Opinión: España, el triunfo del grupo y una Eurocopa extra merecida

Tony Cittadino (Madrid).-  Se dice que en los torneos cortos no siempre gana la mejor selección, sino la que esté en mejor forma física y mental. Sin embargo, en la Eurocopa Alemania 2024, España rompió todos los paradigmas adjudicándose un torneo en el que dominó de principio a fin y en el que fue superior al resto.

La selección dirigida por Luis de la Fuente enamoró a todos con su fútbol, a pesar de no contar con un grupo en el que tuvieran algún jugador estelar por encima del resto. Ahí estuvo la clave, en la gestión de una plantilla en la que nadie fue más que nadie y en la que el grupo se cohesionó, priorizando el juego colectivo por encima de las individualidades.

Es cierto que Lamine Yamal, Nico Williams y Rodrigo, jugaron una Euro para la historia. Pero, tampoco es que España tenía una selección estelar, como la de 2012, por ejemplo. Todos eran jugadores competitivos, normales para el promedio. Antes de la competición, nuestro pronóstico era que su tope serían los cuartos de final o, como mucho, la semifinal. Sin embargo, nos quedamos cortos y nos sorprendió, para bien.

El estratega, que también el año pasado ganó la edición 2022-2023 de la Nations League, armó un bloque sólido que dejó atrás el ambiente turbio que había con la gestión de Luis Enrique. En especial, en lo mediático. España jugó un torneo memorable y en ningún partido se vio inferior.

Y pensar que el año pasado era cuestionada la continuidad del director técnico de la Fuente, por aplaudir durante la asamblea de la RFEF en la que el otrora presidente Luis Rubiales decía que no iba a renunciar, por el escándalo del beso a Jenni Hermoso.

Su camino en la competición, le llevó a ganar todos sus partidos y con rivales de peso: Croacia (3-0), Italia (1-0), Albania (1-0), Georgia (4-1), Alemania (2-1), Francia (2-1) e Inglaterra (2-1), en la final.

La dupla lograda por Lamine y Nico, quedará para la historia y apenas comienza. Jugadores jóvenes, atrevidos, con una madurez y mentalidad ganadora, pocas veces vista a su edad, en especial por Lamine, que el sábado cumplió apenas 17 años. Pero, insistimos, deben llevarlo con calma y responsabilidad, para que no sea otro caso como Ansu Fati, que era llamado a ser el heredero de Lionel Messi en el Barcelona.

Otra sorpresa fue Marc Cucurella como lateral izquierdo, una elección que invitaba a no tener mayores expectativas. Con todo respeto, España tuvo mejores en su posición, pero definitivamente el torneo que disputó fue sobresaliente: parecía un Roberto Carlos, Cafú o Maldini.

España fue creciendo a lo largo de la Euro y en la segunda ronda, tuvo que quitarse del medio a selecciones poderosas como Alemania y Francia. Sin embargo, el nivel de oncenas como la italiana, la alemana, la francesa o la inglesa, llevaban a pensar si el dominio de la Roja era tal o en realidad el de estas históricas oncenas estuvo por debajo de lo esperado.

Pensamos que fue un mix de todo, sin quitar mérito a España. Esta Eurocopa no se recordará por el gran espectáculo, porque el desempeño de las grandes selecciones fue muy pobre y los autogoles opacaron a los goleadores (de hecho, Dami Olmo fue el máximo anotador con apenas tres tantos). Salvo Alemania, que como sede tuvo una fase de grupos aceptable, el resto decepcionó por completo.

Lo mejor de todo, fue el éxito de una selección que volvió a despertar el interés colectivo en una España en la que muchos ven de reojo usar la bandera o apoyar la selección. Seguramente, algunos de ellos hoy no les quedará más remedio que aplaudir y celebrar. Son los mismos que, por el pasado de la dictadura franquista, tildan de “facha” a cualquier intento de levantar la mano por lo propio. Un calificativo, que, por cierto, se usa en estos días muy a la ligera para desacreditar, por lo general y en su mayoría, a todo lo que no tenga que ver con la izquierda. Pero, eso ya es otro tema.

También celebramos el éxito de un jugador como Álvaro Morata. El capitán de esta España puede que no sea un delantero explosivo y con un carácter intimidante, pero hace el trabajo. Es bonachón y de familia. Quizás por eso se ha llevado una lluvia de críticas e insultos, pero ahí sigue de pie.

Incluso, a la calladita, es el cuarto máximo anotador español de la historia con 36 tantos y el tercero de todos los tiempos en el torneo con 7 dianas, igualado con Alan Shearer y Antoine Griezman y por detrás de Michel Platiní (9) y Cristiano Ronaldo (14).

España ahora puede sacar pecho, al decir que es, en solitario, el tetracampeón de Europa. Han ganado tres de las últimas cinco ediciones de la Euro e invita a pensar que este ciclo puede ser aún más exitoso. En el horizonte, están la Nations League 2024-2025, la Finalissima 2025 (vs Argentina) y el Mundial 2026.

Felicidades y a disfrutar de un triunfo merecidísimo.

Foto: Prensa UEFA / Getty Images

Euro 2024: España e Italia se miden con la mira puesta en los octavos de final

Tony Cittadino (Madrid).- España e Italia se medirán esta noche en el Arena AufSchalke de Gelsenkirchen, con el objetivo de buscar una victoria que les clasifique a los octavos de final de la Eurocopa Alemania 2024.

Ambas selecciones ganaron en el debut y están al frente del grupo B con tres puntos, beneficiados, además, del empate a dos goles de este miércoles entre Croacia y Albania. Un resultado que les permitirá llegar a la última fecha con el futuro en sus manos, si bien españoles e italianos buscarán los tres puntos que les permita avanzar matemáticamente a la siguiente ronda.

Viven una actualidad similar, con proyectos de jóvenes que buscan conseguir una identidad. Sin embargo, en este aspecto, los españoles tienen ventaja porque Luis de la Fuente está al frente de la selección desde diciembre de 2022 y tiene una idea de juego más clara, que, además, le llevó a ganar la última edición de la Nations League ante Croacia.

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La Roja tuvo un debut por todo lo alto, al golear, precisamente, a los croatas tres por cero en el primer tiempo el pasado sábado en Berlín. Los tantos de los ibéricos fueron de Álvaro Morata (29′), Fabián Ruiz (32′) y Dani Carvajal (45’+2). España necesitó sólo un tiempo para amarrar un triunfo cómodo.

“Italia es una gran competidora en todas las competiciones internacionales. El España-Italia es un partido clásico, podría ser fácilmente la final. Tienen grandes jugadores, un gran entrenador y una auténtica cultura futbolística. Es una de las grandes selecciones nacionales. Estoy seguro que será un gran espectáculo y un gran encuentro. Será una contienda digna de esta competición. Haremos todo lo posible por ganarla”, dijo de la Fuente en declaraciones a la UEFA.

Por su parte, el ciclo de Luciano Spalletti tiene menos tiempo de trabajo. El director técnico llegó en agosto pasado, tras quedar campeón con el Napoli en la Serie A.

La Azzurra sólo ha perdido un partido de los últimos 11 disputados, con saldo de siete victorias, tres empates y una derrota. Pero, falta juego y convicción. Juega un tiempo y otro no.

Los actuales campeones europeos comenzaron la defensa de la corona con una victoria ante Albania, que llevó susto incluido. Tuvieron que remontar el gol más rápido en la historia del torneo, anotado por Nedim Bajrami, quien sorprendió a la defensa por un error en un saque de banda de Federico Dimarco.

Los jugadores del Inter, Alessandro Bastoni (11’) y Nicolò Barella (16’) le dieron vuelta al marcador y, aunque tuvieron tres oportunidades claras más adelante, no pudieron aumentar la ventaja ante una Albania que se dedicó a encerrarse atrás y a atacar en los últimos minutos. Al juego le sobraron 70 minutos.

Es posible que para este encuentro, Spalletti repita con el esquema 4-2-3-1. Riccardo Calafiori debería volver a ser defensa central, tras su formidable debut del sábado.

El defensa del Bologna, pretendido por la Juventus, se convirtió en el segundo defensor más joven en debutar en una Euro, con 22 años y 27 días. El primer lugar es para el mítico Paolo Maldini (19 años, 350 días), quien lo hizo el 10 de junio de 1988 ante Alemania.

“Cuando disputas una Euro, todos los partidos son finales, todos los partidos son únicos, todos los partidos son algo para recordar. Queremos hacer el mismo fútbol que hicimos contra Albania y medirnos a uno de los rivales más fuertes de Europa. Estoy seguro que si les dejamos tener el control del balón, acabará mal para nosotros. Así que tendremos que tomar la iniciativa y ver si lo conseguimos contra un rival tan fuerte”, dijo Spalletti en declaraciones a la UEFA.

Rica historia

Este será el choque 41 de la historia, contando amistosos y todas las competiciones. La serie de por vida favorece a España con balance de 13 victorias, por 11 de Italia y 11 empates. La Azzurra ha anotado 46 goles y la Roja uno menos.

Además, será el quinto duelo consecutivo en el torneo europeo, luego de las ediciones de 2008, 2012, 2016 y 2020. Italia salió con la mejor parte en el último enfrentamiento. Empataron a un tanto en 120 minutos, tras las dianas de Federico Chiesa (60’) y Álvaro Morata (80’), y se impusieron en penales 4-2, con el gol decisivo de Jorginho.

La oncena de Roberto Mancini se enfrentó a Inglaterra en la final y se llevó el título, en una dramática definición en penales. Así lograron su segunda Eurocopa, tras alzarla en 1968.

Sin embargo, España también tiene buenos recuerdos y se remonta a la Euro 2012. En la fase de grupos empataron a un gol, pero en la final en Kiev, los dirigidos por Vicente Del Bosque, lograron un triunfo histórico de 4-0 ante los italianos, con goles de David Silva (14′), Jordi Alba (41′), Fernando Torres (84′) y Juan Mata (88′).

De esta forma, la Roja ganó su tercera Euro y alcanzó un triplete histórico, al sumar Euro, Mundial y Euro.

Esta noche se escribirá otro capítulo en esta rica rivalidad europea y que, seguro, regalará emociones hasta el último minuto.

Alineaciones probables 

España: Unai Simón; Carvajal, Le Normand, Nacho, Cucurella; Fabián Ruiz, Rodri, Pedri; Lamine Yamal, Morata, Nico Williams. DT: Luis de la Fuente.

Italia: Donnarumma; Di Lorenzo, Bastoni, Calafiori, Dimarco; Jorginho, Barella; Frattesi, Pellegrini, Chiesa; Scamacca. DT: Luciano Spalletti.

Copa del Rey: Atlético de Madrid doblegó al Real Madrid en la prórroga y avanzó a cuartos de final

ESPN.- Atlético de Madrid se quedó con un épico derbi ante Real Madrid, definido una vez más en el alargue (4-2), y avanzó a los cuartos de final de la Copa del Rey.

Como la semana pasada en Arabia Saudita, por la semifinal de la Supercopa, ganada por el Merengue, el clásico de la capital se definió en la prórroga. En esta ocasión, el cotejo fue menos espectacular, aunque sí sobresalió por lo emotivo y lo ajustado, con el Colchonero banco los embates del visitante en el Estadio Metropolitano y llevándose una luchada victoria.

El primer tiempo, parejo, dejó las chances más claras para el Real, que estuvo a punto de adelantarse mediante un remate de Jude Bellingham, rechazado por el travesaño, y una doble ocasión salvada por una espectacular reacción de Jan Oblak, ante Josema Giménez y Vinicius Jr.

Los pupilos del Cholo Simeone, que se repartían la posesión con los de Carlo Ancelotti, apenas habían inquietado a Andriy Lunin con un cabezazo de Rodrigo De Paul, hasta que Samuel Lino apareció por atrás de todo y rompió la paridad en el Metropolitano.

Griezmann se combinó con De Paul, que le envió a un centro a Saúl, antes anticipado por Rüdiger. No obstante, el cabezazo del defensor alemán desacomodó a Carvajal y le permitió al brasileño, mano a mano con Lunin, empujar el balón al arco y decretar el 1 a 0 (39′).

En los siguientes instantes, el derbi se calentó, e incluso Vini fue amonestado por protestar, y cuando parecía que el resultado no se iba a mover antes del descanso, Oblak, antes héroe, se convirtió en villano del anfitrión, al salir muy mal a cortar un tiro libre de Luka Modric y, en contra, igualar el intenso clásico (45+1′).

Y así como los errores habían marcado los goles de la etapa inicial, Lunin hizo de las suyas en el complemento, dejándole servido un bizarro gol a un exmadridista que le convirtió en más de una ocasión a la Casa Blanca: Álvaro Morata. Una carambola derivó en una mala salida del ucraniano, que le dejó al delantero el 2 a 1 (57′).

Más goles

Con la (nueva) desventaja en el marcador, el Merengue fue a buscar la igualdad, y en gran parte Lunin lo sostuvo en partido, a partir de un par de atajadas sensaciones, con su equipo mandado al ataque. Y después de que nuevos bloopers también evitaran goles en ambos arcos, el recién ingresado Joselu Mato coronó una gran jugada colectiva, tras un preciso centro de Bellingham (82′).

En este contexto, el Colchonero desperdició una nueva ventaja y tuvo que ir al alargue, como una semana antes, en la semifinal de la Supercopa de España. Y, como informó el periodista y estadígrafo Mister Chip, como pasó en los últimos ¡ocho derbis madrileños a partido único!, empezando en 1992. El panorama, claro, parecía favorecerle al equipo que siempre saca un plus en estos momentos, el Real Madrid.

Pero allí emergió su máximo goleador histórico, Antoine Griezmann, que mantuvo a raya a Vini y finalizó su gran corrida por la derecha con una espectacular definición ante la tibia salida de Lunin (100′).

Real se volcó una vez más al ataque y tuvo la más clara en un gol de Dani Ceballos -tras otro blooper de Oblak- anulado por un milimétrico offside, pero Atlético terminó golpeando de contra en una contra bien conducida por Memphis Depay y excelentemente definida por Rodrigo Riquelme (119′).

Con este triunfazo, Atlético de Madrid se unió a Sevilla, Athletic Bilbao, Mallorca, Celta de Vigo, Real Sociedad, Girona y Barcelona como los ocho clasificados a los cuartos de final de la Copa del Rey, que serán sorteados este viernes. Y Real Madrid, líder de LaLiga, que perdió tan solo su segundo partido en la temporada, con la curiosidad de que el otro también fue en el Metropolitano ante el Atleti, se quedó sin defender su título en la Copa del Rey.

Foto: Prensa Atlético

España no pasó del empate ante Grecia

España

AS.- No es un partido para subir a la nube —lo de la hemeroteca me da que se ha quedado viejo—, todo lo contrario, es un partido para borrar de inmediato porque la Eurocopa está a la vuelta de la esquina y las penas hay que sacudírselas lo antes posible. España tropezó con Grecia y se complica a las primeras de cambio las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022. En cuatro meses hemos pasado del festival ante Alemania al chasco de Granada. Demasiado vaivén, llega ahora el tiempo para el análisis y el debate. Pero debate exprés. El domingo aguarda Georgia y en Tiflis no hay margen de error.

Resumen del partido

El resultado no acompañó, pero el cuadro va tomando forma. Hace nada, apenas unos meses, el casting de Luis Enrique en su segunda etapa como seleccionador nos dejaba algo descolocados. Veíamos las pinceladas, pero debíamos dar un par de pasos atrás para tratar de entender la pintura en su totalidad. Tres porteros con similar pedigrí (Kepa, De Gea y Unai Simón), examen de centrales para acompañar a Ramos (Pau Torres va por nota…), rotación de batutas (Busquets o Rodri) y baile de jugadores y posiciones de medio campo hacia arriba con el falso nueve (Rodrigo, Aspas o Moreno) como canción de moda.

Pero ahora sí que se ve el cuadro, lo abstracto ya es real. Luis Enrique calcó ayer el equipo que el pasado noviembre sacaba los colores a Alemania en La Cartuja (6-0). No pudo hacerlo al cien por cien por las lesiones de Sergi Roberto y Pau Torres, que fueron sustituidos por Marcos Llorente y Eric García. El resto, los mismos jugadores de aquel recital frente a la Mannschaft que nos permite sacar los codos en las casas de apuestas con vistas a la próxima Eurocopa.

Choques

No se abrió de inicio la puerta a los debutantes, pues los cuatro (Robert Sánchez, Pedro Porro, Pedri y Bryan Gil) asistieron al pitido inicial desde el banquillo. Pero no por eso dejó de haber sorpresa en el once inicial. La vista se nos iba irremediablemente al lateral derecho, con Marcos Llorente y sus siete pulmones junto a la cal. Le falta ser árbitro y portero, todo se andará. Ejercía de lateral, pero su tendencia a subir, justo por el mismo carril que unos metros más arriba ocupaba Ferran Torres, hizo que los ataques de España se vencieran hacia ese lado derecho más que al izquierdo, donde Gayà y Olmo formaban pareja de baile.

Grecia defendía en bloque. Oscilaba de izquierda a derecha con Bakasetas como eje central. En principio, el jugador del Trabzonspor debía ser el faro ofensivo escoltado por Masouras y Limnios. John van’t Schip confesaba en la previa que era consciente de que el rival llevaría la iniciativa, aunque que de por sí no iba a renunciar al balón. Pero la cara de póquer le delataba. Frente a España uno sabe, sí o sí, que la pelota no es negociable. Es cierto que esta Grecia no es la del puño cerrado de Rehhagel, aquella que sorprendió a Europa con el título continental en 2004, pero por mucho aperturismo que se proclame le cuesta llevar la iniciativa.

Así que a la selección helena no le quedaba otra que aguantar el asedio de España. Koke protagonizó la primera ocasión de peligro con un doble remate en el minuto 13. La Roja se armaba de paciencia, con Ramos y Eric García iniciando cada uno de los ataques, en ocasiones un plan de vuelo demasiado previsible. España tocaba y tocaba, Grecia aguardaba y al partido era imposible hincarle el diente. Tenía más nervio que un filete de cinco pesetas, que diría nuestro compañero José Antonio Espina. El juego se embarulló a medida que avanzaban los minutos.

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Un par de choques aéreos, como el de Papadopoulos con Morata, balones perdidos, encontronazos como el de Rodri con Bakasetas… en definitiva, una serie de imprecisiones que ralentizaron el ritmo del partido, algo que jugaba descaradamente en nuestra contra. Y estábamos tan narcotizados que de repente, un derechazo de Dani Olmo al larguero casi nos hizo caer de la silla. Fue tal el despertar que sólo un minuto después llegó el segundo dardo, este sí con el gol como premio. Koke recibió en tres cuartos, levantó la cabeza y sirvió un pase gourmet a Morata, que controló el balón con el pecho y remató con la zurda ante un impotente Vlachodimos. A lo Cristiano, vamos, es lo que tiene entrenar y jugar junto al rey del remate.

Control inerte

El gol, eso sí, no alteró ni un ápice la estrategia helena. El equipo siguió anclado atrás, lo que dibujaba un escandaloso reparto en la posesión de balón: 80% para España y 20% para Grecia. Así se llegó al descanso y así se volvió de él. No había novedad en el juego aunque sí en las alineaciones con Siopis y Tzolis al campo en sustitución de Limnios y Mantalos, mientras que en La Roja Ramos cedía su lugar a Íñigo Martínez. Descanso para el de Camas (su cuerpo lo necesita), que suma un partido más al zurrón de internacionalidades: 179, a sólo cinco del récord mundial del egipcio Ahmed Hassan.

Y el central del Athletic no pudo tener peor estreno en el partido pues en el minuto 55 cometió penalti. En las eliminatorias no hay VAR, así que el veredicto del italiano Marco Guida no tuvo vuelta atrás. Debate, lógicamente, sí hubo, porque el central de Ondárroa despeja el balón y en su inercia golpea con los tacos sobre la pierna de Masouras. En mi opinión, Íñigo quizá mantiene en exceso su pierna arriba. No sé. Una falta que podríamos bautizar ya como a lo Modric (similar a la que le señalaron al croata el pasado fin de semana en Balaídos), pero penalti al fin y al cabo, transformado sin contemplaciones por Bakasetas.

Había que cambiar de aire, encontrar una marcha más en un juego demasiado monótono de la Selección. Luis Enrique apostó fuerte, con los versos sueltos de Pedri y Bryan Gil en sustitución de Olmo y Canales. Y poco después con Thiago y Oyarzabal en lugar de Koke y Ferran Torres. Pero el muro griego no cedió. Sólo alguna incursión por la izquierda de Gil amagó con crear una ocasión clara de gol. Pero esa no llegó. Lo único que llegó fue el pitido final de un partido que nos deja en fuera de juego. ¿Cómo se puede jugar tan bien ante Alemania y tan mal ante Grecia?

Foto: EFE

Morata llegó cedido a la Juventus

Marca.- Álvaro Morata jugará cedido esta temporada en la Juventus. El delantero, propiedad del Atlético, abandona la entidad rojiblanca para regresar al que fue su club de 2014 a 2016. Allí coincidió con Andrea Pirlo, nuevo técnico de los de Turín y una de las figuras fundamentales para que esta cesión haya acabado por hacerse oficial.

El que fuera mediocentro ha convencido al madrileño para su regreso a la Serie A. El punta, desde el primer momento en el que supo del interés de la Juve, mostró su predisposición a salir de la entidad del Metropolitano pese a que apenas ha cumplido una temporada y media desde que llegó en el mercado de enero de 2019.

Su relación con Simeone, que no es la mejor, ha sido clave también para que Morata contemplara de buen grado la opción de fichar por su ex club. Su pérdida de protagonismo en los últimos meses provocó algún roce entre el técnico y el punta. Tensiones que, lógicamente, han influido a la hora de que el todavía 9 rojiblanca acabe jugando en la Juventus.

Morata se va del Atlético cedido tras jugar 61 partidos en los que ha firmado 22 goles y ha dado cuatro asistencias. Números que le convirtieron en el máximo goleador rojiblanco la última temporada (llegó a 16, 12 en LaLiga), pero que fueron insuficientes para acabar el curso de titular indiscutible.

Algo que ya provocó su salida del Real Madrid en su segunda etapa (no quiso vivir a la sombra de Benzema y se marchó al Chelsea tras ser clave en la Unidad B que permitió a los de Zidane ganar Champions y Liga) y que provocará la segunda etapa de Morata en una Juventus que ya intentó antes sin éxito recuperar al internacional español. Ahora, y tras rechazar el Atlético los 50 kilos que ofrecieron, se confirma gracias a una cesión.

Con este cambio Morata vuelve a protagonizar un mercado como ya hizo en 2014 (de Madrid a la Juventus), 2016 (de la Juventus al Madrid), 2017 (del Madrid al Chelsea), 2018 (del Chelsea al Atlético)… Un nuevo movimiento con el 9 como protagonista.

Así son las condiciones de la cesión

El conjunto italiano pagará 10 millones de euros por la cesión y se guarda una opción de compra de 45 millones de euros que podrían ser pagados durante los siguientes tras años.

Además, la Juventus tiene la opción de ampliar la cesión por una temporada más, durante la 2021 – 2022, abonando otros diez millones de euros y en caso de que así ocurriera, los turineses podrían hacerse con los servicios del jugando en junio de 2022 previo pago de 35 millones de euros a pagar en los tres años siguientes.

Foto: Juventus FC