La prensa mundial despide a «O Rei» Pelé copando todas sus portadas

Tony Cittadino (Madrid).- Como era de esperarse, la muerte de Pelé el 29 de diciembre causó conmoción mundial y la prensa le dio un último adiós a «O Rei», dedicándole sus principales titulares en todo el mundo.

La recopilación de la mayoría de las portadas fue gracias al excelente trabajo de FutPapers.

Lee también: Así fueron las reacciones en las redes sociales tras la muerte de Pelé

Opinión: Italia y el arte de complicarse la vida sin necesidad

Tony Cittadino (Mallorca).- Lo de Italia se cuenta y no se cree. Todavía cuesta asimilarlo, por más vueltas que se dé. Los campeones de Europa empataron este lunes sin goles ante Irlanda del Norte en Belfast, para quedar en la segunda posición del grupo C y tener que buscar el boleto al Mundial Qatar 2022 en el tortuoso repechaje que se jugará en marzo del año que viene.

La Nazionale fue incapaz de marcar si quiera un gol a una selección local que no se jugaba nada, por ya estar eliminada, pero que no había perdido, ni recibido goles en casa en las eliminatorias. Del otro lado, Italia llegaba obligada a buscar la victoria y, más aun sabiendo, que debía hacerlo por goleada porque Suiza no iba a fallar. Y así fue. Los suizos le metieron cuatro tantos a Bulgaria (sin contar los dos anulados por el VAR), para finalizar líderes del grupo con 18 unidades, dos más que los italianos, que terminaron invictos con cuatro juegos ganados y cuatro empatados.

Que Italia deba acudir al repechaje, sorprende mucho más que la vez que ocurrió en 2017. Y es que todo iba bien. Para entonces, la selección guiada por Gian Piero Ventura tuvo problemas para sacar resultados y tenía a España en su grupo. En este ciclo, en cambio, estaba en un grupo más accesible, con Suiza como rival más peligroso, pero accesible, con una selección en constante crecimiento que se destacó por buenos resultados, un acertado recambio generacional, un estilo de juego ofensivo y hasta un título europeo.


Sin embargo, la Italia corajuda de la Eurocopa se fue esfumando con la llegada del otoño. Buena parte de la eliminación de este lunes, pasa por el empate en septiembre ante Bulgaria, al igualar 1-1 en el estadio Artemio Franchi de Firenze. Perdieron dos puntos claves en casa, que ayer hacían falta.

Tres días más tarde, llegó otro episodio determinante, pero que podía pasar. La Azzurra empató sin goles en su visita a Suiza, en un duelo en el que Jorginho falló un penal. No era un mal resultado, porque se sumaba afuera, pero fueron superiores en el campo y el resultado fue corto ante un rival directo.

Para entonces, Italia implantaba el récord de 36 partidos sin perder (27 victorias y 9 empates) y seguía líder del grupo con 11 puntos, cuatro más que los suizos, quienes tenían dos partidos menos.

Italia afrontó la Nations League y la carencia de gol continuó, pero logró meterse en el podio al vencer a Bélgica dos por uno en el partido el por tercer lugar. Lo que no estaba en los planes, era el empate del pasado viernes ante Suiza a un gol en Roma, en un duelo en el que Jorginho volvió a fallar desde los 11 metros.

El mediocampista ítalo brasileño cobró un penal al minuto 88, pero su remate se marchó por encima del travesaño. De marcar, hubiera sido perfecto, pues celebraban la clasificación en Roma y se quitaban ese peso de encima. Pero, no fue así. Fue todo lo contrario y, ahora, ese penal pesa muchísimo en una ruta al Mundial que se complica.

Prohibido fallar

Del juego de este lunes, hubo poco y nada en Belfast, sede en la que los transalpinos nunca han ganado. Suman tres empates y una derrota que, por cierto, los dejó fuera del Mundial Suecia 1958.

Italia lideró el grupo durante toda la eliminatoria, pero cedió el primer lugar en el peor momento posible. En la última jornada. En la más importante y a la que tenían que acudir ya con el boleto en la mano.

La oncena no llegó en su mejor forma física y con 11 bajas (Chiellini, Verratti, Immobile, Pellegrini, Zaniolo, Bastoni, Biraghi, Calabria, Sirigu, Kean y Toloi), pero, de todas, la más pesada fue la de Immobile. Italia se quedó sin un 9 fijo y Mancini tuvo que inventar y recurrir a Berardi o Insigne, sin éxito, como tampoco lo fue la apuesta por Belotti.


Se notó la ausencia del delantero de la Lazio, al que le ha costado marcar con la selección, porque Italia generó muy poco juego en ataque. Al menos, él jugaba de espaldas al arco y arrastraba marca, más allá de la poca efectividad y las constantes caídas en fuera de juego. Aquí es dónde se aplica al dedo el dicho de una compañía de seguros venezolana: “Es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”.

Ahora queda esperar el día viernes 26 y conocer cómo quedará el repechaje, que estrenará formato y luce complicado. Las selecciones que lo disputarán son Portugal, Suecia, Escocia, Rusia, Macedonia, Polonia, Italia, Gales, Turquía, Ucrania, Austria y República Checa.

El nuevo formato se jugará de la siguiente manera: 12 selecciones irán a la repesca, de las cuales 6 lo harán como cabezas de serie. Se formarán 3 grupos de 4 selecciones y en cada grupo, se juegan 2 partidos (semifinales). Los ganadores, van a una final y el ganador de ese juego, clasifica.

De esas 12 selecciones al repechaje, 10 son de las segundas mejores de grupo y 2 de la Nations League, que tampoco clasificaron (Austria y República Checa). La semifinal se jugará el 24-25 de marzo y la final el 28-29 marzo.

Italia tiene prohibido fallar. Hoy más que nunca. No se puede estar sin jugar una Copa del Mundo durante de ocho años. Dos Mundiales consecutivos sin clasificar, sería una hecatombe monumental y algo inédito para la Azzurra. Da escalofríos de sólo imaginarlo, pero es una posibilidad, que echaría por tierra el gran trabajo que ha hecho Mancini, quien ha llevado con éxito el recambio generacional y le regresó la competitividad a la selección.


Una vez que se conozcan los rivales, hay que prepararse para cuatro meses eternos de presión psicológica e infinitas especulaciones. No hay rival pequeño y hasta el más débil, luce en condiciones, pero Italia siempre es Italia y más aún cuando está herida.

El fantasma de Suecia en 2017 vuelve a aparecer, aunque ahora las condiciones parezcan diferentes. Italia volvió a aplicar el arte de complicarse la vida sin necesidad, aunque tenemos la esperanza de contar con un final feliz, al estar presente en el sorteo de la fase de grupos del Mundial el 1 de abril.

Azzurra, in bocca al lupo.

Foto: Prensa FIGC

 

Luis Manuel Fernández, un periodista fuera de serie (+Video)  

Tony Cittadino (Mallorca).- Luis Manuel Fernández fue uno de los periodistas deportivos más queridos y admirados de la década de los 90 en Venezuela. Su vertiginoso, pero corto paso por los medios de comunicación, le sirvió de tribuna para compartir su talento y ser la inspiración de una generación que lo vio como un ejemplo.

En este trabajo, conversamos con algunos de sus compañeros en los medios y con su familia, para recordar su exitosa carrera. Luis Manuel se graduó como periodista en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en 1989 y el primero en darle la oportunidad en los medios fue el comentarista deportivo Reyes Álamo.

Luis Manuel comenzó trabajando en el programa de radio Deportes en Acción en Radio 1300 AM junto a Álamo y luego compartió pantalla en la Televisión Nacional (Canal 5) y Venezolana de Televisión (VTV). “Me ayudó bastante, porque me hacía el beisbol y otros deportes y así me descargué un poco. Se me abrió el cielo, porque nadie quería hacer el programa diario porque tenían que pararse temprano”, explicó Álamo.

Allí realizó el noticiero, narraba el fútbol italiano y tuvo una actuación destacada en el Mundial Italia 90. En la Copa del Mundo, compartió con el destacado comentarista Sergio Biferi, tanto en las narraciones de los encuentros, como en los resúmenes diarios que se realizaban en la noche. Ambos recibieron un espaldarazo del presidente del canal, al darles el espacio nocturno del Mundial.

“Les voy a decir algo, muchachos, Reyes Álamo, Tury Agüero y Pedro Zarraga, no necesitan más pantalla. Yo quiero que a partir de esta noche, el resumen del Mundial lo hagan ustedes dos. Para nosotros fue una alegría enorme, pero estábamos con el temor de cómo reaccionarían nuestros compañeros”, recordó Biferi.



Su consagración en Venevisión

El gran momento de Luis Manuel llegó al ser contratado por Venevisión en el año 1994. Una cara fresca y con mucho conocimiento, sirvió para dar un vuelco en la presentación de noticias deportivas en nuestro país. Marcó un estilo y con él, el camino al éxito.

El experimentado periodista Unai Amenabar fue su profesor en la UCAB y recordó los inicios de Luis Manuel en el canal 4 como exitosos, pues tenía el dominio del deporte y de la cámara. “Cuando iba al aire, él llevaba unos papeles con unos tips y, aunque le pasaran el prompter arrancaba a hablar y no tenía nada que ver con lo que decía el guión. Tenía una capacidad de improvisación bárbara”.

Por su parte, el brillante narrador deportivo Fernando Arreaza, catalogó su paso por Venevisión como fulgurante. “Por lo general, darse a conocer en este medio lleva un proceso que es difícil adelantar, pero él con su carisma, lo adelantó. Se dio a conocer en tiempo récord y con el segmento deportivo del Noticiero Venevisión, penetró en todas las casas de Venezuela e inmediatamente se hizo querer”.

Hebe Torres, viuda de Luis Manuel, destacó la pasión y entrega que le imprimía el periodista a su trabajo. “Tenía una vida súper agitada. Llegaba de la radio, hacía ejercicios y se iba al Noticiero. Luego, regresaba a la casa, almorzaba, se recostaba una hora y volvía a hacer ejercicios. Salíamos a dar una vuelta, luego cenaba y sentaba a leer los periódicos. Leía de todo, no sólo deportes. Se iba al Noticiero, regresaba a las 12:00 o 1:00 de la madrugada, se volvía a parar para estar en la radio a las 6:00 de la mañana y así era su vida”.



El Mundial Estados Unidos 1994

El éxito de Luis Manuel no sólo se vio reflejado en el Noticiero. Su talento explotó con más contundencia en su primer gran evento deportivo: el Mundial de Estados Unidos 94.

Arreaza no tiene dudas en asegurar que el mejor momento de la carrera de Luis Manuel fue ésa Copa del Mundo. “Fue un momento estelar, un momento cumbre. Como narrador de fútbol se puso en un sitial muy especial”, reflexionó.

El otrora director de transmisiones de Venevisión, Gustavo Marrero, coincidió con Arreaza, pues además fue parte del equipo de transmisiones que cubrió la Copa del Mundo en Estados Unidos. Para él, la narración del gol de Jürgen Klismann de Alemania ante Corea del Sur fue muy especial. Incluso considera que fue la mejor narración de su carrera.

“Esa narración fue épica. Estábamos en el estadio con Venevisión y tener la emoción de escuchar a Luis a un lado y ver esa imagen del gol en vivo…Fue la mejor, por todas las cosas que tuvo”.



La versatilidad en las olimpiadas Atlanta 96

Además de establecerse cómo uno de los mejores narradores del béisbol y el fútbol, Luis Manuel mostró toda su versatilidad en los Juegos Olímpicos Atlanta 96, al que asistió ya estando quebrantado de salud.

Marrero recalcó que los Juegos Olímpicos marcaron un antes y un después en la carrera del periodista de la UCAB. “Las olimpiadas lo consagraron. Al recordar la narración del nadador Francisco Sánchez se me paran los pelos. Luis transmitió la emoción a cada venezolano como la sentía él en ése momento. En olimpiadas es dónde ves la versatilidad de la gente, porque hay demasiados deportes. Hablaba de judo, como hablaba de beisbol o de esgrima igual que baloncesto”.

La periodista Dynalba Salas también compartió el estudio del Noticiero con Luis y ratificó el extenso conocimiento deportivo que tenía su compañero. “Transmitía exactamente lo que era, porque era un tipo al que le gustaba el deporte. No era un narrador deportivo de fútbol o de beisbol, a él le gustaba el deporte y él vivía por el deporte”.



Su época en Radio Deporte

Otra de las brillantes facetas de Luis Manuel, fue trabajar en la radio. Allí expandió su conocimiento y llegaron reconocimientos como el Premio Nacional de Periodismo y el Meridiano de Oro.

En Radio Deporte 1590 AM tuvo un programa llamado En Primera Fila, en el que tuvo como productora a la periodista Carlota Fuenmayor. La profesora de la UCAB lo recuerda como uno de sus grandes maestros del periodismo y un gran amigo de la familia.

Fuenmayor tuvo la oportunidad de ser profesora de radio de Luis Samuel Fernández, hijo de Luis Manuel, quien había sido el paje de su boda y a quien le entregó un valioso maletín que el periodista le había encomendado a ella días antes de fallecer.

“Uno cree que los niños no crecen, que siempre van a ser chiquitos. Cuando lo vi en el salón, lo abrazaba y le daba besos. No lo podía creer. Fue increíble que la vida me diera la oportunidad de enseñarle a hacer radio, como su padre me enseñó en su momento”.

Luis Samuel no ocultó su emoción y su asombro por poder contar con material tan valioso de su padre. “Lo abrí al llegar a la casa y había de todo. Tenía todas las tarjetas de todas las cosas que hacía. Tenía documentos, bolígrafos y credenciales. Es increíble. Son recuerdos que nos faltaban de él”.



A un paso del Mundial Francia 98

El tiempo pasó y con él, la enfermedad, que le impidió estar en el Mundial Francia 98. Sin embargo, Luis Manuel realizó una impecable cobertura del sorteo de la Copa del Mundo, su último gran evento deportivo.

Torres recordó que el periodista no se recuperó completamente de la última operación del estómago, pero que lo impulsó a cubrir el evento en Francia, no sólo porque era su pasión, sino porque él se sentiría muy mal anímicamente si no asistía al sorteo. “Igual todo el mundo lo vio en televisión. Nunca se quejó. Se fue porque lo obligué a ir, porque no quería ir”, recordó.

Para ese entonces, Biferi seguía trabajando en VTV y recordó una anécdota en las afueras del estadio Velódromo de Marsella que le impresionó en su momento, porque Luis Manuel tenía apenas 11 días de haber sido operado. “Le dije ‘tú estás loco, cómo estás aquí después de 11 días’. El frío era de menos dos grados en Marsella y me dijo que se sentía bien, recordando además que el médico lo autorizó y Venevisión le brindó su respaldo”.

En tanto, Marrero reiteró que si Luis Manuel asistía a esa Copa del Mundo, sería posiblemente el evento que marcaría su entrada a una gran cadena internacional y, por ende, su salida de la pantalla venezolana. “Eso era inevitable. Se lo iban a llevar”.

Arreaza recordó Luis Manuel quería estar presente en todas las pautas deportivas del canal, porque quizás sentía que no podría vencer la enfermedad. “En el fondo, sabía que el tiempo jugaba en su contra y vivía apurado, vivía intenso, vivía un paso adelante. No quería dejar de hacer ninguna transmisión y cuando Héctor Cordido no lo pautaba, se ponía bravo y se peleaba con él en buenos términos.



Su muerte conmocionó al país

Su muerte, el 24 de marzo de 1998, estremeció al país. Con apenas 30 años, se marchaba en medio de gran una conmoción que llevó, incluso, el reconocimiento del para entonces presidente de la República, Rafael Caldera, quien asistió al velorio en Caracas.

La transcendencia de su fallecimiento fue tal, que Amenabar aseguró que ha sido la noticia más dura y dolorosa que le ha tocado transmitir en su carrera. “Dynalba no pudo seguir hablando y el resto de la nota la terminé leyendo con cara de póker, porque era así. Fue de los momentos más duros, porque era un excelente compañero de trabajo y un tipo muy afectuoso y alegre”.

Arreaza recibió la noticia en los campos de entrenamiento de los Filis de Filadelfia y estaba acompañado del para entonces dueño de los Leones del Caracas, Oscar Prieto Párraga, el lanzador Omar Daal y el jardinero derecho, Bob Abreu. “No sabía que el final era inminente. Uno no lo podía creer”.

Una de las últimas personas en verlo con vida fue Marrero, quien asistió a su casa en Montalbán y rememoró el momento entre lágrimas. “Fui y estaba en su cama, acostado. No le dije nada, le di un beso en la frente y me miró. Nos despedimos y le dije que lo quería mucho. Cuando estoy abajo del edificio, me llama el cuñado y me dijo que Luis había muerto. Me dijo que estaba esperando que viniera, para irse”.



Marcó a una generación

Luis Manuel fue un periodista por encima del promedio y quién además supo nutrirse de los más experimentados colegas. Su versatilidad, profesionalismo y carisma, le permitieron ganarse un lugar entre los grandes.

“Era simpático, era espontáneo, era agradable y estudiaba, que es el problema que tienen muchos jóvenes hoy. Qué diferente es la televisión de hoy en día, a la que hacíamos nosotros”, comentó Álamo.

Salas añadió que estaba por encima del promedio, porque era un hombre por encima del promedio y fue una referencia. “Creo que para ser un profesional de altísima calidad, tienes que tener alma. Fabricó o perfeccionó un molde, que aunque incorpores tu estilo particular, hay como unas líneas a seguir”.

Biferi también dio elogios a su ex compañero, a quién siempre recuerda con sentimiento. “Era un periodista muy preparado en varias disciplinas, quizás en muchas. En nuestra generación, estaba un escalón por encima, lo reconozco de todo corazón”.

Su hijo, Luis Samuel, agradeció el aprecio que le han demostrado a su padre, a pesar de tener más de 20 años de fallecido. “He visto todos los videos en Youtube y me parece increíble que las personas lo quieran tanto y que lo recuerden con tanto cariño”.

El legado de Luis Manuel es incalculable. Aunque han pasado los años, sus relatos en los deportes recuerdan una época maravillosa en nuestro país y allanó el camino para que muchos siguiéramos su ejemplo. En nuestro caso, realizar la sección de deportes de Venevisión fue un sueño que llevamos adelante con pasión y respeto.

Ahora le toca a las nuevas generaciones, conocer y aprender de Luis Manuel Fernández, un periodista fuera de serie.

Hasta siempre, Dopi

Tony Cittadino (Mallorca).- La partida de nuestro colega y amigo José Manuel Dopazo deja un profundo dolor en el gremio y en quienes le conocimos y le quisimos. Pareciera que uno nunca está preparado para estos momentos, pero aprovecho estas líneas para despedirlo con cariño.

Dopazo falleció este sábado 15 de mayo en Madrid. Tenía apenas 45 años. Un chamo, todavía. Era un caballero y un profesional con todas sus letras. Respetuoso, generoso, noble y siempre con una sonrisa y un consejo a la mano.

Tuve la oportunidad de conocerlo y trabajar juntos desde 2011 hasta el 2016 en el Noticiero Venevisión. Ser parte de la emisión estelar fue una gran escuela en la que me formé como redactor y luego como presentador de deportes y Dopazo estuvo muy presente en ese proceso.

Dopi, como le decimos con cariño, llegaba en las noches a tiempo para revisar el libreto de El Imparcial y de la emisión del Noticiero, que horas más tarde haría con Elianta Quintero, con quien hizo una llave profesional estupenda. Solía sentarse en algún puesto en la sala de redacción o en la sala de reuniones, muchas veces con su hijo Santiago, a quien llevaba orgullosamente de visita. Allí cuidaba cada detalle y también ofrecía su experiencia, su amistad y sus valiosos consejos.

Recuerdo con especial cariño las veces que reíamos al imitar su particular tono de voz para leer los titulares, muchas veces redactados por el también inolvidable Nelson Meza, con quien ya seguro se encontró en el cielo: “Golpe a la yugular” o “las garras del crimen”, eran titulares fijos, a los que sólo él podía darle el tono adecuado.

También evocó las primeras ocasiones en las que salí al aire en el estelar. Cuidaba los detalles de dicción y daba un espaldarazo de confianza importante. Fanático de sus Águilas del Zulia, el Real Madrid y España, siempre preguntaba por los resultados, así fuera para chalequear.

Dopazo tenía muy claro cuáles eran sus principios y valores. Defensor del buen periodismo y la libertad de expresión, se postuló al Colegio Nacional de Periodistas y también pidió la reforma de la Ley Resortem, aún consciente de lo que eso significaba y las consecuencias que podía traer. Pero no se amilanó y siguió adelante.

Pero aunque era una persona seria, al menos en el set del estudio 4, tenía un buen sentido del humor. De hecho, me sobran los dedos de la mano para recordar una mala cara. No podían faltar sus chistes maracuchos, que compartía con Elianta en el estudio en los cortes comerciales o en la sala de redacción.

Cuando empecé a salir en off en la sección de deportes, me presentaba con jocosidad como “El Padrino, Tony Cittadino”, hasta que le jalaron las orejas porque eso le restaba seriedad al Noticiero. Pero él se lo tomaba a risa, porque el nombre y el apellido le parecían cómicos.

También reíamos cuando alguien me confundía con él, por narizón y por las ojeras. De ahí salió el chiste de decirle que era mi papá perdido y darme la bendición. Fue un gesto que pasado el tiempo, se convirtió en algo genuino y cariñoso.

Dopazo era un tipo tan sencillo y humilde, que uno se reía y se preguntaba a veces por qué le pasaban cosas cómicas al aire. Le dio hipo dos veces narrando las noticias, pero el hombre sacó el Noticiero adelante. Todo un profesional. Lo agarraron fuera de base una noche revisando el libreto de El Imparcial, antes de ir al aire y otra vez en pleno noticiero meridiano, en el segmento de Estrenos y Estrellas.

También hubo una noche en la que leyó una noticia y en lugar de decir “estadio Antonio Herrera Gutiérrez”, dijo primero “estadio Antonino…” y corrigió al aire aguantando la risa, ante las bromas de los camarógrafos del estudio 4 por recordar mi nombre. O la vez en la que terminé la sección y me dijo “Gracias, Jesús”, recordando inconscientemente a Jesús Marín, sin poder evitar luego el ataque de risa con Elianta. Fue una época inolvidable y maravillosa y lo sabíamos. Con sus cosas buenas y malas.

Al terminar el Noticiero, se apagaban las luces y pasada la medianoche nos íbamos caminando al estacionamiento, junto a todo el personal del estudio 4 y redacción, hablando de algún resultado o tema cotidiano. Era la sencillez de un día de trabajo que se pasaba como en familia. Se disfrutaba.

Sin embargo, llegó el momento que a muchos nos empujó a dejar el canal y el país y emigramos. La última vez que nos vimos fue en febrero de 2016, antes de que partiera a Estados Unidos y luego a España.

Dos años más tarde, también me tocó venir a España y retomamos el contacto, con la idea de más adelante hacer unos seminarios de periodismo en Madrid o Mallorca, con la idea de ejercer fuera de nuestro país y mantenernos activos en una sociedad en la que uno está prestado.

La última vez que escuché su voz fue en diciembre, en una conversación por WhatsApp. Le dejé saber, nuevamente, lo mucho que lo quiero y lo respeto. Ese sentimiento no va a cambiar, porque a los amigos no se les olvida y siempre tendrá un lugar especial, como amigo y profesional.

Aunque esta noche es larga y la nostalgia y la tristeza golpean con fuerza, estoy seguro que todos los que le conocimos lo recordaremos con mucho amor y como una persona que supo dejar huella en todos nosotros.

Así era Dopazo. Un tipo sencillo y querido.

Dopi, que Dios te bendiga siempre.

Descansa en Paz.

Alejandro Chacón, el periodista irreverente

Tony Cittadino (Mallorca).- Parece mentira que tenga que escribir de ti, Alejandro Chacón. Pero, hacerlo, es el mejor homenaje que puedo hacerte. Mi amigo y colega, te marchaste sorpresivamente este domingo 24 de noviembre y tu pérdida no puede más que dejarme un gran vacío y mucha tristeza, porque sabes que te debo mucho y te quiero mucho.

Te conocí en el año 2007, cuando ingresé como pasante de prensa en nuestra casa, el Diario TalCual. Desde entonces, nos unió una gran amistad, que perdurará por siempre. Con sus aprendizajes, sus consejos, sus alegrías y sus rabietas, pero que siempre fueron para bien.

Durante cinco años, compartí contigo en la redacción del periódico y fue una experiencia que siempre te voy a agradecer. Lo mejor es que siempre lo supiste, porque cada vez que pude te lo dejé saber y para ti era gratificante. Lo recibías con mucha humildad, porque sabías que habías aportado un grano de arena.

Esa manía que querer pulirme, me ayudó a forjar el carácter en el medio. Fuiste el periodista más terco, agudo e irreverente que he conocido. Pero a su vez, una persona muy noble, pícara y hasta burlona. “Gordo” Chacón, eras una mezcla rara, pero te queríamos.

Tu manera de ver la noticia, muchas veces nos hacía discrepar y entrábamos en esos largos debates. Manejabas no solamente el fútbol, al que le entregaste toda tu vida. Especialmente el venezolano. Siempre contabas con orgullo cuando fuiste jefe de prensa de la FVF, en la época en la que la Vinotinto era de vacas flacas. Te gustaba evocar que viviste el “Centenariazo” y la época en la que fuiste redactor de Luis Manuel Fernández en Noticiero Venevisión.

Eras magallanero y culé de corazón, pero recalcabas la importancia de escribir sin la camiseta. Eras muy delicado con eso. Sabías de todos los deportes, pero qué difícil era llevarte la contraria. Contigo se podía hablar de cualquier tema, porque insistías que el periodista debe ser integral: deporte, política, cultura, religión o música. Tenías una capacidad de análisis, que pocas veces he visto. Como siempre decías, te gustaba “buscarle la quinta pata al gato” y que la fuente se pusiera nerviosa al saber de ti. No a la inversa.

Todavía recuerdo esos días en los que te encerrabas en la sala de reuniones del periódico y se te escuchaba alzar la voz al realizar una entrevista, en la que alguna fuente se quería ir por otro lado. No tenías medias tintas. Contigo no valía ser “blandengue”. Era blanco o negro. Siempre querías más. Hacer algo diferente. Marcar pauta, pero sin buscar fama. No te gustaba el show.

Recuerdo que llegabas a la redacción y me saludabas cantando: “Antonini Cittadini Bambini”, mientras yo te llamaba “Alessandro Chiaccone”. Reíamos recordando la vez que fui de traje y corbata a la primera pauta del periódico, porque decías que me parecía a un vendedor del Atalaya en el Metro de Caracas. También gozabas con mis discursos de agradecimiento en las reuniones del periódico y ni hablar del “clásico” de la toalla rosada en la Serie del Caribe 2010 en Margarita, que planeaste con Saúl Uzcátegui. Cuando los dos se juntaban, había que correr. Eran un peligro, porque les gustaba chalequear. Nuestro amigo David Ludovic, puede dar crédito de eso.

Un aprendizaje constante

La primera vez que estuve a tu cargo fue en agosto de 2009. Para entonces, nuestro coordinador de deportes, Héctor Becerra, se tomaba unas vacaciones y asumías el puesto mientras tanto. Creo que los tres, formamos un gran equipo de trabajo. Los primeros días fueron una guerra, al punto de tener discusiones airadas. Querías cambiarme el estilo de redactar y darle un vuelco total a las pautas. No querías tanto beisbol y no te gustaba la página de las tablas.

De ahí nació el apodo de “El Cabito” que en broma te colocó nuestro también querido Héctor Landaeta. Cada vez que entrabas a la oficina, el “Gordo” decía que eras una especie de Cipriano Castro, porque te gustaba mandar y susurraba: “A pararse firmes, viene ‘El Cabito’”, mientras reíamos y bajaba la tensión.

Sin embargo, las cosas fueron mejorando y comenzamos a sacar trabajos interesantes. Teníamos dos reuniones diarias. Una en la mañana, para dar un bosquejo del día y, otra, al final de la tarde, para pensar en trabajos fríos, mientras te gustaba escuchar a Los Amigos Invisibles, porque “sus letras son una nota y el ritmo de la música era diferente”.

Había que rezar para convencerte, porque eras terco, pero honesto. Tanto, que provocaba darte un coquito. Así nació la idea meternos con el Mundial de Natación de Roma, por los polémicos trajes de poliuretano. Hicimos una serie de trabajos sobre los estadios deportivos de la capital, la visita de Iker Casillas a Venezuela y una entrevista al delantero del Caracas FC, Fernando Aristeguieta. Tu orgullo por saber que el jugador era del colegio San Ignacio de Loyola era inmenso. Siempre sacabas tu chapa por haber estudiado allí.

También recuerdo las pautas con el ex presidente de la FVF, Rafael Esquivel, buscando sacar información acerca de si el defensa Fernando Amorebieta jugaría o no con Venezuela. Tanta fue la insistencia, que el propio Esquivel lo llamaba por teléfono en mi presencia para ver que no mentía y se hacían los contactos necesarios. Una vez me enseñó su celular y me dijo: “Mira los mensajes que le mando, no es mentira. Dile a Chacón que se quede tranquilo”.

Al año siguiente, se repitió la dupla. Héctor se fue de vacaciones, volviste al mando y recuerdo la mejor pauta que hayamos hecho juntos. Siempre la cuento, porque fue muy especial. Por esos días, el ex presidente Hugo Chávez en otro de sus delirios de poder, argumentaba que el golf era un deporte de ricos y burgueses. Esa tarde, mientras tomábamos un café en “El Comején” y pensábamos en las pautas, decías que a eso había que darle la vuelta, porque Fidel Castro y el “Ché” Guevara jugaron golf en los años 60.

“¿Sabes qué? Vamos a llamar al Hotel Meliá Las Américas en Cuba. Ahí la ex atleta y golfista Ana Guevara impartirá una clínica en octubre. Vamos a ver qué piensan ellos”, me dijo con su característico tono de voz ronco y la vez cansado y con un cantadito, que Max Cordaro sabe imitar a la perfección.

Yo te miraba incrédulo: “Chacón, tú estás loco. Quién nos va a atender y, de paso, diciendo que somos de TalCual, menos”, te dije entre risas. Pero tú, insistías y me aupabas a hacerlo. Cuando se te metía una idea en la cabeza, no había quién te la sacara.

Hicimos una apuesta. Si lográbamos hacer la pauta, te tenía que brindar una “sfogliatella” que vendían en la Pastelería Doris, que quedaba muy cerca del periódico. La  nota la sacamos en la contraportada y la titulamos: “En Cuba sí le paran al golf”. Fue un éxito y, al día siguiente, me dijiste que César Miguel Rondón le leyó en su programa de radio.

Fueron tantos los momentos buenos, que hoy me vuelves a sacar lágrimas, pero de nostalgia y tristeza. Cuántas veces fuimos a pautas en tu camioneta Samurai, en la que, además, celebramos que me gané un televisor en un evento de la Big Cola durante la histórica goleada del Barsa de Pep al Real Madrid de Mourinho de 5-0 en 2010.

Las últimas dos veces que te vi, hablamos largo y tendido, por más de dos horas. Una fue en la fiesta del Día del Periodista de la Gobernación de Miranda en 2013 y, la última, en la presentación de Noel “Chita” Sanvicente como director técnico de la Vinotinto en 2014.

Este año retomamos el contacto en enero, porque querías comprar unos pantalones en la fábrica Lois. Nos pusimos al día y me contabas sobre la difícil situación en Venezuela, que te llevaba a vivir algunos meses en Colombia, con tu familia. Me diste consejos para adaptarme a España como inmigrante y me animaste a seguir adelante.

Te sentí preocupado por la salud, en especial por conseguir las medicinas para la hipertensión y el colesterol. Durante el año volvimos a hablar, hasta que lo hicimos por última vez en chat privado en septiembre por los amistosos de la Vinotinto.

Hasta hace nada, compartiste con nosotros en el grupo de WhatsApp de TalCual. El sábado en la noche leía tus tuits de la final de la Copa Libertadores antes de dormir y. este lunes por la madrugada, despierto con la triste noticia de que ya no estás.

Aunque es muy difícil de digerir, estoy seguro que allá arriba te recibieron con mucho cariño Teodoro Petkoff, Héctor Landaeta, Kees, “la negra” Alicia, Pedrito Febles y Carlos Horacio Moreno.

Vuela alto, Gordo!

Dios te bendiga siempre.

 

 .

¡Gracias, TalCual!

Tony Cittadino.- Este jueves 2 de noviembre, mi querido diario TalCual dejará de circular por falta de papel. El medio de comunicación que siempre ha sido mi casa y del que más me siento orgulloso, comenzará a dar la pelea desde su portal digital www.talcualdigital.com.

Es un momento de emociones encontradas. Será duro no verlo en los kioscos y revisar su información en papel, ése que tanto les ha costado conseguir por caprichos del gobierno que busca asfixiarlos. Pero, no lo van a lograr. De alguna u otra forma seguiremos luchando, porque algo tenemos muy claro los que hemos sido parte de ésta gran familia: tenemos sentido de pertenencia, orgullo y un gran agradecimiento.

Será un gran reto afianzar el proyecto de la web, pero estamos seguros que será un éxito. No es la primera vez que ponen a prueba de qué está hecho TalCual y saldremos adelante. De nuestra parte, continuaré apoyando al periódico que nos dio la oportunidad de formarnos como periodista y con el que mantenemos una estrecha y hermosa relación.

El juego no se ha acabado y todavía falta que vuelva a batear la parte gruesa de la alineación, para luego acreditarse el juego salvado. No en vano Yogi Berra dijo que «el juego no se acaba, hasta que se acaba».

A continuación, publico una carta hecha cuando el periódico pasó de ser matutino a semanario en febrero de 2015. Un duro golpe que sirve para recodar de dónde venimos y hacia dónde vamos. En TalCual no nos vamos a rendir.

Hay líneas que uno nunca quisiera escribir, pero sabía que éste día llegaría.  Jamás lo imaginé ni en el peor de los escenarios, pero cuando la Democracia se desvanece, la realidad te cachetea sin tiempo de que reacciones.

Hoy mi querido diario TalCual realizará su última edición diaria, por ahora. Toca reinventase. Dejar el diarismo y pasar a informar los fines de semana y por la página web. Muchas han sido las batallas de las que hemos salido airosos y, ésta vez no será la excepción.

Amenazas, juicios, demandas, multas, campañas sucias y pare usted de contar, de parte de un gobierno que mantiene su «legado» y lejos está de llamarse democrático. Muy lejos. Desde hace tiempo tengo la convicción de que lo que vivimos hay que llamarlo por su nombre: Dictadura. Por más difícil que sea para muchos.

Pero, ése no es el tema que me motivó a escribir éstas líneas. Si bien no hay forma de agradecer tantas cosas que me dio TalCual, valga al menos unas cuartillas para reiterar mi cariño y solidaridad.

Todavía recuerdo cuando en septiembre de 2007 me llamó al teléfono Amador Montes Bolet, antiguo jefe de prensa del Caracas, con quien trabajé como pasante en la temporada 2006-2007, para decirme que en TalCual buscaban un pasante para Deportes.

Recuerdo que le dije «¿En TalCual? ¿Y qué voy a hacer en un periódico político y más con la fama que tiene Teodoro?». Bueno, lo pensé unos minutos y decidí llamar al coordinador de Deportes, Héctor Becerra, con quien hoy me une una gran amistad.

Luego de cuadrar la entrevista de trabajo, asistí. Fue un viernes. No podía ocultar la emoción, ni los nervios. Justo antes de comenzar la charla, escuché por primera vez la voz y el grito del «gruñón» Teodoro. «¡Coño, otra vez cadena! Hasta cuándo éste loco. Pilas con lo que dice, aunque seguro será pura paja». Se refería a una de las tantas cadenas de Hugo Chávez. Mientras, yo pensaba «¿en qué lío me estoy metiendo»?.

Bueno, acepté y comencé a trabajar el lunes 13 de septiembre de 2007. Una época de profundo aprendizaje, de alegrías y tristezas, de aciertos y errores, que duró hasta el viernes 11 de marzo de 2011, al menos como parte de la nómina fija. Sin embargo, jamás nos despegamos porque siempre tuvimos el honor de continuar escribiendo en sus páginas hasta hace unos meses atrás, por la reducción del papel. Sin embargo, todavía continuamos aportando en la web con las noticias deportivas.

Sería injusto dejar de recordar algunas anécdotas, pero son tantas, que no dudo en pensar que fue la mejor experiencia laboral que he tenido. TalCual me enseñó a caminar en el periodismo. Me dio la oportunidad de trabajar y estudiar al mismo tiempo. De presentar mi pasantía y graduarme en 2010.

Me permitió cubrir mi primer juego de la Vinotinto en 2009, mi primera Serie del Caribe en 2010 y estar presente en  5 temporadas consecutivas del beisbol profesional venezolano, además de vivir la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de 2008 y también el Mundial 2010, desde la redacción. De igual forma, participar de lleno en una edición aniversaria inédita de 3 cuerpos, dedicada al beisbol, con temas como el inicio de Johan Santana en su natal Tovar, hasta dónde llegamos para certificar la donación de un camión de bomberos.

Eso sin contar la temporada de Grandes Ligas y las pautas diarias. Me enseñó a patear la calle. A buscar la noticia, sin importar los límites que implicara una llamada a Cuba para hablar del golf, el deporte que según «El Supremo» era de la «oligarquía criolla», pero que Castro y el Che, jugaron en Cuba.

Siempre digo que TalCual me enseñó que el medio de comunicación más pequeño no es el peor, ni el más grande el mejor. Me ayudó a entender que con poco, se puede hacer mucho. Me ratificó a escribir sin miedo, claro y raspao, como su lema. Sin compromisos con nada, ni nadie. Jamás vi la más mínima intención de censura, ésa que tanto nos acecha en estos tiempos en los que se habla de “guerra mediática”. Una “guerra” que sabemos de dónde viene, que nos acorrala para reinventarnos y que se dedicó a comprar medios de comunicación privados, censurarlos o mucho peor, obligarlos a la auto censura.

TalCual me enseñó a hacer periodismo, sin miedo de retar al poder, aunque eso implique un editorial en primera plana firmado por Teodoro con las palabras «Gobierno de Mierda», que desató la furia de los «poderosos». Los mismos que catalogaron días atrás una derrota electoral como «Una victoria de mierda de la oposición».

Trabajar en TalCual era llegar temprano en la mañana imitando a Teodoro con su peculiar frase «epa, qué hubo», tomarse un sabroso café de Iris y marcharse a la casa escuchando a Kees masacrar los colores en el sacapuntas eléctrico, para terminar sus espectaculares caricaturas. Ni hablar de las charlas de Omar Pineda en la web, sobre sus aventuras en Artigas y sus conquistas con «La Ardilla», antes «de que Omareliz hubiera nacido». Y cómo dejar por fuera los cuentos de nuestro querido Héctor Landaeta sobre su experiencia en Londres y el diario El Mundo. ¡Una joya!

Son tantas cosas, que da nostalgia y alegría recordarlas. Incluso, hasta les agradezco la oportunidad de cruzarme en el camino con mi futura esposa. ¿Cómo olvidar las charlas de Deportes con Teodoro y sacarle la piedra con sus amados Tiburones de La Guaira? ¿O la ocasión en la que juntos hicimos la portada cuando España se tituló campeón del mundo en 2010? Por cierto, de Teodoro se dirá lo que sea, pero siempre me demostró ser un caballero, un amigo, con gran sentido humano. Siempre será un honor haber compartido con él durante todo éste tiempo.

Recuerdo que antes de aceptar la oferta de la reestructuración del diario 2001, me dijo. «Tony, nosotros somos como un equipo pequeño de Grandes Ligas.  Como Tampa Bay. Ustedes son como los prospectos, los formamos y luego tienen que firmar con los Yankees de Nueva York. Así es esto».

Pues, la respuesta que le di en ése momento, todavía la mantengo. «Teodoro, sí, hay que crecer, pero el amor por la camiseta nunca muere. Estaremos en otras lides, pero siempre con TalCual en el corazón».

Por eso, siempre pienso que no hay que perder el horizonte que queremos alcanzar, pero sin olvidarnos de dónde venimos. Yo puedo decir con mucho orgullo y con la frente en alto, que vengo de TalCual.

Por eso ayer, hoy, mañana y siempre, gracias TalCual.

.