¿Mike Trout o José Altuve? Hay espacio para ambos en esta generación

Mike Lupica (MLB.com).- Por histórico y maravilloso que sea Mike Trout, la verdad es que en el pasado ya hemos visto a jugadores así, desde la época de los primeros años de Mickey Mantle. Uno de estos años -quizás este mismo- Trout podría poner números como los que puso Mantle en 1956, cuando ganó el primero de sus tres premios al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, conectó 52 jonrones, empujó 130 carreras, anotó 132, tuvo 1.169 de OPS, bateó .353 y lució como el mejor y más completo pelotero de la historia, incluso jugando en la misma generación y en la misma ciudad que Willie Mays.

Si usted mira a Trout, y se fija en la forma en la que luce en el terreno de juego, claro que provoca compararlo con Mantle. El Mantle de 1956 tenía 25 años. Trout tiene 26. Encaja en ese mismo modelo.

Pero nunca hemos visto a alguien como el venezolano José Altuve, quien mide 5’7 (1 metro y 70 centímetros).

No. Nunca he visto a nadie como Altuve, incluso si usted lo quiere comparar con el gran Joe Morgan, otro segunda base, un hombre que llegó al Salón de la Fama a pesar de medir 5’7 (1.73m). Morgan era mi pelotero favorito. Su tope de jonrones en una temporada fue 27. Altuve ha pegado 24 en un par de ocasiones. El mejor promedio de bateo de Morgan fue de .327. Altuve ya ha terminado por encima de eso en tres ocasiones y es posible que lo haga otra vez este año.

Altuve va bien encaminado a convertirse en el atleta de su tamaño de mayores logros. No sólo del béisbol, sino del deporte profesional estadounidense. Es uno de los mejores peloteros de su generación y ya está jugando como uno de los mejores de todos los tiempos. Entiendo que está haciendo todo esto en la época de Trout, pero Altuve podría ganar el liderato de hits de las Mayores por quinta campaña consecutiva, está bateando .346.

Hubo un momento en el que el estadio en el que jugaban los Astros, el Astrodome, fue llamado «La octava maravilla del mundo». Ahora, en la misma ciudad, a veces uno cree la octava maravilla es Altuve, el actual JMV de la Liga Americana.

Con otro verano de pelota ya en marcha oficialmente, vale la pena recordar algo que me dijo Morgan el año pasado sobre Altuve.

Le pregunté a Morgan si él creía que era insultante valorar la grandeza de Altuve haciendo referencia a su altura.

«Pienso que es un insulto», dijo Morgan. «¿Sabes lo que solían decir de mí? ‘Es un buen peloterito’. Pero luego ven a Trout y piensan, ‘Así es que tiene que lucir un pelotero’. Y créeme, esto no es nada contra Mike Trout. Me encanta verlo jugar, también. Pero en estos momentos creo que Altuve es el más completo. No sé qué le falta. Ya no pienso en él como alguien pequeño, porque nada en relación a su juego es pequeño».

Hay otros atletas del tamaño de Altuve que han dominado otros deportes, pero generalmente vienen de otras partes del mundo y normalmente juegan fútbol, algunos con la magia que siempre tiene Lionel Messi. Es diferente para Altuve, cuyo sueño siempre fue jugar béisbol.

Una de mis imágenes favoritas de todos los tiempos, en todos estos años que llevo amando el béisbol, fue ver a Altuve parado al lado de Judge durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2017. Ninguna otra imagen ha demostrado mejor una de las bellezas de este deporte en el que el tamaño no es obstáculo para alcanzar la grandeza. Usted puede tener el tamaño de Altuve. O la estatura de Aaron Judge. Usted puede llegar a Cooperstown siendo el dominicano Pedro Martínez, o Randy Johnson.

Solemos hablar todo el tiempo -al menos yo lo hago- de cómo los fanáticos del deporte, no sólo del béisbol, no hablan lo suficiente de Trout, que en muchos sentidos es el LeBron James de este juego. Bueno, si Trout es LeBron, Altuve es Steph Curry, quien todavía luce como un niño que acaba de entrar al gimnasio a jugar con muchachos más grandes. Ver a Altuve jugar como sólo él es capaz de hacerlo, con ese tamaño, muchas veces se siente como ver a Curry encestando triples desde las gradas.

En una época en la que hay tanto talento joven alrededor del mundo del béisbol, Altuve sigue siendo único. La era de Trout también es la era de Altuve. A veces es fácil perder eso de vista. Demasiado fácil perder de vista al pequeño gigante de Houston.

Foto: MLB

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Jesús Aguilar comandó la victoria de Milwaukee con par de jonrones

AP.- El venezolano Jesús Aguilar rompió con un jonrón el juego sin hit del novato Jack Flaherty en la séptima entrada, volvió a conectar un cuadrangular en la novena y los Cerveceros de Milwaukee ganaron el viernes 2-1 a los Cardenales de San Luis.

Ambos equipos consiguieron solo tres indiscutibles cada uno. Los abridores y relevistas escenificaron una riña breve en la octava debido a la barrida de Eric Sogard contra el dominicano torpedero de San Luis Yairo Muñoz, que atrapó un lanzamiento muy abierto tras una jugada de toque en la octava.

El relevista de los Cardenales Bud Norris (3-2) abrió la novena entrada con un ponche contra Travis Shaw. Aguilar disparó un bambinazo que salió por el lado derecho para su cuadrangular 16 de la campaña.

Corey Knebel (1-0) trabajó el noveno capítulo para los líderes de la división Central de la Liga Nacional.

Por los Cardenales, el venezolano José Martínez de 3-0. El dominicano Marcell Ozuna de 4-1, una producida. El puertorriqueño Yadier Molina de 4-1. El dominicano Yairo Muñoz de 3-0.

Por los Cerveceros, los venezolanos Jesús Aguilar de 4-2, dos anotadas, dos impulsadas; Manny Piña de 3-0; Orlando Arcia de 2-0; Junior Guerra de 1-0 y Hernán Pérez de 2-0. El dominicano Jonathan Villar de 3-0.

Foto: The Canadian Press

Luis Valbuena lideró victoria de Anaheim con dos jonrones (+Video)

AP.- El venezolano Luis Valbuena disparó dos bambinazos, Kole Calhoun conectó jonrón por segundo partido consecutivo y los Angelinos de Los Ángeles de Anaheim se impusieron el jueves 8-5 a los Azulejos de Toronto.

Mike Trout terminó de 2-0, recibió tres bases por bolas en el partido mil de su carrera y dejó su racha bateadora en ocho encuentros. Trout, que ha alcanzado base en 31 de 47 salidas al plato en sus últimos nueve partidos, fue bateador designado y se prevé que no cubra el jardín durante la serie contra Toronto debido a una luxación en el dedo índice derecho.

Calhoun sacudió un cuadrangular de dos carreras a John Axford (1-1) en la cuarta entrada para poner a los Angelinos arriba 4-3. Terminó de 3-1, recibió una base por bolas y anotó con un doble del puertorriqueño Martín Maldonado en la sexta. Está de 10-4 en tres partidos desde su regreso de la lista de lesionados en la que estuvo por una distensión en el músculo oblicuo derecho.

Valbuena pintó la pizarra 6-3 con un bambinazo de dos carreras que salió por el jardín central en la quinta entrada y puso fin a una sequía de 18 encuentros sin cuadrangular. Volvió a conseguir un vuelacercas que voló por el lado derecho en la séptima en el octavo partido en el que consigue más de un cuadrangular.

Noe Ramirez (3-3) retiró a los ocho bateadores que enfrentó como relevista y ponchó a la mitad. Justin Anderson logró su tercer salvamento.

Por los Orioles, el dominicano Teoscar Hernández de 4-0. El venezolano Yangervis Solarte de 4-0. Los cubanos Kendrys Morales de 3-2, dos anotadas, una impulsada; Aledmys Díaz de 3-1, una producida, y Lourdes Gurriel Jr. de 4-2, dos anotadas, una remolcada.

Por los Angelinos, el dominicano Albert Pujols de 4-1, una impulsada. El venezolano Luis Valbuena de 4-2, dos anotadas, tres producidas. El puertorriqueño Martín Maldonado de 3-2, una remolcada.

José Altuve sumó par de jonrones a su cuenta

AP.- José Altuve pegó dos jonrones, incluido el último de tres consecutivos de los Astros en la sexta entrada, para que Houston venciera 5-1 el miércoles a los Rays de Tampa Bay.

El partido estaba empatado en la parte baja del sexto inning cuando George Springer puso la pizarra 2-1 con su decimoquinto cuadrangular de la campaña. Dos lanzamientos más tarde, Alex Bregman envió un slider del abridor Nathan Eovaldi (1-3) de los Rays a las gradas del jardín izquierdo para sumar su undécimo vuelacercas de la temporada.

Pero los Astros no habían terminado: el venezolano Altuve acudió a la caja de bateo y colocó la pelota en las vías ferroviarias decorativas encima del muro del jardín izquierdo, su segundo jonrón de la noche, para incrementar la ventaja a 4-1. Ya había conectado un vuelacercas en la cuarta entrada.

El abridor Charlie Morton (9-1) de Houston sólo permitió dos imparables y una carrera sucia en seis innings para embolsarse el triunfo.

Por los Rays, el cubano Adeiny Hechavarría de 4-1. El venezolano Wilson Ramos de 2-0. El dominicano Carlos Gómez de 4-1.

Por los Astros, el venezolano Altuve de 4-3, con dos anotadas y dos empujadas. El puertorriqueño Carlos Correa de 4-1. El cubano Yulieski Gourriel de 4-1.

Foto cortesía: AP.

El venezolano Germán Márquez domina a los Mets

EFE. El abridor venezolano Germán Márquez lanzó seis episodios completos y consiguió el respaldo de cuatro vuelacercas para llevar a los Rockies de Colorado a un triunfo por 10-8 sobre los Mets de Nueva York.

Márquez (5-7) trabajó seis entradas completas, aceptó seis imparables y cuatro carreras, dio dos pasaportes y ponchó a cuatro bateadores para acreditarse la victoria.

El venezolano enfrentó a 24 bateadores con 95 lanzamientos, 62 fueron perfectos y dejó en 5.20 su promedio de efectividad.

En la batería el antesalista Nolan Arenado (14), el parador en corto Trevor Story (16), el primera base Ian Desmond (15) y el guardabosques venezolano Carlos González (7) pegaron sendos jonrones.

González (7) lo hizo en la cuarta entrada al castigar los lanzamientos del relevo dominicano Hansel Robles sin corredores por delante, cuando había un out en el episodio.

La derrota fue para el abridor Jason Vargas (2-6) en dos episodios y un tercio, con castigo de nueve imparables, tres jonrones y siete carreras.

Foto cortesía: MLB

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Los Astros ganaron por duodécima vez y empataron el récord de la franquicia

LasMayores.- Hace más de semana y media, los Astros salieron de casa para su gira más larga de la temporada, y en ese momento estaban empatados con los Marineros en lo que se ha convertido en una interesantísima carrera por la División Oeste de la Liga Americana.

Houston regresa a casa con una cadena de 11 triunfos, tras haber completado una gira perfecta (10-0) por Arlington, Oakland y Kansas City. En esos últimos 11 duelos, los Astros dominaron en carreras anotadas 81-40 a sus oponentes, dejando un promedio colectivo de bateo de .327, con 21 jonrones y 3.80 de efectividad de parte de la rotación y 1.29 de parte del bullpen.

Para poner las cosas en su contexto histórico, la gira invicta de los Astros es apenas la séptima de 10 juegos o más desde 1953. La más reciente fue la de los Indios, también de 11-0, durante su racha de 22 triunfos seguidos en el 2017. Los otros: Oakland en el 2002 (10-0); Seattle en el 2002 (10-0); Atlanta en 1992 (10-0); Cincinnati en 1957 (12-0) y los Yankees en 1953 (14-0).

La seguidilla de laureles devolvió a los Astros al primer lugar, pero el espacio entre ellos y los Marineros no es nada grande. Seattle tiene 7-3 en sus últimos 10 cotejos y está a sólo 1.5 juego de Houston.

Foto:AFP.

Bartolo Colón es el líder dominicano en victorias en las Grandes Ligas

Efraín Ruiz Pantin (LasMayores.com).-  Después de 42 años, la República Dominicana tiene oficialmente un nuevo rey de las victorias en las Grandes Ligas.

El derecho veterano de los Rangers, Bartolo Colón, se llevó el triunfo la noche del lunes en Kansas City ante los Reales y de esa manera arribó a 244 juegos ganados de por vida, una más de las que consiguió el miembro del Salón de la Fama, Juan Marichal, quien se retiró en 1975.

Sobre la loma del Kauffman Stadium, Colón recibió nueve hits y tres carreras en una labor de seis actos para dejar su marca en la temporada en 4-4.

Colón, de 45 años de edad, comenzó su ilustre carrera en 1997 con los Indios y desde entonces ha vestido otros 10 uniformes en las Grandes Ligas. En 21 temporadas en las Mayores, también ha lanzado para Expos, Medias Blancas, Angelinos, Medias Rojas, Yankees, Atléticos, Mets, Bravos, Mellizos y ahora Rangers.

El ganador del Cy Young del año 2005 y convocado cuatro veces al Juego de Estrellas, se llevó su primera victoria el 7 de junio de 1997 contra los Medias Rojas, en su quinta apertura en la Gran Carpa. Aquel día, tiró 7.0 innings, permitió cuatro carreras, dio dos boletos y ponchó a cinco.

En total, ganó 75 juegos para los Indios, 46 para los Angelinos, 44 para los Mets, 28 para los Atléticos, 18 para los Medias Blancas, 10 para los Expos, ocho para los Yankees, cinco para los Mellizos, cuatro para los Medias Rojas, cuatro ahora para Texas y dos para los Bravos.

La del lunes contra los Reales fue su apertura 541 y su presentación 552 en las Mayores.

Marichal, el primer dominicano en ser exaltado al Salón de la Fama de Grandes Ligas, lanzó por 16 temporadas en las Mayores entre 1960 y 1975, 14 de ellas para los Gigantes, el equipo con el que siempre se identificó. En 471 aperturas de por vida, tuvo marca de 243-142 con 2.89 de efectividad.

Foto: AP.

Tercer cuadrangular consecutivo de Gleyber Torres

Las Mayores.- El venezolano Gleyber Torres se convirtió en el jugador más joven de los Yanquis en pegar cuadrangular en tres juegos consecutivos. En tanto, Aaron Judge sacudió un leñazo de 471 pies.

Jurickson Profar vació las bases con un doblete para que los Rangers de Texas tomaran la ventaja en definitiva durante un juego loco, en el que triunfaron el miércoles 12-10 sobre los Yanquis de Nueva York.

Los Rangers ganaron así la serie ante los Yanquis, que sin embargo conectaron cuatro jonrones más en el encuentro, para igualar un récord de las Grandes Ligas.

Nueva York es apenas el tercer equipo en la historia con 21 vuelacercas en un tramo de cinco juegos (incluidos 12 bambinazos en Texas).

Torres, intermedista de 21 años, disputó apenas su 27mo juego en las mayores. Tanto él como Judge dispararon jonrones durante un ataque de seis carreras en el quinto acto, para que Nueva York tomara la delantera por 10-5.

Los Rangers anotaron dos veces en la parte baja del inning. Una entrada después, Profar sacudió su doble de tres carreras que colocó la pizarra 11-10, luego que el relevista David Robertson (3-2) había dado un boleto con las bases llenas.

El puertorriqueño Alex Claudio (2-2), tercero de seis lanzadores de Texas, recetó tres ponches en un episodio y dos tercios, para cosechar el triunfo. Keone Kela abanicó a sus tres rivales durante un desempeño perfecto en la novena entrada, para su décimo salvamento en el mismo número de oportunidades.

Por los Yanquis, los dominicanos Miguel Andújar de 5-2 con una anotada, Gary Sánchez de 1-0. El venezolano Gleyber Torres de 5-1 con una anotada y tres impulsadas.

Por los Rangers, los dominicanos Nomar Mazara de 5-2 con una anotada y tres impulsadas, Ronald Guzmán de 4-2 con dos anotadas y tres producidas. Los venezolanos Rougned Odor de 4-0, Carlos Pérez de 4-0.

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El Nuevo Imperio del Mal

Alex Volcanes (Chile).- Los Yankees de Nueva York adquirieron recientemente al jardinero Giancarlo Stanton, procedente de los Marlins de Miami, en un poderoso cambio que, sin duda, robustece a una de las mejores ofensivas de todas las Grandes Ligas.

Sin embargo, hay un detalle muy importante que ha dado de qué hablar a los fanáticos de Nueva York, pues la gerencia deberá asumir por el contrato la cifra de 265 millones de dólares a lo largo de diez años.

La  historia refleja que los “Mulos del Bronx” no ha tenido buena suerte con éste tipo de cambios durante los últimos 19 años, todos bajo la dirección del gerente general Brian Cashman.

Los Yankees ostentaban hasta 1996 una sequía de títulos que inició en 1978. Es decir, estuvieron casi 18 años sin  ganar una Serie Mundial. Cuando Cashman tomó las riendas de la gerencia del equipo en 1998, todo marchaba de manera perfecta, pues fueron los reyes del béisbol por tres temporadas consecutivas (1998,1999 y 2000).

Pero con la llegada del nuevo milenio, los poderosos Yankees envejecieron y cambiaron radicalmente de filosofía. Abandonaron un principio elemental que los  transformó  de un equipo perdedor, a la última gran dinastía del béisbol. Esto fue posible cuando se le dio prioridad al sistema de ligas menores, el mismo que había desarrollado leyendas y pilares fundamentales de su éxito como Derek Jeter, Andy Pettite, Jorge Posada y Mariano Rivera, el famoso Core Four.

En lugar de ello  Cashman y el anterior dueño George Steinbrenner, decidieron abandonar esta fórmula exitosa para revolucionar el marcado. Así pasaron de ser un equipo conservador que le daba importancia  al desarrollo de talento en sus granjas, a unos compradores compulsivos que siempre querían  hacerse de los mejores agentes libres en el mercado a cualquier costo.

Esta forma de pensar los llevó a dejar de firmar futuras estrellas como Miguel Cabrera en 1999, a desprenderse de jóvenes promesas como el dominicano Alfonso Soriano, quien fue parte del cambio que llevó a Alex Rodríguez de Texas a los Yankees en 2004. Incluso considero que fue una mala decisión el cambio del primera base Nick Johnson en 2003 a los Expos de Montreal por el lanzador Javier Vásquez.

Como dato curioso, Rodríguez fue el último MVP en llegar al Bronx a través de un cambio. Fue el único que tuvo éxito, tomando en cuenta las contrataciones de Jason Giambi en 2001, Carl Pavano en 2004, Hideki Matsui y Gary Sheffield en 2003 y Randy Johnson en 2005. Pienso que la extensión de contrato de A-Rod por 10 años y 270 millones en 2007. Es por ello, que durante ésa época tuvieron la obsesión de querer siempre opacar el mercado y la prensa de Boston y el presidente de los Medias Rojas, Larry Lucchino, bautizaron a su “eterno rival” como “El Imperio del Mal”.

Hoy en día  la realidad es muy diferente. Vemos un equipo de Yankees joven, que no sabe de los embargos del pasado y con peloteros con gran talento como Gary Sánchez, Greg Bird, el venezolano Gleyber Torres y el poderoso jardinero Aaron Judge, que se quedaron a tan solo una victoria de avanzar a su primera Serie Mundial.

Ahora pareciera que la familia Steinbrenner y, su gerente general, han comprendido que la fórmula del éxito en los Yankees es  la misma de toda la vida: desarrollar su talento en las ligas menores. La historia reafirma que cuando la oficina se aferra y trabaja en base a este principio, han sido recompensados con  leyendas como Joe Dimaggio, Mickey Mantle, Lou Gehrig, Don Mattingly, Yogi Berra, Elston Howard, Mariano Rivera  y Derek Jeter.

Stanton sin duda va a generar un impacto positivo, al igual que su combinación con Judge. Eso también invita a revisar la historia de la franquicia y veremos que las duplas más poderosas se han conformado por un jugador externo y una estrella formada en  las granjas. Por ello, existen casos como Roger Maris y Mickey Mantle en la década de los 60,  Reggie Jackson y Thurman Munson en los 70 y, más recientemente, Bernie Williams y Tino Martínez en los 90.

Sólo queda esperar el inicio de la temporada 2018 y ver si realmente la tropa de Judge y Stanton logran el éxito necesario, para poder autodenominarse “El Nuevo Imperio del Mal”.

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Foto: Getty Images.

Los tiempos de la Artillería Naranja

Alex Volcanes (Chile).- Si hay que hablar de un equipo exitoso durante la década de los 60 y 70, son los Orioles de Baltimore del gran Earl Weaver. Fueron un equipo temible y poderoso, liderado por jóvenes como el futuro inmortal de Cooperstown, Brooks Robinson, Boog Powell, Paul Blair, Mark Belanger, Dave McNally y Jim Palmer.

Los Orioles establecieron su reinado a finales de los 60 y principios de la década de los 70. La artillería naranja, como también se les conocía, alcanzó la gloria en 1966, cuando conquistaron su primera Serie Mundial de la mano del entonces manager Hank Bauer y de veteranos como Luis Aparicio y el triple coronado Frank Robinson.

Baltimore barrió en cuatro partidos a los Dodgers de Los Ángeles de Sandy Koufax, Don Drysdale, Don Sutton, Maury Wills y del astuto manager Walter Alston. Para entonces, eran el equipo más fuerte de la Liga Nacional.

Los  Dodgers no eran un equipo cualquiera, pues conquistaron dos títulos en 1963 y 1965. En la edición de 1966 era su tercera aparición en clásicos de octubre en cuatro años, dando muestras de su poder: así de increíbles fueron los Oropéndolas, que blanquearon con mucha facilidad a unos Dodgers que en el papel parecían invencibles. No conformes con eso, llegaron a una segunda  Serie Mundial en 1969, pero el destino les puso en su camino a los Milagrosos Mets, equipo que se coronó en sietes partidos.

La derrota propinada por Nueva York no cambió la mentalidad del conjunto. Weaver sabía que su equipo tenía el talento para volver a una final y ganarla. En 1970 vencieron en la Serie Campeonato de la Liga Americana a los Twins, para avanzar a la instancia decisiva. En esta ocasión, la Artillería Naranja, se mediría  a la también poderosa Maquinaria Roja de Pete Rose, Joe Morgan y Jonny Bench.

Fue una serie digna de leyenda, a pesar de que Baltimore acabó con Cincinnati en cinco encuentros. El éxito fue gracias a su gran rotación. Tres de sus abridores habían logrado 20 triunfos o más esa campaña: Jim Palmer (20-10), el cubano Mike Cuellar (24-8) y Dave McNally (24-9). Con semejantes brazos, era imposible pensar en algún equipo que pudiera hacerle frente a tan poderosa rotación de pitcheo.

Cambió el panorama

En la temporada de 1971, los Piratas de Pittsburgh de Roberto Clemente, Bill Mazeroski, Manny Sanguillen y Willie Stargell, emergieron como un rival de respeto, pero no tenía esa aura de retador temible que poseían los Dodgers o los Rojos en 1966 y 1970.

Además su rotación se fortaleció al incorporar al lanzador derecho Pat Dobson, quien registro ese año marca de 20-8. Por tanto, los Orioles contaban con una súper rotación  de cuatro lanzadores con 20 victorias, razón por la que si unimos esto a su gran ofensiva y una defensa magistral, el bicampeonato pasaba de ser una fantasía a una realidad.

Los Piratas tenían hambre de gloria. Tenían las ganas, el corazón y en Roberto Clemente a un líder absoluto que no se dejaba intimidar por grandes nombres. La mesa estaba servida. Los Piratas se medían a los Orioles en la Serie Mundial de 1971, y fueron siete duelos intensos donde cada equipo lo dejó todo en el terreno.

Parecía una serie reñida, pero nunca lo fue por un solo hecho: Roberto Clemente jugaba en contra, Weaver mandó a sus mejores hombres al montículo y no fue suficiente. Fueron abatidos por el “Cometa de Carolina”, que se jugaba la Serie de su vida, pues con un promedio al bate de .414 llevó a sus Piratas al título. Además se proclamó como Jugador Más Valioso.

Durante el resto de la década, Baltimore fue un equipo muy fuerte, pero no lo suficiente  para hacerle frente a la nueva dinastía de los Atléticos de Oakland de Reggie Jackson, catfish Hunter y Rollie Fingers. Ese equipo los derrotó en las Series de Campeonato en 1973 y 1974, tomando ahora el control de la Liga Americana y de las Grandes Ligas, al conquistar la Serie Mundial de 1972 a 1974.

Posteriormente los Reds serían la siguiente dinastía en coronarse de manera consecutiva en 1975 y 1976, al igual que los Yankees de Nueva York de 1977 a 1978. Baltimore pasó de ser el rival a vencer, a un equipo más que aspiraba llegar a la Serie Mundial.

La espera concluyó ocho temporadas más tarde, cuando se enfrentaron a los Piratas en 1979, con la diferencia de que no se medirían a Roberto Clemente, quien falleció en un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972. Ahora les tocaba enfrentar a La Familia de Willie Stargell, pero eso ya es otra historia.

Foto: Getty Images.