Así fueron todas las finales de la Copa del Mundo de la FIFA

Tony Cittadino (Madrid).- Argentina y Francia disputarán este domingo la vigésima segunda final de la Copa del Mundo de la FIFA. Un evento que comenzó en 1930 con el triunfo de Uruguay y nos deja a las puertas de un nuevo tricampeón que será coronado en Qatar: sólo uno podrá bordar la tercera estrella en su camisa para toda la vida.

Aprovechamos para repasar lo más importante de las finales, en una historia que tiene a Brasil como el máximo ganador con cinco títulos y que nos ha hecho vivir momentos históricos que van desde El Maracanazo, pasando por las tres copas ganadas por Pelé, el título logrado por Diego Armando Maradona, la primera final definida en penales entre Brasil e Italia o el tetracampeonato azzurro en 2006, en un juego que quedó marcado por la expulsión de Zinedine Zidane, héroe de los galos en 1998.

Uruguay 1930, Uruguay 4-2 Argentina

La primera final de la Copa del Mundo se disputó el 30 de junio de 1930 en el Estadio Centenario, Montevideo. Uruguay venció a Argentina cuatro goles por dos, gracias a tantos de Pablo Dorado (12′), José Pedro Cea (57′), Victoriano Santos Iriarte (68′) y Héctor Castro (89′).

Así los charrúas fueron la primera selección en ganar el Mundial y también la primera en ganar todos sus partidos.

Por la Albiceleste, descontaron Carlos Desiderio Peucelle (20′) y Guillermo Stábile (37′), quien finalizó como máximo anotador del torneo con ocho dianas.

El árbitro principal fue el belga Jean Langenus y la asistencia fue de 68 mil 346 espectadores.

Italia 1934, Italia 2-1 Checoslovaquia (tiempo extra)

La segunda Copa del Mundo se disputó en Europa. Italia acogió la cita en pleno auge del dictador Benito Mussolini y se llevó, el 10 de junio de 1934, la victoria dos goles por uno en tiempo extra.

Los tantos de la Azzurra fueron anotados por Raiumndo Orsi (81′) Angelo Schiavio (95′), mientras que por los checoslovacos anotó Antonin Puc (71′).

Italia se convirtió en la primera selección europea en ganar el Mundial y fue la primera final definida en tiempo extra.

El duelo fue pitado por el sueco Ivan Eklind y 55 mil personas asistieron al Stadio Nazionale del Partito Nazionale Fascista.

Francia 1938, Italia 4-2 Hungría

Italia repitió el éxito cuatro años más tarde, para convertir a Vittorio Pozzo en el primer y, hasta ahora, único director técnico en ganar dos Mundiales. La Nazionale venció a Hungría cuatro goles por dos en el estadio Olympique de Colombes de París. Fue el 19 de junio de 1938.

Un total de 45 mil personas asistieron al encuentro, que fue pitado por el francés Georges Capdeville.

Los goles italianos fueron anotador por Luigi Colaussi (6′, 35′) y Silvio Piola (16′, 82′). Por los húngaros, marcaron Pal Titkos (8′) y Gyorgi Sárosi (70′).

Brasil 1950, Brasil 1-2 Uruguay

La Segunda Guerra Mundial llenó de sangre a Europa y la Copa del Mundo tuvo que aplazarse durante 12 años, hasta que Brasil la acogió en 1950. Era el cuarto Mundial de la historia, el primero en suelo carioca y, así, la copa regresaba a Suramérica y no fue de manera metafórica sino real, pues Uruguay ganó su segundo torneo de la historia.

Fue una de las finales más icónicas de la historia. El popular Mundial del Maracanazo, en el que la Celeste venció a Brasil dos tantos por uno en el mítico Estadio Maracaná, ante una entrada récord de más de 200 mil personas.

Además, la copa fue renombrada Copa Jules Rimet, en homenaje a los 25 años de presidencia de la FIFA del francés. Juan Alberto Schiaffino (65′) y Alcides Ghiggia (79′) fueron los autores de los tantos que pusieron rodillas a Brasil.

Ghiggia fue el primer jugador en marcar en todos los partidos y terminó con cuatro dianas, cuatro menos que el goleador brasileño Ademir.

La derrota del Maracanazo fue tan fuerte para Brasil, que hasta esa edición utilizaron la camisa blanca y azul como local. El único tanto carioca fue anotado por Friaca (47′).

El árbitro principal fue el inglés George Reader.

Suiza 1954, Alemania Federal 3-2 Hungría

La Copa del Mundo regresó a Europa y fue el primer Mundial en el que Alemania acudió con el nombre de “Alemania Federal” o “Alemania Occidental” y lo hizo con éxito, al superar en la final a Hungría tres goles por dos y ganar su primer campeonato.

Se disputó el 4 de julio de 1954 y fue la final conocida como El Milagro de Berna, en la que hubo la sombra del dopaje por parte de los teutones.

El Wankdorfstadion de Berna acogió este encuentro al que asistieron 60 mil espectadores y fue dirigido por el inglés William Ling.

Los tantos alemanes fueron obra de Maximilian Morlock (10′) y Helmut Rahn (18′, 84′), mientras que por los húngaros marcó el legendario Ferenc Puskás (6′) y Zoltán Czibor (8′).

Suecia 1958, Suecia 2-5 Brasil

Fue el torneo que marcó el nacimiento de unas leyendas de la historia del fútbol mundial: Pelé. El jugador brasileño de apenas 17 años es el más joven en ganar la competición y encaminó a la canariña a ganar la primera de sus tres Copas del Mundo con Brasil. Los suramericanos humillaron a Suecia cinco por dos, siendo la primera goleada en las finales del torneo.

El 29 de junio de 1958 se celebró el encuentro en el Estadio Rasunda de Solna. Los tantos cariocas fueron obra de Vavá (9′, 32′), Pelé (55′, 90′) y Mario Zagallo (68′). Por los anfitriones, anotaron Nils Liedholm (4′) y Agne Simonsson (80′).

La asistencia fue de 49 mil 737 personas y el árbitro principal fue le francés Maurice Guigue.

El triunfo de Brasil le permitió ser la primera y, hasta ahora, única selección no europea en imponerse en el viejo continente. Además es el primer campeón del mundo fuera de su continente, logro que repitió en 2002 en Corea y Japón, pero en Asia.

Chile 1962, Brasil 3-1 Checoslovaquia

Chile acogió su primer y único Mundial, que vio a la Brasil de Pelé ser el tercer bicampeón del mundo, luego de Italia (1934 y 1938) y Uruguay (1930 y 1950).

El 17 de junio de 1962 la canariña logró el doblete, gracias a tantos de Amarildo (17′), Zito (69′) y Vavá (78′), quien se convirtió en el primer jugador en marcar en dos finales. Josef Masopust (15′) mandó el balón a la red por los europeos.

El árbitro Nickolaj Latychev, nacido en la Unión Soviética, fue el encargado de impartir justicia. La asistencia fue de 68 mil 679 personas.

Inglaterra 1966, Inglaterra 4-2 Alemania Federal (tiempo extra)

El máximo torneo de selecciones del mundo regresó a Europa. Inglaterra fue la sede en la que, además, se instauró el partido inaugural oficial y contó por primera vez con una mascota. Fue Willie, un león que lucía con orgullo la bandera del Reino Unido.

El 30 de julio de 1966, Inglaterra superó a Alemania Federal tres por dos en tiempo extra. Geoff Hurst es el único jugador en anotar tres tantos en una final (18′, 101′, 120′), uno de ellos, el más polémico, al rebotar sobre la línea y ser convalidado para subir el marcador y, a la postre, dar la victoria a los ingleses ante su público en Wembley.

Martin Peters (78′) marcó el otro tanto inglés, mientras que Helmut Haller (12′) y Wolfgang Weber (89′) lo hicieron por los alemanes.

Un total de 96 mil 924 personas presenciaron el duelo, que fue pitado por el suizo Gottfried Dienst y que vio a la Reina Isabel II entregar el trofeo de campeón al capitán Bobby Moore.

México 1970, Brasil 4-1 Italia

La consagración de Brasil llegó en una de las finales más icónicas de todos los tiempos. El 21 de junio de 1970 el Estadio Azteca recibió la final entre Brasil e Italia, ganada por la canariña cuatro goles por uno, en una gran exhibición ofensiva y de fútbol champagne.

Los tantos de los cariocas fueron anotados por Pelé (18′), Gerson (66′), Jairzinho 71′) y el capitán Carlos Alberto (86′). Por Italia, acortó distancias Roberto Boninsegna (37′).

La asistencia fue de 107 mil 412 personas y el árbitro principal fue el alemán Rudi Glockner.

De esta forma, Brasil se convirtió en el tercer país en ganar todos los partidos que disputó y en ser el primer tetracampeón.

Por su parte, Pelé se retiró por la puerta grande, al ganar su tercer Mundial siendo hasta ahora el único en lograrlo.

Alemania 1974, Países Bajos 1-2 Alemania Federal

El Mundial de 1974 estrenó trofeo. El escultor italiano Silvio Gazzaniga se encargó de fabricar la nueva joya, que tuvo el honor de ganar por primera vez Alemania Federal. Los teutones, vencieron en la final a Países Bajos dos goles por uno en el Estadio Olímpico de Múnich, para lograr su segunda Copa del Mundo tras el éxito de 1954.

Además fue el cuarto país organizador en quedarse con el título, luego de Uruguay en 1930, Italia en 1934 e Inglaterra en 1966.

La final se celebró el 7 de julio de 1974 ante 78 mil 200 espectadores. Johan Neeskens abrió el marcador apenas a los 2 minutos, con el primer tanto de penal en los Mundiales y siendo, además, el gol más rápido en una Copa del Mundo. Sin embargo, los alemanes empataron también desde los 11 metros, gracias a tanto de Paul Breitner en el minuto 25 y luego «El Torpedo» Gerd Muller anotó el tanto que les dio la victoria en la fracción 43.

El duelo fue pitado por el inglés John Taylor y fue testigo de dos de las selecciones más poderosas de la historia y del enfrentamiento de dos de los mejores jugadores del mundo y capitanes de sus selecciones: Johan Cruyff y Franz Beckenbauer.

La Naranja Mecánica y el fútbol total del director técnico Rinus Michels no pudo ante la fortaleza de los dirigidos por Helmut Schoen.

Argentina 1978, Países Bajos 1-3 Argentina (tiempo extra)

Argentina logró su primera Copa del Mundo de la mano del «Matador» Mario Alberto Kempes. La Albiceleste se impuso a Países Bajos tres goles por uno en tiempo extra, en partido celebrado a reventar en el Estadio Monumental de Buenos Aires.

Kempes, que terminó como máximo anotador de la Copa con seis tantos, abrió el marcador a los 38 minutos. La respuesta holandesa llegó al 82, con tanto de Dirk Nanninga para forzar el tiempo extra.

Ya en el tiempo adicional, Argentina se encargó de sentenciar el duelo con tantos de Kempes al 105 y Ricardo Bertoni al 115.

Así fue el quinto país organizador en quedarse con el título, luego de Uruguay en 1930, Italia en 1934, Inglaterra en 1966 y Alemania en 1974.

Por su parte, Países Bajos se convirtió en la primera selección en perder dos Mundiales consecutivos.

El juego fue pitado por el italiano Sergio Gonella y se disputó el 25 de junio de 1978.

El «Flaco» César Luis Menotti le ganó el duelo táctico a Ernst Happel.

España 1982, Italia 3-1 Alemania Federal

La magia de Paolo Rossi llevó a Italia al tricampeonato en el Mundial España 1982, que estrenó formato con 24 selecciones participantes.

El Bambino de Oro, que en la segunda fase le había marcado un hat-trick a Brasil, lideró a la Azzurra al título el 11 de julio de 1982 en el estadio Santiago Bernabéu. El delantero de la Juventus abrió el marcador a los 57 minutos.

Luego anotaron Marco Tardelli (69′) y Alessandro Altobelli (81′) para encaminar el triunfo italiano, que le permitió al portero y capitán Dino Zoff ser el jugador de mayor edad en ser campeón del mundo.

Paul Breitner descontó por los alemanes en la fracción 83, pero no pudo evitar la derrota alemana en la primera de las tres finales consecutivas que disputó.

El árbitro fue el brasileño Arnaldo Coelho y la asistencia fue de 90 mil personas.

México 1986, Argentina 3-2 Alemania Federal

El Mundial de Diego Armando Maradona no podía terminar sin el título. El astro argentino llevó a la Albiceleste al bicampeonato, al derrotar a Alemania Federal tres golees por dos en el Estadio Azteca ante 144 mil 600 personas.

El 29 de junio de 1986 quedó escrito en letras doradas para lus suramericanos, que se impusieron con tantos de José Luis Brown (23′), Jorge Valdano (55′) y Jorge Burruchaga (83′). Por Alemania, habían anotado Karl Rummenigge (73′) y Rudi Voller Anotado en el minuto (80′), pero no fue suficiente para detener a la Albiceleste.

El encuentro fue pitado por el principal brasileño Romualdo Arppi Filho.

Italia 1990, Argentina 0-1 Alemania Federal

La venganza teutona llegó cuatro años más tarde. Alemania Federal le ganó por la mínima diferencia a Argentina, con tanto de penal de Andreas Brehme en el minuto 85.

El árbitro mexicano Edgardo Codesal fue el encargado de pitar el polémico penal en el estadio Olímpico de Roma ante 73 mil 603 espectadores, que minutos más tarde vio a Alemania convertirse en tricampeón del mundo.

Estados Unidos 1994, Brasil 0-0 Italia (penales 3-2)

El estadio Rose Bowl de Los Ángeles fue testigo de la primera final en la historia en decidirse en penales y primera sin goles en 120 minutos. Brasil e Italia se volvieron a enfrentar 24 años después de la cita en México 70 y la alegría volvió a ser brasileña.

Roberto Baggio falló el último penal, que se convirtió en una imagen icónica en las Copas del Mundo. Así Brasil se convirtió en el primer tetracampeón, en una selección repleta de estrellas con Romario, Bebeto, Dunga y Taffarel.

El duelo fue pitado por el húngaro Sándor Puhl y asistieron 94 mil 194 personas al estadio, en un duelo que se jugó a mediodía, con un sol inclemente y mucha humedad.

Francia 1998, Brasil 0-3 Francia

El primer Mundial con 32 selecciones finalizó con celebración en casa. Francia recibió su primer torneo desde 1938 y se unió a Uruguay (1930), Italia (1934), Inglaterra (1966), Alemania (1974) y Argentina (1978) en ganar la Copa del Mundo como anfitriones.

Los galos disputaron una final de ensueño en el Stade de France en Saint-Dennis ante 80 mil personas, al golear a Brasil tres por cero, con un doblete de Zinedine Zidane (27′,45+1′) y otro tanto de Emmanuel Petit (90+2′), ante la mirada incrédula de Ronaldo y compañía.

La final se disputó el 12 de julio de 1998 y fue arbitrada por el marroquí Said Belqola, quien fue el primer africano en dirigir la final de un Mundial.

Corea y Japón 2002, Alemania 0-2 Brasil

La primera final celebrada en el continente asiático y el primer Mundial organizado entre dos países se tiño de amarillo. Ronaldo tuvo su recompensa y con un doblete en los minutos 63 y 79, derrotó a Alemania para ser el primer país en ganar cinco Mundiales y la segunda selección, luego de Alemania (1982, 1986, 1990), en jugar tres finales consecutivas.

El 30 de junio de 2002 se disputó este duelo en el Estadio Internacional de Yokohama y fue pitado por el italiano Pierluigi Collina ante 69 mil 29 espectadores.

El capitán Cafú ha sido el único en jugar tres finales consecutivas (1994, 1998 y 2002) y fue la primera final celebrada por Alemania como nación unificada.

Fue el segundo Mundial ganado por Brasil fuera de su continente, tras el éxito alcanzado en Suecia 1958.

Alemania 2006, Italia 1-1 Francia (penales 5-4)

La segunda final de la Copa del Mundo que se decidió por penales, también tuvo a Italia como protagonista, pero esta vez dejando un buen sabor de boca.

Los dirigidos por Marcello Lippi empataron con Francia a un gol en 120 minutos y luego los vencieron en penales 5-3. Fabio Grosso se encargó de transformar el último penal, con un disparo seco y potente al vertical izquierdo, para desatar la celebración y darle el cuarto título a Italia.

De esta forma, la Azzurra se convirtió en la primera selección europea en ser tetracampeón y lo logró el 9 de junio de 2006 en el estadio Olímpico de Berlín, ante 69 mil personas.

El árbitro argentino Horacio Elizondo pasó a la historia por expulsar del juego al capitán francés Zinedine Zidane, por el cabezazo en el pecho dado al defensa italiano Marco Materazzi.

El colegiado fue el primero en pitar el juego inaugural y la final del Mundial.

Sudáfrica 2010, Países Bajos 0-1 España

El 11 de julio de 2010 quedó marcado para siempre en España. Esa noche la Roja superó a Países Bajos por la mínima diferencia, gracias a un tanto de Andrés Iniesta en la fracción 116 de la prórroga. Así España logró su primera y única Copa del Mundo y ser la primera selección europea en titularse fuera de su continente.

El Estadio Soccer City de Johannesburgo vivió la celebración de la selección dirigida por Vicente del Bosque. Al encuentro asistieron 84 mil 490 personas y fue dirigido por el inglés Howard Webb.

Brasil 2014, Alemania 1-0 Argentina (tiempo extra)

Alemania y Argentina se enfrentaron por tercera vez en la historia, luego de las ediciones de 1986 y 1990. Esta vez, el escenario fue el 13 de julio de 2014 en el mítico Estadio Maracaná en Río de Janeiro y Mario Gotze definió el encuentro con un gol en el minuto 113 de la prórroga, para darle a Alemania su cuarto título mundial.

Así los teutones igualaron a Italia como tetracampeones y fueron los primeros europeos en ganar en el continente americano. Además, frustraron el sueño de Lionel Messi de ganar con Argentina.

El juego fue pitado por el italiano Nicola Rizzoli y tuvo una asistencia de 74.738 personas.

Rusia 2018, Francia 4-2 Croacia

Francia volvió a festejar a lo grande el 15 de julio de 2018. Veinte años después de la hazaña de ganar su primer Mundial, se consagraron en Rusia 2018 para convertirse en bicampeón del mundo, tras doblegar a Croacia en la final cuatro goles por dos.

La final se disputó en el estadio Luzhnikí de Moscú, ante 78 mil 11 espectadores y fue dirigida por el argentino Néstor Pitana.

Los tantos franceses llegaron gracias a un autogol de Mario Mandzukic (18′), quien anotó el primer tanto en propia puerta en una final de la Copa del Mundo. Antoine Griezmann marcó de penal (38′), en una jugada en la que por primera vez se utilizó el VAR en una final, mientras que los otros tantos fueron de Paul Pogba (59′) y Kylian Mbappé (65′).

Por los croatas, descontaron Ivan Perisic (28′) y Mandzukic (69′).

El equipo galo dominó el torneo de principio a fin, sin perder ningún juego. El director técnico Didier Deschamps se convirtió en el tercer estratega que alza el trofeo primero como jugador y luego como seleccionador, tras ser el capitán en la final del 98. Los otros fueron hombre después de Mario Zagallo y Franz Beckenbauer.

Europa además continuó con la hegemonía. Por cuarto Mundial consecutivo el campeón fue de la UEFA, luego de Italia (2006), España (2010) y Alemania (2014).

Qatar 2002, Argentina 3-3 Francia (penales 4-2)

El sueño se cumplió. Argentina venció a Francia en penales, tras empatar a tres goles en 120 minutos en el Luisail Stadium, para consagrarse tricampeón del mundo tras los éxitos logrados en 1978 y 1986. Los goles de la Albiceleste fueron de Lionel Messi, que finalmente levantó la Copa, gracias a un doblete y a otro tanto de Ángel Di María.

Gonzalo Montiel definió la tanda de penales, que quedó 4-2, al marcar el último penal y desatar la locura en el estadio. Emiliano “Dibu” Martínez detuvo un penal a Kingsley Coman, mientras que Aurélien Tchouaméni remató fuera del arco por el vertical derecho.

No bastaron los tres goles anotados por Kylian Mbappé para revalidar el título de Francia, que estuvo cerca de lograrlo.

Fue un partido de emociones, sobre todo al final. Argentina parecía dominar con tranquilidad hasta la fracción 80, cuando apareció Mbappé y empató en dos minutos. El juego se fue a la prórroga, en la que volvieron a marcar Messi y Mbappé.

Los suramericanos le dieron el primer título a Conmebol en 20 años, rompiendo con la hegemonía europea que había ganado cuatro Mundiales en fila: Italia (2006), España (2010), Alemania (2014) y Francia (2018).

Así el director técnico Lionel Scaloni se unió a sus 44 años a las leyendas César Luis Menotti y Carlos Bilardo, como los estrategas campeones del mundo con la selección.

El resultado le permitió también a Italia mantenerse como la única selección europea en ganar dos títulos consecutivos (1934-1938) y a Vittorio Pozzo como el único en ganar dos Mundiales desde el banquillo.

En este encuentro, Lionel Messi sumó dos récords más. El argentino superó al alemán Lothar Matthaus y se convirtió en el jugador con más partidos en los Mundiales con 26. También desplazó al mítico defensor Paolo Maldini en minutos jugados en una Copa del Mundo con 2 mil 314, superando los 2 mil 217 del italiano.

Además, junto al portero francés Hugo Lloris, se convirtió en el quinto capitán en jugar dos finales del Mundial, junto al alemán Karl Rummenigge (1982-1986), el argentino Diego Armando Maradona (1986-1990) y el brasileño Dunga (1994-1998).

Messi abrió el encuentro con tanto de penal al minuto 23 y Di María aumentó la cuenta al 36. Argentina parecía tener el juego controlado, pero Mbappé apareció con un doblete en dos minutos. Primero anotó de penal al 80 y luego con un golazo al 81.

Con el empate se fueron a la prórroga. Messi aprovechó un balón rifado en el área para marcar al 108 y Mbappé volvió a anotar de penal al 118.

El tanto de Mbappé fue el 172 de esta edición de la Copa del Mundo, para implantar un récord y superar los 171 goles de tantos de Francia 1998 y de Brasil 2014.

El duelo se sentenció en la tanda de penales, gracias al último disparo de Montiel para desatar la celebración de Argentina y cumplir el sueño de Messi.

Así fueron todas las finales de Francia en la Copa del Mundo de la FIFA

Tony Cittadino (Madrid).- Argentina y Francia disputarán este domingo la vigésima segunda final de la Copa del Mundo de la FIFA. Los franceses jugarán su cuarta final y segunda consecutiva, tras hacerlo en 1998, 2006 y 2018. Los dirigidos por Didier Deschamps van por su tercera estrella y romper varios récords.

Los europeos quieren ser el primer bicampeón europeo, desde Italia 1934-1938 y también el primer bicampeón del Mundo desde la Brasil de Pelé 1958-1962.

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Los galos son la quinta selección que gana la Copa del Mundo y llega a la final cuatro años después, luego de Italia 1934-1938, Brasil 1958-1962, Argentina 1986-1990 y Brasil 1994-1998. De esa lista, los franceses también se suman a Países Bajos 1974-1978 y Alemania 1982-1986 en jugar dos finales consecutivas. En esas ediciones, los holandeses y alemanes perdieron la final.

Por su parte, Deschamps quiere igualar al italiano Vittorio Pozzo (1934-1938), como los únicos estrategas bicampeones. También es el cuarto entrenador en llevar a la selección a dos finales seguidas, luego de Pozzo, Bilardo con Argentina (1986 y 1990) y Franz Beckenbauer con Alemania (1986 y 1990).

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Esta será la final número 11 de las 22 del Mundial que tiene a una selección suramericana y otra europea. De momento, la ventaja es para Conmebol con siete victorias (Brasil 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002, Argentina 1978 y 1986) y tres derrotas (Alemania 1990 y 2014 y Francia 1998).

A continuación, recordamos todas las finales jugadas por Les Bleus en la Copa del Mundo.

Francia 1998, Brasil 0-3 Francia

El primer Mundial con 32 selecciones finalizó con celebración en casa. Francia recibió su primer torneo desde 1938 y se unió a Uruguay (1930), Italia (1934), Inglaterra (1966), Alemania (1974) y Argentina (1978) en ganar la Copa del Mundo como anfitriones.

Los galos disputaron una final de ensueño en el Stade de France en Saint-Dennis ante 80 mil personas, al golear a Brasil tres por cero, con un doblete de Zinedine Zidane (27′,45+1′) y otro tanto de Emmanuel Petit (90+2′), ante la mirada incrédula de Ronaldo y compañía.

La final se disputó el 12 de julio de 1998 y fue arbitrada por el marroquí Said Belqola, quien fue el primer africano en dirigir la final de un Mundial.

Alemania 2006, Italia 1-1 Francia (penales 5-4)

La segunda final de la Copa del Mundo que se decidió por penales, también tuvo a Italia como protagonista, pero esta vez dejando un buen sabor de boca.

Los dirigidos por Marcello Lippi empataron con Francia a un gol en 120 minutos y luego los vencieron en penales 5-3. Fabio Grosso se encargó de transformar el último penal, con un disparo seco y potente al vertical izquierdo, para desatar la celebración y darle el cuarto título a Italia.

De esta forma, la Azzurra se convirtió en la primera selección europea en ser tetracampeón y lo logró el 9 de junio de 2006 en el estadio Olímpico de Berlín, ante 69 mil personas.

El árbitro argentino Horacio Elizondo pasó a la historia por expulsar del juego al capitán francés Zinedine Zidane, por el cabezazo en el pecho dado al defensa italiano Marco Materazzi.

El colegiado fue el primero en pitar el juego inaugural y la final del Mundial.

Rusia 2018, Francia 4-2 Croacia

Francia volvió a festejar a lo grande el 15 de julio de 2018. Veinte años después de la hazaña de ganar su primer Mundial, se consagraron en Rusia 2018 para convertirse en bicampeón del mundo, tras doblegar a Croacia en la final cuatro goles por dos.

La final se disputó en el estadio Luzhnikí de Moscú, ante 78 mil 11 espectadores y fue dirigida por el argentino Néstor Pitana.

Los tantos franceses llegaron gracias a un autogol de Mario Mandzukic (18′), quien anotó el primer tanto en propia puerta en una final de la Copa del Mundo. Antoine Griezmann marcó de penal (38′), en una jugada en la que por primera vez se utilizó el VAR en una final, mientras que los otros tantos fueron de Paul Pogba (59′) y Kylian Mbappé (65′).

Por los croatas, descontaron Ivan Perisic (28′) y Mandzukic (69′).

El equipo galo dominó el torneo de principio a fin, sin perder ningún juego. El director técnico Didier Deschamps se convirtió en el tercer estratega que alza el trofeo primero como jugador y luego como seleccionador, tras ser el capitán en la final del 98. Los otros fueron hombre después de Mario Zagallo y Franz Beckenbauer.

Europa además continuó con la hegemonía. Por cuarto Mundial consecutivo el campeón fue de la UEFA, luego de Italia (2006), España (2010) y Alemania (2014).

 

Fotos: Getty Images y FIFA.

Qatar 2022: Francia acabó con el sueño de Marruecos y el domingo defenderá el título ante Argentina

EFE.- Francia jugará la final del Mundial de Qatar, la cuarta de su historia, la primera contra Argentina, tras haber logrado derribar el fortín marroquí con un gol de Theo Hernández a los 5 minutos y aguantar mal que bien el acoso africano hasta que llegó la puntilla de Randal Kolo-Mouani en el 79.

La alegría de la victoria lo puede todo. Qatar presenciará el duelo entre Leo Messi y Kylian Mbappé, las dos estrella del PSG, enemigos el próximo domingo con la tercera estrella para cada selección como recompensa.

No habrá finalista africano, como soñaba todo un continente, ni árabe, en el primer Mundial organizado en un país árabe. Tras caer ante la campeona del mundo, los «leones del Atlas», que han roto muchas barreras, tendrán que conformarse con buscar el podio el próximo sábado contra la subcampeona, Croacia.

La victoria, que permitirá a Francia optar a revalidar el título conseguido hace cuatro años, algo que nadie ha hecho desde el Brasil de los 60, no puede ocultar las carencias defensivas de la campeona, puesta en jaque por un equipo que no destaca por su potencia ofensiva. Ni que su estrella, Kylian Mbappé, parece menos estrella desde hace dos partidos.

El tempranero gol de Theo cambió los papeles repartidos a priori, los franceses defendiendo y Marruecos a la ofensiva, donde no se le había visto hasta ahora.

La mejor manera de derribar un fortín es obligarle a salir de sus casillas. En 5 minutos, Theo Hernández logró lo que no habían conseguido hasta ahora reputados equipos como Bélgica, Croacia, España o Portugal.

Ni muchos más, porque el tanto fue el primero que un rival lograba en las mallas marroquíes desde que en agosto pasado Walid Regragui se hiciera con las riendas de la selección y el segundo que encaja Bono, tras el que le metió, en propia puerta, Aguerd contra Canadá.

Como hace cuatro años en Rusia, la solución francesa llegó de la mano de un defensa. Entonces, ante Bélgica, fue Samuel Umtiti quien se vistió de goleador para dar a Francia el pase a la final y ahora fue Theo Hernández, un jugador que llegó con la vitola de suplente y que fue propulsado a titular por la lesión de su hermano Lucas. Otra muestra de que el destino se escribe con renglones torcidos.

Como el gol, nacido de un desajuste defensivo de la zaga más sólida, un resbalón de En Yamiq, un mal despeje de Hakimi, un remate acrobático de Theo y Bono sin recursos. Todo lo que hasta ahora había rodado a la perfección para Marruecos se derribó en un instante frente al empuje francés. La confianza, que mueve montañas, dirán unos.

Lo más difícil ya estaba hecho para la campeona. El asediado obligado a salir de su fortín, el plan perfecto para Didier Deschamps que se había rebanado los sesos para fisurar la muralla y que se encontraba con una grieta al poco de empezar.

Ofensiva africana

Obligado a reaccionar, los «leones del Atlas» se lanzaron a la aventura para sacar los colores a la zaga francesa, puesta en evidencia por Ounahi en el 11, salvada por Lloris, y en cinco más tarde por Konaté.

Mal augurio para lo que restaba al partido y para la final que se avecina contra las huestes de Lionel Messi. Francia está incómoda defendiendo, incluso con el ataque alocado de Marruecos y eso lo olió el equipo, que trató de recobrar las riendas del juego, la mejor forma de no sufrir agobios.

En la estirada, Giroud demostró que no era su mejor noche y falló dos ocasiones buenas, en el 37 a pase de Tchouaméni, algo desviada, y tres más tarde a pase de Mbappé, que superó a su amigo Hakimi pero el disparo lo saca bajo palos El-Yamiq.

El defensa marroquí del Valladolid tuvo el empate en sus pies en el 44 en una chilena tras un córner que entre Lloris y el palo evitaron que acabara en gol.

Espoleados por esa esperanza, los «leones del Atlas» creyeron en la gesta, en remontar ante la campeona, obligada ahora a achicar agua, los papeles cambiados, el asediador asediado.

Marruecos acarició el gol, lo intentó En-Nesyri, su mejor argumento anotador en Mundiales, lo procuró Ounahi, a pase de Ziyech, e incluso Hakimi se sumó a la fiesta. Pero no hubo nada que festejar.

Trató de darle brío Regregui a su equipo desde el banquillo, pero fue la salida de Marcus Thuram la que permitió respirar a Francia, que llevó el juego al otro área, la mejor receta para no sufrir.

Griezmann, que durante muchos minutos se afanaba en taponar las vías de agua de su zaga, agarró el timón para enderezar el rumbo de la campeona, que seguía padeciendo cada vez que un marroquí se lanzaba al ataque. El sudor corría por la frente de Deschamps cuando Hamdallah casi se planta solo ante Lloris.

Pero el sosiego no llegó hasta que en el 79 Kolo Mouani se aprovechó de una jugada de Mbappé, medio disparo, medio asistencia, para derrocar la fortaleza de Bono.

Ni un minuto hacía que, en lugar de un desdibujado Dembelé, había entrado el delantero del Eintracht Frankfurt, el último en incorporarse a la aventura mundialista por la lesión de Christian Nkunku. De nuevo los renglones torcidos.

El gol acalló a la ruidosa grada. Marruecos había soñado con estar en lo más alto y tendrá que conformarse con haber sido la africana que más lejos ha llegado, la árabe que mantuvo el orgullo más tiempo en el Mundial árabe.

Pero no fue suficiente para evitar que el título se lo jueguen dos naciones que figuraban entre las favoritas antes incluso de empezar el torneo. Marruecos ya ha escrito su historia. Francia y Argentina, buscarán la suya.

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Qatar 2022: Francia despachó a Inglaterra y está entre los cuatro mejores del Mundial

René Tovar (ESPN).- Hacer pronósticos y afirmaciones en el Mundial de Qatar 2022 ha sido temerario. Las crónicas de los partidos han tenido que cambiar en los últimos momentos. Esta noche, en el frío escenario del Al Bayt, podría asegurarse que Francia está lista para jugar la final de la Copa del Mundo. La lógica así lo indica, las sorpresas dictan otra historia.

Pregúntenle a Harry Kane; echó a las nubes a Inglaterra del Mundial.

Argumentos convincentes ofrecen los galos. Un ataque letal de cuatro toques congeló a los ingleses. Theo Hernández, Mbappe, Dembele, Griezmann y finalmente Tchouameni dejó descansar el balón en la red, para no andarlo paseando más en el área inglesa. Un botón de poder.

Según la estadística, la posesión del balón fue inglesa, pero la única llegada de Francia la convirtió en la primera mitad. Aquí se gana con goles. Francia los hizo, Inglaterra los desperdició y los primeros avanzan a la semifinal, donde enfrentará a la sorpresiva selección de Marruecos. Si la lógica no le saca la lengua a los pronósticos, debe encaminarse a la Final de la justa de Medio Oriente.

Inglaterra propuso las bases del juego de principio a fin. Los de Kylian Mbappé se diferencian porque son veneno puro en ataque, atingentes, apenas mueven el balón desde el mediocampo, hay peligro, por eso Inglaterra se adueñó del mismo. Le quitó lo que más aprecia Francia: el balón.

Curioso, pero Hugo Lloris, el jugador que menospreció la prensa internacional al devaluarlo como la debilidad gala, respondió en la portería. Si acaso algún perdido periodista piensa que el meta del Tottenham iba a cederles la razón se equivocó, al menos hasta antes del gol inglés que frente a su insistencia fin cedió la defensiva gala y cometió un penalti a Saka, el mejor de los ingleses, para que Harry Kane por fin hiciera gritar gol a sus miles de aficionados desde los once pasos.

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El movimiento de Inglaterra en el tablero fue acertado. Sin duda. El problema es que Francia se había mantenido con un perfil bajo que tras el empate, apenas iniciado el segundo tiempo, inyectó una fuerte dosis al astro Kylian Mbappe. El hambre de ir por más y sepultar de una vez por todas las aspiraciones inglesas, aunque él no lo logró, de eso se encargó Harry Kane.

Por momentos, el juego aparentó que la calidad individual de Francia es petulante. El desgaste sin duda lo hace Inglaterra. Bukayo Saka tomó el liderazgo. Inglaterra peleó, luchó, corrió, metió pierna, pero no acertó. La diferencia es Francia que toca, toca y toca y cuidado si Mbappé la agarra, porque entonces a rezar toda la isla porque con su velocidad a todos dejó a pie.

Sin embargo, no fue Kylian el encargado de enviar a Inglaterra a casa. Dos factores: la combinación de Griezmann y Olivier Giroud dio resultado. Los galos mataron justo con la dosis que Inglaterra gusta: El balón aéreo. Antoine lo puso por izquierda a la cabeza de Giroud que sólo giró y sacudió la red.

La segunda: Lo que sucedió minutos después que sintetizó el réquiem para Inglaterra. Harry Keane ejecutó un penal y el balón lo envió a las nubes, como las esperanzas de una Inglaterra que luchó, luchó y luchó, pero nunca aterrizó su dominio en el marcador.

Francia es semifinalista. Nadie apuesta por la victoria sobre Marruecos ¿o si?

Qatar 2022: Olivier Giroud anotó ante Polonia y se convirtió en el goleador histórico de Francia

giroud goleador qatar

EFE.- Olivier Giroud se convirtió este domingo en el máximo goleador de la historia de la selección de Francia, con 52 tantos, con la diana que logró ante Polonia justo antes del entretiempo del partido de octavos de final del Mundial de Qatar 2022.

Giroud, que está disputando su partido 117 con la camiseta del conjunto absoluto de Les Bleus, desempata con Thierry Henry, que queda segundo en la lista con 51, mientras que el atlético Antoine Griezmann es tercero con 42, uno más que Michel Platini.

Es quinto en la tabla histórica de la Selección Francesa el madridista Karim Benzema, baja a última hora para el Mundial por lesión, con 37, en tanto que Kylian Mbappé está igualado con Zinedine Zidane con 31, justo por detrás de David Trezeguet (34).

Giroud entró en la historia

Nacido en Chambery el 30 de septiembre de 1986, Giroud, que marcó un doblete en el primer partido de Francia en la Copa del Mundo ante Australia, tiene un promedio de 0,44 goles por encuentro.

Internacional desde noviembre de 2011, abrió su cuenta anotadora con el equipo nacional el 29 de febrero de 2012 en un amistoso disputado ante Alemania en Bremen, que concluyó con triunfo de su selección por 1-2.

Mira las estadísticas del juego Francia-Polonia

El delantero del Milan formó parte de la selección gala campeona mundial en Rusia 2018, torneo en el que tuvo una participación muy importante, a pesar de no haber anotado goles.

Ha sido condecorado como Caballero de la Legión de Honor, recibió en 2017 el premio al mejor gol de la FIFA 2017, fue el máximo goleador de la UEFA Europa League en 2019 y también de la Ligue 1 en 2010 y 2012.

Ha ganado títulos en su país con el Montpellier, en Inglaterra con el Chelsea y el Arsenal y en Italia con el Milan, y ganó la Champions League con los blues londinenses en 2021, además de la Europa League en 2019.

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Qatar 2022: Giroud y Mbappé vuelan con Francia a cuartos de final

Omar Flores (ESPN).- Dicen que es el Mundial de Lionel Messi o de Cristiano Ronaldo, aunque hay un chico de 23 años que amenaza con arrebatárselos. El muchacho es francés, juega en el PSG y se llama Kylian Mbappé, el mismo que dio una asistencia e hizo dos goles en la victoria de Francia por 3-1 sobre Polonia. Los Blues están en cuartos de final, sin «despeinarse».

En la grada había asientos vacíos o aficionados con la playera de la selección mexicana cruzados de brazos, este era el partido en el que se esperaba a México, pero el equipo de Gerardo Martino ya estaba de vacaciones para la hora en que Francia vencía a Polonia por 3-1.

Entonces, el espectáculo fue de Mbappé, el chico de 23 años que hace bicicletas y echa «carreritas» con sus marcadores, el que no atiende la indicación de Didier Deschamps, cuando le manda a defender, terminó como la figura de un partido que por momentos provocó el bostezo.

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Mbappé es la figura emergente del futbol mundial, aunque está acostumbrado a quemar procesos antes de tiempo y lo mismo quiere hacer en Qatar 2022. Es, supuestamente, el tiempo de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, pero el francés tiene otra idea.

Mira las estadísticas del juego Francia-Polonia

Contra Polonia, Mbappé jugó con la defensa. En el primer tiempo, en los minutos finales, le entregó una llave para que entrara a la historia a Olivier Giroud y el delantero se convirtió en el máximo goleador de Les Blues, al anotar el 1-0 y superar a Thierry Henry.

Victoria francesa

Polonia quiso atar a Mbappé. Lo hizo unos minutos, o la verdad no, porque el delantero probaba jugadas de fantasía y sprint con sus marcadores, con tanta insistencia que terminó por dañar a toda la defensa polaca.

Hubo un gol de Polonia, en el último minuto, que anotó Lewandowski por la vía penal, más como anécdota.

Gol de Mbappé al minuto 74, para dejar en la lona a Polonia, y otra anotación al 87′, para enseñar que Qatar 2022 no es sólo la Copa del Mundo de Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, también es de él que sueña con ser bicampeón mundial.

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Qatar 2022: Túnez se despide con triunfo sobre Francia

Túnez se despide con un triunfo / Foto: FIFA

Luis Miguel Pascual, Al Rayyan (EFE).- Una Francia plagada de suplentes firmó en el último duelo de la fase de grupos del Mundial de Qatar una triste actuación ante Túnez, que acabó logrando la primera victoria de su historia contra la antigua metrópoli, pero no fue suficiente para avanzar a octavos de final por primera vez.

Aunque en el 98 Antoine Griezmann logró un gol que durante varios minutos subió al marcador, el árbitro retrasó el final del partido para verificarlo en el VAR y acabar anulándolo, lo que condenaba a Francia a firmar su primera derrota en un Mundial desde Brasil 2014.



La selección norteafricana se contentó del triunfo, más celebrado en las gradas que en el césped, porque la victoria de Australia contra Dinamarca en el otro duelo del grupo les priva del sueño que albergaban, pendiente de un milagro que solo se produjo a medias.

La campeona del mundo dio descanso a la mayoría de los jugadores que habían amarrado la clasificación y casi el primer puesto y el experimento se saldó con una derrota que rompe una racha de seis en los Mundiales y que dejará heridas en el grupo.

Datos del partido: Túnez vs Francia

Si Didier Deschamps quería presumir banquillo, se dio cuenta de que deberá afrontar el Mundial con menos margen de maniobra del que pensaba, lo que le aboca a buscar la renovación del título con la columna vertebral que venció a Australia y Dinamarca.

La unidad B no tuvo ni juego, ni carácter, en un estadio plagado de tunecinos que silbaron la Marsellesa y abuchearon a Mbappé, sin que tanta afrenta espoleara su orgullo.

Solo mejoró cuando tras el tanto tunecino Deschamps dio entrada a sus estrellas, pero ya sin tiempo para evitar la primera derrota de Francia en un Mundial desde los cuartos de final de 2014 contra Alemania.

Francia salió con nueve cambios con respecto al último duelo, cinco debutantes en un Mundial, solo dos supervivientes del triunfo de 2018 en el terreno de juego, mientras en el banquillo asistían sus estrellas plácidas al duelo, empezando por Kylian Mbappé, que charlaba sonriente con Marcus Thuram.

El joven delantero, que se las prometía felices en ese juego de cambios, se sintió algo indispuesto y dejó su puesto a Randal Kolo Muani, un jugador que hace apenas dos semanas estaba en Japón, resignado a ver el Mundial por la tele, cuando fue llamado por Deschamps para sustituir a Christophe Nkunku.



La selección de los peluqueros, como se conoce en Francia a la unidad B, careció de todas las virtudes mostradas por los titulares en los dos primeros partidos del Mundial. Sin la solidez ni el control del juego de los pilares, los postulantes se vieron arrollados por una Túnez decidida a, por fin, derrotar a su antigua metrópoli, algo que no había conseguido en los cuatro duelos anteriores.

Parecía posible ante el desconcierto de los suplentes franceses y el ímpetu de los tunecinos, pero a duras penas aguantaron el envite los galos, que se salvaron por poco, el milímetro que marcó el fuera de juego que permitió anular a los 8 minutos un gol a Ghandri.

A punto de cumplir los 38, Mandanda, que se convirtió en el futbolista más veterano en jugar con Francia y que ocupaba el puesto de Hugo Lloris, que tendrá que esperar para ser el francés con más partidos internacionales, sentía en sus oídos el ruido de las balas.

Pero Túnez se fue apagando, bajó la presión y el partido entraba en una zona de equilibrio, sin que los ‘peluqueros’ dieran nunca sensación de poder ganar el duelo.

Mención especial para un Tchouaméni que se ha convertido en el único francés titular en los tres partidos y que emerge como el sustituto natural del lesionado Ngolo Kanté, el cimiento sobre el que se asentó la victoria en 2018.

Pocas dudas hay de que Deschamps volverá a su plan inicial para lo que resta de competición, porque ya no hay más partidos sin red.

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La nota del examen fue baja. La campeona no fue la estampa de su sombra y aunque pararon el aluvión tunecino, a la hora de juego demostraron una endeblez defensiva impropia de su reputación, lo que permitió al veterano Kharzi abrir el marcador ante el despiste de Fofana y la lentitud de Varane.

El tanto, que otorgaba a Túnez opciones de lograr su primera clasificación para octavos de final, a condición de que acompañara el resultado del Australia-Dinamarca, escoció a Deschamps, que se decidió a colocar a su estrella Mbappé, que ingresó acompañado de Rabiot y Saliba, rectificación completada minutos más tarde con el ingreso de Antoine Griezmann y algo más tarde de Ousmane Dembelé.

Sin ser Francia, Francia se pareció más a Francia y buscó el empate ante una Túnez que soñaba con el milagro, que no solo dependía de ellos.

Embotellaron a los africanos, buscaron grietas en su entusiasmo y rozaron varias veces el empate, a tiros de Dembelé, de Kolo Muani y el propio Mbappé, que mantiene detenido en tres su contador de goles.



Túnez se defendió como pudo, probó el acecho de Francia durante casi media hora y debió sentirse afortunado de no haber sufrido ese acoso durante todo el partido.

El gol de Griezmann evitaba el bochorno y ya parecía todo cerrado, pero el árbitro lo reabrió unos instantes, el tiempo de verificar en la pantalla que el jugador del Atlético de Madrid estaba en fuera de juego.

La alegría de su afición tunecina fue efímera porque su selección tendrá también que hacer las maletas mientras Francia seguirá su aventura catarí con la lección aprendida.

Ficha técnica:

1- Túnez: Dhamen; Kechrida, Talbi, Meriah, Ghandri, Maaloul; Slimane (Abde, m.83), Skhiri, Laidouni, Ben Romdhane (Chaaleli, m.76); Kharzi (Jebali, m.60)

0- Francia: Mandanda; Disasi, Varane (Saliba, m.64), Konaté, Camavinga; Tchouameni, Fofana (Griezmann, m.74), Veretout (Rabiot, m.63); Guendouzi (Dembelé, m.79), Kolo Muani, Coman (Mbappé, m.63)

Goles: 1-0, m.58: Kharzi

Árbitro: Matthew Conger (NZL), amonestó al tunecino Kechrida (28)

Incidencias: Tercer encuentro del grupo D de la fase previa del Mundial de Qatar disputado en el Estadio de la Educación de Al Rayyan ante unos 43.627 espectadores.

Foto: FIFA

Un doblete de Mbappé ante Dinamarca mete a Francia en los octavos de final

EFE.- Tenia que aparecer Kylian Mbappé, como si de un guión se tratara, para liberar a Francia del laberinto danés, en el que tantas veces se ha enredado la campeona del mundo, pero a la que consiguió doblegar con dos tantos del parisiense que les convierte en la primera nación clasificada para octavos de final en Qatar.

La magia del «10» acabó por encontrarle la vuelta a un partido que llenaron de ocasiones, pero ninguna tan clara como para pensar que Dinamarca debió salir del estadio 974 con una goleada de escándalo.



Francia, que este año había perdido los dos duelos de la Liga de las Naciones contra los escandinavos, prosiguió su singladura virtuosa mundialista. Encadena ya seis triunfos en esa competición, la mejor racha de su historia, mientras las piezas del engranaje de Didier Deschamps parecen ir armonizándose a base de resultados.

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El juego fue menos brillante que ante Australia en el debut, quizá también porque el rival estaba más armado y porque su sola mención despierta fantasmas en la campeona, que ya temía con fracasar de nuevo en su objetivo de doblegarlos hasta que apareció Mbappé.

El atacante del PSG consiguió un doblete que, con menos de 24 años, le coloca en cifras de leyenda en los Mundiales, en la senda de Pelé por su precocidad.

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Suma ya 30 goles como internacional, 14 de ellos en los últimos doce partidos, en los que se ha convertido en el santo y seña de su selección, más aún tras la baja por lesión del Balón de Oro Karim Benzema.

En la vida de un campeón del mundo, el peso de la responsabilidad se traduce en un hambre permanente, todo sabe a poco cuando en ataque hay tanta dinamita.

Francia atacó con método, distribuyendo bien el balón por las bandas, sobre todo por la de Ousmane Dembelé en los primeros compases, en los que el barcelonista parecía listo para firmar una gesta en un número de genio, que como ya le sucedió en el primer partido, fue incapaz de hacer durar.

El extremo derecho, bien respaldado por su compañero de equipo Jules Koundé, animó al público con jugadas de circo, tan hermosas como ineficaces.

Pero que sirvieron para dar el tono al partido, para advertir a Dinamarca de que tendría que achicar el juego de bandas. Por la izquierda amenazaba también Mbappé y desde ambas arreciaban los pases a la cabeza de Giroud, deseoso de dejar atrás a Thierry Henry.

Sentenciaron el juego

Sin someter a Dinamarca a un acoso asfixiante, Francia acechó permanentemente, cada vez con más unidades que se sumaban a la ofensiva, Koundé, que sustituyó a Pavard en el once, Rabiot, que obligó a estirarse a Schmaichel, Varane, que regresaba tras lesión, Griezmann, que también buscó el tanto.

Mientras Dembélé seguía sometiendo a un calvario a Maelhe Christensen tuvo que placar a Mbappé para evitar que, tras un pase medido de Greizmann, el parisiense se plantara solo en el área.

El jugador del Atlético de Madrid marró una buena ocasión en el 59, pero dos más tarde una combinación entre Theo y Mbappé permitió al delantero abrir la lata danesa.

El tanto no desembarazó a Francia de su pesadilla danesa. Los escandinavos adelantaron líneas y, a balón parado, Christensen igualó el duelo con un potente cabezazo tras un rechace de Andersen que descolocó a la zaga gala.



Contratiempo que descentró a la campeona que vio como Lloris salvaba evitaba la remontada en un disparo de Lindstrom a bocajarro y Braithwaite rozaba el palo en otra jugada.

Los fantasmas reaparecían y Francia estaba encasquillada, rota, sin brújula. Pero volvió a aparecer Mbappé, de nuevo servido con maestría por Griezmann, de nuevo magistral para colocar a su equipo en la ruta hacia una nueva final.

Foto: FIFA

Giroud entró en la historia al igualar a Henry como máximo goleador de Francia

Prensa FIFA.- ¡51! Alcanzó el famoso récord. «Él» es obviamente Olivier Giroud, goleador por vez 51 con la camiseta de la selección de Francia durante su presentación 115 con el conjunto nacional.

El delantero iguala así el récord que ostentaba Thierry Henry, que marcó por última vez vestido de azul el 14 de octubre de 2009, en las eliminatorias europeas de Sudáfrica 2010 en la victoria por 3-1 sobre Austria.

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Giroud, que también está protagonizando un magnífico comienzo de temporada con el AC Milan, logró este récord en la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, ante Australia, gracias a un excelente doblete. Una especie de liberación para el goleador que no había marcado en la competición mundial desde su gol en la victoria por 5-2 sobre Suiza en Brasil 2014.



Se había proclamado campeón del mundo sin marcar, situación con la que, sin embargo, no se había obsesionado. «Inevitablemente resulta en un poco de frustración, pero esto se ha solucionado en gran medida con el título», le había dicho a Le Parisien. «Lo colectivo tiene prioridad sobre los individuos. A menudo tuve que hacer un trabajo un poco diferente, hacer sacrificios para ayudar al equipo a llevar la cuenta», agregó.

Esta vez, el que se describe a sí mismo como un «atacante a la antigua» ha hecho destacar su individualidad. Y fue el colectivo el que salió más fuerte y con los tres puntos para acomodarse rumbo a los octavos de final de la Copa Mundial.

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Francia comenzó la defensa del título con una goleada a Australia

ESPN.- Si a los campeones se les identifica por su capacidad de superar las adversidades, Francia se puso credenciales de campeona tras derrotar por 4-1 a Australia en su debut en el Mundial de Qatar luego de remontar un gol en contra y dejar en la estadística algunos datos para la historia.

La reacción francesa estuvo apoyada en la fortaleza de dos debutantes, Tchouaméni, un pilar en el centro del campo, y en el instinto de Rabiot, autor de un gol y una asistencia.



Pero sobre todo en la contundencia de su delantera, empeñada en figurar en los anales, con un Giroud que gracias a su doblete igualó con Thierry Henry como máximo anotador de Francia en todos los tiempos, 51 dianas en 115 partidos, mientras Kylian Mbappé conseguía su quinta diana en un Mundial sin haber cumplido los 23, en la estela del gran Pelé.

Los estiletes estuvieron bien respaldados por Ousmane Dembelé, que dio la asistencia del tanto a Mbappé, y por Antoine Griezmann, que no ha faltado en ninguno de los últimos 68 partidos de Francia, un récord para el jugador del Atlético de Madrid.

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Ganar a Australia, la última selección en sacar billete para Qatar, no da credenciales de campeón. Pero sí hacerlo como lo hizo Francia, superando el mazazo inicial del gol adverso, de la lesión de Lucas Hernandez, de una cierta apatía en el césped, todo eso sin temblar, sin necesidad de acudir a estridencias.

Francia lleva meses buscando eso, la serenidad que le otorgó el Mundial hace cuatro años y que las lesiones se empeñan en perturbar.

Pero ni por esas se sobresalta la campeona, que salió en tromba a resolver pero se encontró con una aguerrida Australia, dispuesta, como hace cuatro años, a hacerle bajar al barro de la pelea.

Así frenó el asalto inicial de Dembelé y Mbappé y se marchó a la aventura ofensiva, donde encontró oro en el minuto 9, cuando Leckie desafió a Lucas y este se desplomó con la rodilla tocada, lo que permitió al «socceroo» centrar al corazón del área para que Goodwin superara a Lloris.

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Parecía que seguía maldita la campeona, que llegó a Qatar sin dos piezas clave como Ngolo Kanté y Paul Pogba y, una vez en el Golfo Pérsico, dijo adiós al Balón de Oro Karim Benzema.

Pero no hay superstición en el grupo de Deschamps, más bien fe en sus opciones, en su juego. Es cierto que el centro del campo apenas tiene experiencia internacional, que la defensa está encontrando su camino.

Los galos apretaron

Tras unos minutos desorientada, en las que pareció asomarse al precipicio, Francia tiró de galones. Tchouaméni se puso al timón del equipo y el viento fue virando.

Theo Hernandez, que había sustituido a su lesionado hermano, recibió un balón rechazado en la presión francesa en la medular y lo envió con dulzura al área para que, libre de marca, Rabiot empatara la contienda de cabeza.

El tanto devolvió la calma total a Francia, que desplegó su fútbol por las bandas, Dembelé por la derecha, Mbappé por la izquierda, hasta que acabaron por desquiciar a una zaga australiana no apta para tanta dinamita.

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El gol francés se intuía y llegó nada más superarse la media hora cuando Rabiot robó, hizo la pared con Mbappé y colocó el balón franco para que Giroud marcara su diana 50 vestido de «bleu».

El jugador de Milan, de 36 años, el gran beneficiado de la ausencia de Benzema, quedaba así a solo un tanto de convertirse en el máximo anotador francés de todos los tiempos empatado con Thierry Henry.

Con la situación bajo control, Mbappé falló un gol a puerta vacía tras un gran pase de Griezmann cuando estaba a punto de cumplirse el tiempo reglamentario y Australia dio otro susto ya en el descuento cuando un cabezazo de Irvine que parecía manso tocó en el palo de Lloris.

Tras el reposo, Francia saltó con ganas de finiquitar el encuentro impulsado por la ambición de sus atacantes de hacer historia.

Giroud lo intentó de chilena en el 50 y Mbappé, que no tuvo su noche más acertada, se estrelló en varias ocasiones con la defensa australiana, hasta que finalmente, a centro de Dembelé, lo hizo de cabeza en el 68.

El parisino, designado como la brújula de Francia en ausencia de Benzema, suma ya cinco goles en mundiales y se convierte en el segundo futbolista que más goles ha anotado en mundiales con menos de 24 años, solo superado por los siete que anotó Pelé.



Pero la joven estrella quiso dar galones al veterano Giroud, al que tres minutos más tarde dejó en bandeja el cuarto gol, el número 51 de la carrera del jugador de Milan, que igualó a Henry como máximo artillero «bleu».

La fiesta estaba completa y Francia tiene ya su partido perfecto, la dinámica que pedía Deschamps para revalidar el título mundial.