Tony Cittadino (Mallorca).- España jugó su mejor partido de la Euro 2020, pero no fue suficiente para llegar a la final. Italia extendió su invicto a 33 partidos y tras empatar a un gol en 120 minutos, se impuso 4-2 en el mítico estadio de Wembley y jugará la gran final. El rival será Inglaterra o Dinamarca, que jugarán este miércoles.
Jorginho anotó el último gol de la tanda de penales, que le permitirá a la azzurra jugar su tercera final en este siglo, luego de caer ante Francia en Euro 2000 y España en Euro 2012. Italia buscará su segunda corona y primera desde 1968.
El director técnico Roberto Mancini mantuvo la base del once inicial de los últimos encuentros. El único cambio, fue el de Emerson por Leonardo Spinazzola, quien se lesionó en el juego ante Bélgica.
— Nazionale Italiana ⭐️⭐️⭐️⭐️ (@Vivo_Azzurro) July 6, 2021
El juego comenzó con Italia presionando en los primeros cinco minutos, pero España se adueñó del balón en los próximos 10 y al cabo del primer cuarto de hora de juego, los ibéricos dominaban el encuentro. Ferran Torres se animó desde lejos en la fracción 14, pero su remate se fue desviado por la línea de fondo.
España volvió a avisar al 25, pero el disparo de Dani Olmo fue rechazado por Gianluigi Donnarumma. La roja mantenía la presión y buscando el arco rival, mientras que la azzurra seguía replegada y le costaba salir.
La primera parte finalizó un poco más pareja y con más espacios libres. Mucho mejor España en la primera parte, pero le faltó concretar en el último cuarto de cancha, mientras que Italia tuvo poco o nada en ataque, gracias en parte al desempeño de Sergio Busquets. La azzurra no tiró ni una sola vez al arco y las ocasiones generadas finalizaron en fuera de juego.
Llegaron los goles
La etapa complementaria inició con el mismo ritmo de juego y España por poco abre el marcador, pero el remate de Busquets se fuer por encima del travesaño al 52. Italia respondió en la acción siguiente con Federico Chiesa, pero Unai Simón detuvo su disparo rasante.
La azzurra siguió bien parada y esperando y el planteamiento dio sus frutos. Italia abrió el marcador al minuto 60, cuando Chiesa finalizó una segunda de contragolpe con un derechazo al segundo palo.
Los primeros cambios llegaron al 62. Mancini aprovechó y luego del gol sacó a Ciro Immobile por Domenico Berardi, buscando explotar más las bandas, mientras que Luis Enrique respondió sacando a Ferran Torres por Álvaro Morata, intentando mayor profundidad en ataque.
España no se amilanó y siguió atacando, pero le continuaba faltando contundencia y puntería. Olmo y Mikel Oyarzabal eran los más peligrosos. Berardi pudo anotar el 2-0, pero Unai Simón despejó con las piernas un remate a quema ropa.
Luis Enrique volvió a mover las piezas con un doble cambio en la fracción: salió Oyarzabal por Gerard Moreno y Koke por Rodri. La estrategia continuó y Mancini también metió un par de piernas frescas al minuto 73: salió Marco Verratti por Matteo Pessina y Emerson por Rafael Tolói.
El empate de España llegó en la fracción 80, al definir impecable solo frente al arco. Justa ventaja para la roja y sexto gol en la historia del torneo para el delantero de la Juve, que ahora es el máximo anotador español.
Mancini sacó a Barella al 85 por Manuel Locatelli y a Lorenzo Insigne por Andrea Bellotti y Luis Enrique quitó a César Azpilicueta y por Marcos Llorente.
El juego se fue a la prórroga con las dos selecciones cansadas, pero con España en mejor forma física y en actitud. No cambió su filosofía de buscar el encuentro, ante una Italia replegada. Luis Enrique realizó otro cambio antes de iniciar la segunda parte de la prórroga. Sacó a Busquets por Thiago Alcantara, tratando de rematar la faena.
Por su parte, Mancini mandó al campo a Federico Bernardeschi por Chiesa en la fracción 107, buscando oxígeno en el mediocampo. España agotó su último cambio al 110, ingresando a Pau Torres por Eric García.
El drama de los penales
Italia y España tuvieron que definir el encuentro desde los 12 pasos, tal como pasó en los cuartos de final de 2008. La tanda de penales se desarrolló en el arco donde estaba la afición italiana. Locatelli comenzó fallando, con un remate abajo y a la derecha. Dani Olmo también erró su remate, cuando el balón se marchó por encima del travesaño.
Llegó el turno de Belotti, quien anotó abajo a la derecha y Gerard Moreno también acertó. Llegó la tercera oportunida y ambas selecciones anotaron, gracias a Bonucci y Thiago. A continuación, Bernardeschi, cobró perfecto con un golazo arriba y a la izquierda, mientras que Donnarumma detuvo un disparo rastrero de Morata.
Jorginho se encargó de sentenciar a España y con disparo sutil y sellar el boleto de Italia a la gran final. La Azzurra celebra una victoria sufrida, mientras que España no tiene nada que recriminar a sus jugadores. Fue un juegazo, digno de una Eurocopa.
Tony Cittadino (Mallorca).- Italia está en la semifinal. La selección azzurra venció a Bélgica dos goles por uno en el Allianz Arena de Múnich, con goles de Nicolò Barella y Lorenzo Insigne. Así la oncena de Roberto Mancini extendió a 32 los partidos sin perder, 13 victorias en fila y cuatro seguidas en esta Eurocopa, en la que enfrentará a España en la semifinal.
Para este encuentro, Bélgica no pudo contar con el mediocampista Eden Hazard, quien se lesionó ante Portugal. Por su parte, Italia pudo recuperar al defensa y capitán Giorgio Chiellini, quien regresó tras su lesión en el juego inaugural ante Suiza.
Los primeros 15 minutos estuvieron movidos, con la posesión de balón repartida para ambos equipos, que se mostraron bien parados y ordenados en labores defensivas. Italia mandó el primer aviso a los 14 minutos, pero el gol fue anulado por fuera de juego de Leonardo Bonucci. La jugada tuvo que ser consultada al VAR.
El juego no bajó en ritmo e intensidad y Bélgica respondió en la fracción 22, pero el zurdazo que soltó al límite del área fue rechazado con una estirada providencial de Gianluigi Donnarumma. El portero italiano volvió a salvar a su selección, al rechazar un disparo rasante al segundo palo de Romeo Lukaku al 25.
No hubo tregua en el campo y dos minutos más tarde, Insigne probó desde el frontal izquierdo del área, pero su disparo se marchó por poco por encima del travesaño. Italia finalmente abrió el marcador en la fracción 31, cuando Nicolò Barella se libró de dos defensas en el área por la derecha y definió cruzado para batir a Thibaut Courtois.
El tanto cambió el funcionamiento de la selección del español Roberto Martínez, porque dejó de generar peligro en jugadas de contragolpe en las que exigió con velocidad el repliegue transalpino. Italia estuvo cerca del segundo en la fracción 40, cuando Federico Chiesa lo intentó desde fuera del área, pero el balón se marchó cerca del vertical izquierdo.
La azzurra siguió mordiendo y apretando en busca de aumentar el marcador, siendo fiel al estilo ofensivo marcado durante todo el ciclo de Mancini. Una selección que presiona con y sin balón y así llegó el 2-0 al 44 con un golazo de Lorenzo Insigne. El napolitano definió cruzado, con rosca y a media altura.
Bélgica no bajó los brazos y al minuto siguiente, Giovanni Di Lorenzo cometió un dudoso penal a a Jeremy Duku, que fue confirmado por el VAR y transformado por Lukaku en el segundo minuto de descuento de la primera parte. Importante tanto para los belgas, que les permitió ir al descanso recortando distancias.
Muro azzurro
La etapa complementaria comenzó con el mismo ritmo de juego ofensivo de ambas selecciones. Lukaku se comió el empate al 61, cuando el remate del delantero del Inter se estrelló en el cuerpo de Leonardo Spinazzola, justo debajo del arco. Susto para la Nazionale, que no perdió el orden atrás y la vocación ofensiva.
De hecho, el lateral de la Roma falló el 3-1 en una rápida jugada por la banda izquierda de Italia, pero su remate se fue desviado por la última línea. Insigne probó al 69 desde lejos, pero Courtois rechazó a tiempo.
Martínez realizó un doble cambio al 70, sacando a Youri Tielemans por Dries Mertens y a Thomas Meunier por Nacer Chadli, buscando más movilidad en el medio sector y creación de jugadas. Sin embargo, Chadli se lesionó en la primera jugada y su lugar lo tomó Dennis Praet.
Mancini también respondió con un doble cambio al 74. Sacó a Immobile, que estuvo impreciso, por Andrea Belotti y a Verratti, que estaba amonestado, por Bryan Cristante. Luego el estratega italiano se vio forzado a sacar a Spinazzola, luego de que se lastimara corriendo y salió en lágrimas. Emerson Palmieri entró por él y también salió Insigne por Domenico Berardi.
Bélgica intentó aprovechar el golpe para Italia y buscó el protagonismo en las instancias finales. Doku lo intentó con una gran jugada personal, pero su remate se marchó por encima del travesaño a siete minutos del tiempo reglamentario. Mancini realizó un último cambio en el primer minuto de descuento, buscando amarrar el resultado. Salió Chiesa por el defensa Rafael Tolói.
Italia aguantó el envión final del rival y ahora se medirá el próximo martes 6 en el mítico estadio de Wembley. Otro clásico europeo espera para conocer al primer finalista de la Eurocopa. Mientras tanto, Italia extiende su récord, gana, gusta y revalida su candidatura a un título que no ganan desde 1968.
Jordi Blanco (ESPN).- España jugará las semifinales de la Eurocopa. Por primera vez desde hace nueve años y cuatro grandes torneos después, la Roja accedió este viernes a la penúltima etapa de la Eurocopa derrotando a Suiza en San Petersburgo imponiéndose (3-1) en la tanda de penaltis al cabo de un trabado e incómodo partido, que no sentenció hasta esa muerte súbita y que habiéndose puesto muy pronto de cara acabó por ser una terrible prueba de esfuerzo y convencimiento.
Y de una mezcla de fortuna e infortunio. Suerte al principio y desgracia al final, cuando Yann Sommer fue un gigante que mantuvo en pie a Suiza hasta la tanda de penalties. Y allí, en la suerte definitiva, volviendo a sonreír, como en 2008 ante Italia, venciendo por 3-1, con dos lanzamientos atajados por Unai Simón que salvó los errores de Sergio Busquets y Rodri.
España jugará las semifinales al cabo de nueve años y después de una Eurocopa en que las ha visto de todos los colores. Sufriendo mucho, disfrutando a ratos y peleando siempre. De principio a fin. Esa es su mejor carta de presentación. De momento.
Al equipo de Luis Enrique se le puso pronto el partido de cara. Si Suiza ya llegó diezmada al duelo por la sanción de Xhaka, a los nueve minutos, en su primer remate a puerta, un rebote avanzó a España en el marcador. Inaudito, un mal lanzamiento de corner terminó con el balón fuera del área, donde lo empalmó Jordi Alba para que tocase en Denis Zakaria y descontrolase a Sommer.
Arriba en el marcador y calmada en el campo, a pesar del atrevimiento rival, España acogió con más alivio si cabe la lesión de Breel Embolo a los 20 minutos, víctima de un estiramiento muscular y que debió abandonar el campo dejando a los helvéticos sin una de sus referencias ofensivas.
Bien posicionada en el campo, con extremos muy abiertos, con Busquets de ancla y Pedri de enganche, la selección hispana apenas si padecía en los balones colgados por una Suiza que sin rendirse se veía incapaz de hacerse con el control del juego, aunque ya en la parte final del primer tiempo el escenario fue variando…
Atrevimiento
Y más se confirmó tras el descanso, con un paso adelante de los helvéticos y una cierta falta de frialdad entre los españoles en el gobierno de un partido que se le iba complicando por momentos. Avisó Suiza a los 55 minutos con un cabezazo de Zakaria, salvó la igualada a los 63 Unai a Steven Zuber… Y a la tercera llegó el empate.
Un extraño error de Pau Torres, sin entenderse con Aymeric Laporte, dejó el balón franco, suave e inexplicablemente en pies de Xherdan Shaqiri, totalmente solo en el área y atento para rematar cruzado, de primeras, para lograr el gol que se entendía tan posible en esos últimos minutos como utópico en la primera mitad.
Era, ese empate, un cierto premio al atrevimiento suizo y un castigo a la poca solvencia española con el balón, que no pasaba ya lo suficiente por los pies de Busquets para calmarla.
Todavía con cerca de un cuarto de hora imprevisible, intentando recomponerse el equipo de Luis Enrique y de mantener el pulso los helvéticos, llegó otro golpe bajo para el conjunto de Petkovic, con la expulsión de Remo Freuler al despejar un balón y golpear la pierna de Gerard Moreno.
Tan aparatosa la entrada como rigurosa la expulsión, la jugada resolvió un cambio de escenario en la recta final en que España buscó con determinación el gol que evitase una prórroga cada vez más cercana ante una rival cansada, cada vez más defensiva y que acabó alcanzando el objetivo del tiempo suplementario.
Asedio y sentencia
La prórroga se sospechaba un rodillo español, confirmado desde el primer instante en que Gerard Moreno rozó el gol en el primer minuto y en dos ocasiones consecutivas en los minutos 95 y 96 lo rozaron Jordi Alba y Dani Olmo. Se resistía cada vez más apocada Suiza, buscando apenas contragolpes aislados sin solución de continuidad, y lo intentaba de todas las maneras el conjunto hispano… A cada minuto que pasaba con más empuje.
Milagroso Sommer rechazando a Gerard Moreno en el 101 y a Mikel Oyarzábal en el 103, la primera mitad del tiempo extra fue el aviso de lo que se le venía encima a los helvéticos en la segunda, en que otra vez apareció gigantesco el portero y a él se unió un equipo entregado a la defensa numantina ante el asedio hispano.
Fatigados de tanto correr detrás del balón los suizos, Luis Enrique solventó regalar el final de fiesta a Thiago Alcántara para que inventase, o lo intentase al menos, esa jugada definitiva y casi imposible ante el candado de la zaga rival. Y una y otra vez, y una más y así sucesivamente.
Heroica en la resistencia, suiza se dejó prácticamente la piel para alcanzar la tanda de penaltis, lo que acabó por conseguir para sentenciar el duelo a cara o cruz desde los once metros… Donde la fortuna sonrió a una España que llegó a estar contra las cuerdas para acabar ganando por 3-1 después de tres errores consecutivos, fatales, de los suizos.
EFE.- La aparición decisiva de Luka Modric salvó este martes a Croacia del adiós precipitado en la Eurocopa y le proporcionó el pase, como segunda de grupo, a los octavos de final que se resisten a Escocia (3-1), una vez más estancado en la primera ronda de un gran torneo.
El centrocampista del Real Madrid marcó el gol que puso en ventaja al subcampeón del mundo y después dio el pase en un saque de esquina que rubricó Ivan Perisic para sentenciar el encuentro. Dos apariciones determinantes, en momentos decisivos, que impulsaron a un conjunto balcánico que llegó al choque plagado de dudas, lejos del nivel esperado y con la amenaza de la eliminación bajo el brazo.
Escocia volvió a quedar fuera presa de la leyenda negra que le persigue en los Mundiales y las Eurocopas. Al final Steve Clarke optó por el cambio natural y fue Stuart Armstrong el que ocupó el puesto de Billy Gilmour, aislado desde el lunes por positivo por coronavirus. El preparador escocés mantuvo la confianza en el resto de su equipo, mientras Croacia agitó su plantilla en busca de una victoria necesaria.
Zlatko Dalic, de entrada, adelantó a Luka Modric y eligió a Josip Juranovic en el lateral derecho en lugar del jugador del Atlético Madrid Sime Vrsaljko. Recuperó para su once a Marcelo Brozovic y confió en Bruno Petkovic y Nikola Vlasic como ataque.
Escocia fue fiel a su filosofía para buscar su entrada en la historia y, por primera vez, lograr superar la fase de grupos de un gran torneo. Ejerció una fuerte presión, empuje y coraje.
Pero se impuso la calidad croata en gran parte de la primera mitad y tras el sobresalto que propició un centro al área de John McGinn, que no llegó a alcanzar Che Adams, el conjunto balcánico se acomodó y se adelantó en el marcador.
Fue pasado el cuarto de hora inicial cuando un pase lateral al área desde la derecha de Josip Juranovic llegó a la cabeza de Ivan Perisic, que dejó la pelota muerta en el punto de penalti para que lo recogiera Nikola Vlasic, marcara su tercer gol como internacional y adelantara a Croacia.
Hubo inmediatamente dos amenazas de Escocia, desordenada, que no fructificaron y a las que quiso amarrarse el conjunto de Steve Clarke para emprender su reacción.
Tras este par de arrebatos, de furor, Escocia empezó a acusar el gol. Se embarulló, dejó espacios a su rival y, además, perdió por lesión a uno de los pilares de su zaga, Grant Hanley, que, lesionado, tuvo que dejar su sitio a Scott McKenna a la media hora.
Pero cuando peor estaba, justo antes del descanso, un centro de Robertson al área fue rechazado por la defensa croata y, desde fuera del área, Callum McGregor ejecutó un tiro raso que superó a Dominik Livakovic e igualó el partido.
Un gran pase de Vlasic dejó solo a Joskon Gvardiol, que controló mal el balón y chocó con el meta David Marshall al inicio de la segunda parte. A ninguno le servía el empate. El partido se agitó.
Luka Modric apareció y su equipo lo notó. Primero con un buen pase a Perisic al que respondió Escocia con una buena opción de John McGinn que se marchó fuera, y después con su gol.
Pasaba la hora de juego cuando el balón rondó el área local. Mateo Kovacic encontró en la media luna al centrocampista del Real Madrid que ejecutó un preciso tiro, con el exterior del pie derecho, que superó a Marshall. Croacia se puso por delante.
Apretó Escocia, que le puso velocidad al juego, ímpetu y balones largos, directos y al área. Llegó más al área de Croacia, que no pudo tomar las riendas en el caos.
Modric propició también el tercero, que sentenció el choque. Botó un córner, encontró en el primer palo a Perisic y su cabezazo fue imposible para el meta local. Croacia cerró el triunfo y aseguró su clasificación para octavos como segunda de grupo.
EFE.- Inglaterra, que se jugaba este martes el honor y el orgullo de quedar primera de grupo, logró el objetivo doblegando a la República Checa en un partido flojo de los ‘Tres Leones’ salvado por un tanto de Raheem Sterling (0-1).
Los ingleses, advertidos por los abucheos en los encuentros anteriores y por un juego que no acaba de despegar, se quitaron presión de encima con un triunfo rácano y sin brillo, pero que les sirve para pasar primeros de grupo, huir de especulaciones y asegurar su presencia en Wembley en octavos de final.
No dudaron los de Gareth Southgate sobre si era mejor el primer o el segundo puesto. Salieron a ganar. Como ante Escocia, se toparon con el palo a las primeras de cambio, esta vez no por un cabezazo de John Stones, sino por una carrera a la espalda de la defensa de Sterling que culminó el del City con una vaselina que se estrelló en la madera.
Southgate, obligado por las circunstancias, hizo cambios y el equipo lo notó para bien. Grealish cogió la posición del ’10’ que dejó libre Mason Mount, aislado por el positivo de Billy Gilmour; Sterling se fue a la banda izquierda, mientras que la sorpresa fue para Bukayo Saka, el del Arsenal, pegado a la derecha.
Eléctrico y constantemente en movimiento, Saka permitió que Harry Kane entrara más en juego. Al ser un extremo más puro, abría el campo, permitía a Kane caer dentro y combinar. Y la guinda que le faltó al delantero ‘Spurs’ fue el gol. Lo rozó cuando, tras un pase vertical de Harry Maguire, sentó con un recorte al defensa y la definición la aplastó contra el portero.
Pero no todo eran buenas noticias para Inglaterra, que dejaba dosis de flaqueza atrás. Los checos se prodigaban en ataque y cada vez que lo hacían era para pegar pequeños sustos. Holes obligó a Pickford a hacer una palomita y Soucek, el centrocampista del West Ham, pudo lograr el empate con un remate a la media vuelta dentro del área.
La vuelta de Maguire, tras más de un mes lesionado, dio jerarquía a la zaga, pero no tapó todas las carencias de un grupo que aspira a ser sólido, sin certezas. Con el paso de los minutos, el 0-1 cada vez era mejor para los ingleses, que no se escondían a la hora de perder tiempo, conscientes de que no necesitaban más, pese a que quedara más de media hora en el electrónico.
Inglaterra no podía especular con eso, no después de las dudas generadas. Ganaron, sin alardes, pero ganaron -y les anularon el 0-2 por fuera de juego de Jordan Henderson- y ahora les tocará dar el paso definitivo. Les caerá un ‘coco’ en octavos y la racanería ya no será un argumento suficiente para imponerse a una de las mejores selecciones de la Eurocopa. Inglaterra espera a Francia, Alemania o Portugal y suspira por el imposible de Hungría. Al menos, tendrán Wembley a favor.
EFE.- Bélgica logró este lunes el pleno de victorias en la Eurocopa ante una heroica Finlandia (0-2), que resistió más de una hora el asedio de los «diablos rojos».
Después de una primera parte sin muchas ideas, tuvo que ser el veterano Vermaelen el que abriera la lata a balón parado. El exuberante Lukaku puso la puntilla con otro gol, con lo que ya suma tres en su haber en el torneo.
Los escandinavos que disputaban su primer torneo de naciones soñaron durante gran parte del encuentro con la clasificación para octavos, pero se quedaron con la miel en los labios.
Le pasó a otros dos de los grandes favoritos, Francia, contra Hungría, y también a Inglaterra contra Escocia. Empate y gracias. Bélgica iba por el mismo camino, pero un córner a falta de un cuarto de hora resolvió todas sus dudas en ataque.
El seleccionador de los «Diablos rojos», Roberto Martínez, lideró una pequeña revolución en el equipo. Introdujo ocho cambios en relación con el equipo que batió a Dinamarca en el segundo partido. Sólo repitieron Courtois, Denayer y Lukaku.
Eden Hazard salió de inicio por primera vez desde la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones con el Real Madrid, ante el Chelsea.
Al madridista se le vio con ganas desde el pitido inicial. Buscó todo el tiempo a Lukaku, con el que intentó hacer varias paredes. Incluso se permitió un par de taconazos.
El delantero del Inter de Milán quiso devolverle el favor en una ocasión, aunque lo tenía todo a favor para disparar a puerta.
Mientras, los finlandeses jugaban en casa. Varios miles de sus seguidores se desplazaron a San Petersburgo desde el vecino país y animaron sin parar a los «búhos reales». Sus jugadores respondieron con una defensa numantina, con contraataques esporádicos.
Lo intentó De Bruyne, que también estrenaba titularidad, con pases cortos, largos e incursiones en el área. Lukaku llegó a peinar un pase a la espalda de la defensa del centrocampista del Manchester City. Sin suerte.
Mucha posesión, pero pocas ideas. Dokú rompió la monotonía en un contraataque con un recorte y disparo, que despejó con una mano el portero finlandés.
Hazard dio el susto al recibir un pisotón de un defensa finlandés al borde del descanso, pero todo pareció quedar en un susto. Eso sí, pareció penalti.
Los finlandeses adelantaron líneas tras el descanso, pero fueron los belgas los que inquietaron a Hradecky. Hazard lo intentó dos veces. En una, disparó desviado, y en otra, a las manos del guardameta.
Las manoplas de Courtois sólo tocaron el balón en un disparo de Kamara tras una buena jugada colectiva.
Seguidamente, Hradecky se volvió a vestir de héroe al despejar con una mano un disparo franco al borde del área pequeña de la estrella madridista.
Hazard buscaba su gol y, lo que es más importante, la confianza perdida tras dos años de calvario.
Tuvo que ser a balón parado para que los «diablos rojos» derribaran la muralla finlandesa. A la salida de un córner, Vermaelen remató, el balón fue escupido por el poste, pero rebotó en el portero y superó la línea de gol. Mala suerte para Hradecky. Gol en propia puerta. (min.74)
A partir de ahí, el partido fue un toma y daca. Los finlandeses le echaron ganas, pero Lukaku no estaba para bromas. Ganar la Eurocopa y ser el máximo goleador del torneo no son incompatibles.
Hazard quiso sumarse a la fiesta con una jugada muy suya. Amagó a varios contrarios al borde del área y disparó al palo contrario. Ligeramente desviado. Buen partido del madridista, pero sin gol.
Bélgica espera ahora rival en los octavos de final. Mientras, el fútbol ha descubierto otro país, Finlandia, un digno debutante.
El Periódico.- El grupo C de la Eurocopa ya ha terminado. Se conocía que Países Bajos sería primero y que Macedonia del Norte estaba eliminada. Ucrania y Austria peleaban por el segundo puesto, aunque la perdedora conservaría opciones de clasificación como tercera.
Holanda goleó en su casa de Amsterdam a Macedonia, con un gol de Memphis Depay, el flamente fichaje azulgrana, que abrió el marcador, y dos de Georginio Wijnaldum, no menos flamante fichaje del Paris Saint Germain, y a quien también pretendía el Barça. Austria superaba al mismo tiempo a Ucrania en Bucarest gracias a un solitario tanto de Baumgartner al rematar un córner (m. 21). Austria, segunda, se enfrentará el sábado (21 h.) a Italia en la catedral de Wembley (Londres). Holanda se enfrentará a un tercero de los grupos D, E (España, por ejemplo) o F.
Macedonia del Norte y Países Bajos disputaban un partido intrascendente. Del tono amistoso dio fe la camiseta que los naranjas regalaron a Goran Pandev, el capitán macedonio, por su 122ª internacionalidad en el partido de despedida con su selección. Cumplidos los 37 años, el otro gran veterano del torneo, Maarten Stekelenburg (38) iba a impedirle el segundo regalo en forma de victoria. O de empate. El homenaje a Pandev lo completaron sus compañeros formando un pasillo de despedida al ser sustituido.
Frank de Boer podría haber cambiado a medio equipo, pero presentó el once titular para que cuaje con ese esquema táctico tan discutido y que parece ya tan apropiado con dos laterales que parecen aviones (sobre todo Dumfries), dos puntas tan dinámicos (Depay esta vez acompañado por Malen) y un mediocentro como Wijnaldum al que le sobran piernas para montar una jugada de ataque y llegar al área rival para rematarla. Metió dos el centrocampista solo por seguir un par de las infinitas acciones ofensivas que organizó el equipo, que fue consolidando su superioridad futbolística a medida que pasaban los minutos.
Luego, con el partido resuelto, De Boer agotó las sustituciones hasta el punto de promover el debut de Cody Gapko, de 22 años, jugador del PSV Eindhoven.
Andriy Shevchenko solo hizo tres en Ucrania, insuficientes para cambiar la triste cara de su equipo, que no mostró ni un síntoma de reacción tras el gol de Baumgartner. Nunca puso en peligro el triunfo de Austria, mucho más determinada, mucho más enérgica, mucho más ambiciosa en su voluntad de continuar en el torneo. El once centroeuropeo no especuló con el tanto de la victoria y trató de apuntarla con sucesivas acciones de ataque al ver que sus rivales eran inofensivos.
Tony Cittadino (Mallorca).- Luis Manuel Fernández fue uno de los periodistas deportivos más queridos y admirados de la década de los 90 en Venezuela. Su vertiginoso, pero corto paso por los medios de comunicación, le sirvió de tribuna para compartir su talento y ser la inspiración de una generación que lo vio como un ejemplo.
En este trabajo, conversamos con algunos de sus compañeros en los medios y con su familia, para recordar su exitosa carrera. Luis Manuel se graduó como periodista en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en 1989 y el primero en darle la oportunidad en los medios fue el comentarista deportivo Reyes Álamo.
Luis Manuel comenzó trabajando en el programa de radio Deportes en Acción en Radio 1300 AM junto a Álamo y luego compartió pantalla en la Televisión Nacional (Canal 5) y Venezolana de Televisión (VTV). “Me ayudó bastante, porque me hacía el beisbol y otros deportes y así me descargué un poco. Se me abrió el cielo, porque nadie quería hacer el programa diario porque tenían que pararse temprano”, explicó Álamo.
Allí realizó el noticiero, narraba el fútbol italiano y tuvo una actuación destacada en el Mundial Italia 90. En la Copa del Mundo, compartió con el destacado comentarista Sergio Biferi, tanto en las narraciones de los encuentros, como en los resúmenes diarios que se realizaban en la noche. Ambos recibieron un espaldarazo del presidente del canal, al darles el espacio nocturno del Mundial.
“Les voy a decir algo, muchachos, Reyes Álamo, Tury Agüero y Pedro Zarraga, no necesitan más pantalla. Yo quiero que a partir de esta noche, el resumen del Mundial lo hagan ustedes dos. Para nosotros fue una alegría enorme, pero estábamos con el temor de cómo reaccionarían nuestros compañeros”, recordó Biferi.
Su consagración en Venevisión
El gran momento de Luis Manuel llegó al ser contratado por Venevisión en el año 1994. Una cara fresca y con mucho conocimiento, sirvió para dar un vuelco en la presentación de noticias deportivas en nuestro país. Marcó un estilo y con él, el camino al éxito.
El experimentado periodista Unai Amenabar fue su profesor en la UCAB y recordó los inicios de Luis Manuel en el canal 4 como exitosos, pues tenía el dominio del deporte y de la cámara. “Cuando iba al aire, él llevaba unos papeles con unos tips y, aunque le pasaran el prompter arrancaba a hablar y no tenía nada que ver con lo que decía el guión. Tenía una capacidad de improvisación bárbara”.
Por su parte, el brillante narrador deportivo Fernando Arreaza, catalogó su paso por Venevisión como fulgurante. “Por lo general, darse a conocer en este medio lleva un proceso que es difícil adelantar, pero él con su carisma, lo adelantó. Se dio a conocer en tiempo récord y con el segmento deportivo del Noticiero Venevisión, penetró en todas las casas de Venezuela e inmediatamente se hizo querer”.
Hebe Torres, viuda de Luis Manuel, destacó la pasión y entrega que le imprimía el periodista a su trabajo. “Tenía una vida súper agitada. Llegaba de la radio, hacía ejercicios y se iba al Noticiero. Luego, regresaba a la casa, almorzaba, se recostaba una hora y volvía a hacer ejercicios. Salíamos a dar una vuelta, luego cenaba y sentaba a leer los periódicos. Leía de todo, no sólo deportes. Se iba al Noticiero, regresaba a las 12:00 o 1:00 de la madrugada, se volvía a parar para estar en la radio a las 6:00 de la mañana y así era su vida”.
El Mundial Estados Unidos 1994
El éxito de Luis Manuel no sólo se vio reflejado en el Noticiero. Su talento explotó con más contundencia en su primer gran evento deportivo: el Mundial de Estados Unidos 94.
Arreaza no tiene dudas en asegurar que el mejor momento de la carrera de Luis Manuel fue ésa Copa del Mundo. “Fue un momento estelar, un momento cumbre. Como narrador de fútbol se puso en un sitial muy especial”, reflexionó.
El otrora director de transmisiones de Venevisión, Gustavo Marrero, coincidió con Arreaza, pues además fue parte del equipo de transmisiones que cubrió la Copa del Mundo en Estados Unidos. Para él, la narración del gol de Jürgen Klismann de Alemania ante Corea del Sur fue muy especial. Incluso considera que fue la mejor narración de su carrera.
“Esa narración fue épica. Estábamos en el estadio con Venevisión y tener la emoción de escuchar a Luis a un lado y ver esa imagen del gol en vivo…Fue la mejor, por todas las cosas que tuvo”.
La versatilidad en las olimpiadas Atlanta 96
Además de establecerse cómo uno de los mejores narradores del béisbol y el fútbol, Luis Manuel mostró toda su versatilidad en los Juegos Olímpicos Atlanta 96, al que asistió ya estando quebrantado de salud.
Marrero recalcó que los Juegos Olímpicos marcaron un antes y un después en la carrera del periodista de la UCAB. “Las olimpiadas lo consagraron. Al recordar la narración del nadador Francisco Sánchez se me paran los pelos. Luis transmitió la emoción a cada venezolano como la sentía él en ése momento. En olimpiadas es dónde ves la versatilidad de la gente, porque hay demasiados deportes. Hablaba de judo, como hablaba de beisbol o de esgrima igual que baloncesto”.
La periodista Dynalba Salas también compartió el estudio del Noticiero con Luis y ratificó el extenso conocimiento deportivo que tenía su compañero. “Transmitía exactamente lo que era, porque era un tipo al que le gustaba el deporte. No era un narrador deportivo de fútbol o de beisbol, a él le gustaba el deporte y él vivía por el deporte”.
Su época en Radio Deporte
Otra de las brillantes facetas de Luis Manuel, fue trabajar en la radio. Allí expandió su conocimiento y llegaron reconocimientos como el Premio Nacional de Periodismo y el Meridiano de Oro.
En Radio Deporte 1590 AM tuvo un programa llamado En Primera Fila, en el que tuvo como productora a la periodista Carlota Fuenmayor. La profesora de la UCAB lo recuerda como uno de sus grandes maestros del periodismo y un gran amigo de la familia.
Fuenmayor tuvo la oportunidad de ser profesora de radio de Luis Samuel Fernández, hijo de Luis Manuel, quien había sido el paje de su boda y a quien le entregó un valioso maletín que el periodista le había encomendado a ella días antes de fallecer.
“Uno cree que los niños no crecen, que siempre van a ser chiquitos. Cuando lo vi en el salón, lo abrazaba y le daba besos. No lo podía creer. Fue increíble que la vida me diera la oportunidad de enseñarle a hacer radio, como su padre me enseñó en su momento”.
Luis Samuel no ocultó su emoción y su asombro por poder contar con material tan valioso de su padre. “Lo abrí al llegar a la casa y había de todo. Tenía todas las tarjetas de todas las cosas que hacía. Tenía documentos, bolígrafos y credenciales. Es increíble. Son recuerdos que nos faltaban de él”.
A un paso del Mundial Francia 98
El tiempo pasó y con él, la enfermedad, que le impidió estar en el Mundial Francia 98. Sin embargo, Luis Manuel realizó una impecable cobertura del sorteo de la Copa del Mundo, su último gran evento deportivo.
Torres recordó que el periodista no se recuperó completamente de la última operación del estómago, pero que lo impulsó a cubrir el evento en Francia, no sólo porque era su pasión, sino porque él se sentiría muy mal anímicamente si no asistía al sorteo. “Igual todo el mundo lo vio en televisión. Nunca se quejó. Se fue porque lo obligué a ir, porque no quería ir”, recordó.
Para ese entonces, Biferi seguía trabajando en VTV y recordó una anécdota en las afueras del estadio Velódromo de Marsella que le impresionó en su momento, porque Luis Manuel tenía apenas 11 días de haber sido operado. “Le dije ‘tú estás loco, cómo estás aquí después de 11 días’. El frío era de menos dos grados en Marsella y me dijo que se sentía bien, recordando además que el médico lo autorizó y Venevisión le brindó su respaldo”.
En tanto, Marrero reiteró que si Luis Manuel asistía a esa Copa del Mundo, sería posiblemente el evento que marcaría su entrada a una gran cadena internacional y, por ende, su salida de la pantalla venezolana. “Eso era inevitable. Se lo iban a llevar”.
Arreaza recordó Luis Manuel quería estar presente en todas las pautas deportivas del canal, porque quizás sentía que no podría vencer la enfermedad. “En el fondo, sabía que el tiempo jugaba en su contra y vivía apurado, vivía intenso, vivía un paso adelante. No quería dejar de hacer ninguna transmisión y cuando Héctor Cordido no lo pautaba, se ponía bravo y se peleaba con él en buenos términos.
Su muerte conmocionó al país
Su muerte, el 24 de marzo de 1998, estremeció al país. Con apenas 30 años, se marchaba en medio de gran una conmoción que llevó, incluso, el reconocimiento del para entonces presidente de la República, Rafael Caldera, quien asistió al velorio en Caracas.
La transcendencia de su fallecimiento fue tal, que Amenabar aseguró que ha sido la noticia más dura y dolorosa que le ha tocado transmitir en su carrera. “Dynalba no pudo seguir hablando y el resto de la nota la terminé leyendo con cara de póker, porque era así. Fue de los momentos más duros, porque era un excelente compañero de trabajo y un tipo muy afectuoso y alegre”.
Arreaza recibió la noticia en los campos de entrenamiento de los Filis de Filadelfia y estaba acompañado del para entonces dueño de los Leones del Caracas, Oscar Prieto Párraga, el lanzador Omar Daal y el jardinero derecho, Bob Abreu. “No sabía que el final era inminente. Uno no lo podía creer”.
Una de las últimas personas en verlo con vida fue Marrero, quien asistió a su casa en Montalbán y rememoró el momento entre lágrimas. “Fui y estaba en su cama, acostado. No le dije nada, le di un beso en la frente y me miró. Nos despedimos y le dije que lo quería mucho. Cuando estoy abajo del edificio, me llama el cuñado y me dijo que Luis había muerto. Me dijo que estaba esperando que viniera, para irse”.
Marcó a una generación
Luis Manuel fue un periodista por encima del promedio y quién además supo nutrirse de los más experimentados colegas. Su versatilidad, profesionalismo y carisma, le permitieron ganarse un lugar entre los grandes.
“Era simpático, era espontáneo, era agradable y estudiaba, que es el problema que tienen muchos jóvenes hoy. Qué diferente es la televisión de hoy en día, a la que hacíamos nosotros”, comentó Álamo.
Salas añadió que estaba por encima del promedio, porque era un hombre por encima del promedio y fue una referencia. “Creo que para ser un profesional de altísima calidad, tienes que tener alma. Fabricó o perfeccionó un molde, que aunque incorpores tu estilo particular, hay como unas líneas a seguir”.
Biferi también dio elogios a su ex compañero, a quién siempre recuerda con sentimiento. “Era un periodista muy preparado en varias disciplinas, quizás en muchas. En nuestra generación, estaba un escalón por encima, lo reconozco de todo corazón”.
Su hijo, Luis Samuel, agradeció el aprecio que le han demostrado a su padre, a pesar de tener más de 20 años de fallecido. “He visto todos los videos en Youtube y me parece increíble que las personas lo quieran tanto y que lo recuerden con tanto cariño”.
El legado de Luis Manuel es incalculable. Aunque han pasado los años, sus relatos en los deportes recuerdan una época maravillosa en nuestro país y allanó el camino para que muchos siguiéramos su ejemplo. En nuestro caso, realizar la sección de deportes de Venevisión fue un sueño que llevamos adelante con pasión y respeto.
Ahora le toca a las nuevas generaciones, conocer y aprender de Luis Manuel Fernández, un periodista fuera de serie.
Tony Cittadino (Mallorca).- Italia terminó la fase de grupos de la Eurocopa 2020 con pleno de victorias, al vencer a Gales un gol por cero en el estadio Olímpico de Roma. Matteo Pessina anotó el tanto del triunfo, que le permitió extender la racha a 30 juegos sin perder y 11 triunfos consecutivos, con 32 goles a favor y ninguno en contra.
La victoria le permitió además al director técnico Roberto Mancini igualar la marca de juegos sin perder del bicampeón mundial Vittorio Pozzo, quien sumó 30 choques entre 1935 y 1939. Además de acuerdo a MrChip, logró su cuarto pleno en la fase de grupos de un gran torneo de selecciones absolutas. También ganó sus tres partidos en las Copas del Mundo de 1978 y 1990 y en la Eurocopa de 2000.
Para este encuentro, Mancini realizó siete cambios en el once inicial, con respecto a los juegos ante Turquía y Suiza. Salieron al campo los laterales Rafael Toloi y Emerson, además de los mediocampistas Pessina y Marco Verratti y el tridente de ataque conformado por Federico Chiesa, Andrea Belotti y Federico Bernardeschi.
La Nazionale dominó todo el primer tiempo, pero sin conseguir los espacios necesarios para crear peligro ante un Gales bien parados en su campo. Emerson lo intentó al minuto 15 con un disparo de media distancia, pero el portero Danny Ward detuvo sin problemas.
— Nazionale Italiana ⭐️⭐️⭐️⭐️ (@Vivo_Azzurro) June 20, 2021
Italia volvió a generar peligro al minuto 24, pero el remate cruzado de Andrea Belotti se marchó por la línea de fondo. El primer aviso de Gales llegó en la fracción 27, pero Chris Gunter remató de cabeza por encima del arco.
La Azzurra abrió el marcador al minuto 38 en una jugada a balón parado. Verratti ejecutó un tiro libre en corto y el centro le quedó a Pessina, quien remató cruzado al arco para darle la justa ventaja a la oncena local.
La primera parte finalizó sin mayores contratiempos, con una Italia controlando el esférico ante la resistencia del conjunto visitante.
Dominio azzurro
La etapa complementaria comenzó con un cambio para Italia. El defensa Francesco Acerbi entró por Leonardo Bonucci. La selección transalpina por poco aumenta el marcador al 53 a balón parado, pero el tiro libre de Bernardeschi se estrelló en la base del vertical derecho.
Gales se quedó con uno menos al 55, por roja directa a Ethan Ampadu. El defensa entró con fuerza al tobillo izquierdo de Bernardeschi. Al quedarse con uno menos, fueron más precavidos y renunciaron al ataque. Del lado de Italia, terminó de ganar más confianza y a rotar más el balón. Belotti volvió a quedarse cerca de gritar gol al 65, pero el portero Ward paró el balón y se marchó al córner.
✅ 𝑮𝑹𝑼𝑷𝑶 𝑨
Así ha quedado definido el Grupo A de la #EURO2020‼
Gales realizó el primer cambio al 74, al dar ingreso a Harrry Wilson por Daniel James e Italia respondió con Bryan Cristante por Jorginho. Gales estuvo cerca del empate al 75, pero el remate de Gareth Bale se fue por encima del arco.
El último cuarto de hora no deparó mayores emociones. Ahora Italia se medirá en octavos de final el próximo sábado 26 al segundo del grupo C (hasta ahora, Ucrania) en Wembley Stadium, mientras que Gales jugará el mismo día contra el segundo del grupo B (hasta ahora, Rusia) en el Johan Cruyff Arena de Amsterdam.
ESPN.- Bélgica sonrió endemoniadamente ante una Dinamarca que jugó con el corazón. Los Diablos Rojos hicieron la diablura y se impusieron 2-1 con una actuación sublime de Kevin de Bruyne, quien influyó en los dos goles. Pese al esfuerzo de los daneses, el futbol no les alcanzó y les queda una jornada para buscar la clasificación a la siguiente fase de la Eurocopa.
El inicio del partido fue turbulento para los belgas. Un error de Jason Denayer condenó a los suyos de momento, y es que la mala salida del zaguero desembocó en un gol de Yussuf Poulsen con homenaje a Christian Eriksen. El tanto fue el segundo más rápido en la historia de la Eurocopa.
El juego se abrió y Dinamarca tuvo oportunidad de aprovechar los minutos de incertidumbre de los belgas, pero no supieron aprovechar el estado anímico. Cosa curiosa, los belgas nunca habían sido superados con tanta facilidad. Los tomaron por sorpresa, lo único que no sorprendió fue el homenaje a Eriksen al minuto 10. El estadio se llenó de aplausos en su honor.
El primer tiempo pasó con superioridad de los nórdicos, pero poca claridad. Fue para el complemento cuando Bélgica ajustó y Roberto Martínez ingresó a Kevin De Bruyne. El mediocampista no ha estado al cien por ciento después de la final de la UEFA Champions League, pero poco a poco regresa a la acción.
De Bruyne le cambió la cara al juego. Una jugada que inició Romelu Lukaku fue casi coronada por el mediocampista, puesto que con una finta en el área se quitó dos barridas y dejó a otro hombre más en el camino. La cereza fue el pase al centro donde Thorgan Hazard empujó el balón para empatar.
Minutos después, el mismo Lukaku no dio un balón por perdido y tras pelear con fuerza y quitarse dos marcadores, comenzó una jugada donde Eden Hazard dejó para De Bruyne que entró solo al área y de pierna izquierda selló la remontada.
Si bien al final del juego Bélgica reculó y cedió el balón, el gran corazón de los daneses no fue suficiente para el buen futbol que Bélgica recordó en el complemento. Incluso, Martin Braithwaite puso un balón en el travesaño y el empate se ahogó en Copenhague.
Pese a todo, los Diablos Rojos están casi del otro lado en el torneo continental y solo un milagro les quitaría la primera posición. Bélgica se medirá ante Finlandia, mientras que Dinamarca ante Rusia en la última fecha del grupo B.