Altuve remolcó dos en la victoria de los Astros

MLB.- Carlos Correa pegó dos jonrones y produjo cuatro carreras, José Altuve conectó un sencillo de dos anotaciones para tomar ventaja durante un ataque de cuatro en el sexto inning y los Astros de Houston vinieron de atrás para vencer el lunes 10-5 a los Atléticos de Oakland en su primer juego de la Serie Divisional de la Liga Americana en Dodger Stadium.

George Springer, Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2017, apiló cuatro imparables por Houston.

Los Astros remontaron con dos outs en la sexta entrada ante el laureado bullpen de Oakland para tomar control del primer juego de postemporada en sede neutral de Grandes Ligas debido a la pandemia del coronavirus. Houston acumuló 16 hits en total y los Atléticos se vieron obligados a utilizar a ocho lanzadores.

Los equipos se combinaron para pegar seis jonrones en un día soleado y con condiciones ideales en un parque en el que los Dodgers sacaron 118 pelotas del parque, la mayor cantidad en Grandes Ligas. Toda la serie al mejor de cinco encuentros se llevará a cabo durante el día. Por la noche el aire es más frío y, por lo general, más espeso, lo que favorece más a los lanzadores.

Los bateadores de Houston no habían lucido su nivel acostumbrado este año, el primero desde que se reveló el escándalo de robo de señales del equipo. Correa y otros tuvieron una mediocre temporada regular y el equipo se combinó para batear apenas .194 en sus dos victorias sobre Minnesota en la ronda de comodines.

Blake Taylor se quedó con el triunfo con una entrada de relevo. J.B. Wendelken cargó con el revés al permitir cuatro carreras y tres hits en dos tercios de labor. El venezolano José Altuve de 4-2 con dos producidas y una anotada.

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Los Yankees bombardearon a Tampa Bay

MLB.- Giancarlo Stanton pegó un grand slam en el noveno, el cuarto jonrón de Nueva York en el juego, y los Yanquis derrotaron 9-3 el lunes a los Rays de Tampa Bay en el primer juego de su serie de división de la Liga Americana en Petco Park.

Stanton jonroneó directo al jardín central en un lanzamiento de 2-2 de John Curtiss con un out. El bateador dio varios pasos con el bate aún en la mano mientras miraba a la pelota en la cálida noche de San Diego, antes de empezar a correr.

Unos pocos aficionados corearon “¡Vamos Yanquis!” desde el balcón de un edificio de oficinas más allá del jardín derecho del estadio en su mayoría vacío.

Kyle Higashioka y Aaron Judge anotaron las carreras del empate y el desempate ante Blake Snell en el quinto inning. Clint Frazier conectó un vuelacercas impresionante que llegó a la segunda grada de la izquierda en el tercero.

Gerrit Cole se alzó con la victoria por seis innings de labor, en los que ponchó a ocho y dio dos boletos. Gleyber Torres se fue de 4-1.

Blake Snell, ganador del premio Cy Young de la Liga Americana en 2018, cargó con la derrota. Trabajó cinco innings y admitió cuatro carreras en seis hits, además de ponchar a cuatro y dar dos boletos.

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Butler mantiene con vida al Miami Heat

MARCA.- Jimmy Butler protagonizó un partido en las Finales que no se veía desde los tiempos de Michael Jordan. Han pasado casi 25 años desde que ‘Air’ eclipsaba a todos con sus actuaciones camino del anillo y Butler estuvo a esa altura en el tercer partido de las Finales que los Heat ganaron, 115-104, a los Lakers.

Es posible que los Lakers ganen el campeonato, pero en la retina va a quedar para siempre una de las mejores actuaciones individuales en la historia de las Finales. Butler completó un triple-doble descomunal: 40 puntos, 11 rebotes y 13 asistencias, el tercero con 40 puntos en toda la historia. Pero su actuación fue mucho más que esos números, al alcance de muy pocos.

Si los Lakers creen en la magia de Kobe, los Heat se pusieron en manos de Butler. Es como si el equipo actuara según los impulsos de su estrella (megaestrella en ese tercer partido). Los Olynik, Herro, Crowder y Robinson motivados por el titánico esfuerzo de Jimmy Bucket empezaron a aparecer en el partido. Butler les pedía reponsabilidad y compromiso con su juego y ellos le respondían.

Los Lakers van a tener que reflexionar sobre el partido para no cometer los mismos errores en el cuarto. No hubo ayudas en la defensa a Butler al final, no se taparon las vías de pase, no se llegaba a los tiros. Y en ataque: precipitación. Incluso de un LeBron James que mostró una poco habitual cara fallona en los momentos decisivos. Tres pérdidas suyas (por pasos y dos malos pases), marcaron el final del partido para los Lakers y les condenaron.

LeBron, en proyección de triple-doble todo el partido, se quedó cerca: 25+10+8. Durante mucho tiempo despejó las dudas sobre el MVP porque Anthony Davis estuvo escondido casi todo el choque. ‘La Ceja’ acabó con 15 puntos y tan sólo 9 tiros de campo. Un bagaje muy escaso para una estrella como él. Los Lakers necesitan más de Davis en futuras citas.

Sin Davis, los Lakers, que salvo al principio, que llegaron a ganar por 10, fueron a remolque casi todo el partido, vieron como Morris (19) y Kuzma (19), dieron un paso adelante. Entre ellos y Rondo hicieron de la segunda unidad la primera opción en ataque.

Pero Butler, con su actuación, había insuflado ya una dosis de ese material que sólo los héroes producen: fe ciega. Olynik, brutal con 3 de 5 en triples y 17 puntos, Herro, sensacional al final, también con 17 puntos, Robinson con 13 o Crowder con 12 ya habían encontrado la mejor versión de sí mismos. Los Heat acabaron ganando con holgura impulsados por un Butler que se había colocado a la altura de los más grandes, incluso de Jordan, para forzar al menos un quinto partido. Y dejar, de paso, un partido para la leyenda.

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El Inter empató con la Lazio en Roma

AS.- El Inter de Milán no pudo alcanzar al Atalanta en el liderato de la Serie A luego de solo conseguir un empate 1-1 frente a la Lazio en el Olímpico de Roma. El equipo de Antonio Conte suma siete unidades tras tres jornadas y quedó a dos de la sorprendente escuadra de Gian Piero Gasperini.

Al inicio del partido, el Inter evidenció incomodidad en el terreno de juego. Tenía muchos inconvenientes por el sector izquierdo y Lazzari era el principal dolor de cabeza. Perisic, que se instala por ese lado, no tiene el ida y vuelta de Young y, por lo mismo, sufrió con el mediocampista italiano, que tampoco tuvo problemas para llevarse en velocidad a Bastoni.

Sin embargo, por el medio el finiquito no era óptimo. Correa recibió algunos centros de Lazzari, pero no logró conectar ninguno de buena manera. ¿Immobile? Lejos de ser determinante. Por ello fue que posteriormente la Lazio intentó por otra vía: el remate de media distancia. A los 17′, Luis Alberto recibió desde la derecha, condujo hasta el borde del área y con un disparo de zurda exigió a Handanovic.

Fue la primera más clara del partido. No obstante, fue el equipo de Conte el que marcó diferencias. Sin tener una aproximación que de verdad intimide a Simone Inzaghi, Lautaro abrió la cuenta 12 minutos más tarde. Perisic, queriendo enmendar sus fallas defensivas, se proyectó por su banda y dejó un rebote que el argentino, cómo no, aprovechó. De zurda, acabó con la resistencia de Strakosha.

Se trató de una inyección de energía para el Inter. Tanto el croata como Hakimi comenzaron a explotar las bandas, y la incomodidad pasó a ser del cuadro local. Barella era otro que también se activaba. Tampoco era un dominio apabullante, pero de seguro ponía más satisfecho a Conte. ¿Y qué hay de Vidal? Pues el chileno era uno de los más protagonistas, aportando con su presencia en las dos áreas.

Y así continuó el complemento. Al menos en los pasajes iniciales, con dos llegadas del Inter: Lautaro se acomodó entre los centrales para rematar, pero la pelota se fue por un costado. Y luego fue el turno de Lukaku, de un primer tiempo de más sacrificio. El belga justamente recibió del ariete argentino y disparó. Strakosha atinó a seguir la trayectoria del balón.

Cuatro minutos más tarde, eso sí, todo cambió. Acerbi sacó un centro por la izquierda y Savic le ganó por aire a Perisic para batir a Handanovic. Por esa falla, Conte optó por sacar al croata en lugar de Ashley Young. Y también dispuso el ingreso de Sensi por Gagliardini, dejando la entrada de Alexis recién a los 79′. El técnico insiste en otorgarle un papel secundario al tocopillano, que en esta Seria A suma dos asistencias. Con tan poco tiempo no pudo gravitar.

De hecho, Conte se atrevió con Sánchez porque, al otro lado, Inzaghi quedó con 10 hombres en la cancha tras la expulsión de Immobile. El italiano vio la cartulina roja tras darle una cachetada a Vidal, que fue sustituido a los 73′ por Brozovic. El croata, incluso, pudo darle la victoria al Inter, pero el palo se lo negó sobre el final. 1-1 entre los lombardos y la Lazio, con dos expulsiones (Sensi fue el otro) y muchas lesiones en el dueño de casa.

Foto: AS

El Bayern ganó un partido frenético ante el Hertha Berlín

MARCA.- Robert Lewandowski celebró por partida cuádruple tras marcar cuatro anotaciones para darle la victoria al Bayern Munich ante el Hertha Berlin (4-3) en duelo de la jornada 3 de la Bundesliga.

El delantero polaco consiguió adelantar a los locales al 39′, luego de un primer remate que el portero Schwolow atajó de forma espectacular, sin embargo, en el rechace, Gnabry envió nuevamente el balón para el ‘9’ y en esta ocasión el esférico terminó en el fondo.

Cabe destacar que esta fue la anotación número 100 de Lewandowski en el Allianz Arena defendiendo al actual monarca de la Champions League.

Posteriormente, el propio Robert completó su doblete al 50′ tras una diagonal por derecha de Richards, para recibir en los linderos del área y ante una media vuelta batir al arquero rival.

Cuando el Hertha había conseguido sorpresivamente el empate, al 85′ llegó otra vez el oriundo de Polonia para empujar un pase de Muller tras un tiro libre frontal cobrado por Lucas Hernández para celebrar su hat-trick.

El concierto no iba a terminar ahí, ya que al 93′, Lewandowski concretó un penalti que Maximilian Mittelstädt cometió sobre el propio Robert para el 4-3 definitivo.

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El Barcelona no pasó del empate con el Sevilla

SPORT.- En su primer gran examen de la temporada, el Barça se quedó a medias: sumó un empate ante uno de los mejores equipos del campeonato, el Sevilla, en un partido muy igualado.

El equipo de Koeman estuvo serio y compacto. Pero le faltó energía en el tramo final y recursos para desarbolar la compacta defensa del Sevilla. Hasta el pitido final, el partido pudo caer de uno u otro lado.

Golpeó primero el Sevilla, un señor equipo, excelentemente trabajado por Lopetegui: el equipo andaluz buscó el cuello del Barça desde el arranque y después de un primer remate amenazador, Luk de Jong embocó a la red de Neto después de aprovechar un balón muerto en el punto de penalti tras un córner botado por Suso.

La respuesta de «Cou»

El Barça no se desencajó: Koeman ha logrado armar un equipo, ante todo, ordenado. Solo necesitó un par de minutos para empatar, en una acción de pura verticalidad y que contó con la inestimable ayuda de Jesús Navas. Messi filtró un balón largo para la carrera de Alba, con ventaja para Navas, que se equivocó en el rechace.

El balón quedó franco a los pies de Coutinho, que seguía muy de cerca la jugada y pudo marcó a placer. He ahí otra de las grandes virtudes de este Barça: llega al área rival con muchos jugadores.

Nuevamente igualado el marcador, Barça y Sevilla se dedicaron a combatir como dos pesos pesados. Llegaron minutos de vértigo, con dos equipos explotando lo mejor de su catálogo. El Barça, presionando muy alto, con una excelente versión de Coutinho y un Messi muy activo (a cambio, Ansu y Griezmann parecieron quedar arrinconados en sus bandas), frente a un Sevilla compacto, excelente en las transiciones defensa-ataque y en los duelos individuales.

El Barça jugó más por dentro que por fuera: apenas aprovechó las bandas, más allá de alguna aparición puntual de los laterales. Le costó filtrarse en la defensa del Sevilla, pero su voluntad fue inquebrantable. Lo probó Griezmann, en un remate muy forzado que salió lamiendo el palo derecho de Bono, y poco después Ansu, con un disparo de media distancia que murió en las manos del portero del Sevilla.

El equipo de Lopetegui no renunció al ataque: tras el gol del Barça, el Sevilla pareció dar un paso atrás, pero es un equipo diseñado para competir ante cualquiera (estuvo cerca de tumbar al Bayern) y amenazó con varios zarpazos a la contra, siempre con Suso en la conducción, Ocampos como referencia y Rakitic y Jordán en la sala de mandos.

Los ataques del Sevilla fueron neutralizados de manera solvente por la defensa del Barça: los focos apuntaban a Araujo, sustituto del sancionado Lenglet. El uruguayo cumplió a la perfección ante una delantera de primer nivel. Bien en la colocación, listo en la anticipación y sin problemas a la hora de sacar el balón. Si nada se tuerce, Araujo tendrá recorrido en el primer equipo.

Primeros cambios

Tras una primera parte tan igualada como intensa, Barça y Sevilla bajaron ligeramente el ritmo del partido. Pero siguieron mirándose a la cara, retándose sin reservas, aunque los ataques se hicieron más largos, más horizontales.

Koeman movió piezas para meterle gasolina a su equipo: entraron Trincao y Pedri, en sustitucón de Ansu y Griezmann, que pasaron por el partido de puntillas. Lopetegui respondió al instante, renovando su delantera: entraron En-Nesyri y Munir por Ocampos y Suso.

En-Nesyri tuvo la primera nada más pisar el césped: desde la línea de fondo, envió un centro envenenado que Araujo envió a la portería de Neto. Por suerte para el Barça, el balón se estrelló en el larguero.

Apretó el acelerador el Sevilla, que empezó a creerse la victoria. Rakitic probó un disparo lejano, que salió desviado. También apretó a Neto para forzar un córner: el Barça empezaba a transmitir dudas. Koundé remató el córner de cabeza. El balón se fue fuera por muy poco.

El estreno de Dest

Físicamente, el Barça dio un paso atrás frente al vendaval del Sevilla. En-Nesyri volvió a olfatear el gol en un remate de cabeza forzado. El Barça estaba quedándose sin baterías. Jordi Alba se fue tocado y Koeman hizo debutar a Dest, aunque como lateral zurdo. También entró al campo Pjanic, en sustitución de un desfondado Coutinho.

De Jong, que acabó de media punta, estuvo a punto de deshacer el empate llegando desde segunda línea para rematar un centro de Busquets, que se disfrazó de extremo diestro.

El partido estuvo vivo hasta el final, aunque el cansancio hizo mella. Demasiados errores no forzados, pero nada que reprochar a dos equipos muy bien trabajados. El Sevilla, con más cuajo y un punto más de físico; el Barça, con más calidad. Al final, tablas en un partido que exigió lo mejor de ambos.

Foto: Reuters

El Real Madrid sufrió para vencer al Levante

AS.- Asensio-Benzema-Vinicius. Apúntenlo, porque se avecina el fin del debate. Definitivamente la proa del Madrid. Con un gol del brasileño y la buena compañía del francés y el balear el equipo blanco firmó los mejores minutos del curso. Luego ganó como siempre, por un tubular, porque el don del gol no está en esta plantilla, y por Courtois, cuya relevancia en los partidos debe disparar la alarma.

Zidane lanzó por cuarta vez los dados esperando que salga gol. Jugadores y entran y salen del hormiguero, ordenados en diversas geometrías, con la pretensión de que el Madrid se vuelva productivo. De aprobado raspado en aprobado raspado alcanzó el sobresaliente la Liga pasada, pero existe la convicción de que no alcanzará ni en esta ni en Europa, donde hay mucho león suelto. Esta vez tocó la vuelta a los extremos, una relectura del clásico, con Asensio y Vinicius, los más populares entre la afición. Al brasileño le toca decidir si va para Robinho o para Neymar. Al balear, si es jugador de paso o de época. En la otra punta, Paco López juntó a Morales y Roger, compañeros de pupitre ya hace una década en el filial. Una pareja de gran reputación: Roger, un goleador; Morales, un atacante completo, válido para el eslalon por su habilidad y para el descenso, por su velocidad.

La presencia de los cuatro dio para mucho desde la salida, en un partido sin preámbulos, con viajes regulares de área a área y un ritmo de rock impropio de principio de curso. Y como consecuencia lógica, el gol, de VInicius, desenfilado en el saque de un córner que no remató nadie. Supo esperar a la pelota y colocarla junto al palo con suavidad y exactitud, en detalle de rematador sereno y escrupuloso, lo que nunca fue. Al valor torero que se le suponía empieza a acompañarle el temple. Por ahí le van quedando menos rendijas a Zidane para no ponerlo.

El Levante es un equipo con pretensiones. Presión elevadísima, defensa muy cerca del centro del campo y dos puntas y dos jugadores creativos, Campaña y Bardhi, para acompañar de fuera adentro. Un atrevimiento que le da y le quita. Es permanente amenaza pero tolera mucho atrás. Así que lo mismo roza el gol con un remate cruzado de Morales o un cabezazo al larguero de Vukcevic que se traga cuatro contras seguidas del Madrid, todas más resueltas, porque en el camino del gol Benzema se pierde a ratos. Estamos en uno de ellos.

A partido abierto, todo mejoró en el Madrid: Nacho volvió a ser el bombero perfecto, Casemiro y Valverde cogen el tono, Asensio está muy por encima de sus competidores, Vinicius existe y Hazard no, Varane y Ramos son un fuerte… Y ordenándolo todo, el mejor Modric, cuya enorme presencia se tragó al Levante.

Acelerón y desmayo

En la segunda mitad el Madrid abrió gas. Demasiadas victorias mínimas, de esas que alargan el partido y el sufrimiento en partidos recientes. En apenas diez minutos dispuso de oportunidades para golear: remate al palo de Benzema, picadita demasiado cruzada de Vinicius, pifia a puerta franca del brasileño… Y pasado el vendaval, el desmayo: dos remates de Bardhi y dos salvavidas de Courtois, el segundo con el pie, por reflejos, tras rechace en Casemiro, y otros dos zapatazos fuera de De Frutos y Morales. Cuatro ocasiones para un empate ante un Madrid perezoso en el repliegue. Ese tic es recurrente en el equipo de Zidane: la temperatura de su juego sube y baja súbitamente y eso le impide echar el cierre a los partidos.

Y para que no faltara en un partido del Madrid, el VAR, que ilegalizó un gol de Ramos por un fuera de juego de microscopio. Antes el Levante, descamisado ya, había pedido la segunda amarilla de Casemiro. Presintiendo el peligro Zidane cambió creatividad por trabajo en las bandas (Lucas y Rodrygo). Fue un cambio a peor. El Levante llegó mucho y bien. Courtois sacó otras dos a un equipo que superaba a un centro del campo rival devorado. Aquella acometida no le dio para el empate y sí le hizo encajar el 0-2, en contra de Benzema. El fin de la angustia y el principio del nuevo liderato del Madrid.

FOTO: GETTY IMAGES / ALEX CAPARROS

El Tottenham de Mourinho goleó y aplastó al United

MARCA.- Vaya partido en Old Trafford. Simplemente una locura. Especialmente los primeros minutos del partido. Hasta tres goles con hubo en los seis primeros minutos. Nada más empezar, el Manchester United marcó de penalti, tanto de Bruno Fernandes (1′). Pero el Tottenham no tardó en reponerse y en tres minutos remontaron, primero con NDombele (3′) y luego con Son (6′).

Después de esa locura inicial, el partido se tranquilizó un poco hasta que en el minuto 27 Martial fue expulsado tras una agresión a Lamela. El francés se llevó la roja directa pero el inglés también fue amonestado en esa jugada tra meter un manotazo al jugador del United.

Esta roja fue como un sacacorchos para los de Mourinho que uno menos provocaron una sangría en la defensa de los red devils, en especial por su flanco izquierdo. El Tottenham acabó metiendo dos goles más antes del descanso, gracias a la dupla Kane-Son. El inglés hizo el 1-3 en el minuto 30 y el coreano metió el 1-4,siete minutos después.

La segunda parte con el partido ya decido fue un paseo para el Tottenham. En el 51 Aurier hizo el 1-5 y Harry Kane terminó haciendo doblete en el 79. Un castigo más que justificado para los de Solskjaer que no supieron arreglar los desbarajustes defensivos atrás, especialmente en una desértica banda izquierda, y que en ataque solo pudieron generar peligro si el Tottenham dejaba huecos a su espalda.

Una goleada histórica para el Manchester United que no recibía más de un gol en sus tres primeros partidos de Premier desde la temporada 72-73. Los red devils tendrán ahora 13 días, con parón de selecciones por medio, para intentar arreglar su situación. Para ello tendrán que ganar al Newcastle en el feudo de las urracas.

Este partido también supuso el debut de Reguilón en la Premier, no jugó en el anterior encuentro de los spurs contra el Newcastle. El español, como siempre, fue muy activo durante todo el partido. Aunque quedó eclipsado por la gran actuación de Aurier por la banda derecha.

Foto: Prensa Tottenham

La Juve se presentó en el estadio pero el Napoli no viajó

MARCA.- EJuventus-Napoli va a traer cola. Después del anuncio del equipo del sur de Italia de que no iba a viajar a Turín para disputar el encuentro, la Juve también cumplió su amenaza. Se presentó en el estadio para no encontrar rival.

Zielinski y Elmas, futbolistas del Nápoles, dieron positivo por coronavirus y las autoridades de su región recomendaron que la totalidad de la plantilla hiciera cuarentena. Por lo tanto, decidieron que no podía viajar al norte del país, con riesgo de más contagios, para disputar un partido de fútbol. De hecho, Fabián se perderá la convocatoria de la selección por este mismo motivo.

Sin embargo, la Juve no entendió así el asunto y decidió jugar. Lo avisó y lo cumplió. A las 20.45, hora original del encuentro, los jugadores aparecieron en el estadio, con recogepelotas, personal sanitario y demás trabajadores necesarios para la disputa del encuentro. Sin embargo faltaba un elemento clave, el rival.

La Liga italiana, en un comunicado, dejó clara su postura: «Se pueden jugar partidos pese a tener varios positivos en la plantilla. Así ha ocurrido en casos anteriores, como el Torino para medirse a la Atalanta, el Milan contra el Crotone, el Genoa para jugar en San Paolo la semana pasada o este mismo día, igual que la Atalanta pudo jugar contra el Cagliari. Es cierto que el Consejo de la Liga ha aprobado un reglamento que puede significar un aplazamiento eventual de una jornada liguera, pero sólo si se dan unos condicionantes que, de momento, no se aplican al Napoli en este caso».

El Napoli, además de la pérdida del encuentro por 3-0, se arriesga a una sanción suplementaria por parte de la Lega.

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El Aston Villa le propinó una paliza histórica al Liverpool

Marca.- La Premier League 2020-21 está desatada! Si parecía que la cuarta jornada ya lo habíamos visto todo con el set del Tottenham al Manchester United (1-6) llega el último partido de la noche del domingo en el recién renovado nuevo horario inglés… y va el Aston Villa y le marca ¡¡¡7 goles!!! al todopoderoso e intratable Liverpool de Jürgen Klopp, campeón de la Champions en 2019 y último ganador de la Premier League. ¡El football está on fire!

El conjunto de Klopp clausura con la mayor goleada de su historia en Premier League una semana que ya había llenado de nubarrones el cielo de Anfield la eliminación en Copa de la Liga ante el Arsenal en la tanda de penaltis… e incluso la victoria liguera del lunes frente a los gunners no llevó una gran alegría a la ciudad del Mersey: este Liverpool no pasa por encima de sus rivales como lo hacía antaño. Se le ven dudas. Se le ve algo más frágil.

Y ahí ahondó en la herida el Aston Villa, haciéndole encajar un ¡¡7-2!! que además llega en el peor momento posible: antes de una jornada de selecciones y con el Everton, máximo rival histórico y próximo contrincante en Premier con pleno de 4 victorias en 4 jornadas. ¿Habrá reacción red?

Un marcador al descanso inédito

El Liverpool llegaba obligado al partido frente al Aston Villa: el Everton había ganado todo, el Leicester había caído y sólo su victoria ante los villanospodrían hacer que su archirrival no llegara como líder en solitario al derby del Mersey que habrá tras la jornada de selecciones. Nada más lejos de la realidad.

Los goles del Aston Villa fueron cayendo con tal facilidad que los papeles se invirtieron en una noche mágica para los locales. Un equipo llamado a pelear por no sufrir por evitar el descenso arrolló desde el primer momento: a los 22 minutos, Watkins ya llevaba un doblete y Grealish un par de asistencias de gol. 2-0.

Salah puso algo de cordura en el 33′, pero esta jornada la Premier no entiende de cordura: McGinn en el 35′, y el hat-trick de Watkins en el 39′ ya hacían que el marcador al descanso fuera inusual: 4-1 para un equipo cuyo delantero, debutante en Premier esta temporada, le da por estrenarse como goleador en la Primera división con un hat-trick contra el campeón. Lo nunca visto.

Ni rastro de reacción

Lejos de cambiar las tornas tras el descanso (cosas más extraordinarias se han visto en el fútbol que sacar algo positivo de un partido en el que caes 4-1 al descanso), el Aston Villa siguió flotando sobre el césped del Villa Park de la mano de un Grealish magistral.

La manita cayó a los 10 minutos de la segunda parte, con un gol de Barkley y una nueva asistencia de Grealish, y acalló toda posible reacción hablada en el vestuario de un conjunto red que se mostraba tan sorprendido con el resultado como sus rivales, a los que les entraba todo.

Salah en el 60′ insufló algo de esperanza a los suyos pero faltaba que Grealish cerrara su histórica actuación con dos goles para acabar el partido con 3 pases de gol y 2 tantos.

Es la primera vez desde 1953 que el campeón defensor de la Premier encaja 7 goles en un partido de la Primera división inglesa, tras el Arsenal frente al Sunderland.

Foto: MARCA