Rafael Vidal, el pionero de la natación en los Juegos Olímpicos  

Tony Cittadino (Mallorca).- Quince años han pasado desde que el medallista olímpico Rafael Vidal, falleció en un accidente de tránsito en el municipio El Hatillo, tras ser impactado en un choque por el conductor Roberto Detto. Vidal, de 41 años para entonces, ha sido el único medallista olímpico en natación que ha tenido el país, luego de lograr el tercer lugar en los 200 metros en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.

Nació el 6 de enero de 1964 en Caracas y fue el primero de dos hijos. Tuvo una hermana, Ana Carolina. A los 7 años ya estaba en las piscinas del colegio Santiago de León de Caracas y a los 14 años ya era integrante de la selección nacional, siendo el preludio de una exitosa carrera tanto dentro como fuera del país. Entre sus entrenadores destacan Andrés Alvarado y Alfonso Victoria.

Su madre, Marina de Vidal, que fue asesinada a los 79 años en su casa de El Hatillo en 2017, lo recordó en el programa Biografías de Globovisión como un niño curioso, al que le gustaba mucho jugar. “Le gustaba correr, brincar, pero era un niño bastante obediente y le gustaba mucho curiosear. Aprendió a leer muy rápido, a los 3 años. La primaria la hizo en el colegio Saint George, que era un colegio donde hablaba inglés y español. El bachillerato lo hizo en el Santiago de León de Caracas y luego se fue a Estados Unidos”.

Sus inicios en la natación fueron gracias a ella, quien lo inscribió en las piscinas Francisco de Miranda, que están frente al Parque del Este, hoy llamado Parque Generalísimo Francisco de Miranda, en Caracas.

“Lo llevé a la natación porque quedaba cerca de la casa, pues vivía cerca, en Los Palos Grandes. También porque tenía muy mal comer, quería despertarle el apetito”, explicó en el programa Biografías. Lo que inicialmente era un curso por tres meses, se convirtió en su vocación y pasión que lo llevó al deporte élite.

Ya en bachillerato, comenzó la etapa de trabajar con Alfonso Victoria, quien lo manejó ya en la etapa profesional y fue becado en la Universidad de Florida, para estudiar administración de empresas y, luego, una maestría en ingeniería informática.

“Allí ingresó en el equipo de la universidad y durante cinco años fue campeona nacional. Estábamos hablando de que había ocho millones de estudiantes en ese momento en Estados Unidos”, rememoró su madre con emoción.

El ascenso a la gloria

En 1980 participó en el Campeonato Suramericano Abierto de Natación en Buenos Aires, logrando una medalla de oro y una de plata. También colgó dos preseas de oro en el Campeonato Suramericano de Natación de Medellín y, más tarde, se ganó otro par de doradas en el mismo torneo en México.

Además con apenas 14 años, estuvo en los Juegos Olímpicos de Moscú, culminando en la posición 14 en los 200 metros mariposa.

Su éxito no paró y terminó de explotar en los Juegos Bolivarianos de Barquisimeto en 1981, al ganar seis medallas de oro y dos de plata. También participó en los Juegos Centroamericanos de La Habana en 1982, ganando seis metales dorados.

El entrenador Andrés Alvarado lo recordó como un excelente nadador. “Comenzó desde el primer nivel, hasta el quinto nivel. En el último nivel se les hacía a todos una prueba para que mejoraran sus tiempos en mariposa, espalda, pecho y libre, pero él mejoró tres”, dijo en declaraciones a Biografías.

Bajó la dirección de Alvarado, comenzó a mejorar y pulir detalles y a participar en torneos estadales, nacionales e internacionales. “Su primer viaje con nosotros fue para Trinidad y Tobago. Luego estuvimos en Cali y Medellín y en el año 1976 nadó por primera vez en un torneo nacional en San Cristóbal y ganó el oro en los 100 metros mariposa, plata en los 400 libre y dos medallas de oro en el relevo”.

Un año antes de la hazaña olímpica, participó en los Juegos Panamericanos de Caracas en 1983, logrando cuatro medallas de bronce.

Estar en los Juegos Olímpicos de 1984 tuvo un reto adicional, porque le había prometido a su padre, que estaba enfermo de cáncer, traerle la medalla. “Le dije que recordara que los ocho que estarían ahí en los tacos van con la idea de traerse una medalla. Si te la traes, bienvenida. Pero si no, eres nuestro campeón olímpico”, dijo su madre en Biografías.

La jornada histórica que lo inmortalizó fue el 3 de agosto de 1984. Partió desde el carril cinco y logró el tercer lugar en los 200 metros mariposa, con tiempo de 1 minuto, 57 segundos y 51 centésimas, escoltando al australiano Jon Sieben (1:57:40) y al alemán Michael Gross (1:57:04). Fue el quinto venezolano en ganar una medalla olímpica y el único que hasta ahora lo ha hecho en la natación.

Una vez retirado, pasó a ser comentarista deportivo por RCTV y a trabajar en el Instituto Regional de Deportes del estado Miranda. También editó el libro Los Sellos Secretos en 1999, que comenzó a escribir cuando tenía 12 años.

“Rafael descubrió ese interés en el conocimiento y en compartir lo que él podía adquirir, a través de sus estudios y su dedicación. Entendió muy bien que el ser humano va madurando y él no podía seguir siendo nadador toda la vida o dedicarse a ser entrenador de natación. Por ese escribió es el libro y tuvo ese ascenso para esa búsqueda espiritual”, recordó el profesor y mentor de Vidal, Robert Rodríguez, en Biografías.

A pesar del tiempo y de la tragedia de su partida, Vidal seguirá siendo recordando como un gigante de las piscinas venezolanas y el primer medallista criollo de la natación en unos Juegos Olímpicos.

 

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Siete títulos criollos en la historia de la Serie del Caribe

Tony Cittadino (Mallorca).- Navegantes del Magallanes, Leones del Caracas, Águilas del Zulia y Tigres de Aragua, son los equipos venezolanos que han tenido la fortuna de titularse en la Serie del Caribe. Siete títulos que han dejado en alto a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional y que recordamos en este trabajo especial.

Magallanes, (Caracas 1970)

Los Navegantes ganaron la primera Serie del Caribe para Venezuela con el cubano Carlos “Patato” Pascual como estratega. Este torneo se disputó en el estadio Universitario y marcó el inicio de la segunda etapa del clásico, que se jugó con tres equipos, porque no participó el campeón de México.

Los turcos alcanzaron el campeonato en el último y séptimo juego ante los Leones de Ponce. El antesalista Dámaso Blanco abrió el noveno tramo con hit a la izquierda y llegó a la segunda base por error en tiro del jardinero. Avanzó a tercera con sacrificio del pitcher cubano-venezolano Aurelio Monteagudo y anotó la histórica rayita de la victoria con roletazo del “Maestro” Gustavo Gil por los lados del campocorto que se coló a los jardines.

La victoria venezolana no se hubiese podido concretar sin una magistral jugada defensiva de Blanco. En la parte alta del noveno y con hombre en la esquina caliente, se produjo un squeeze play que frustró el antesalista al tomar la bola con la mano limpia y tirar perfecto al plato para reventar al corredor boricua.

Magallanes, (San Juan 1979)

El segundo título para el país también fue cortesía del Magallanes, en una competición en la que jugaron los equipos campeones de República Dominicana, Puerto Rico, México y Venezuela. El elenco criollo estuvo dirigido por el manager-jugador estadounidense Willie Horton, el “Brujo”, así llamado por su manera poco convencional de dirigir pero que casi siempre le daba resultado.

Los eléctricos comenzaron justa disputada en el estadio “Hiram Bithorn” perdiendo ante el club dominicano Águilas del Cibao 1-0 en un duelo de lanzadores entre Allan Wirth y el quisqueyano Nino Espinoza, pero luego ganaron cinco en fila para alzarse con el trofeo.

En el sexto y decisivo choque frente a los Mayos de Navojoa, titular mexicano, un jonrón del jardinero Mitchell Page en la apertura del noveno ante Enrique Romo, con dos en hombres en base, decretó el triunfo por 9-6. El pitcher ganador fue Manuel Sarmiento, quien en total se anotó dos victorias en la Serie.

Caracas, (Hermosillo 1982)

Los Leones asistieron al estadio “Héctor Espino” de Hermosillo como campeones de Venezuela por tercer año consecutivo y se titularon de la mano de Alfonso “Chico” Carrasquel, primer estratega criollo en lograr una corona caribeña.

Los melenudos presentaron un equipo balanceado, con una toletería de poder encabezada por el jardinero Antonio Armas, el desaparecido receptor mirandino Baudilio Díaz y el utility Luis Salazar, refuerzo de los Tiburones de La Guaira, y un cuerpo de pitcheo dominante que les permitió ganar cinco de sus seis desafíos, liderado por el grandeliga larense Luis Leal.

Los serpentineros del equipo nacional implantaron un récord de 25 ceros consecutivos, dejando atrás los 24 logrados por los tiradores del Cienfuegos de Cuba en Panamá 1956.

La única derrota caraquista concluyó con marcador de 7-1, propinada por el conjunto de Ponce en el tercer juego. El sexto duelo lo ganaron 2-1 con soberbia actuación de Leal, tomado como refuerzo de los Cardenales de Lara, y un oportuno cuadrangular de Díaz.

Zulia, (San Juan 1984)

Bajo la tutela del manager mexicano Rubén Amaro, el Zulia logró su primera Serie del Caribe en su primera presentación en el torneo, jugado en el estadio “Hiram Bithorn”. Los rapaces ganaron en fila los cinco primeros cotejos y sólo perdieron el sexto, cuando ya habían asegurado el campeonato.

Su primera victoria fue ante Tigres del Licey (República Dominicana) con pizarra de 4×2, gracias a la actuación de Leonel Carrión (3-3, HR, 2CA, CI) y Jerry White (5-3). La victoria fue para Derek Botelho.

En su segunda aparición Zulia dio cuenta de los Indios de Mayagüez (Puerto Rico) 4×3. Luis Leal, otra vez de refuerzo, lanzó completo y abanicó a 13 rivales. El mejor al bate fue José Leiva (4-1, 2CA, CI).

En el quinto choque doblegaron a Mayagüez por 3-2. Manuel Luna lanzó siete entradas y el cerrador panameño Porfirio Altamirano salvó su tercer juego del certamen. En ese partido los mejores con el bate fueron Leonel Carrión (3-2, CA) y Johnny Paredes (3-3, CI).

El ahora manager de los Indios de Cleveland, Terry Francona, fue clave en el tercer triunfo ante los Cañeros de Los Mochis (México) al conectar de 4-3 y remolcar dos rayitas.

Zulia, (Mazatlán 1989)

Las Águilas fueron a su segunda Serie en México y no defraudaron dirigidos por el estadounidense Pete Mackanin. Comenzaron su ruta triunfal en el estadio “Teodoro Mariscal”, ganando frente a las Águilas de Mexicali por 5-4 en un choque que marcó, para ese momento, récord de duración con 4 horas y 20 minutos.

El duelo se decidió en el octavo tramo con imparable de Norman Carrasco que envió al plato a Gustavo Polidor, dos refuerzos de los Tiburones de La Guaira.

En el segundo cotejo, el elenco venezolano debió disputar 16 entradas para derrotar 3×2 a los Leones del Escogido (República Dominicana). En ese partido se implantaron marcas de innings jugados y de tiempo de duración (5 horas y 14 minutos). Carlos Quintana acabó con el maratón al conectar doble que impulsó desde la primera base al otrora estratega de los Yanquis de Nueva York, Joe Girardi.

El relevista Manuel Sarmiento se adjudicó la victoria. Tres de las victorias zulianas se decidieron en entradas extras, incluyendo la del quinto juego que les dio el título. Polidor fue el héroe al sonar jonrón solitario en el capítulo 13 que sentenció el desafío. Girardi despachó de 6-3 en el choque definitorio del evento.

Caracas, (Maracay-Valencia 2006)

El Caracas, dirigido por el piloto interino Carlos Subero, volvió a la Serie tras 11 años de ausencia. Esta versión del clásico fue la primera que se jugó en dos sedes alternas (Maracay, estadio “José Pérez Colmenares”, y Valencia, “José Bernardo Pérez”) y también la única hasta ahora que vio titularse invicto a un club venezolano.

Los melenudos ganaron su primer juego por paliza a los Venados de Mazatlán (México) con pizarra de 17×1 en el “José Bernardo Pérez”. La victoria se la anotó el zuliano Géremi González y el receptor cumanés Ramón Hernández se convirtió en el primer toletero que bateaba la escalera en la historia del evento, ligando de 6-4 con tres anotadas y cinco impulsadas.

El último y crucial encuentro ante los Tigres del Licey, el campeón dominicano que buscaba ganar para forzar un juego extra, se decidió dramáticamente por 5-4 en el cierre del noveno.

Caracas llegó a ese capítulo perdiendo por dos carreras, pero tras igualar a cuatro y con Álex González en la inicial, el veterano Henry Blanco dio fácil elevado detrás del campocorto Erick Aybar, a quien la bola inexplicablemente le cayó en la cabeza y rodó hasta el jardín izquierdo, permitiendo la anotación de González en medio de la total algarabía.

Aragua, (Mexicali 2009)

El conjunto de Buddy Bailey, que para ése entonces, llegó a Mexicali para representar a Venezuela en la Serie por quinta vez en los últimos seis años, ganó sus primeros cinco choques para alzarse con el trofeo.

En el primer encuentro Aragua derrotó a los dominicanos Tigres del Licey con pizarra de tres carreras por dos, sobresaliendo con el madero Luis Maza, quien se fue de 5-4 con dos dobles y dos impulsadas. El juego lo ganó Ronald Belisario (tomado de los Tiburones) en relevo y el salvado se lo acreditó Francisco Buttó, quien abanicó a los tres bateadores que enfrentó.

Los campeones venezolanos superaron a los Venados de Mazatlán (México) por blanqueo de una por cero en el segundo cotejo, que se decidió en la undécima entrada con jonrón de Héctor Giménez para dejar en el terreno a los locales. Jackson Melián, refuerzo de los Leones del Caracas, y Wilson Ramos, conectaron de 4-2.

En el quinto choque, Aragua volvió a superar a los anfitriones con marcador final de cinco por tres para alcanzar la corona. En la séptima entrada de ese juego decisivo, los Tigres anotaron tres carreras que marcarían la diferencia. Maza, Selwyn Langaigne (Cardenales de Lara) y Raúl Chávez, fueron claves con el bate y Buttó se acreditó su cuarto juego salvado para establecer un nuevo récord de rescates en el torneo.

 

Foto: AFP.

La Serie del Caribe, un torneo que se reinventa para no morir

Tony Cittadino (Mallorca).- La Serie del Caribe es uno de las competiciones más antiguas y de tradición del deporte latinoamericano. Por sus torneos han pasado infinidad de peloteros, managers, directivos y periodistas, que han hecho de este certamen un clásico que, a pesar de los percances, es esperado año tras año a comienzos de febrero.

Si hay dos personas que la conocen casi a fondo son Rubén Mijares y Óscar Prieto Párraga. Ambos fueron entrevistados para un trabajo especial del Diario TalCual en 2010 y aseguraban que las cosas han cambiado para bien. Los motivos van desde la organización del torneo, hasta los lazos que unen a las diferentes ligas del Caribe.

“Luego de una temporada tan larga, la Serie del Caribe siempre ha sido como un premio. Es el postre después de la cena. La época perfecta para reencontrarse con viejos amigos y hacer nuevos. Es una fiesta. Su aporte ha sido de gran significación para la pelota”, dijo Prieto, quien fue, para entonces, asesor deportivo de los Leones del  Caracas y, en su momento, un importante dueño de los melenudos.

Prieto es una de las personas que más puede hablar con conocimiento de causa. Su padre, Óscar Prieto, fue uno de los promotores, junto con Pablo Morales, del clásico caribeño que nació en 1949 con el espíritu de integrar a las naciones beisboleras del área anualmente.

“La Serie del Caribe no es tan mala como la pintan. Fíjate, se está jugando desde 1949 y sigue ahí. A pesar de la pausa que hubo en los años 60, se celebra aún con el mismo formato”, expresó el odontólogo de profesión y agregó: “Mi papá vivía por el beisbol y el mejor ejemplo que podía dar era trabajando. Cuando no se jugó, no descansó hasta que se reanudara. No podía estar tranquilo”.

Mijares fue un reconocido cronista que falleció en 2018 y ocupó diversos cargos en equipos de la LVBP. Para entonces, decía que los directivos y equipos tienen fuera del terreno otra visión de la competición, adaptada además a las nuevas generaciones y a las facilidades que ofrece el siglo XXI.

“La Serie reúne a todos los amigos y directivos de las diferentes ligas y todo transcurre en un clima bastante agradable. Ya no es como antes, cuando los clubes iban a pelear por el pago de las comisiones. Ahora se preocupan por tener comodidades y estar en un buen hotel”, comentó con la sobriedad que le caracterizaba.

Otro punto en el que hacía hincapié, es que la Serie del Caribe podría ser mejor y recuperar su época dorada, si los jugadores de jerarquía aceptaran participar más a menudo y si cesa la presión que ejercen sobre ellos las organizaciones de las Grandes Ligas a las que pertenecen.

En constante evolución

El origen de la Serie del Caribe se remonta a 1948 con la creación de la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (CBPC), conformada por las ligas de Cuba, Panamá, Puerto Rico y Venezuela. Sus promotores en el país fueron los publicistas y locutores Pablo Morales y Oscar “Negro” Prieto, futuros propietarios de los Leones del Caracas.

Según el libro Serie del Caribe 1988, del general José Antero Núñez, el 21 de agosto de 1948 se firmó en Miami el acuerdo que dio pie a la justa, suscrito por Cuba (Miguel González, Florentino Pardo y Emilio Armas), Panamá (Eric Del Valle), Puerto Rico (Jorge Córdova y Eduardo Santiago) y Venezuela (Sebastián Ardiles y Felipe Huizi). La primera edición se disputó en La Habana 1949, ganada por los anfitriones Alacranes del Almendares con Fermín Guerra como manager.

La última con los países originales se jugó en 1960, ya que de 1961 a 1969 no hubo torneo por la desaparición de la pelota profesional en Cuba y el declive de la liga panameña. En 1970 se reanudó el evento en la llamada segunda etapa, que vio a Venezuela alcanzar su primer título ese mismo año (Navegantes del Magallanes) y la adición de  República Dominicana y México en 1971.

La sede se la alternaba un país cada cuatro años e, incluso, se disputó en Miami en las ediciones de 1990 y 1991. Por primera vez salía del Caribe, para jugarse en Estados Unidos. Toda una novedad. Se jugó en el Orange Bowl, un estadio de fútbol americano que fue adaptado al beisbol. En ese momento, no se había dado la expansión en las Grandes Ligas, que llevó al nacimiento en 1993 de los Marlins de Florida, club que en 2012 se pasó a llamar Marlins de Miami. El reciento fue demolido y fue construido el Marlins Park, la casa de los Marlins.

En el año 2013 se comenzó a jugar con un nuevo formato. Al tradicional “todos contra todos”, se le agregó un juego final entre los dos mejores clasificados y participaron: Leones del Escogido (República Dominicana), Yaquis de Ciudad Obregón (México), Navegantes del Magallanes (Venezuela) y Criollos de Caguas (Puerto Rico).

En esa edición, Escogido finalizó en el primer lugar con marca de 5-1 y Obregón en el segundo, con balance de 3-3. En la final, los mexicanos se impusieron cuatro carreras por tres, en un histórico juego que se extendió por 18 innings.

Un año más tarde, se volvió a cambiar el sistema de juego. La pelota cubana volvió como invitada al torneo para la edición de 2014, realizada en la Isla de Margarita. Para entonces, se mantuvo el “todos contra todos” con cinco equipos y seis juegos para cada uno. El último equipo de la tabla quedaría eliminado.

Los participantes fueron: Navegantes del Magallanes (Venezuela), Indios de Mayagüez (Puerto Rico), Naranjeros de Hermosillo (México), Tigres del Licey (República Dominicana) y Naranjas de Villa Clara (Cuba).

Se pasó a disputar una semifinal entre el primer clasificado (Magallanes) contra el cuarto (Mayagüez) y el segundo (Hermosillo) ante el tercero (Licey). Los ganadores fueron los boricuas y mexicanos y el campeón en la final resultó ser Hermosillo.

Llegan Panamá y Colombia

El formato de juego y con cinco equipos se mantuvo hasta 2019, cuando la Confederación se vio obligada a realizar cambios a última hora. La crisis política y social que vive Venezuela, obligó a los organizadores a cambiar la sede, que originalmente era Barquisimeto.

El torneo se disputó en Panamá, por primera vez desde 1956, aunque la idea era incluir al país en 2020. Los equipos participantes fueron: Leñadores de Las Tunas (Cuba), Charros de Jalisco (México), Toros de Herrera (Panamá),  Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico), Estrellas Orientales (República Dominicana) y Cardenales de Lara (Venezuela).

Las novenas fueron divididas en dos grupos de tres equipos cada uno. Cada club disputó par de juegos ante su rival. Leñadores comandó el grupo A con marca de 2-2 y un diferencial de carreras de +3 y Toros el grupo B con balance de 3-1. Ambos se enfrentaron en la final y la ganaron los Toros, siendo el primer equipo panameño campeón desde que se disputa la segunda etapa. El último monarca de ese país fue Carta Vieja Yankees en 1950, un año después del estreno del certamen.

Ahora en 2020 se vuelve a cambiar el formato, regresando al “todos contra todos” de un juego contra cada rival. Los cuatro mejores pasarán a la semifinal, midiéndose el primero de la tabla ante el cuarto y el segundo versus el tercero. Además será la primera vez en la que se realicen tres encuentros diarios, en lugar de los dos habituales.

Al disputarse la serie en San Juan de Puerto Rico, los clubes necesitan visado de Estados Unidos, por ser éste un estado libre asociado. Por esa razón, se excluyó a Cuba y se le extendió la invitación a Colombia, liga a la que desde hace años estaba en los planes incorporar.

Los participantes en esta edición serán: Cardenales de Lara (Venezuela), Vaqueros de Montería (Colombia, casualmente dirigido por Ozney Guillén, hijo de Oswaldo Guillén), Astronautas de Chiriquí (Panamá), Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico), Toros del Este (República Dominicana) y Tomateros de Culiacán (México).

Así las cosas, todo está listo para otra edición de la Serie del Caribe, el tradicional torneo de pelota caribeña que se vuelve a reinventar para no morir..

Diez años del último título que logró el Caracas, en una final que paralizó al país

Tony Cittadino (Mallorca).- Diez años han pasado desde la última final disputada entre los “Eternos Rivales”. Los Leones del Caracas vencieron a los Navegantes del Magallanes en siete juegos, para tomar revancha de las dos finales ganadas por los turcos en las temporadas 1993-1994 y 1996-1997.

Ambos equipos dominaron la campaña de principio a fin. Finalizaron en el primer lugar de la ronda regular con marca de 41-22 y en el round robin, los turcos quedaron en la cima con marca de 11-5 y los melenudos en el segundo peldaño con 10-6.

Fue la serie final en la que el batazo de Grégor Blanco ante Francisco Rodríguez cambió el rumbo de la serie.

A continuación, un resumen de los siete juegos que paralizaron el país.

Magallanes picó adelante

La final arrancó en Valencia, con blanqueo de Magallanes ante el Caracas de nueve por cero en el José Bernardo Pérez. Los turcos castigaron al abridor dominicano Ramón Ortiz, quien no pudo sacar out y recibió cuatro carreras. Los Navegantes amarraron la victoria en el primer tercio del juego, con tres carreras más en el segundo capítulo y dos más en la tercera entrada.

La ofensiva conectó 16 hits, liderados por  Robinson Chirinos (4-3, 2 2B, 1CI, 1CA), Michael Ryan (4-2, 2B, 2CI, 2CA, 1K), Reegie Corona (5-3, 2B, 1CI, 2CA, 1K) y  Emilio Bonifacio (5-1, 3CA). El único integrante del lineup que se fue en blanco, fue Elvis Andrus al irse de 4-0.

El equipo de Carlos García se apoyó en la sólida apertura de Raúl Valdés, quien lanzó cinco innings completos, sin carreras. Permitió seis hits y ponchó a seis. El relevo filibustero estuvo conformado por Yoel Hernández, Gabriel García y el “Kid” Rodríguez y no recibió imparables. La victoria fue para Valdés y la derrota para Ortiz.

Los turcos repitieron

Con un Alex Escobar inspirado con el madero y con un Reegie Corona oportuno con el guante, Magallanes se llevó el segundo juego en un espectacular partido 12 carreras por 10, disputado Valencia. Resolvieron el encuentro con dos rallies importantes: uno en el cuarto inning de cinco carreras y otro de cuatro rayitas en el sexto capítulo.

Magallanes bombardeó al Caracas con 17 hits, liderados por Escobar, un jugador que resultó vital para el equipo tras la lesión de Richard Hidalgo. El otrora pelotero de los Tiburones de La Guaira, se fue de 5-4 (HR, 3CA, 4CI). Otras bujías con el madero fueron Yurendell De Caster al ligar de 4-3 (CA, 2CI), Erold Andrus  de 4-2(HR, CA, 3CI) y Robinson Chirinos de 5-2 (HR, 2CA, CI).

Por el Caracas, Blanco volvió a ser útil como primer bate, al marcharse de 2-2 (2CA, 3BB), así como Luis Maza al conectar de 4-3 (CA, 2CI), Josh Kroeger de 4-3 (HR, CA, CI) y Carlos Maldonado de 3-1 (HR, 2CA, 2CI).

La victoria fue para Manuel Álvarez (2.0 IP, 1CP, 1HP, 1HR, 1BB), la derrota para Gustavo Chacín (3.1 IP, 5CP, 5CL, 10HP, 3HR, 2K) y el juego salvado para Francisco Rodríguez (1.1 IP, 2HP, HR, CP). La asistencia fue de 14.600 personas.

Reacción melenuda

La serie se mudó al estadio Universitario y el Caracas sumó su primer triunfo en final, con pizarra de cinco carreras por tres. El conjunto de Dave Hudgens jugó casi a la perfección y volvió a la vida. El lanzador abridor Jason Standridge se convirtió en el primero en superar los cinco innings en la serie (6.0 IP, 7HP, 3CP, BB, 3K). Además los relevistas respondieron y la defensiva estuvo impecable.

Magallanes abrió la pizarra en el segundo inning con par de anotaciones, pero el Caracas fue remontando a cuenta gotas, con una anotación por entrada en el segundo, tercer y cuarto tramo. La estocada final fue en el octavo capítulo, con Hernández en la lomita.

Maldonado inició con imparable, fue sustituido por el corredor emergente César Quintero y éste llegó a la antesala por toque se sacrificio de Gregorio Petit. Boleto intencional a Blanco sacó del juego al pitcher y Edward Mujica fue recibido con tubey a la derecha de Maza, desatando la fiesta en el Universitario.

Por los Leones los mejores a la ofensiva fueron Padrón al irse de 3-2 (CA, CI), Maldonado de 3-2 (CI), Maza de 4-1 (2CI) y Blanco de 3-1 (CA). Por los Navegantes,  Bonifacio ligó de 4-1 (2CI) y Escobar de 4-2 (CA), fueron los más sobresalientes.

El ganador del choque fue Julio Mañón (1.0IP, 1HP), quien relevó a Standridge, el perdedor Hernández (2.1IP, 2HP, 2CP, 1BB, 1K) y el salvado fue para Juan Carlos Gutiérrez (1.0IP, 1K). La asistencia fue de 20.651 personas

El batazo que cambió la serie

Para la historia. Así de simple. No existe otra clasificación posible para un juego tan dramático como el cuarto de la Gran Final. Caracas vino de atrás para ganar 10 carreras por 7 en 10 innings, en el estadio Universitario. La serie se empató a dos juegos y se aseguró el regreso a Valencia.

Un jonrón de Jackson Melián con dos a bordo puso fin a una remontada de leyenda. De esas que sólo se ven en películas. El Caracas sacó un juego de abajo que perdía 7-3 en el quinto inning y mató en la raya a los bucaneros, que vieron como el Universitario se venía abajo con más de 20 mil almas celebrando la victoria.

El Caracas parecía desahuciados en el noveno tramo y a falta de un out para que la serie estuviese 3-1 a favor de Magallanes, que había anotado seis carreras entre el cuarto y el sexto tramo.

Faltaba el out 27, las bases estaban vacías y el estadio en vilo. El “Kid” Rodríguez se veía enorme en la  lomita, con el juego a su favor 7-6 y Blanco en el plato. Más morbo imposible, pues ambos eran compañeros de equipo y figuras estelares en La Guaira.

Cuando todos pensaban que los turcos estaban listos para la rumba, una línea salvaje de Blanco, en cuenta de una bola, sin strike y un out, mandó la bola a la grada derecha, en medio de la incredulidad magallanera y la locura caraquista. Los Leones habían empatado el duelo a siete. Se jugaría extrainning, no sin antes un conato de tángana por la airada celebración del pelotero tras su cuadrangular.

José Castillo abrió la décima entrada dejando caer una bala fría detrás del inicialista De Caster, que sacó del duelo al relevista Álvarez. El cuerpo técnico optó por Gabriel García, quien recibió a Kroeger fallando el toque de sacrificio, quedando a salvo en primera por jugada de selección.

Luego fue el turno para José Celestino López, quien fue boleado por García. Así llegó el momento estelar de Melián, quien entró como bateador emergente por Guzmán. Ante Yoel Hernández y en cuenta de dos strike, una bola y un out, Melián sonó dantesco jonrón por la izquierda, dejando en el terreno a un rival que no tenía este desenlace programado y desatando la histeria general del Universitario.

El ganador del duelo fue Gutiérrez (1.0 IP, 1HP, 1BB, K), quien entró a lanzar en el décimo tramo. El derrotado fue Álvarez (0.0 IP, 1HP). La asistencia fue de 20.645 personas.

Magallanes retoma el control

Amparados en una soberbia labor monticular del Valdés, Magallanes blanqueó al Caracas tres carreras por cero, en el quinto juego de la final en Universitario. En un juego que duró 2 horas 51 minutos, la tropa de García volvió a recetarle un “arepazo” a los melenudos, tal como lo hicieron en el primer duelo de la serie.

El quinto choque de la serie fue dominado absolutamente por el pitcheo magallanero en los brazos Valdés (7.0 IP, 3HP, 4BB, 3K), ganador del encuentro y también del duelo inaugural, Jean Machí (1.0 IP, 1HP, 1BB) y el “Kid” Rodríguez (1.0 IP, 1K), quien tomó venganza y se apuntó su segundo rescate.

Por Caracas, Ortiz (5.1 IP, 4HP, 1HR, 2CP, 1CL, 1BB, 5K) mejoró respecto a su presentación del juego inaugural, en el que permitió seis carreras y no sacó ni un out, pero igual cayó derrotado.

Magallanes picó adelante primero, comandado por el bateo oportuno de Elvis Andrus, quien jugó su último choque de la final. El jugador caraqueño ligó de 4-3, con jonrón, una empujada y dos anotadas. Las carreras fueron fabricadas en el segundo, en el quinto y en el octavo inning. La asistencia fue de 20.655 personas.

Caracas forzó el bonito

Los Leones forzaron el séptimo encuentro al vencer a punta de jonrones a los Navegantes seis carreras por tres, en un choque que contó con un apagón de casi 15 minutos en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia.

Para el sexto duelo el factor psicológico era determinante y los Leones lo asimilaron bien. Por primera vez en toda la final anotaron primero que su rival y el pitcheo abridor colgó ceros consecutivos, para lograr un triunfo que estuvo labrado por Chacín (7.0 IP, 5HP, 6K), quien probablemente lanzó el mejor juego de la campaña.

El lanzador marabino lució controlado y los envíos le cayeron en la zona, pues de 112 pitcheos 79 fueron strike, permitiendo al relevo completar la faena, a pesar de que no concretaron el blanqueo. Darwin Cubillán (1.0 IP, 1CP) y Julio Mañón (1.0 IP, 2HP, 1HR, 2CP) sacaron los últimos outs con suspenso, pues los turcos se acercaron peligrosamente en el noveno tramo.

Por su parte, Jason Simontacchi (3.1 IP, 5HP, 2HR, 3CP, 3BB, 3K) cargó con la derrota y volvió a quedar en deuda con la afición, tras una apertura similar en el segundo duelo (3.0 IP, 6HP, 3CP, 2BB, 1K, 1GP), en el que se fue sin decisión.

El Caracas picó adelante en el cuarto tramo a punta de batazos. Con uno a bordo, Carlos Maldonado sonó soberbio cuadrangular por la izquierda contra Simontacchi y al siguiente turno, José Celestino López lo imitó por la misma banda con una línea salvaje, para adelantar a los melenudos 3-0. El inning cerró con cinco anotaciones, que sellaron las bases para la victoria melenuda.

Venganza melenuda

Ni siquiera otro apagón pudo evitar que el Caracas se llevara el vigésimo título de la pelota rentada, tras derrotar al Magallanes siete carreras por dos en un emocionante séptimo juego en Valencia.

El Caracas arribó a Valencia con la obligación de ganar los dos encuentros y así lo hizo, sacando la casta tras haber comenzado la serie final abajo 2-0, gracias a una gran actuación del abridor y ganador Standridge (6.0 IP, 7HP, 2CP, 1CL, 2BB, 6K), quien se apuntó el triunfo con una gran labor parecida a la del tercer encuentro.

El relevo caraquista, conformado por Mañón (1.0 IP), Moreno (1.0 IP, 1BB) y Gutiérrez (1.0 IP, 1K), mantuvo a raya una toletería que contó con la adición de Pablo Sandoval (4-1, 1K), pero no fue suficiente para completar la faena de los Navegantes, que se van derrotados tras dominar la serie final 3-2 y la serie particular de la ronda regular (6-3). En el round robin dividieron en cuatro juegos.

El perdedor fue Jim Brower (4.2 IP, 8HP, HR, 4CP, 2CL, 1BB, 2K), quien fue emboscado en la primera entrada y a pesar de hacer los ajustes, no pudo revertir el marcador de una ofensiva que soltó hasta 16 hits.

Blanco, Jugador Más Valioso de la final, adelantó al Caracas en el mismo primer inning con cuadrangular por todo el centro y luego de dos outs aumentaron la ventaja, con doble de Raúl Padrón que llevó hasta el plato a Maldonado y López. Ese primer inning se cerró con cuatro carreras para los Leones, que sumaron una más en el octavo y otro par de el noveno, sellando así la victoria que les dio el campeonato.

 

Foto: Prensa Leones.

Johan Santana y su ayuda incondicional en Tovar

Tony Cittadino (Caracas).-  Desde el año 2004 el municipio Tovar en el estado Mérida es otro. La incursión de Johan Santana en las Grandes Ligas y la obtención de su primer premio Cy Young como el mejor lanzador de la Liga Americana, catapultaron a un pueblo de apenas 32.805 habitantes (según el Censo de 2001) a sentirse orgulloso de su hijo más famoso.

Hablar de Santana en Tovar es hablar de lo mejor. Los políticos son un cero a la izquierda en comparación con el fervor y el respeto que sienten por el pelotero. El municipio tiene cuatro parroquias: San Francisco, El Amparo, Tovar y El Llano. Está situado a 75 kilómetros al suroeste de la ciudad de Mérida, con 184 kilómetros cuadrados y 925 metros de altura sobre el nivel del mar.

La ruta para llegar al poblado es estrecha y con muchísimas vallas de obras hechas o por ejecutarse del gobierno nacional. Al arribar un letrero reza “Bienvenidos a Tovar” y desde ya se respira otro ambiente. La cordialidad, amabilidad y sencillez de su gente son únicas.

A pocos metros de la entrada se encuentra la estación de bomberos, la misma que el 18 de diciembre de 2006 recibió un camión contra incendios donado por la Fundación Johan Santana.

En medio de un día con lluvia pertinaz, el sargento segundo Benigno Hernández Briceño recibió al equipo de TalCual en las instalaciones, donde resalta la imponente unidad que tiene dibujado el número 57 del estelar pitcher y que, a pesar de 20 años de data, luce como nueva.

Hernández relató con tono pausado y visiblemente orgulloso, que el camión tiene capacidad para 150 galones de agua y está equipado con sistemas de bombas y mangueras. La dimensión del vehículo es tal que adentro se puede atender entre cuatro y cinco personas lesionadas.

“La unidad está en perfectas condiciones. Considero que el señor Santana hizo un gran esfuerzo con esa donación, porque no es sólo un aporte para el Cuerpo de Bomberos, sino para la colectividad y la comunidad, que se siente muy agradecida”.

Y no es para menos, porque el único aporte que les ha dado el gobierno es dotarlos con los equipos personales. “Estas donaciones son buenas porque suplen lo que no ha hecho la parte oficial. Son muchas las personas que se han visto beneficiadas gracias a estos hechos”, señaló.

A medida que avanza la tertulia, los gestos de agradecimientos hacia el lanzador se repiten: “En todo el estado Mérida no contábamos con una unidad como esta. La Fundación de una u otra manera ha colaborado con el mantenimiento de la unidad, porque es un poco costoso”.

Añadió que Santana estuvo presente el día de la entrega. Al acto asistieron diversas autoridades municipales y estatales, además del mayor Luis Alberto Porras, comandante general del Cuerpo de Bomberos de Mérida. La unidad está operativa las 24 horas del día y se ha utilizado en combate de incendios de estructuras, de vehículos, de rescate de personas y accidentes de tránsito, que según comenta son muy frecuentes en la zona.

Siempre pendiente

Otra de las muestras de amor de Santana hacia su pueblo, es que en una ocasión se encontraban con la unidad atendiendo un incendio en un bosque de pinos y el pelotero arribó al lugar con varias personas para ayudar en las labores humanitarias y repartiendo agua a los efectivos y a la población.

“Es una persona muy humana, desinteresada y muy humilde, que aporta y ayuda. La receptividad con el pueblo ha sido excelente”, dijo el sargento. Otro integrante del cuerpo de bomberos se prestó a realzar las bondades del “Gocho”. Se trata de Edwin “Morocho” Monsalve, quien lo conoce desde su infancia.

Comentó que en principio, además del camión, serían donadas un par de ambulancias, pero no se pudieron traer al país por el trámite de los papeles. Monsalve refirió que meses antes de realizar la donación, Santana le dijo a él y a Eduardo “Lolo” Polanco, otro amigo del lanzador y quien ahora es su “mano derecha” en Estados Unidos: “Sé que ustedes están trabajando en la estación de bomberos y sé que les hace mucha falta. Lo hago porque el pueblo lo necesita, porque son mis amigos y porque si no fuese grandeliga, también hubiese sido bombero como ustedes”.

Una de las cualidades que engrandece a Santana dentro y fuera del terreno es su humildad. A Monsalve le ha repetido en diversas ocasiones que siempre recuerda cuáles fueron sus inicios y por eso ayuda con las donaciones.

“Cuando viene se olvida de que es grandeliga. Eso no le importa. Igual comparte con su gente. Trata a todos igual, como si no hubiese estado nunca en las mayores. No ha cambiado para nada gracias a Dios, no se le ha subido la plata a la cabeza”.

Desde el año 2004, todos los meses de diciembre realiza una actividad llamada el “CyYonazo”, que consta de la donación de 10 mil y 15 mil juguetes a los niños de Tovar. En el evento hay parques inflables. Monsalve contó que cuando se organizan estos espectáculos él y sus compañeros acompañan a Santana en su carro para ordenar el material.

“Con los niños es clase aparte. Gracias a Dios que ha podido hacer esas actividades porque era uno de sus deseos. Cuando viene se pone a jugar trompo con los niños. No ha dejado de ser espontáneo, de ser alegre. También ha donado material deportivo a las escuelas”, señala Monsalve.

Añade que otro de los gestos del zurdo de los Mets de Nueva York es que en todo momento está pendiente del pueblo y de los suyos. “Muchas veces llama desde el norte para saber cómo estamos nosotros y cómo está el pueblo. Siempre pregunta qué se necesita”.

Hospital dotado

El más reciente aporte que dio Santana a la comunidad fue la valiosa donación de equipos médicos para el hospital San José de Tovar, realizada en diciembre pasado; por cierto, gracias a esta entrega el centro asistencial se puso a funcionar a plenitud.

Neida Gutiérrez y Magaly Arellano fueron las encargadas de mostrar camas para los pacientes, sillas de ruedas, sillas comunes para pacientes, visitantes y el personal del hospital, incubadoras, duchas para quemados, lámparas para ver radiografías, dispensadores de suero, sábanas, batas quirúrgicas, guantes y hasta un equipo portátil de rayos x.

Algunos de estos equipos son de primera mano y hay otros que ya fueron utilizados en Estados Unidos. Aún hay aparatos que no se han podido instalar porque el hospital no tiene espacio suficiente o porque son muy sofisticados.

Según datos que no son oficiales, cerca de un 80% de los implementos está en uso. Semanalmente personeros de la Fundación verifican las condiciones de los equipos. Una de las enfermeras comentaba que antes de contar con este aporte algunos pacientes fallecieron en el camino al ser trasladados a hospitales de la capital del estado, ya que no eran suficientes los recursos que tenían.

Además, los fines de semana debían trabajar como un ambulatorio por no tener suficientes médicos e insumos. Entretanto, Arellano agregó que en sus años de servicio nunca antes el hospital había recibido una donación, ni por la empresa privada ni por el gobierno. Solamente las autoridades se limitaban a dotar el hospital con medicinas.

La promesa del estadio

Cuando Santana ganó el Cy Young en 2004, el presidente Hugo Chávez lo condecoró en el Palacio de Miraflores con la Orden del Libertador. Para ese entonces, el lanzador pidió ayuda para construir un estadio en Tovar, petición que fue aceptada por el mandatario.

Pero han transcurrido poco más de tres años y no hay obras. Mucho se ha dicho desde entonces que se robaron la plata y que todo quedó en promesas. El terreno donde se construiría el estadio se encuentra al lado de la estación de bomberos.

Inclusive, el sargento Benigno Hernández recordó que en algún momento observó al mismo Santana con una comitiva inspeccionando el lugar. Edwin Monsalve sabe qué ocurrió: “Lo que pasó fue que Johan iba a construirlo y ese era su compromiso y el de Chávez con el pueblo, pero cuando sucedió la vaguada de 2005 todo se paralizó y eso se lo preguntamos a él”.

Francisco Rodríguez, vicepresidente de la Liga de Softbol de Tovar, dijo que por ahora el estadio Julio Santana De León, el mismo donde Santana dio sus primeros pasos, es el único con el que cuenta la comunidad. “Aquí se juega softbol, kikimbol, beisbol menor y mayor. Hay campeonatos en que de 20 partidos sólo se juegan cinco porque no hay espacio para que se hagan todos al mismo tiempo”.

Nota: Este trabajo fue publicado en la edición especial del Diario TalCual del año 2007.

Foto: Andrés Rafael Marín Pérez (www.flickr.com)

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Los grandes eventos que se realizarán en el 2020

Tony Cittadino (Mallorca).- El 2020 es el año de los grandes torneos profesionales. Estarán las eliminatorias al Mundial 2022, la Copa Libertadores y la Copa América, que comienza un nuevo formato, que coincidirá también con la nueva era de la Eurocopa. También hay fecha en el calendario para los Juegos Olímpicos, el evento mundial de máxima competición por excelencia.

Copa Libertadores (21 enero al 21 de diciembre)

El torneo de clubes por excelencia de Sudamérica comenzará la primera fase previa el 21 de enero. En esta instancia, estará el equipo venezolano Carabobo, que se medirá al Universitario (Perú). De avanzar, en la segunda fase jugará contra el Cerro Porteño de (Paraguay).

Si continúa con vida, chocaría en la tercera fase contra el ganador de la serie entre Sporting Cristal (Perú) vs el ganador entre Progreso (Uruguay) vs Barcelona (Ecuador) por un lugar en el grupo 1 de la fase de grupos.

En la segunda fase, también está el Deportivo Táchira. Los aurinegros retarán al Independiente de Medellín de Colombia. El ganador de esta serie, que se jugará a partido de ida y vuelta, retará en la tercera fase al ganador de los duelos entre el tercero de la clasificación de Bolivia 3 vs Atlético Tucumán (Argentina).

Si el Táchira pasa, quedará en el grupo H contra el Caracas FC, Boca Juniors (Argentina) y Libertad (Paraguay). Los Rojos de El Ávila, campeón absoluto del fútbol nacional, se estrenarán el 3 de marzo en el Olímpico en un choque de lujo contra el Boca del criollo Jan Hurtado y el italiano campeón del mundo, Daniele De Rossi.

Por su parte, Estudiantes de Mérida regresó a esta histórica competición y estará en el grupo F junto a Nacional (Uruguay), Racing Club (Argentina) y Alianza Lima (Perú). Los académicos debutarán el 5 de marzo en Mérida contra los argentinos.

La fase de grupos se jugará con ocho grupos de cuatro equipos y avanzarán los dos mejores a los octavos de final, que se jugarán en mayo, previo sorteo. Los cuartos de final entre julio y agosto y la semifinal entre septiembre y octubre.

La final se realizará nuevamente a partido único el 21 de noviembre en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro.

Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2022 (26 marzo al 16 noviembre 2021)

El camino al Mundial Qatar 2022 comienza en el primer trimestre del año, luego de que se realizara el sorteo del calendario en diciembre de 2019. La primera jornada será el 26 de marzo y Venezuela arrancará la eliminatoria ante Colombia en calidad de visitante.

El primer juego en casa, por sede por definir, será cinco días más tardes ante Paraguay. Como de costumbre, se realizarán 18 juegos entre las 10 selecciones y avanzarán al Mundial los cuatro primeros de forma directa y el quinto lugar irá al repechaje.

Durante el año, Venezuela jugará en septiembre ante Brasil (visita) y Chile (casa). En octubre, retará a Ecuador (casa) y Perú (visita). Cierra el año en noviembre, enfrentando a Bolivia (visita) y Uruguay (casa).

Copa América (12 de junio al 12 de julio)

Es el torneo de selecciones más antiguo del mundo y la edición 47 de la historia llega con grandes cambios. El principal es que por primera vez se compartirá la sede. Esta competición se disputará en Colombia y Argentina y contará con un nuevo formato de clasificación.

Además se realizará cada cuatro años a partir de ahora, quedando en años pares. En ediciones anteriores, fue en años impares, a pesar de que se han realizado tres en los últimos cuatro años: Chile 2015, Estados Unidos (Centenario) 2016 y Brasil 2019.

Será en nueve sedes. Cuatro en Colombia (Medellín, Barranquilla, Cali y Bogotá) y cinco en Argentina (La Plata, Mendoza, Córdoba, Santiago del Estero y Buenos Aires).

Las 10 selecciones fueron repartidas en dos grupos. El A se jugará en Argentina (Argentina, Australia, Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay) y el B en Colombia (Colombia, Brasil, Qatar, Venezuela, Ecuador y Perú).

Avanzarán a cuartos de final los cuatro mejores de cada grupo y se jugarán el 4 y 5 de julio. Las semifinales el 8 de julio, el tercer lugar el 11 de julio y la final el 12 de julio, en el Estadio Metropolitano de Barranquilla.

Eurocopa (12 de junio al 12 de julio)

Será la décimo sexta de la historia y la primera que se disputará en todo el continente, en un formato especial que se celebrará con 24 selecciones. Hay 20 clasificadas y cuatro que saldrán de los playoff de la Nations League en marzo. En esa eliminatoria están: Islandia vs Rumanía, Bulgaria vs Hungría (A), Bosnia vs Irlanda del Norte,  Eslovaquia vs República de Irlanda (B), Escocia vs Israel, Noruega vs Serbia (C), Georgia vs Bielorrusia y Macedonia vs Kosovo (D).

La fase de grupos se jugará con seis grupos de cuatro oncenas y se llevará a cabo en 12 ciudades anfitrionas: Ámsterdam, Bakú, Bilbao, Bucarest, Budapest, Copenhague, Dublín, Glasgow, Londres, Múnich y Roma.

El grupo A está integrado por Italia, Turquía, Gales y Suiza, mientras que en el B están Dinamarca, Finlandia, Bélgica y Rusia. El C está compuesto por Holanda, Ucrania, Austria y ganador del play-off D o A.

En el grupo D figuran Inglaterra, Croacia, ganador del play-off C y República Checa. El E está compuesto por España, Suecia, Polonia y ganadora del play-off B. El último grupo es el F y es el más temible. Allí están el ganador del play-off A o D, Portugal, Francia y Alemania.

El juego inaugural será el 12 de junio en el estadio Olímpico de Roma entre Italia y Turquía y la fase de grupos se disputará hasta el miércoles 24. Avanzarán a los octavos de final los dos mejores de cada grupo y los cuatro mejores terceros. Los octavos se jugarán desde el sábado 27 al martes 30.

Los cuartos de final se serán el 3 y 4 de julio y las semifinales el 7 y 8 del mismo mes. La gran final se celebrará el domingo 12 en el mítico estadio de Wembley, que en total albergará siete de los 51 partidos de la Eurocopa.

Juegos Olímpicos (24 de julio al 9 de agosto)

La magna cita mundial del deporte será la 32 de la historia y la segunda que se realice en Japón, luego de la edición de 1964. Constará de 40 instalaciones deportivas divididas en tres zonas, para 33 disciplinas y 339 pruebas. Para este edición, el COI agregó: Beisbol / Softbol, Kárate, Skateboarding, Escalada deportiva y Surf.

La antorcha es de aluminio reciclado de las viviendas para damnificados del terremoto y el tsunami de Japón de 2011. Es en forma de pétalo, que simbolizan los cinco continentes, con 71 centímetros de largo con un peso de 1,2 kilogramos.

El fuego será encendido el 20 de marzo en el Templo de Hera en Grecia y luego será llevado a Fukushima. Allí comenzará el recorrido por el país, que terminará en Tokyo para el encendido del pebetero olímpico en el Estadio Olímpico de Tokyo.

La mascota tiene colores azul y blanco, se llama “Miraitowa”. Su nombre es una mezcla de las palabras japonesas “Mirai” (futuro) y “towa” (eternidad).

En los Paralímpicos estará el rosa y blanco “Someity”, llamado así en honor a una variedad de flor de cerezo conocida como “Someiyoshino”, Los organizadores dicen que el nombre suena como la frase en inglés “so mighty” (muy poderoso).

En total, participarán 203 países (Rusia fue excluida por dopaje en diciembre de 2019), con un total de 10.500 deportistas y 962 medallas a repartir. Se esperan 70 mil voluntarios y 8,8 millones de entradas vendidas.

Venezuela cerró el 2019 con cinco atletas clasificados: Yulimar Rojas (salto triple), Robeilys Peinado (salto con garrocha), Daniel Dhers (BMX freestyle), Orluis Aular (ciclismo de ruta) y Andrés Lage (velero). Además hay 25 criollos más con opciones de lograr el boleto.

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Lo que dejó el 2019, un año plagado de grandes momentos

Tony Cittadino (Mallorca).- El año 2019 se termina y dejó grandes emociones deportivas, tanto a nivel nacional como internacional. A continuación, repasamos el momento más importantes durante el año, celebrado durante cada mes.

Cardenales campeón en medio de la crisis y la desgracia (Enero)

Cardenales de Lara se consagró campeón de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, al superar a los Leones del Caracas en cinco juegos. El conjunto crepuscular se sobrepuso a la pérdida de los jugadores Luis Valbuena y José Castillo, asesinados en diciembre de 2018 en un accidente de tránsito provocado para robarlos.

La organización sumó su quinto gallardete en la historia y, además, fue el cuarto consecutivo frente a los melenudos. Sin embargo, la final se vio empañada por la crisis política del país. El 23 de enero, día del segundo encuentro de la gran final, Juan Guaidó asumió la presidencia interina del país, basado en los artículos 233 para el establecimiento de un gobierno interino, y en el 333 para restablecer la vigencia de la Constitución. Como era de esperarse, hubo represión y protestas en todo el país. Barquisimeto no fue la excepción.

El Caracas se había negado a jugar en horas de la tarde y surgió la información de la presunta amenaza de cárcel por parte del gobierno de Nicolás Maduro, si mantenían la posición. El juego se realizó y en las próximas horas se marcharon del país los jugadores Logan Darnell, Craig Stem y Félix Pérez, Franklin Gutiérrez y Harold Ramírez.

Juniel Querecuto se llevó el premio Robert Pérez al jugador Más Valioso de la final, mientras que el manager José Moreno alcanzó su primer gallardete con un equipo sólido y compacto durante toda la temporada.

Los Patriots repiten en la NFL (Febrero)

Los Patriots de Nueva Inglaterra ganaron la edición 53 del Super Bowl al vencer por 3-13 a los Rams de Los Ángeles. Fue el sexto título en final 11 en 17 años, todos con el entrenador Bill Belichick y el mariscal de campo Tom Brady.

Así los Patriots empataron a los Steelers de Pittsburgh como los más ganadores del fútbol americano.

Roger Federer no se cansa de ganar (Marzo)

El suizo Roger Federer se consagró campeón del Masters 1.000 de Miami, al superar en la final al estadounidense John Isner por 6-1 y 6-4, en tiempo de 1 hora y 3 minutos. Así “Su Majestad” conquistó el título 101 de su exitosa carrera y el cuarto en Florida.

Esta nueva victoria dejó el balance de 17 triunfos y una derrota ante estadounidenses. La única derrota fue ante Andre Agassi en 2002. Además es el tenista con más finales de Masters 1.000 (50), superando a Rafel Nadal y está a ocho títulos de Jimmy Connors, tenista más laureado de la historia.

Tiger Woods y su regreso triunfal (Abril)

El estadounidense Tiger Woods  se llevó el Masters de Augusta al firmar una cuarta tarjeta con 69 golpes (tres bajo par), para un total de 274 (-14) y vestir así su quinta «chaque verde».

El golfista de 43 años logró el título 14 años después de dominar en Augusta por cuarta vez, superando al italiano Francesco Molinari. En total, los títulos los logró en  1997, 2001, 2002, 2005 y 2019.

Fue además, su decimoquinto grande, pues también acumula tres Abiertos de Estados Unidos (2000, 2002, 2008), tres Abiertos Británico (2000, 2005, 2006) y cuatro Campeonatos de la PGA (1999, 2000, 2006, 2007).

Hegemonía bianconera en la Serie A (Mayo)

La Juventus gana el octavo scudetto consecutivo en Italia, implantando una marca en Europa, al dejar atrás los siete gallardetes del Lyon (2002-2008). Fue la primera liga para Cristiano Ronaldo y última para Max Allegri, que ganó cinco. El estratega fue el tercer entrenador con más títulos oficiales en la historia de la Juventus (11, cinco ligas), detrás de Trapattoni (14, seis ligas) y de Lippi (13, cinco ligas).

También fue el octavo gallardete para Giorgio Chiellini y Andrea Barzagli. La tabla terminó con la Juve con 90 puntos, Napoli (79), Atalanta (69), Inter (69) y Milan (68). Fue la primera liga de Cristiano Ronaldo vistiendo la camisa de la Juve.

El Liverpool vuelve a mandar en Europa (Junio)

El Liverpool derrotó al Tottenham dos goles por cero en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, para proclamarse monarca de la Liga de Campeones. El equipo de Jurgen Klopp se impuso con tantos de Mohamed Salah y Origi, para alcanzar la sexta orejona de su historia, en la primera final entre equipos ingleses.

Para el técnico alemán fue su primera Champions, luego de caer derrotado en la edición de 2018 con los reds frente al Real Madrid. Su dominio en Europa se extendió en diciembre, al ganar el Mundial de Clubes. Los ingleses superaron al Flamengo un gol por cero, con tanto de Roberto Firmino en el minuto 99 del tiempo extra.

Brasil retoma el dominio en la Copa América (Julio)

Brasil derrotó a Perú tres goles por uno, para ser el campeón de la Copa América 2019 jugada en su país. La canariña logró su primer título desde el 2007 y noveno en total, llevándose el torneo en una noche histórica en el mítico estadio Maracaná en Río de Janeiro.

Everton (15’), Gabriel Jesús (45+3’) y Richarlison (88′ pen.) anotaron por Brasil, mientras que Paolo Guerrero (44′ pen.) lo hizo por Perú, selección que jugó su primera final del torneo en 4 años.

Todos los premios de la competición fueron para Brasil. Dani Alves fue electo como el Mejor Jugador, Everton finalizó como goleador con tres tantos y Alisson Becker fue el mejor portero.

Venezuela cayó ante Argentina en cuartos de final, tras perder dos goles por cero.

La “Vinotinto de las Alturas” enmudeció China (Agosto)

La selección nacional de baloncesto debutó en el Mundial de China, con derrota ante Polonia de 80 por 69.

Sin embargo, vencieron a Costa de Marfil en el segundo encuentro con pizarra de 87 por 71 y eliminaron al anfitrión China en el tercer cotejo, esta vez con parciales de 72 por 59. El quinteto de Fernando Duró clasificó así por primera vez a la segunda fase del torneo.

En esta instancia, cayeron ante Argentina 87 por 67 y frente a Rusia 69 por 60.

Eugenio Suárez y Ronald Acuña Jr. hacen temblar las Grandes Ligas (Septiembre)

Suárez implantó una nueva marca de jonrones para un venezolano en ronda regular con 49. El antesalista de los Rojos de Cincinnati dio par de cuadrangulares el 15 de septiembre ante los Diamondbacks de Arizona en el Chase Field, para igualar la marca del “Gato” Galarraga. Lo superó tres días más tarde, contra los Cachorros de Chicago.

Además el 26 de septiembre sacó el cuadrangular 49, para ser el tercera base de la Liga Nacional con más vuelacercas en una zafra, superando a Adrián Beltré (Dodgers de Los Ángeles, 2004) y Mike Schmidt (Filis de Filadelfia, 1980).

Por su parte, Acuña Jr. pegó 41 jonrones y se robó 37 bases. El outfielder de los Bravos de Atlanta quedó a tres estafadas de ser el quinto 40-40 de la historia, pero una lesión en la cadera lo sacó de acción en la última semana de la ronda regular.

Es el jugador más joven de la historia las Grandes Ligas con al menos 40 vuelacercas y 30 bases robadas en una campaña y se unió a Eddie Mathews y Mel Ott como los únicos jugadores en disparar 40 jonrones en una temporada con 21 años de edad o menos.

Este año había igualado a Bob Abreu como los únicos criollos 30-30. El “Comedulce” tuvo dos campañas de ese calibre con los Filis de Filadelfia en 2001 y 2004. El nacido en La Sábana, estado Vargas, además participó en 2019 en su primer Juego de Estrellas y su primer Derby de Jonrones. Por si fuera poco, también es el criollo con más carreras anotadas en una zafra.

Yulimar Rojas revalidó su reinado en Doha (Octubre)

Yulimar Rojas cerró un año memorable. La criolla revalidó su título mundial en el triple salto, al dejar marca de 15,37 metros y superar así a la jamaiquina Shanieka Ricketts (14,92 metros) y colombiana Caterine Ibargüen (14,73 metros).

Rojas se quedó a 13 centímetros del récord mundial, pero sumó su segunda presea dorada luego de lo hecho en Londres 2017.

La caraqueña de 24 años, también se había subido al podio en agosto durante los Juegos Panamericanos de Lima. Para entonces, logró un salto de 15,11 metros, para ganar el oro y también implantar un récord en la competición.

Hamilton se acerca a Schumacher (Noviembre)

El británico Lewis Hamilton volvió a ser el mejor de la Fórmula 1, al ganar su sexto título de campeón y quedar a uno del líder de todos los tiempos, el alemán Michael Schumacher.

El piloto de Mercedes selló el campeonato con una victoria en el Gran Premio de Abu Dhabi y finalizar con 11 triunfos. Además fue el único que logró sumar al menos un punto en todas las carreras.

Messi ganó el sexto Balón de Oro (Diciembre)

Lionel Messi ganó el sexto Balón de Oro, para sumar uno más que Cristiano Ronaldo. El argentino, que también se lo llevó en las ediciones 2009, 2010, 2011, 2012 y 2015, había logrado también el premio The Best de la FIFA.

Messi sumó 686 puntos para superar a Virgil van Dijk (Liverpool, 679) y Cristiano Ronaldo (Juventus, 476). La elección fue realizada por 176 periodistas de todo el mundo.

El jugador del Barcelona logró por sexta vez ser Bota de Oro y Pichichi de la liga española. Terminó la temporada como el máximo goleador de la Liga (36) y también de la Liga de campeones (12). También fue campeón de la liga española con el Barcelona, sumando 34 títulos con la oncena azulgrana.

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Michael Schumacher, el rey de la Fórmula 1

Tony Cittadino (Mallorca).- El alemán Michael Schumacher nació el 3 de enero de 1969 y comenzó su carrera en el automovilismo apenas a los cuatro años, cuando manejo karting en Kerpen. Fue el inicio de una carrera estelar, que lo llevo a debutar en la Fórmula 1 el 25 de octubre de 1991 con la escudería Benetton.

El 30 de agosto de 1992 ganó su primera carrera en el Gran Premio de Bélgica, disputado en el circuito de Spa Francorchamps, siendo además la primera de sus seis victorias en ese trazado.

Schumacher, que el primero de mayo de 1994 ganó el Gran Premio de Monza, el mismo día en el que falleció Ayrton Senna, quedó con la vía libre hacia el título. Lo alcanzó el 13 de noviembre de 1994, convirtiéndose en el piloto más joven en hacerlo con 25 años, hasta que su compatriota Sebastian Vettel lo emuló en 2010, con 23 años.

“Schumi” volvió a saborear las mieles del triunfo, al ganar el título un año más tarde y en 1996 paso a la escudería Ferrari, donde se convirtió en una leyenda del automovilismo. En el año 2000, el alemán gano su tercer título en su carrera y primero con los italianos, a quienes llevo a celebrar por primera vez en 21 años.

Pero todo no quedo allí. Schumacher implantó una dictadura en la Fórmula 1, siendo el piloto más exitoso de todos los tiempos, pues también ganó los mundiales de 2001, 2002, 2003 y 2004.

Así sumó siete en su carrera y cinco con la escudería del cavallino rampante. Esa hazaña sirvió para dejar atrás las cinco coronas del argentino Juan Manuel Fangio, a quien superó el 12 de octubre de 2003 al culminar octavo en el Gran Premio de Japón. De esa forma, logró el punto que necesitaba para asegurar su sexto gallardete.

El 10 de septiembre de 2006 se impuso en el Gran Premio de Italia, para sumar 90 victorias en su carrera y el 1 de octubre del mismo año, se montó en lo más alto del podio por última vez, esta vez en el Gran Premio de Shanghai.

Así selló su adiós del automovilismo, pero fue apenas por tres años. El 23 de diciembre de 2009 sorprendió a todos anunciando su regreso a las pistas, esta vez con la escudería Mercedes. Con los alemanes no tuvo éxito. En tres campañas logró un solo podio. Fue el 24 de junio de 2012, en el Gran Premio de Europa, celebrado en valencia.

El 4 de octubre anuncio su retiro y el 25 de noviembre de 2012 dejó la Fórmula 1 para siempre, finalizando séptimo en el Gran Premio de Brasil, dejando una hoja de vida dorada. Disputó 308 carreras y se adueñó de los departamentos de victorias con 91, podios con 155 y 68 Pole Position. Además logró 77 vueltas rápidas.

El lamentable accidente

El 29 de diciembre de 2013 sufrió un accidente mientras esquiaba en la estación de Meribel, en los alpes franceses. El ex piloto estaba con su hijo de 14 años, cuando cayó y se pegó la cabeza con una roca.

“Schumi” fue trasladado al Hospital de Grenoble, donde fue operado un día más tarde. Le removieron un edema y estuvo en coma inducido, permaneciendo en una situación crítica.

Para entonces, los doctores anunciaron que lo  monitoreaban hora por hora y no podían asegurar lo que sucedería, pues el accidente fue tan grave que se mantuvo con vida por haber recibido el impacto con el casco.

La reacción de la familia fue a través de un comunicado de prensa, en el que agradecieron el apoyo de todos. «Queremos agradecer al cuerpo médico, que sabemos está haciendo lo posible para ayudar a Michael. También agradecemos a las personas de todo el mundo que han expresado sus deseos de mejora para su recuperación y le pedimos a la prensa respetar nuestra privacidad y la de nuestros amigos. Agradecemos su apoyo».

El apoyo fue mundial y no fue para menos, tratándose de uno de los mejores deportistas de la historia. Desde la que fue su casa, la escudería Ferrari y su presidente Luca Di Montezemolo, pasando por los pilotos Fernando Alonso y Sebastian Vettel y la, para entonces, canciller alemana, Angela Merkel.

Desde entonces, mucho se ha dicho sobre el estado del piloto alemán. Las especulaciones acerca de su salud de asoman de vez en cuando, en medio del hermetismo de la familia. Durante todos estos años se han limitado a ofrecer detalles, pero hablando de pequeños avances.

Desde 2014 salió del coma y fue trasladado a su vivienda en Lausana (Suiza) y en septiembre de 2019, se conoció que un tratamiento regenerador con células madre en el hospital Georges Pompidou de París.

El acceso a lo más íntimo de la familia ha sido reservado y unos pocos como el ex presidente de la FIA y ex jefe de Ferrari en su época dorada, Jean Todt, dijo que había visto una carrera de Fórmula 1 con él.

Mientras “Schumi” continúa en su larga recuperación, su hijo Mick Schumacher, ya ha comenzado a dar sus primeros pasos con la Ferrari, manteniendo así activo el apellido más grande que se haya conocido en la Fórmula Uno.

 

Foto: Jean Christophe Verhaegen (AFP/GettyImages).

Un balón más piccolo

Tony Cittadino (Caracas).- A partir de la Primera Guerra Mundial, miles de ciudadanos provenientes de Europa llegaron al país con una maleta llena de sueños, en busca de prosperidad. Muchos de ellos quedaron encantados ante las bellezas naturales y la cordialidad del venezolano.

Otros regresaron a sus lugares de origen. El deporte tuvo un lugar especial en el proceso de transculturización que tuvo su punto culminante a mediados del siglo XX, en pleno gobierno de Marcos Pérez Jiménez.

En su mayoría ciudadanos italianos, españoles y portugueses, vieron al beisbol como una disciplina extraña y decidieron quedarse con su amado deporte: el fútbol. Pero hubo otros casos: aquellos que no resistieron la tentación exótica de la pelota criolla y cayeron enamorados, tal como sucedió con Pippo, quien nació en Sicilia, Italia.

Llegó a Venezuela a mediados de la década de los 60, en busca de su amor de adolescente, una muchacha que había venido años atrás para reencontrarse con su hermano, a la vez residenciado aquí tras la Segunda Guerra Mundial. Había oído y leído mucho de Venezuela, más aún por las cartas que recibía de quien años más tarde sería la madre de sus tres hijos (dos hembras y un varón).

Al principio le costó adaptarse a la cultura del país, pero luego lo logró. Fue pasando el tiempo y Pippo aprendió el idioma por sus propios medios y se interesó más por la geografía e historia. En ese proceso conoció el beisbol, pero jamás llegó a entusiasmarle, hasta que su hijo le metió la fiebre por las venas.

Ya con la nacionalidad y los papeles en regla, construyó su hogar y casi dos décadas más tarde su hijo daba los primeros pasos en la escuela, soñando con ser futbolista. Claro, cómo no, si su primer recuerdo del deporte fue el Mundial de Italia 1990. El niño fue creciendo, corriendo tras un balón en las calles de Caracas, añorando ser Roberto Baggio o Alessandro Del Piero.

Pero todo cambió en esas caimaneras. Un grupo de niños lo invitó a jugar beisbol y él aceptó. Pasados unos días practicó el deporte con más frecuencia en las tardes. Tal fue su interés que su padre tuvo que comprarle un bate, un guante y una pelota, pero eso sí, jamás dejó de lado el fútbol.

En las tardes Pippo jugaba con su hijo y le enseñaba los secretos del Calcio, hasta que un día fue su chamo el que lo invitó a jugar beisbol. Allí nació una bonita historia. El joven se emocionó tanto, que en los días de temporada del beisbol profesional llegaba a la casa y escuchaba los partidos de los Leones del Caracas por radio y veía los juegos por televisión, al mismo tiempo.

Una noche Pippo se sentó a su lado y muy curioso preguntó con desespero: “¿Qué le pasa a esos señores que están al lado de las bases? ¿Están enfermos? ¿Tienen un tic nervioso? ¿Por qué a cada rato se pasan la mano por la cara y el pecho?”. Entre risas, su hijo le dijo que eran los coaches de los equipos, esos que le pasan las señas al bateador.

Pippo, dentro de su ignorancia, se echó a reír y terminó de ver el partido. El 27 de diciembre de 1996, padre e hijo  asistieron juntos por primera vez al estadio Universitario a presenciar un juego entre los Tiburones de La Guaira y el Caracas.

La experiencia fue tan gratificante que fueron a los siguientes cinco partidos. Años más tarde, la pareja escuchaba por radio un partido entre los “eternos rivales”, Caracas y Magallanes. El duelo estaba empatado en entradas extras. Era más de medianoche. El ahora adolescente se fue a dormir creyendo que su padre también lo haría. La sorpresa fue que él se fue con su radio a la cama y a los 10 minutos Pippo se fue a la sala para ter minar de ver el juego.

En una de las acciones, el Caracas montó una fuerte amenaza. Estaba a punto de dejar en el terreno al Magallanes. El hijo de Pippo, emocionado, se levantó de la cama descalzo para no hacer bulla y llegó hasta la sala, tratando de que su papá no lo viera. Su mayor impresión fue ver al viejo como cualquier acérrimo fanático agitando las manos y diciendo en voz baja: “Vamos, ‘Wiki’ González, pega un hit”.

El pelotero conectó el tan anhelado imparable y el grito de celebración los delató. Cuando uno descubrió al otro no hubo palabras para otra cosa, sino para celebrar la victoria y darse un abrazo.

Los profesionales

Historias como estas son frecuentes, con la diferencia de que algunos de los muchachos llegaron incluso a ser jugadores profesionales. Uno de los casos más sonados es el de Marco Scutaro, el otrora segunda base del Caracas, hijo de padres italianos.

El camarero comentó en una ocasión que en sus inicios, como su hermano mayor jugaba beisbol en San Felipe, Yaracuy, él también quería hacerlo e imitarlo. Agregó entre risas en el dogout de su equipo, que en ese tiempo su padre al llegar de los juegos le preguntaba: “Ma figlio mio ¿cuántos goles metiste hoy?”.  Scutaro en más de una ocasión respondía: “Papá, no son goles, son jonrones, carreras…”.

Otra situación curiosa se presenta con el infielder Mario Lisson, quien jugó para Caracas y Magallanes en la LVBP. Sus raíces no son europeas, son peruanas. Sí, peruanas. El pelotero incursionó desde los cinco años en el beisbol y practicó la disciplina a pesar de que en la familia nadie jugó ese deporte. Sus padres nunca se opusieron a que lo hiciera, pero fiel a sus costumbres debió asistir a clases de fútbol y disputar partidos los fines de semana.

Otro caso es el de Felipe Paulino, lanzador que estuvo con Caracas, Bravos de Margarita y Cardenales de Lara. Los abuelos por parte materna son italianos, aunque sus padres son de origen dominicano. A los cinco años su familia se vino al país y jugó beisbol en divisas de Los Teques. Luego firmó para el profesional.

Casos fuera del diamante

El presidente

Los hijos de colonias no sólo se encuentran en el diamante. El ex presidente de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), el economista José Grasso Vecchio, es descendiente de italianos, pero un verdadero amante de la pelota.

Nació en Caracas el 13 de julio de 1961 y sus inicios en el beisbol tienen sus raíces en San Bernardino, donde jugó con sus amigos de Sarría y La Candelaria las populares caimaneras y asistió a los parques de pelota. A pesar de su descendencia siempre ha estado ligado a la pelota, bien sea como fanático o hasta como coach de una de las novenas donde jugó su hijo.

Observar a peloteros como Víctor Davalillo y César Tovar fue determinante para que se decidiera por el beisbol. “En esa época esos eran los jugadores de moda. Aquí la pasión era el beisbol. En los colegios religiosos siempre se jugó fútbol porque había sacerdotes europeos, pero en la calle mandaba el beisbol”, relata.

El periodista

José Visconti es una referencia del periodismo deportivo en el país. Viene de una familia muy importante de origen italiano, tanto así que uno de sus antepasados fue fundador de la Scala de Milan, y su abuelo fue uno de los socios fundadores del AC Milan.

Hasta tuvieron un Papa en la familia (Gregorio X). De niño soñó con ser el segundo jesuita Visconti de la historia, pero el periodismo y el beisbol  desviaron su intención. A finales del siglo XIX llegaron tres hermanos de la familia, incluido su abuelo, y se residenciaron en la hacienda El Altar, en San Casimiro, estado Aragua.

Allí recibieron la influencia del beisbol de parte de uno de los hijos del general Juan Vicente Gómez. Su familia comenzó siendo fanática del Royal Criollos. Su madre era admiradora de Daniel “Chino” Canónico y todos enemigos jurados del Magallanes, dijo entre risas. Recuerda que en su casa había un radio RCA y escuchaban la “Cabalgata Deportiva Gillette” en la voz de Francisco José “Pancho Pepe”Cróquer.

En la década de los años 50 creció jugando pelotica de goma. En los partidos era outfielder y seguidor de Alfonso “Chico” Carrasquel, Luis Aparicio, Roger Maris y Mickey Mantle. “Tenía mucha energía en el brazo. Lanzaba la pelota de los jardines y ¡poing!, la ponía en el home”.

Siempre le gustó más el beisbol. Además, quería ser como su padre, quien era fanático de los Yanquis de Nueva York, pero a sus equipos de fútbol en el Seminario los denominaba, por razones obvias, AC Milan.

Nota: Este artículo fue publicado en la edición especial del Diario TalCual del año 2007..

Rafael Oronó: el boxeador que llegó a tener 12 carros

Tony Cittadino (Caracas).- Rafael Oronó, el ex pugilista, que pesa 66 kilos, 15 más que cuando fue campeón mundial Supermosca (1980), vive en Los Mangos, en La Vega, en concubinato. Es padre de cuatro hombres y dos mujeres. Nacido en Pantoño, un pueblo del municipio Ribero del estado Sucre, cerca de Carúpano, y que le dio el apodo por el que aún se conoce: Pantoño. No hay figuras paternas en su crianza: la bisabuela y la abuela lo enseñaron a andar por la vida.

A los 9 años caminaba descalzo por las calles, vendía pescados y conservas de coco para ayudar a mantener a sus cinco hermanos, tres varones y dos hembras, menores que él. Ese dinero, que a veces se lo quitaron jugando pichas (metras), lo hizo llorar y pelear. Así tuvo su primer contacto con el boxeo.

A los 11 años viajó a Caracas con una amiga de la familia, María Hernández, para estar con su mamá, María Oronó, que trabajaba limpiando casas y vivía alquilada en La Vega. En la carretera, como no tenía papeles, se hacía el dormido cada vez que pasaba por un peaje.

En la capital cargó cajas en el mercado de San Martín y en la empresa Colgate-Palmolive, hasta que el boxeo amateur le sirvió de trampolín para llegar al profesional. Lo entrenaba Freddy “Cochocho” Rengifo, un ex boxeador de cierto recorrido, su gran tutor en un deporte que lo hizo triunfar y lo devolvió a la pobreza. Fue el primer venezolano campeón

¿Qué es lo que más recuerda de su carrera?

Muchas cosas, pero mi primera pelea en Caracas. Tenía 11 años y la perdí con el futuro campeón, Bernardo Piñango. Fue en su casa del 23 de enero. También mi primera pelea amateur. Oriné como 10 veces.

¿Y las peleas en el Nuevo Circo?

Inolvidables. Ahí gané el título mundial ante el surcoreano Seung Hoo Lee. Antes se usaba para toros y boxeo. Ahora lo tienen unos raperos. Cuando paso por ahí se me salen las lágrimas. Me sacaron en hombros.

¿Su infancia fue difícil?

Lo más difícil fue mi niñez. No estudié porque éramos pobres. Lo más difícil fue cuando murió mi bisabuela (Elisa Oronó), porque tenía 10 años y me sentía solo. Lo que ganaba por las ventas era poquito. Con eso me compraba unas alpargatas, que me quitaba para no gastarlas. Trabajaba descalzo. La gente piensa que fue papaya, pero no es así.

Ahora retirado del boxeo, ¿qué hace?

Entreno niños y adolescentes en el estadio Brígido Iriarte, con el programa Boxeo Olímpico de Calle. Así me mantengo y hago deporte.

A la edad de los muchachos que entrena, ya se había montado en un ring

Hay unos que son más pequeños, pero mi primera pelea en Caracas fue a los 11 años. La perdí en el 23 de enero, en la casa de un futuro campeón, Bernardo Piñango.

Cómo qué boxeador quería ser?

Como Antonio Gómez, Betulio González o Antonio “Kid” Pambelé, todos campeones mundiales, con tremendos carros y con quienes llegué a entrenar.

¿Cuándo viajó por primera vez al exterior?

A España en 1977. Tenía 18 años. Peleé en Zaragoza y me asusté cuando llegamos a Madrid. El avión bajó rápido y grité: ¡Dios mío vine desde tan lejos para matarme aquí! Soy miedoso en los aviones, no iría ni a Pantoño.

Pero sí visita su pueblo natal

Cada seis meses, pero por carretera.

Y cuándo está allá, ¿qué recuerda?

A “Maita”, mi abuela, Lucrecia Oronó. Le debo todo. Me crió junto con mi bisabuela, Elisa Oronó, que se murió mientras dormía en sus piernas. Cuidábamos una bodega en la noche con lámparas de kerosén porque no había luz, al despertar estaba muerta. Fumaba mucho tabaco y tomaba café. A “Maita” la atropelló un carro en Pantoño, en 1982.

¿Qué hizo con su primer sueldo de boxeador profesional?

Se los di a mi mamá para comprar una casa. Eran como 15 mil bolívares. El problema es que mi carrera fue rápida. Tenía amigos por montón y abogados, pero ahora no tengo ni uno. En la calle me saluda gente que ni conozco y eso me llena. No importa que no tenga plata ni carro como antes.

¿Cuántos carros tuvo?

Doce y dos eran Mustang deportivos bellísimos. Uno era amarillo, el que más me gustó. Los compraba en Caracas, cerca del Hotel Tamanaco y en El Paraíso. Era lo máximo, porque en Pantoño viajé en burro y bicicleta.

Pero los perdió todos

Cuando pasé al retiro la plata se me fue rápido, porque no tenía trabajo. Los vendí uno a uno. Me compraba uno más barato y el resto de la plata me la quedaba, pero todo se acabó. Ahora ando a pié.

¿Cuánto dinero llegó a tener?

No sé, pero era mucho. Uno de los premios más grandes que gané fue de 300 mil dólares en Tailandia. Me gustaba manejar mis carros, vestirme con ropa fina, usar una cadena de oro y un anillo grueso en la mano derecha. Para que me lo vieran me rascaba la frente a propósito.

Y después tuvo que empeñar la faja mundial 

Necesitaba dinero porque gano sueldo mínimo (Bs. 1.223,89 en 2011). Tuve miedo de hacerlo, pero un señor del Ipasme me ayudó con 3 mil bolívares. Ya la recuperé.

¿Edwin Valero pudo haber sido el mejor?

Sí. Su carrera fue buenísima y nos ayudó con el boxeo. Era la esperanza de Venezuela. Cuando cometió los errores había que aconsejarlo, no dejar que se matara. Nos quedamos esperando la pelea con Manny Pacquiao.

Prensa: Imdere

Nota: Esta entrevista fue realizada y publicada cuando fui redactor de deportes en el Diario 2001 en mayo del 2011.