja, contaminada, además por una pésima salida del arquero Diogo Costa. Servicio al área, Youssef En Nesyri se eleva, irónicamente, a las estratósferas donde sólo Cristiano Ronaldo se atreve, y clava el frentazo.

Si el infierno es rojo, el cielo marroquí debe serlo también, o al menos su sucursal en el Estadio Al-Thumama. La marabunta escarlata desata un bufido ensordecedor, multidecibélico, reverberando, convulsionando brutalmente cada milímetro de l aseada y colorada epidermis del escenario. Nadie puede objetarle a la población itinerante de la sorpresa y la festividad, que es el carnaval magnífico de todos los que han pisado tierras qataríes durante este mundial. Y sí, Marruecos sí juega con 12.

Portugal termina con todos los síntomas de un embarazo no deseado: cólicos, vómitos, y urgencia por refugiarse en el vestidor, buscando la solución para detener a ese Tsunami verdirrojo, que no cede, que no reposa, que no se cansa, que no claudica. Y llega, el remanso del medio tiempo.

Ya en el regreso, Fernando Santos esconde la obviedad de sus cartas, bajo un bluff casi obsceno, Demora el ingreso de Cristiano Ronaldo, cuando era ya urgente destrabar la alarma contra incendios y sacar del reclusorio maldito de la banca al maldito bicho de as hazañas.

Y ocurre. El ingreso de CR7 desestabiliza momentáneamente a Marruecos. Mientras emerge el plan para la contingencia, por un acto de supervivencia, por instinto de conservación, empiezan a colgarse de Cristiano los dos jugadores más cercanos.

Y la ecuación se completa. Marruecos elige defender la ventaja, la plaza frágil del 1-0, mientras Portugal, con semejantes libertades, retoma el futbol que por momentos había insinuado en esta Copa del Mundo.

Pero, mientras Bono hace recorridos exactos de su área, fildea con eficiencia cada balón que sobrevuela con facha de misil, parece inexplicable tanta burocracia por parte de los portugueses para tratar de encontrar al único jugador que podía cambiarles el desnlace negro de su novela rosa.

Sólo había posibilidad de dos interpretaciones: o de repente se volvieron pésimos futbolistas y pésimos abastecedores, o de plano hay un boicot, consciente o inconsciente para meter la pelota a la zona de alto voltaje de Cristiano. Si tienes un tipo que gravita a los tres metros de altura y no eres capaz de buscarlo, caben todas las sospechas y las deducciones.

Al minuto 82. Marruecos ya no apuesta por el segundo gol. Monta su propia fortaleza, colosal, gigantes, de adobe, como la de Ait Ben-Haddou, allá por Quarzazate, al sur de Marrakesch. Agota los cambios: piernas frescas, pulmones enteros, corazones impetuosos.

¿Y El Bicho? Vacunado por la múltiple marca y la ineficiencia de sus compañeros o el boicot de sus asociados.

Y así Marruecos sigue derrumbando a los Goliats europeos. Con su Jugador Número 12. España y el glamour de Luis Enrique, y Portugal, con la sofisticación neutralizada de CR7.

Foto: FIFA

Qatar 2002: Messi apunta al mal arbitraje de Matheu Lahoz y celebra la victoria de Argentina

ESPN.- Lionel Messi afirmó este viernes que el árbitro español Antonio Matheu Lahoz «no estuvo a la altura del partido» en el choque de cuartos de final ante Países Bajos, en el que la selección Argentina terminó avanzando a semis tras la tanda de definición por penales.

«No quiero hablar del árbitro, porque te sancionan, no podés decir lo que pensás. La FIFA tiene que reveer eso (sic), no puede ponerlo en una instancia así, que el árbitro no esté a la altura», sostuvo, entre emocionado y enojado.

«La gente vio lo que fue, teníamos miedo antes del partido porque sabíamos lo que era», sentenció el 10, otra vez en referencia al español.

Por otra parte, Leo destacó la intensidad que está teniendo el equipo a lo largo del Mundial.

«Demostramos partido a partido que sabemos jugar con la misma intensidad, ganas. Salimos a buscar al rival siempre, entendemos los momentos del partido. Cuando se puede jugar, jugamos y, sino, corremos todos. Estamos todos muy ilusionados y necesitábamos esta alegría para la gente», sostuvo.

Más capitán que nunca, el  argentino se animó a cuestionar al entrenador del rival de este viernes, Louis van Gaal: «Vende que juega al fútbol pero metió gente alta y empezó a tirar pelotazos».

En cuanto a sus sentimientos personales por este triunfo, marcó: «Mucha alegría, desahogo, no era para que vayamos a alargue ni penales. Sufrimos demasiado, son cuartos de final del Mundial y supimos sufrir cuando nos tocó. Lo más lindo lo vivimos ahora, es impresionante».

La Albiceleste jugará contra Croacia las semifinales de Qatar 2022, el próximo martes y Messi no esquivó contestar sobre ese rival.

«Croacia es un equipo que viene trabajando con el mismo técnico hace mucho tiempo y por eso están acá. Va a ser una semifinal y será difícil. Es un oponente muy duro». alertó.

Foto: Prensa AFA

Qatar 2022; Luis Enrique no seguirá como director técnico de la selección española

Prensa RFEF.- La RFEF quiere agradecer el trabajo de Luis Enrique y todo su cuerpo técnico al frente de la Selección nacional absoluta a lo largo de los últimos años

La dirección deportiva de la RFEF ha trasladado al presidente un informe en el que se determina que debe arrancar un nuevo proyecto para la Selección Española de Futbol, con el objetivo de continuar con el crecimiento alcanzado en los últimos años gracias al trabajo realizado por Luis Enrique y sus colaboradores. Tanto el presidente, Luis Rubiales, como el director deportivo, José Francisco Molina, han transmitido al técnico la decisión adoptada.

El entrenador asturiano consiguió dar un nuevo impulso al combinado nacional desde su llegada, en 2018, a través de una profunda renovación que ha consolidado un relevo generacional en el equipo y en el fútbol español.

Luis Enrique consiguió la clasificación para dos Final Four de la UEFA Nations League, de las tres que disputó como técnico; y alcanzó las semifinales de la Euro 2020 con un sello propio y a través de un estilo definido. Apostó por el talento joven y ha sembrado de esperanza el futuro de la selección española.

La RFEF desea enérgicamente la mejor de las fortunas a Luis Enrique y su equipo de trabajo en sus futuros proyectos profesionales. El técnico se lleva el cariño y la admiración de sus colaboradores en la selección y de toda la Federación, que siempre será su casa.

Ya tiene sustituto

La RFEF ha elegido a Luis de la Fuente como nuevo seleccionador nacional absoluto. El director deportivo, José Francisco Molina, ha trasladado un informe al presidente, Luis Rubiales, en el que recomienda la elección del técnico riojano, hasta ahora seleccionador sub-21, para liderar la nueva etapa que comienza después del Mundial de Catar.

Molina elevará el informe para su nombramiento el próximo lunes 12 de diciembre a la junta directiva de la RFEF.

Luis de la Fuente (Haro, 1961) ha dirigido con éxito en las categorías inferiores de la Selección desde su llegada a la RFEF. En 2015, se proclamó campeón de Europa con la selección sub-19. En 2018, fue medalla de oro en los Juegos Mediterráneos con la selección sub-18. Posteriormente, en julio de 2018 fue nombrado seleccionador sub-21 y un año más tarde, en 2019, se proclamó campeón de Europa en Italia conquistando el quinto entorchado para España tras imponerse en la final a Alemania (2-1). El seleccionador también es plata olímpica en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

A título anecdótico, de la Fuente cuenta en su haber con un partido dirigido a la selección absoluta en junio de 2021 contra Lituania en Butarque en las puertas de la Euro 2020 al encontrarse la selección nacional confinada por protocolo Covid.

El nuevo seleccionador debutará en marzo en la fase de clasificación para la Eurocopa 2024 de Alemania y dirigirá sus dos primeros partidos contra Noruega y Escocia.

Una vez ratificado su nombramiento por la junta directiva, Luis de la Fuente sería presentado el lunes 12 de diciembre a las 12:30 horas en el salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol.

Foto: Prensa RFEF

Qatar 2022: Marruecos sorprende a España en los penales

Roberto Morales, Doha (EFE).- La fortuna que en Rusia 2018 dio la espalda en la misma situación, una tanda de penaltis de octavos de final, reapareció para castigar a una España que mascó la impotencia de un dominio improductivo, la frustración de su falta de pegada ante una Marruecos combativa, que a base de coraje llevó el duelo al factor fortuna que, nuevamente, dio la espalda a Luis Enrique.

Los males de la selección española reaparecieron para volver a caer en los octavos de final de un Mundial. Más de doce años sin estar entre las ocho mejores del mundo. Con un sello inconfundible que será legado de Luis Enrique si decide no seguir en el cargo pero también debilidades para no salir airosa en la superioridad.

La posesión improductiva, apenas tres remates en 120 minutos, la falta de pegada, la ausencia de un líder que se eche el equipo a sus espaldas. La incapacidad de vencer un duelo directo en 90 minutos de una eliminatoria desde su última Eurocopa conquistada en 2012. Luis Enrique no encontró la fórmula para volver a reinar.

Datos del partido: Marruecos vs España

En el Mundial pasó del asombro al colapso. De deslumbrar ante Costa Rica a sembrar la duda por unos minutos de desconexión ante Japón que debía despejar en unos octavos de final que no supera desde Sudáfrica. Una barrera insalvable que, para dejarla atrás, estaba obligada a igualar la intensidad del rival. Marruecos, la ilusión de un país, la liberación del que compite sin presión tras haber ya cumplido como revelación del torneo. Presentó un choque durísimo, parapetada en su terreno. Siempre al límite.

En ese sello inconfundible de España, protagonista siempre desde el balón, encontró en el camino numerosos partidos similares. Rival encerrado que defiende con máxima intensidad, respaldado en su potencia física para castigar cualquier imprecisión. Instalada en campo contrario gana importancia la presencia de Rodri como central, convertido en un centrocampista más. Para aumentar la calidad de la posesión, sorprendió Luis Enrique con el estreno de Marcos Llorente. De no contar a hacerlo de titular. Por delante de un Azpilicueta tocado y un Carvajal en un momento bajo.

No es habitual la renuncia a la inspiración goleadora de un jugador en racha. Lo hizo de inicio con Álvaro Morata, suplente tras marcar en cada partido del torneo. La idea era buscar movilidad ofensiva para encontrar espacios que tardaron en aparecer. España necesitaba máxima precisión en el pase, transiciones con rupturas de Pedri y desmarques en las bandas. Comprobó la dureza desde el inicio, con la patada de Ziyech a Jordi Alba, y le costó generar peligro ante un 4-1-4-1 sin fisuras.

Los riesgos que suele tomar Unai Simón para poner el corazón en un puño a todo un país, los asumió en esta ocasión Bono. Marruecos era el ejemplo de orgullo de todo un pueblo por su entrega. España se armaba de paciencia esperando el desgaste del rival. En plena tensión aparecía la pelea contra todos de Gavi, una acción de calidad aislada de Pedri. Una falta de Hakimi como primer acercamiento y el desequilibrio generado por Boufal.

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Marruecos no atendió a la debilidad mostrada por España cuando Alemania le buscó arriba o Japón le hizo daño desde la necesidad. Se sintió fuerte entregando el balón, sin rifarlo en salida cuando lo tuvo, sin sufrimientos ni concesiones. Solamente un desmarque de ruptura de Marco Asensio al pase en profundidad de Jordi Alba y el disparo de zurda al lateral de la red a los 26 minutos. Apenas Ferran la pedía al espacio para lanzar centros sin rematador. Ni un disparo a puerta.

El plan le salía a los ‘leones del Atlas’ que enfocaban la recta final del primer acto como el momento para golpear. Castigando una pérdida en fase de salida de Ferran con el disparo de zurda de Mazraoui que detuvo en dos tiempos Unai y con dos centros laterales que se convertían en aviso con el testazaro de Aguerd. Aprender a mascar la ansiedad era un ejercicio a cumplir por España.

No tardó Luis Enrique en mover el equipo buscando un nuevo escenario cuando en la reanudación se mantenía el guion. La oportunidad a Marco Asensio se acababa con la pisada en una falta lateral que chutaba Dani Olmo y Bono sacaba de puños. Parecía mentira pero era el primer disparo a puerta en 54 minutos de dominio. Intentó ser el referente Marco que necesitaba España, pero jugar de 9 le pasó factura cuando se recurrió al único puro en Qatar, Morata.

Nada alteraría el plan de Walid Regragui. Parecía imposible pero la opción de ser más defensivo podía acrecentarse retrasando aún más metros, con En Nesyri hasta defendiendo en banda. La valentía solo existió en la pugna por cada balón. Era el momento de buscar el desborde y Luis Enrique arengó a Nico Williams para ejercer su papel de revulsivo. El plan b ya estaba en escena.

El duelo entraba en el momento decisivo con el dominio apabullante español ante el cansancio marroquí. Las piernas pesaban. Olmo chutaba a la luna, Nico iniciaba desbordes, Llorente llegaba a línea de fondo, Morata disparaba cruzado y no encontraba puerta de cabeza. España hacía merecimientos pero no demostraba con gol su superioridad y Bono evitaba el triunfo sobre la bocina con una estirada a la falta lateral de Olmo que nadie tocaba y se envenenaba.

Sin capacidad para trasladar al marcador la superioridad del campo, la prórroga era un capítulo más de las eliminatorias de la España de Luis Enrique. No venció ninguna en 90 minutos. Airosa ante Croacia en la prórroga, Suiza en los penaltis que dieron la espalda ante Italia en semifinales de la Eurocopa. De nuevo el corazón en un puño en el primer duelo al todo o nada en el Mundial.

Salvada España por Unai Simón con una parada con los pies decisiva a los 104 minutos cuando Cheddira superó a Rodri y chutó raso. Luis Enrique buscó la frescura de la juventud con Balde y Ansu, un riesgo si llegaban los penaltis. Marruecos los firmaba y España era incapaz de generar peligro. Jugando con un 9 y sin centros que rematar. Sin responder con autoridad al favoritismo. Acabando el partido con las manos en la cabeza por el derechazo al poste de Sarabia tras aparecer en el segundo palo al centro de Rodri.

La moneda al aire y salió cruz. El disparo al poste de Sarabia que había entrado para tener un experto. El golpeo blando del más fiable, Carlos Soler. El error del capitán Busquets, el día que igualaba el récord de partidos de leyendas como Casillas y Ramos. En el cierre más doloroso con el golpeo blando a lo Panenka de Hakimi. El más que posible adiós de Luis Enrique mascando la impotencia de una eliminación difícil de digerir.

Ficha técnica:

0 – España: Unai Simón; Marcos Llorente, Laporte, Rodri, Jordi Alba (Balde, m.98); Busquets, Pedri, Gavi (Carlos Soler, m.63); Ferran Torres (Nico Williams, m.75 (Sarabia, m.118)), Marco Asensio (Morata, m.63) y Dani Olmo (Ansu Fati, m.98).

0 – Marruecos: Bono; Achraf Hakimi, Aguerd (El Yamiq, m.84), Romain Saiss, Nasser Mazraoui (Attiat-Allai, m.82); Amrabat, Ounahi (Benoun, m.120), Amallah (Cheddira, m.82); Ziyech, Sofiane Boufal (Ez Abde, m.66) y En Nesyri (Sabiri, m.82)

Penaltis: 1-0, Sabiri. 1-0, Sarabia al palo. 2-0, Ziyech. 2-0, Soler falla. 2-0, Benoun falla. 2-0, Busquets falla. 3-0, Hakimi.

Árbitro: Fernando Rapallini (Argentina). Amonestó a Saiss por Marruecos (89); y a Laporte (76) por España.

Incidencias: encuentro de octavos de final del Mundial de Qatar, disputado en el estadio Ciudad de la Educación ante 40.667 espectadores.

Qatar 2022: Brasil goleó a Corea sin despeinarse y se medirá a Croacia en cuartos de final

EFE.- No duden de Brasil, la pentacampeona ya está aquí. La derrota ante Camerún solo sirvió para espolear a un grupo unido en torno a Tite, un bloque que saltó y vibró con cada gol convertido a la pobre Corea del Sur, maltratada en Catar ante la mejor exhibición de fútbol, aunque solo durara una parte, que se ha visto en estos octavos de final (4-1).

Con la vocecita en la nuca: «Perdiste ante Camerún», los brasileños se rebelaron, destrozaron a Corea del Sur con los goles de Vinícius, Neymar, Richarlison y Lucas Paquetá y mandan un mensaje: «Queremos la sexta estrella».

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Los de Tite, que acabó bailando al son de su equipo, despejó todas las dudas de la derrota ante Camerún en apenas media parte. En el vestuario de Brasil tenían claro que la derrota contra los africanos era una simple llamada de atención, una forma de quitarse la presión de la primera derrota sin que esta tuviera consecuencias nefastas como en los tres últimos Mundiales. Y respondieron con el fútbol más bonito y vistoso que se ha apreciado en el torneo desde el 7-0 de España a Costa Rica.

Ya se pueden destruir todos los argumentos que apuntan a Tite como un técnico defensivo. Confió en Neymar titular y lo arropó con la clase de los Paquetá, Vinícius, Richarlison, Raphinha y un Casemiro imperial, y Brasil danzó al ritmo de los jugadores más alegres del torneo.

La fiesta, mientras sonaban los tambores coreanos en la grada, la comenzó Raphinha, con dos regates en una baldosa; el primero para abrirse hueco y dar continuidad a la jugada, el segundo para desembarazarse del defensa y entrar en el área con espacio por delante. Su centro raso no lo enganchó Neymar en el punto de penal, lo frenó Vinícius completamente solo. Pisó la pelota y pareció empantanarse. Todo lo contrario. Con calma, mientras los defensas trataban de parar el tiempo encimándole, acomodó la pelota con el interior en un ángulo. Un golazo impensable para él hace no tanto.

Brasil había desatascado cualquier duda de partido cerrado y los goles empezaron a llegar sin grifo. Ayudados por una defensa endeble de los coreanos, que se deshincharon como si su trabajo, estando en octavos, ya estuviera hecho.

Para el 2-0, Jung se llevó por delante a Richarlison, le atropelló dentro del área y posibilitó que Raphinha le cediera el penalti a Neymar con un abrazo. El ’10’, tras una carrera interminable y un juego mental con el portero, definió con la sangre fría de quien se sabe el mejor y se quedó a un tanto de igualar a Pelé.

En ese punto ya había aroma de goleada. No en vano, hace cinco meses, Brasil ya le metió cinco a este mismo equipo.

Brasil fue implacable

Era cuestión de puntería, aunque Brasil confiaba más en la magia. Para prueba, el tercero, nacido de cuatro toques, sí, cuatro, de cabeza de Richarlison a 25 metros del área. Bajó la pelota tras la cabriola y abrió una combinación al primer toque con Marquinhos y Casemiro. Este último, con un pase de mediapunta, de esa figura en peligro de extinción, le dejó en boca de gol.

Corea, ya noqueada, aún tuvo que sufrir antes del descanso la volea con rabia de Paquetá. Se la sirvió Vinícius, que buscaba con su pase a Neymar, pero se encontró con la irrupción de la diestra de Paquetá.

Si el partido no tuvo tintes de goleada histórica fue porque Seung-gyu Kim, el portero coreano, comenzó a sacarlo todo, especialmente tres paradones a Raphinha y Richarlison en el mano a mano.

Con una clara mejoría en la segunda parte, unida a las rotaciones y la poca necesidad de apretar de los brasileños, llegó el gol del honor de los coreanos. Un disparo desde fuera del área de Paik Seung-Ho que tocó en un defensa y se coló junto al palo.

Gol que los surcoreanos celebraron como el de una final, pero que no cambió nada. Tite estaba tan tranquilo que hasta metió al tercer portero para que disfrutase del Mundial.

Brasil avanza a cuartos y emplaza un enfrentamiento con Croacia por las semifinales. Será el tercer choque en los Mundiales entre estas dos selecciones, todos en fase de grupos, todos con victoria de Brasil.

Foto: FIFA

Qatar 2022: Croacia se impuso a Japón en los penales y se metió en cuartos de final

Omar Flores Aldana (ESPN).- Japón estuvo a punto de dar un paso de gigante y acabó en la frontera de los octavos de final en Qatar 2022. En los penales, tras empatar a uno en el tiempo regular, el equipo nipón fue eliminado por Croacia, tras fallar en tres ocasiones y sólo atinar en una desde los once pasos.

Japón, a lo largo de 105 minutos, cambió su historia, porque no fue el equipo que presionaba y corría por 90 minutos, los asiáticos le arrebataron el balón al subcampeón del mundo y tuvieron a su merced al equipo de Luka Modric.

Todo el prestigio que se construyó Japón, en el Al Janoub Stadium, se perdió en cuatro penales. El equipo nipón cedió a la presión, no de Croacia, sino de ellos mismos, y erigió como figura a Livakovic, portero del equipo europeo, en el clímax del partido.

Estadísticas del Japón-Croacia

El equipo asiático necesitaba dar el paso de gigante en el tiempo regular, porque en los momentos decisivos, casi siempre, se imponen la experiencia y la calidad individual. Japón tenía el partido en la bolsa, con el gol de Maeda, en el primer tiempo.

Japón no pudo definir

En los segundos 45 minutos lo de siempre, el equipo que quiere ser sorpresa presionando y generando oportunidades, pero sin aumentar su cuota de goles. Entonces, el equipo de Luka Modric, aún subcampeón del mundo, empató, con gol de Perisic.

Se fueron a tiempo extra y no hubo más acción en la portería de ningún equipo. Japón ganó los dos volados para tirar los penales y su porra, la Ultra Nipona, festejó. Había un buen presagio para los asiáticos.

El problema es que el conjunto nipón no pudo con su propia presión. En el momento que debían aparecer los solistas, fallaron tres de los cuatro que mandaron a vencer a Likakovic por la vía penal, mientras que en Croacia sólo falló uno, Livaja, de cuatro.

Japón estuvo a punto de dar un pase de gigante, no pudo.

Foto: Getty Images

Qatar 2022: Inglaterra goleó con comodidad a Senegal y se instaló en cuartos de final

Inglaterra Harry Kane

EFE.- Con Harry Kane de vuelta al casillero de goleadores, con un Jude Bellingham mágico en el centro del campo y con un bloque engrasado y competitivo, Inglaterra, tras vencer a Senegal (3-0) con goles del propio Kane, Jordan Henderson y Bukayo Saka, vuelve al grupo de favoritas y avista un enfrentamiento precioso contra Francia en cuartos de final.

Inglaterra, único equipo del torneo que permanece invicto junto a Marruecos, se ve candidata, porque tiene enchufado a Kane, ya alejado de los problemas en el tobillo y la fatiga, porque Bellingham oposita a mejor joven y mejor jugador del torneo y porque su despliegue en este torneo está muy por encima de su historia. Los doce goles hasta la fecha superan los hechos en 1966 (campeona) igualan los de 2018 (semifinalista). Y aún quedan partidos por delante.

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El grupo del discutido Gareth Southgate no tuvo gran problema para pasar por encima de una paupérrima Senegal, que apenas aguantó el envite los primeros minutos, cuando, eso sí, tuvo un par de buenas oportunidades para adelantarse. Un fallo de Sarr a bocajarro y un mano a mano de Dia que salvó Pickford metieron el miedo en el cuerpo a los ingleses, que se sacudieron el dominio explotando la banda izquierda del débil Sabaly.

Inglaterra amplió la ventaja

Por ahí encontró un coladero Kane, una vez más en su faceta de catalizador y no de finalizador. Pasada la media hora, el ‘9’ más ’10’ de Inglaterra recibió un taconazo de Foden desde la banda. Controló el cuero y casi sin levantar la cabeza supo ver la jugada. Balón en profundidad para Bellingham y gol ‘made in Holanda’. Pase atrás y remate a placer de Henderson.

El gol derribó la resistencia de Senegal, que demostró su inocencia cuando, de una jugada de ataque a favor, permitió el 2-0 en un contraataque con el tiempo cumplido. Otra vez Bellingham como conductor, viendo en la distancia a Foden y el del City con el regalo a Kane. Este se metió dentro del área y descargó la furia de no haber marcado en la fase de grupos con la red africana.

Cumplió su promesa de anotar en las eliminatorias y afina puntería para la parte más importante del torneo. Con Kane en forma, es imposible desligar a Inglaterra del favoritismo.

Y más si Foden, suplente en los dos primeros encuentros, está de dulce. El del City, tras irse de dos en carrera, sirvió con un pase raso el 3-0 a Saka. El del Arsenal, con un toque exquisito en un punto de máxima tensión, superó por arriba a Mendy y finiquitó el partido.

Inglaterra es favorita, pero su verdadera prueba de fuego será el próximo sábado, cuando se mida a Francia en uno de los partidos más eléctricos que se pueden ver en el fútbol mundial. Será el tercer choque entre estas dos selecciones en la historia de los Mundiales, tras los triunfos en 1966 y 1982, ambas en la fase de grupos, para los ‘Tres Leones’.

Ficha técnica:

3 – Inglaterra: Pickford; Walker, Stones (Dier, m.76), Maguire, Shaw; Rice, Henderson (Phillips, m.82), Bellingham (Mount, m.76); Saka (Rashford, m.65), Foden (Grealish, m.65) y Kane.

0 – Senegal: E Mendy; Sabaly, Koulibaly, Diallo, Jakobs (Ballo-Touré, m.84); Sarr, Mendy, Ciss (Gueye, m.46), Diatta (Sarr, m.46); Ndiaye (Dieng, m.46) y Dia (Diedhiou, m.72).

Goles: 1-0, m.38: Henderson. 2-0, m.45+3: Kane. 3-0, m.57: Saka.

Árbitro: Iván Barton (SAL) amonestó a Koulibaly (m.76) por parte de Senegal.

Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final del Mundial de Qatar 2022 disputado en el Al Bayt Stadium de Al Khor (Catar) ante 65.985 espectadores.

Foto: FIFA

Qatar 2022: Argentina a cuartos en el juego mil de Messi

Argentina avanza de la mano de su astro / Foto: FIFA

Santiago Aparicio, Al Rahyan, (EFE).- Un poco de Leo Messi removió un partido plano agitado al final, sin riesgos excesivos a asumir por nadie, definido por el enorme talento individual del capitán que rubricó después Julián Álvarez y que se reanimó por un gol australiano en el último tramo que no impidió el trasvase de Argentina a los cuartos de final de Qatar 2022, donde le espera Países Bajos.

De hecho, una mano salvadora de Emilano Martínez sobre la bocina evitó sobresaltos serios para el conjunto sudamericano, que después de dominar el juego terminó con el agua al cuello y pendiente de la hora.



El noveno gol del rosarino en un Mundial, en su partido 1.000 como profesional, llevó a la Albiceleste más allá de los octavos, donde se estancó cuatro años atrás, en Rusia 2018, superada por Francia, que terminó campeona.

Argentina cumplió ante un rival menor, Australia, resignada a su suerte y encomendada al paso del tiempo, a una acción puntual o a un desempate por penaltis para lograr por primera vez en su historia superar los octavos que en Qatar 2022 disputó por segunda vez en toda su historia. Solo creyó al final, cuando se encontró con el tanto inesperado de Craig Goodwin y minutos para obrar un milagro poco antes impensable.

Los octavos cuartos de final de la Albiceleste siguen la hora de ruta marcada el conjunto de Lionel Scaloni, que se sitúa a tres pasos de la Copa. Países Bajos, contra el que ha escrito Argentina varias páginas de momentos históricos, será el próximo obstáculo. Una exigencia mayor que la que encontró ante Australia, que dio sensación de ser incapaz de poner en peligro el objetivo sudamericano.

Datos del partido: Argentina vs Australia

Palió Scaloni la baja sensible de Ángel Di María, aquejado de una dolencia en el cuádriceps del muslo izquierdo, con Alejandro ‘Papu’ Gómez. El preparador de la Albiceleste dio continuidad al centro del campo que le funcionó con buena nota ante Polonia. Enzo Fernández y Alexis Mac Allister se han afianzado como escuderos de Rodrigo de Paul, uno de los intocables del técnico que también afianzó la titularidad de Julián Álvarez en ataque.

Sacó adelante Argentina un partido árido que le propició una permanente posesión de la pelota en el primer tramo y que decayó paulatinamente cuando se contagió del ritmo preferido por los ‘socceroos’, sin interés en adoptar riesgos innecesarios.

No hubo tiros a puerta ni acciones de peligro hasta que Messi lo sacudió con el gol del minuto 35, que llegó cuando menos se esperaba y cuando el equipo de Graham Arnold había iniciado la cuenta atrás para llegar al descanso indemne.

Una falta lateral llevó la pelota a Alexis Mac Allister, que realizó un pase interior que esperaba Nicolás Otamendi. El central paró el balón y lo recogió Messi, que ejecutó su tiro favorito. Con la izquierda, raso, pegado a un palo.

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No había necesitado el rosarino alardear de sus virtudes. Bastó una aparición, un poco de chispa para echar por tierra todo el trabajo australiano. Con mínimo esfuerzo Argentina tenía de cara el objetivo que aseguró al inicio de la segunda parte, cuando Julián Álvarez firmó el segundo.

El atacante del Manchester City ha terminado por convencer a Scaloni. Los minutos de los primeros partidos, cuando salía del banquillo, han sido apreciados por el técnico, que le premió con su segunda titularidad en detrimento de Lautaro Martínez.

Un gol de delantero que se originó como premio a la presión de Rodrigo de Paul en la salida de balón del rival. Achuchó al portero Matthew Ryan, que se lo quitó de encima. Lo recogió Julián y lo envió a la red, a puerta vacía.



Fue otro el panorama tras la sentencia que estableció el atacante argentino. La Albiceleste, con espacios, se sintió a gusto pero una acción aislada, de infortunio, lo cambió todo. Australia se encontró con un gol que le devolvió al partido cuando Craig Goodwin, que acababa de salir al campo, se topó con un mal despeje de Nicolas Otamendi. Chutó desde fuera del área. En el camino, el balón tocó en Enzo Fernández, despistó a Emiliano Martínez y atravesó la puerta.

Renació la incertidumbre. Australia se vio con opción. Estaba donde quería en el tramo final, con una desventaja mínima y con posibilidades. Amenazó más de lo que hizo en todo el partido y pudo empatar en el último minuto, pero le faltó calidad y convicción para poner en entredicho la superioridad de Argentina, que mantuvo la compostura y amarró su pase a cuartos.

Ficha técnica:

2 – Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina (Ezequiel Palacios, m.80), Nicolás Otamendi, Cristian Romero, Marcos Acuña (Nicolás Tagliafico, m.72); Enzo Fernández, Rodrigo de Paul, Alexis Mac Allister (Gonzalo Montiel, m.80); Papu Gómez (Lisandro Martínez, m.50), Leo Messi y Julián Álvarez (Lautaro Martínez, m.72).

1 – Australia: Matthew Ryan, Milos Degenek (Fran Karacic, m.72), Harry Souttar, Kye Rowles, Aziz Behich; Matthew Leckie (Garang Kuol, m.72), Aaron Mooy, Jackson Irvine, Keanu Baccus (Adjin Hrustic, m.58); Mitchel Duke (Jamie MacLaren, m.72) y Riley Mc Gree (Craig Goodwin, m.58).

Goles: 1-0, m.35: Messi; 2-0, m.57: Julián Álvarez; 2-1, m.77: Enzo Fernández, en propia meta.

Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Mostró tarjeta amarilla a Jackson Irvine y Milos Degenek, de Australia.

Incidencias: encuentro de octavos de final del Mundial de Qatar 2022 disputado en el estadio Bin Ali de Al Rahyan ante 45.032 espectadores.

Qatar 2022: Países Bajos cumplió ante Estados Unidos y avanzó a cuartos de final

 EFE.- Denzel Dumfries, con dos asistencias y un gol, se convirtió en el gran protagonista de la selección de Países Bajos que eliminó a la de Estados Unidos, tras batirla por 3-1 en partido de octavos de final del Mundial de fútbol de Qatar 2022 disputado este sábado en el estadio Khalifa de la localidad de Al Rayyan.

Países Bajos, la eterna aspirante, triple subcampeona del mundo -1974 (liderada por el irrepetible Johan Cruyff), 1978 (sin él) y en 2010, cuando cayó en la final del Mundial de Sudáfrica ante la virtuosa España- y otras dos veces más semifinalista -la última de ellas hace ocho años, en Brasil, donde acabó tercera, en la primera etapa de Louis Van Gaal- no podía dejar pasar la oportunidad de postularse entre las candidatas a levantar la Copa en Qatar. Y esta vez hizo buenos los pronósticos que la señalaban como favorita ante Estados Unidos.



Desde que fue tercera en el primer Mundial de la historia, el de Uruguay 1930, Estados Unidos, que presentaba como mejor clasificación la de cuartos de final de Corea y Japón 2002 -instancia que alcanzó tras eliminar a México-, estaba ante una oportunidad de igualar esa marca. Y, lejos de contemporizar, se lanzó al ataque desde el arranque; en un equipo en el que formaron de inicio el ex barcelonista Sergiño Dest, en el carril derecho, y el valencianista Yunus Musah, indiscutible en el centro del campo con McKennie y el capitán, Tyler Adams.

Fue Christian Pulisic, el ’10’ norteamericano -el que con su gol dejó fuera del torneo a la valiente Irán del portugués Carlos Queiroz-, el que nada más arrancar el partido puso a prueba a Noppert. Gregg Berhalter quiere un equipo con mentalidad ganadora, desea que sus jugadores se diviertan; y que aprendan con la experiencia. Sin temor a nadie. Tomando la iniciativa.

Pero los neerlandeses, con los que formaron de inicio los barcelonistas Memphis Depay -que regresó al ataque del equipo en el tercer y último partido de la fase de grupos, en el que tras derrotar a la anfitriona del torneo la ‘oranje’ certificó su pase a octavos- y Frenkie De Jong, no estaban incómodos cediéndole el balón al ‘Team USA’.

Y en la primera jugada seriamente trenzada, con brillantez, pasando por el catalizador De Jong, el balón acabó llegando a Dumfries, compañero de Sergiño en el Inter, que con un sensacional servicio por la derecha habilitó a Depay para que éste batiese de un martillazo seco a Turner. Antes de festejar el tanto con la estrella emergente del equipo, Cody Gapko (PSV Eindhoven) -que marcó en los tres partidos de la fase de grupos- repitiendo ambos el gesto de girar los dedos en sus pabellones auditivos.



Volvió el equipo de Van Gaal -que ya lleva 19 partidos seguidos sin perder como seleccionador, con una sola derrota en los últimos 47- a dejarle el esférico a los norteamericanos. Y estuvo, por ello a punto de quemarse. Porque, en el 42, Tim Weah, hijo del mítico George Weah, Balón de Oro en 1985 y actual Presidente de Liberia, agarró un zapatazo que puso en serios aprietos a Turner.

Despertaron los holandeses, conscientes quizá de que EEUU, antes de ganarle a Irán, sólo había cedido un empate, de penalti, a la Gales de Gareth Bale, antes de sacarle los colores, con otra igualada a Inglaterra. Y, después de que Gapko estuviese a punto de robarle la cartera a Ream; en otra jugada, menos elaborada, pero muy similar a la del primer tanto, Dumfries centró de nuevo desde la derecha para que esta vez fuese Daley Blind -hijo de otro mito, Danny Blind, exseleccionador de su país- el que, justo antes de que se cerrara el primer acto, colocase el 2-0. Generando una auténtica piña que unió, en su área técnica, a la totalidad de los jugadores naranjas.

Dominio naranja 

En la reanudación y esta vez ya por necesidad, los estadounidenses repitieron el libreto de la primera mitad. Y en los primeros minutos se volcaron sobre la portería rival, con dos ocasiones claras de Ream (m.50) solo, delante de Noppert; y de McKenney (m.53) -que había habilitado a su compañero en la acción anterior-, con un disparo desde fuera del área.

Aunque, en el momento que se abría, Países Bajos demostraba que puede ser letal. En el 61, Memphis volvió a poner a prueba a Turner, que desvió a córner un disparo lejano que apuntaba a la escuadra. Y nueve minutos después, de nuevo el delantero del Barça estuvo a punto de resolver el partido, al cabecear el despeje de Turner a un potente tiro de Koopmeiners.

Berhalter imprimió ritmo a su equipo al meter en el campo a Giovanni Reyna y a Wright, que acortó distancias, tras una gran acción de Pulisic, por la derecha, en el minuto 76.



El partido se animó, porque los estadounidenses se vinieron arriba. Buscaban hacer realidad su sueño. Pero ese sueño se desvaneció sólo cinco minutos después. Un sensacional Blind centró largo desde la izquierda para que, sobre la marcha y en el minuto 81, empalmase con la zurda Dumfries, cerrando el partido y sellando una sensacional actuación personal.

Foto: EFE