Tony Cittadino (Madrid).- La llegada de Jackie Robinson a las Grandes Ligas en 1947, cambió la historia del beisbol por completo. Fue la primera ocasión en la que un jugador de raza negra incursionaba en las mayores, rompiendo así las cadenas raciales que impedían que jugadores con talento y de esas características demostraran sus argumentos de juego.
En pleno siglo XXI bien pudiera decirse que valió la pena el esfuerzo que realizó Robinson, quien en sus primeros años debió soportar cualquier cantidad de insultos, humillaciones e improperios. Gracias su coraje es que algunos peloteros negros hoy en día pueden disfrutar del deporte sin mayores problemas y son los que en su mayoría le dan el sabor y la vida a las Grandes Ligas.
El jugador latinoamericano se siente más que representado con este hecho histórico, que por ejemplo, permitió disfrutar sin limitaciones por el racismo de peloteros estelares como César Tovar, Melvin Mora, Miguel Cabrera o Ronald Acuña Jr.; los puertorriqueños Roberto Clemente, Juan Pizarro y Orlando Cepeda; los dominicanos Juan Marichal, Sammy Sosa, Miguel Tejada, Manny Ramírez y David Ortiz o el cubano Tony Oliva.
El mismo caso aplica para los profesionales nacidos en el norte, incluso con un poco más de relevancia. De no ser por Robinson, colegas como Hank Aaron, Willie Mays, Rod Carew o Barry Bonds (con o sin esteroides), podrían haber sido un cero a la izquierda en el infinito mar de jugadores profesionales y quizás desterrados a jugar las Ligas Negras.
Esa gesta no sólo fue una puerta abierta para personas de raza negra en el beisbol, sino que también vino a dar oxígeno a una sociedad marcada por el racismo, que fue marginada de cualquier tipo de derechos.
El pionero
Robinson nació el 31 de octubre de 1919. Fue el nieto de un esclavo y el menor de seis hijos de un trabajador del campo, quien seis meses más tarde de su nacimiento abandonó a la familia. Creció en Pasadena, California, lugar al que su madre se mudó en 1920 para buscar un mejor futuro y donde tuvieron que convivir con la discriminación.
Antes de jugar en las Ligas Negras, se desempeñó como jugador de beisbol colegial y semi profesional. En el Pasadena Junior College se destacó como atleta y en la UCLA tuvo un brillante desempeño en las especialidades de atletismo, baloncesto, fútbol americano y beisbol, convirtiéndose en el primer atleta en la historia de esa institución en conseguir ese logro.
Branch Rickey fue quien lo firmó para los Dodgers de Brooklyn y comenzó devengando un sueldo inicial de 100 dólares mensuales. En su juego de estreno en las Grandes Ligas no conectó de hit, pero consiguió anotar la carrera ganadora. Fue el 15 de abril de 1947, día que fue declarado en 2007 en Estados Unidos como el “Jackie Robinson Day”, en homenaje al insigne pelotero. Su dorsal 42, que fue retirado por todos los clubes en 1997, es llevado ése día por todos los jugadores.
Out tras out, inning tras inning y juego tras juego, debió tragar grueso y mantener en alto la cara, pues los americanos no soportaban que un negro tuviera calidad para correr las bases, gozar de buena defensiva (fue segunda base y en ocasiones cubría otras posiciones en el infiled) y destacada ofensiva, como jugadores blancos de la talla de Ted Williams, Hank Greenberg, Johnny Mize, Joe Dimaggio o Stan Musial.
Robinson fue objeto de epítetos raciales, cartas que contenían odio y amenazas a muerte. Además, los pitchers le lanzaban pegado, teniendo la bola como dirección su cara y piernas. Los catchers escupían en sus zapatos y los fanáticos tiraban gatos negros al terreno de juego. Robinson demostró ser superiores a ellos, a pesar de que se le tildara de “negro arrogante”.
El pelotero se ganó el respeto de todos sus compañeros de equipo y adversarios. Se convirtió en un líder que llevó a los Dodgers a ganar seis campeonatos de la Liga Nacional en diez años y la Serie Mundial en 1955. Además se alzó con el premio de Novato del Año en 1947, luego de llevarse ganar el título de bateo con promedio de .342, con 124 carreras anotadas, y Jugador Más Valioso en 1949.
También participó en seis Juegos de Estrellas (1949, 1950, 1951, 1952, 1953 y 1954) y entre sus marcas más importantes destaca el haberse robado en 19 ocasiones el home plate. En 1956 se retiró y seis años más tarde fue elevado al Salón de la Fama, en Cooperstown. Accedió al templo de los inmortales con el 77,5% de los votos de la Asociación de Cronistas de Beisbol de Estados Unidos.
Pasó por Venezuela
De acuerdo de al libro La Enciclopedia del Beisbol en Venezuela, (escrito por Daniel Gutiérrez, Efraim Álvarez, Daniel Gutiérrez hijo, Caracas 2006), un año antes de que se fundara la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, el empresario Bernardo Vizcaya y los hermanos Luis Alejandro y Luis Jesús Blanco Chataing promovieron, entre el 24 de noviembre y el 23 de diciembre de 1945, la realización de una serie entre las Estrellas Venezolanas y las Estrellas Negras, quienes estaban comandadas por Robinson, Roy Campanella, Marvin Williams, Roy Welmaker y Sam Jethroe, entre otros.
La serie se realizó en el estadio Cerveza Caracas y el Estadio Olímpico de la capital zuliana. Las Estrellas Negras ganaron siete de nueve partidos disputados en la fase eliminatoria. Robinson fue la sensación de la serie al batear para .339, con jonrón, 13 carreras anotadas, cinco empujadas y una base robada.
Tras finalizar el evento, respetando los acuerdos suscritos en el primer Congreso Deportivo, convocado por la Federación Internacional de Beisbol Amateur y celebrado en Panamá en junio del mismo año, todos los peloteros venezolanos que participaron en ella fueron declarados profesionales.
Luego, a principios del mes de marzo de 1947 Robinson volvió al país, pero ahora convertido en grandeliga con los Dodgers de Brooklyn, jugando una serie de exhibición ante los Yanquis de Nueva York.
Robinson murió a los 53 años por diabetes, el 24 de octubre de 1972.
Así jugó Jackie
JJ: 1.382
VB: 4.877
HC: 1.518
CA: 947
CI: 734
BB: 740
K: 291
AVE: .311
Foto: MLB